En la amañada y bestial mirada de Macri, hasta los discapacitados son mafiosos que no paran de cobrar subsidios indebidos. Desde su asunción como presidente, 170 mil ciudadanos perdieron el derecho a recibir un ingreso con miles de excusas pero nada de corazón. Gracias a un decreto heredado del menemismo, suspendieron el mísero beneficio con el argumento de revisar el padrón, con la intención de reducir el déficit y con el objetivo de denostar al kirchnerismo durante la campaña. Desde 2003 hasta 2015 los titulares de pensiones crecieron de 350 mil a 1,6 millones gracias a la aplicación flexible del decreto de 1997, que exige un nivel de discapacidad del 76 por ciento, que no tengan aportes previsionales y no posean ingresos para su subsistencia. Para los que usurparon con malas artes el honor de gobernar el país, los que tienen de sobra y no paran de profundizar la desigualdad, los que no saben qué es padecer una necesidad, un discapacitado debe estar en la miseria para recibir e