Cuando más corrupto es un país, más leyes tiene. Y parece ser que cuando más podrido está un sistema más se limita la libertad de expresión. En España, un rapero mallorquín fue condenado por la Audiencia Nacional a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas. No deja de ser extraño que la condena por exceder los límites marcados para la libertad de expresión sea tan o más alta que para un buen número de casos de corrupción. En un mundo donde arrestan a personas comunes por insultar ya sea al Felino presidente Macri , o por llamar "corrupto malparido" al rey Juan Carlos de España en Facebook . En todo el mundo "la libertad de expresión está en juego", y lo dice hasta el director del Washington Post , es la guerra ideológica que entabla el sistema que no sólo pretende manipular nuestras conciencias privándolas de nuestra facultad de pensar, una lucha mafiosa para apoderarse de los espacios de comunicación y cercenar c