Esto vendría a ser un disco ideal para comenzar a disfrutar el fin de semana. Aquí, el segundo disco de los ingleses Black Country, New Road, otro gran trabajo y uno de los discos destacados del 2022, y nos faltaría solamente el trabajo de este mismo año para completar su discografía. Este disco tien un sonido que recuerda a una versión más moderna del rock artístico de David Bowie de la época del glam rock, Black Country, New Road ha entregado uno de los álbumes más brillantes del año 2022, no solo por crear melodías memorables, sino también por mostrar un sonido único y distintivo que lo distingue incluso del debut que habían sacado el año anterior. Otro gran trabajo que les dejo para que conozcan en este fin de semana que ya nos alcanza... siempre queremos que nos recuerdes, así que no dejes de escuchar esto, te podrías llegar a arrepentir.
Artista: Black Country, New Road
Álbum: Ants From Up There
Año: 2022
Género: Post rock / Post punk
Duración: 58:46
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Si ustedes escucharon el primer disco, quizás concuerden conmigo en que el segundo álbum no es una simple continuación del primero, sino un paso adelante en la búsqueda de nuevos sonidos. Si su primer trabajo se basa en un post-punk brusco y desenfrenado, donde los periodos sonoros serenos eran la excepción más que la regla, en "Ants From Up There" el paradigma se invierte: los temas son más pacientes y contemplativos, pero igualmente intensos.
Otro disco que va recogiendo muchos comentarios, así que no los hago esperar y veamos qué es lo que dicen de este trabajo.
¿Puede un grupo mostrar madurez artística en el que solo es su segundo larga duración? Puede, si se trata de una formación atípica a todos los niveles y que parece crecer a pasos agigantados, como sin duda es el combo londinense. Black Country, New Road reaparecen con una versión asentada de sí misma, algo más accesible pero sin perder un ápice de esa personalidad arrolladora con la que consiguieron distanciarse en un solo movimiento. La troupe se aleja también del mencionado revival para caer hacia mecanismos jazzísticos y de indie-pop, dejando el post-punk como puntual insinuación al fondo del escenario. Todo mientras la interpretación del vocalista Isaac Wood ejerce como luz y firme guía, dentro de ese maravilloso cajón de sastre que supone el contenido de “Ants From Up There”.
La obra respeta ese caos creativo concretado en canciones que es santo y seña del grupo, pero lo presenta más acotado y mejor perfilado, lo que resulta determinante para el aspecto de la referencia. Aparecen así cambios de ritmo y también estilísticos, alternando acelerones con ralentizaciones manifiestas que pueden dejar a su paso piezas consistentes o de manifiesta belleza, explícitas o meditadas, además de practicar cierta apología cinematográfica. Es el resultado de cortes como esa “Chaos Space Marine” que abre fuego (e incluso recuerda a The Divine Comedy), una “Concorde” en la que aparece la sombra de Lou Reed, y la emocionante “Bread Song”. Tras el trío inicial destaca “Good Will Hunting”, la creciente y arrolladora “Place Where He Inserted The Blade”, o la final “Basketball Shoes” trabajando canciones dentro de canciones en doce minutos que apuestan por épica a lo Arcade Fire como modo de cerrar el asunto.
Diez composiciones y una hora de nueva música confluyen en un gran disco que, a todas luces, confirma la ventaja del grupo. Sin embargo, solo unos días antes de que “Ants From Up There” saliese al mercado, el cantante Isaac Wood anunció que abandonaba el grupo por motivos personales. Decisión que, de momento, ha implicado la cancelación de sus conciertos programados en los próximos meses. Queda saber si Black Country, New Road seguirán sin Wood y forzosamente reinventados o si, por el contrario, su aventura habrá quedado en una bonita y corta historia que dejaría dos elepés relevantes en su casillero.
364 días, para ser exactos, se demoraron los ingleses de BC, NR en lanzar su segundo larga duración “Ants From Up There”, un disco que a diferencia del primero, se carga más a lo melódico y armonioso, con frases sencillas de cantar o recordar.
