Una decena de provincias con inundaciones y emergencia agropecuaria, pérdidas millonarias y pedidos de ayuda al Estado. Ahora hablamos de un elemento invisibilizado: la poca capacidad del suelo de absorber agua y su relación con el uso del suelo (modelo de agronegocio mediante). Resulta que por el avance de algunos cultivos, las napas freáticas suben y las inundaciones son (y serán) cada vez más frecuentes. Otro factor: en Argentina se desmontaron 2,4 millones de hectáreas en los últimos diez años. El investigador del Conicet Esteban Jobbágy (del Instituto de Matemática Aplicada de la Universidad de San Luis (Imasl), ingeniero agrónomo y doctor en biología del Grupo de Estudios Ambientales e investigador del Conicet) hace quince años trabaja sobre la capacidad del suelo de retener agua, y señala que las inundaciones no dependen sólo de la lluvia, sino también de cuánto absorben los suelos y su directa relación con la capa freática (acumulación de agua subterránea). Él sostiene que