Artista: Black Country, New Road
Álbum: For The First Time
Año: 2021
Género: Post rock / Post punk
Duración: 40:44
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Como hay tantos comentarios de gente sorprendida por lo que hay dentro de este disquito, vamos a traerlos y me evito trabajar de más escribiendo mis torpes reviews....
La insistente y a veces irritante búsqueda de algunos críticos y fans por encontrar a esa «banda que salve el rock», (aludiendo supuestamente a que el estilo está de capa caída), al fin podría llegar para su satisfacción al frente de sus narices y a buen puerto ahora. Y es que a la vez es tanta la variedad musical que encontramos hoy en día, que suena casi irrisoria esa necesidad absurda de buscar la banda elegida para aquel tonto relevo. Claro, no tenemos quizás iconos del movimiento, bandas héroes de la transgresión o de la absoluta rebeldía sónica, pero hoy en día las propuestas de rock están a full propagándose y todos los estilos ofrecen cosas novedosas, que mutan y se transforman, como para no dejar de darles atención. Esta impresionante banda de Brixton es una de ellas y ya están acaparando artículos desde The Guardian a Pitchfork y demases como «la gran promesa».
Y huele a eso, sin duda. Esta elegante combinación de géneros está aquí y esperemos para quedarse por siempre, con su trabajo de orquestación compuesto de siete músicos muy jóvenes pero experimentados, con sonido impactante y de estilo klezmer en el track de apertura ‘Instrumental’, con diferentes instrumentos que se construyen en capas uno encima del otro, múltiples melodías diferentes que ocurren a la vez y con un número de integrantes tan variado en género que nos pueden recordar a una versión más solemne y potente de Arcade Fire, al menos en la performance en vivo que hay que decirlo, es bastante alucinante. Violines, saxos, guitarras disonantes y una voz intensificada al mil por ciento diversifican esta brutal propuesta que se mueve entre los terrenos de lo post rock experimental, con sofisticación jazz y mucho post punk de vieja escuela.
Pero es también esa batería y tambores de índole punk que le agregan otra capa a la pista, acumulando la energía cinética antes de estallar en una ráfaga final de calor candente que marca el tono del álbum a la perfección. ‘Athens, France’, es un tema que pasa de las secciones afiladas y agudas a las oprimidas y lentas del post-rock. La letra de la canción también es diferente a la versión del single, agregando un segundo aire a la canción que tiene la versión del álbum que hace referencia a una posible agresión sexual que fue parte del single, junto con preguntas de pérdida y paranoia. La verdad es que sus letras distan mucho de lo que representa su música y su estirpe llena de sobriedad, porque tenemos cosas muy divertidas en ellas: situaciones triviales, absurdas y muchos sinsentidos, pero interpretados como la poesía más profunda y reveladora del mundo.
La sección media del álbum es donde todo encaja completamente en su lugar. Obtenemos una dosis neurótica y ansiosa, con versos constantemente emotivos e intimidantes del líder Isaac Wood (que se mueve en aquellas penumbras entre Nick Cave e Ian Curtis) junto con algunos golpes de metales y saxofón entre una cacofonía de guitarras irregulares y una línea de bajo absolutamente rotunda. A veces algo de math se entromete en ‘Sunglasses’ con mucho la canción más compleja y devastadora del álbum, es una obra de diez minutos que contiene múltiples pasajes musicales distintos y algunas de sus composiciones más surrealistas, pero para no estar contentos con eso, mas tarde llueve una combinación de esa orquesta de estilo klezmer de ‘Instrumental’ y el rock frenético de ‘Science Fair’ en una última canción larga que hace una declaración final perfecta para el mundo que For the first Time ha creado para todos nosotros.
Black Country con su música nos revuelve varias cosas en el estómago, las arterias y trae unos cuantos fantasmas del post punk a nuestro cerebro de la forma más intensa, pese a que sigue siendo una banda muy joven y floreciente que está descubriendo su identidad completa, lo que han preparado en este debut es fenomenal. Inspirándose en todas partes y en algunas de las narraciones más fascinantes de la música rock moderna, podrían convertirse fácilmente en uno de los mejores grupos de la próxima década. Lo demostrado en estudio es solvente, pero todo eso se completa más cuando vemos sus shows en vivo con el joven grupo muy compenetrado en una verdadera catarsis, donde su vocalista parece un ente poseído cuando canta los clímax de las canciones. Todo lo que tiene que suceder ahora es que inviertan en su futuro, confiados y preparados, listos para hacerlo tan bien como lo hicieron «por primera vez», con el título de este gran EP como declaración de principios.
Este disco tiene muchos comentarios, así que vamos a ir a algún otro antes de presentarles su música:
La escena británica sigue exportando varios de los actos más interesantes de los últimos años, especialmente cuando se mira hacia los recurrentes del Windmill de Brixton. Primero fue el turno de black midi en el 2019, quienes con “Schlagenheim” –su álbum debut– presentaron un sonido tan fresco que casi parecía inventar un nuevo género. En este boom se acopla Black Country, New Road, quienes surgen del mismo nicho y aportan otra nota inédita en la panorámica musical actual. “For the first time” propone un sonido quebrado, un paisaje distinto en cada canción; spoken word de míseras experiencias y lúgubre regocijo.