¿A qué suena? La verdad es que es un cúmulo de influencias de bandas como Fanfarlo, Beirut, Efterklang, Arcade Fire y esa introvertida sensibilidad que alguna vez cultivó Sigur Ros. Dentro del disco hay canciones que tienen una estructura bien definida que permiten, incluso, tomar ese momento del movimiento de vaivén de un vals y dejarse mecer. También hay temas que tienen una forma más experimental que hacen el recorrido largo a propósito y que son una excelente travesía disfrutable.
“Ants from Up There” está compuesto por diez conmovedoras piezas que presumen complejos arreglos instrumentales capaces de entretejer los diferentes timbres de cada instrumento y hacer que todo se escuche sencillo al oído de todo auditor. El disco empieza luego de una breve introducción instrumental, presentando “Chaos Space Marine”, una canción que comienza a mostrar arreglos de contrapunto entre los instrumentos de líneas melódicas rápidas que hacen que el track nunca pierda el ímpetu. Se puede escuchar la voz dramática de Isaac Wood cantando “So im leaving these body and I never coming home again” y la verdad es que sí recuerda a su colega de Arcade Fire hasta cierto punto.
Lo que sigue es el single que tuvo un peculiar videoclip que hace referencia al título del disco. Una simpática narrativa visual que interpreta la letra de “Concorde”, una canción que perfectamente puede ser coreada por todos sus seguidores. Nuevamente aparecen las ventajas tímbricas de tener varios instrumentos distintos fuera de los que ya tiene toda banda. El saxo, la voz e incluso una mandolina, hacen de la línea melódica central una dulce prueba de que las cosas funcionan bien cuando los integrantes acuerdan que características resaltar.
Por su parte, “Bread Song” es un tema que recuerda que esta banda es de Inglaterra y que su gente sabe perfectamente cómo tratar la melancolía. Los primeros arpegios acompañados de la voz, hacen que el cuerpo del oyente sea recorrido por una tremenda contemplación con un bello fondo opaco que se va volviendo colorido a medida que avanza la canción. Una composición hermosa tanto en sus partes vocales como instrumentales.
Las alegres sensaciones retornan con “Good Will Hunting”, una canción que tiene un inteligente cambio de ritmo en sus primeras secciones y que además tiene la letra más extensa de toda la producción. A continuación, “Haldern” es un sueño. Una canción que cuenta con uno de los arreglos de piano más lindos de todas las pistas. Es un tema cuya sensación rítmica imita un susurro que siempre vuelve. La batería y el bajo hacen de ese susurro recurrente una pasta sonora que genera la expectativa de retorno, mientras el saxofón y el violín forman repeticiones que se acercan al minimalismo, dotando al track de una maravillosa atmósfera.
Luego del diálogo impresionista entre un saxo y un piano, llamado “Mark’s Theme”, le sigue uno de los puntos altos del disco, “The Place Where He Inserted The Blade”, track que comienza con un piano que perfectamente podría estar en cualquier obra del romanticismo. El tema se desarrolla como un coqueto baile de compás binario para danzar a solas o con la sombra. Lejos por lo que más resalta es por la genial interpretación vocal de Isaac Wood. Su voz llena de temblores, falsetes y emotividad visceral, es la de un borracho ebrio de nostalgia llorando alguna tortura sentimental estancada tanto tiempo en él que se ha convertido en tumor.
El penúltimo track “Snow Globes”, también abriga cierta melancolía inglesa que está bellamente enmascarada por los timbres y notas largas del saxo y el violín. La batería aporta con los elementos rítmicos necesarios para creer que la banda quiere dibujar un paisaje sonoro de pleno invierno, aunque también pareciera ser que en cierta sección se está ante un ejemplar solo de jazz. La canción transcurre en gran parte de su extensión sólo con la voz, un órgano electrónico y los intervalos de un guitarra haciendo repetidas figuras cortas como elementos sonoros constantes. Para el final, el tema más largo, “Basketball Shoes” es una canción con tres secciones que perfectamente puede ser de esas canciones collage hechas con trocitos de distintas ideas. La primera sección es un agradable y tranquilo tema que se extiende hasta el minuto y medio para dar paso a la siguiente sección que toma toda la velocidad y el vértigo de la banda. Se desarrolla a lo largo de cuatro posturas acordes de guitarra en los cuales la agrupación hace un juego de texturas e intensidades que casi caen en el frenesí gracias a la voz. Luego de eso viene la sección final a modo de himno, donde la guitarra, el bajo y la batería empujan con fuerza el coro grupal que se genera. Un final épico para un disco gigante.
