Hay que entender que ya nada es igual en ninguna parte. Los ciudadanos están profundamente desencantados, la propia democracia, como modelo, ha perdido credibilidad. Los sistemas políticos han sido sacudidos hasta las raíces y los partidos tradicionales están en crisis. En Europa se han multiplicado los terremotos electorales y en todas partes percibimos subidas de formaciones de extrema derecha o de partidos que "se venden" como antisistema y anticorrupción (Argentina, Italia) aunque nada está más alejado de la realidad. El paisaje político aparece radicalmente transformado. Entre esta situación se profundizan desde EEUU las crecientes tensiones bélicas en Medio Oriente, la militarización de la frontera con México, sumado a la llegada de un super halcón a la Casa Blanca que favorece bombas sobre diplomacia y el deterioro generalizado de relaciones con varios del mundo, la mayor amenaza al orden mundial en medio siglo es Donald Trump. Un mundo liderados por dementes y apoyado