Nietzsche y la crisis del hombre moderno: anticipó las prácticas sociales del neoliberalismo en una época de crisis de valores, en donde el hombre no es nada en sí mismo, alguien sin identidad real, propia. Escéptico y desencantado frente a los logros de la ciencia y la racionalidad que prometían un eterno bienestar y progreso; aparece la figura de Nietzsche como el más grande crítico del cristianismo y de la metafísica de corte platónico que han dado lugar a la "decadencia" actual. La palabra de este hombre que vivió todos sus años incomprendido, en la soledad, descendió de los círculos culturales más altos hacia las últimas capas sociales y, agigantada por la terrible traducción al plano de los hechos de la crisis espiritual que anunciaba, comenzó a golpear como un mazo incesante el rostro del mundo contemporáneo. El debate sobre Nietzsche no pierde vigencia en el mundo, mientras la humanidad está realizando por primera vez en forma radical la experiencia de vivir sin Dios