A saber, Black Country, New Road no es un acto nuevo, y el trajín viene desde hace ya algunos años años. Seis de sus siete integrantes actuales pertenecían al conjunto Nervous Conditions, formado el 2017, el cual lanzó sólo un LP llamado “Untitled”. Luego de disolverse, motivo de las acusaciones de agresiones sexuales en contra de Connor Browne, formaron Black Country, New Road, conjunto que se compone por Isaac Wood (voz y guitarra), Tyler Hyde (bajo), Lewis Evans (saxofón), Georgia Ellery (violín), May Kershaw (teclado), Charlie Wayne (batería) y Luke Mark (guitarra).
¿Pero qué propone BCNR? Con solo seis canciones en su álbum debut, ya se han hecho de varias etiquetas. Entre ser catalogados como pieza clave del nuevo post-punk que lideran Idles y Fontaines D.C., o como el mismo Isac Wood hace referencia en Science Fair, vendrían a ser los sucesores de Slint.
Independiente del género o influencia con los que se les relacione, BCNR es un acto que llega a refrescar oxidados sonidos, sin pretensiones de ser más de lo que realmente son: una banda de amigos. Lewis Evans, en entrevista con The Guardian, habla respecto a cómo la comunicación ha permitido crear la interesante mixtura de sonidos que contiene “For the first time”: “la música para algunos compositores es como su bebé, pero ese nunca ha sido nuestro ethos. Cambiamos canciones todo el tiempo, y la habilidad de dejar ir es realmente importante en una banda de siete personas. No quieres ser dictatorial. Hay otras seis voces que son increíblemente brillantes, así que ¿cuál es el punto de ignorarlas? Solo empeora la música. Si solamente yo me encargara, nuestra música sería mierda”.
Todas estas voces se hacen oír en “For the first time”, pues todas las canciones representan escenas disímiles en las que colindan diversos imaginarios. Nos da la bienvenida “Instrumental”, que abre con una batería upbeat y una persistente línea de bajo. A medida que se acopla el resto de los instrumentos se completa la introducción: un track a lo Tortoise, que muestra una falsa mueca sonriente mientras se cuela su verdadera sustancia, inevitablemente perversa. Posteriormente “Athens, France” muestra la cara más indie del conjunto, o al menos así se siente su riff de desinteresadas guitarras. Aquí se escucha por primera vez en el álbum la voz de Isaac Wood, quien con profunda amargura cuenta un relato surreal de sus más complejos lamentos.
“Science Fair” es otro hito, en absoluto distinto a las canciones anteriores. El spoken word de Isaac Wood cuenta una extraña historia situada en una feria de ciencias, donde el protagonista se descubre a sí mismo en una embarazosa situación que le lleva a alejarse totalmente de su entorno. Caos de principio a fin, que en un constante crescendo finaliza con una enorme ola de explosión instrumental.
A continuación, “Sunglasses” se presenta en principio como un breve momento de calma, con un inicio sencillo y contemplativo. El track de casi diez minutos de duración pasa por varias etapas, explorando a un protagonista que se cuestiona el consumo de los medios de masa, y la posición que el mismo tiene frente a una audiencia que parece cuestionarle: “I’m more than adequate, leave my daddy’s job out of this”. La instrumentalización permanece fresca y poderosa, sirviendo también como canal para todas las crudas emociones vertidas por medio de las líricas.
Ya en el tramo final, “Track X” narra una desconectada y surreal historia; nos quedamos, entonces, con el ánimo de la misma, donde se oye nuevamente una progresión de lamentos y arrepentimientos. A pesar de esto, su sonido es el de una placentera melancolía, convirtiéndose en el momento de paz del álbum, donde la sección instrumental baja el tiempo luego de la infernal intensidad de “Science Fair” y “Sunglasses”. Para cerrar llega “Opus”, que opera en todas las direcciones posibles: fiesta, ira, amargura y alegría. Es la nota final de un LP inconexo, el que logra apoderarse de este atributo para entregar uno de los momentos más intensos en lo que va del año.
Insistencia y placer en la búsqueda de Thanatos, como constante recordatorio de la pulsión de muerte.
Black Country, New Road promete ser otro emblema de su generación, entre actos que parecen estar destinados a constituir una nueva escena de sonidos disruptivos. Lo que se urde en Brixton es un trabajo colaborativo, con el ejemplo notable de la relación que BCNR tiene con black midi: son referenciados directamente en “Track X”, además de concebir entre ambos el acto colaborativo Black Midi, New Road, con el que improvisan dentro del Windmill. A esto se suma el trabajo de sellos independientes como el de Speedy Wunderground, quienes han reclutado tanto a las bandas recién mencionadas, como a nuevos actos que prometen continuar esta senda innovadora de sabor post-punk: casos como el de Squid, quienes con sus singles ya nos dejan ansiosos para el próximo 7 de mayo, fecha en que lanzarán LP debut “Bright Green Field”.
