“No hay plata”, le dijeron en el Fondo Monetario a Toto Caputo. En el mejor de los casos —que nadie dice que no pueda ocurrir— el organismo aprobaría otorgarle un monto que no alcanza ni por asomo para cubrir la falta de dólares del experimento anarco-capitalista. Cuesta y mucho esa definición que se adjudican los “libertarios”, pero no sólo porque “anarquía” es un término que remite a una corriente ideológica completamente opuesta a la significada en el presente. Es que estos botarates solamente tienen de “anarcos” lo que les conviene. El dato es muy importante porque las grandes crisis argentinas, desde la dictadura en adelante, nunca se produjeron por estallidos sociales. Las raíces fueron explosiones financieras y cambiarias, cuando las diferentes administraciones se quedaron sin dólares para permitir que la economía siguiera funcionando. Sumado a Domingo Cavallo diciéndole a Jamoncito que así no va, porque el retraso cambiario será insostenible, no fue justamente la mejor se