“For the first time” es un ingenioso, inquieto y siniestro álbum, con un tenaz comentario del auto-desprecio y la perspectiva del yo frente al mundo. Paisajes que invitan a reflexiones de un tono dulce y agraz, pensando en la belleza de la intimidad y el caos inherente a la existencia. Con la posibilidad de señalar lo evidente, lo nombrado se constituye en códigos sonoros. Campo en el que BCNR parece no estar del todo interesado: su música no se limita por etiquetas, constituyéndose por una identidad de géneros polifacéticos, a la vez que son ninguno.
Un cautivante paisaje cargado de energía; de plenitud e ira, y la infinita gama de posibilidades que ofrece el clamor.
Bastián Naveas
Y por fin, esto es lo que vale, que es la música de este disco.
Y vamos al último comentario que pienso copiar, si quieren más solo tendrán que googlear un poco, pero mejor si te concentrás más en esta música y menos en las palabras de gente que ni corta ni pincha... como uno.
Es difícil aventurarse a defender de qué palo van Black Country, New Road, sobre todo después de saborear esa abstracción estilística deconstruida una y otra vez que resulta ser su esperado debut tras algunos singles previos. La banda con sede en Londres presenta un estreno que, si bien podría considerarse alzado sobre los principios del post-rock, vira anárquicamente y una y otra vez en diferentes direcciones. El combo retoza con violencia entre cada una de las seis piezas del presente álbum, pero con frecuencia también dentro de la misma canción, apurando trazos de free-jazz, new wave, indie o math rock, todo con pose arty y alma post-punk. Por arte de magia y a partir de cierto número de escuchas, esas sonoridades depositadas en un cajón de sastre encajan entre sí, propiciando el tsunami hipnótico que es “For The First Time” (21).
La referencia se abre con “Instrumental”, animosa pieza musicada en base a una tensión que descoloca y al mismo tiempo pone en guardia al oyente, antes de que el septeto de multiinstrumentistas oscurezca la fotografía y presente esos tres actos que juntos conforman la turbadora “Athens, France”. Por su parte, “Science Fair” se sitúa en algún punto entre Nick Cave y Fontaines D.C., antes de desbordarse en su propia locura intrínseca e inabarcable, mientras que el single “Track X” es un medio tiempo de nervio insinuado y, efectivamente, el corte más convencional de la entrega. Los nueve minutos de “Sunglasses” se abren con una distorsión que amaga con explosionar pero finalmente cede protagonismo a una de las partes más extrañamente bellas del álbum antes de que, incapaz de dominarse de nuevo, deriven en estallido punk y paranoia.
Ya como epílogo, los diferentes capítulos de “Opus” alternan folclore tradicional de Europa del Este con locura explícita y una interpretación poética y dramática, hasta que, justo en el último instante, genera un destello de belleza que (por enésima vez) desorienta al receptor. “For The First Time” (21) se compone de media docena de temas con los que Isaac Wood y compañía se presentan armados con vientos fantasiosos y plagados de aristas –esos saxofones punzantes– compartiendo espacio con guitarras, pedales y las necesarias distorsiones. En realidad, las preferencias de Black Country, New Road no son exclusivas ni estrictamente novedosas (los muy recomendables Cave, por ejemplo, practican una línea similar), pero a cambio su probada ansia experimental queda certificada en un disco cargado de recovecos extraños y adictivos.
“For The First Time” (21) es una obra obsesiva, de gran intensidad y poco menos que arrasadora, compuesta por estructuras dentro de estructuras y canciones dentro de canciones, en un diseño demencial que ensambla y seduce por sorpresa. Una locura maravillosa que hierve en plena fusión y señala un camino de emociones y sentimientos alternados o directamente encontrados para el destinatario, en ocasiones incluso asfixiantes. Un elepé que, en definitiva, sitúa a la joven banda –con pinta de pandilla inofensiva recién llegada de campamento veraniego– bajo todos los focos, y dispara las expectativas ante su más que prometedor futuro. Y es que la ópera prima de los británicos será, sin duda, uno de esos debuts de los que todo el mundo hablará durante la primera mitad del 2021, para a final de temporada aparecer en la parte alta de aquellos listados con lo más granado del año.
Lo podés escuchar desde Bandcamp:
https://blackcountrynewroad.bandcamp.com/album/for-the-first-time
Lista de Temas:
1. Instrumental (5:27)
2. Athens, France (6:22)
3. Science Fair (6:20)
4. Sunglasses (9:50)
5. Track X (4:44)
6. Opus (8:01)
Alineación:
- Tyler Hyde / bass, vocals
- Lewis Evans / flute, saxophones, vocals
- May Kershaw / keyboards, vocals
- Georgia Ellery / violin, vocals
- Charlie Wayne / drums
- Luke Mark / guitars
- Isaac Wood / guitars, vocals




Este es un discazo. Llegué a esta banda por una chilena y sus influencias, la banda se llama Hesse kassel ( muy buena por lo demás)
ResponderEliminarBajando el disco Moe. Muchas gracias por la recomendación y dedicatoria!
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