“Ants From Up There” hasta ahora está siendo aclamado por parte de la crítica y también generando noticia por la repentina salida de su vocalista, Isaac Wood. Una lástima ya que aporta y construye emotividad con una voz gruesa que, aunque no lo crean, es capaz de dormir a gigantes. Al menos se tiene la certeza de que Wood puso hasta la última gota de su alma en la producción, aun así, su ausencia se sentirá. De todas formas, con un disco tan grande es difícil que se cierren todas las puertas de retorno.
Jorge Cortés
Pero cortamos con tanta cháchara y mejor que escuchen algo del disco...
Como suceden con muchos de los buenos discos, quizás de los mejores, con cada escucha, "Ants From Up There" se vuelve más adictivo. Comparado con su predecesor, cuenta con cuatro canciones más, que, a su vez, ofrecen 18 minutos más de música al oyente. "Ants From Up There" es una rareza artística; es un álbum que da fe del mayor milagro de la humanidad: la música.
Es complicado abordar el trabajo de Black Country, New Road. Medité largamente cómo enfocar la crítica de su debut For the First Time (2021) pero me resultaba abrumador quedarme corto a la hora de alabarlo. Ahora, y tan solo un año más tarde, los londinenses nos regalan un disco aún más imponente.
Ants From Up There (2022) es un disco perfecto. Con esto podría resumir bien todo su contenido y los sentimientos que afloran de él. Incluso la conexión entre banda y oyente. Todo es perfecto, aquí y ahora. El disco cuenta con una hora de duración, tan ligera que ni por asomo se hace largo.
Si For the First Time nos mostraba una banda con miles de ideas bien diferenciadas y con espacio para dejarlas aflorar todas y cada una de ellas en el disco, en Ants From Up There vemos una cohesión infinitamente mejor que la que podemos encontrar en su debut. El disco es más ligero y apetecible. Un disco que invita al oyente a sumergirse en un mar de sueños ideado por una banda que se antoja la mejor de los últimos años.
Es evidente que la banda ahora ya sí que sabe lo que tiene que decir con su música. El orden y la multitud de recursos e instrumentos son utilizados aquí como hilo conductor de un disco que avanza sin mostrar debilidad hasta que colapsa en “Basketball Shoes”. La canción que cierra el disco es la perfección absoluta en forma de canción. Más de 12 minutos y medio de duración para dejar enamorado, triste, sorprendido, avasallado e incluso melancólico al oyente.
Saxofón, violín, piano forman parte importante de este chamber pop con tintes a post rock. Black Country, New Road no se conforman en seguir unos estándares; su capacidad creativa es tan amplia que pueden hablar de tú a tú con cualquier genio de la música conocido. Unas composiciones tan bellas que te permiten sentir.
En cuanto a las letras, el disco es una representación perfecta de la salud mental y el sentimentalismo de su líder Isaac Wood, quien, por cierto acaba de abandonar la banda. La música te da el ambiente melancólico y las letras te dan el elemento paranoico y ansioso.
Además de la deliciosa “Basketball Shoes”, podemos afirmar que “The Place Where He Inserted the Blade” es otra canción monumental con un equilibrio perfecto de elementos. “Bread Song” y “Haldern” serían otras dos firmes candidatas a canción del año si no fuera por las dos anteriores.
Ants From Up There es más que un disco. Se trata de una experiencia trascendental que supera con creces cualquier disco de post rock y derivados de las últimas décadas. Un trabajo tan colosal como complejo. Un álbum intenso que te invita a degustarlo con mimo y tiempo, pues cada nueva escucha aporta algo nuevo. Un disco que convierte a Black Country, New Road en la banda del momento, una banda de culto con un potencial fuera de lo común.
Y con esto cierro esperando estar a la altura del disco. Ants From Up There (2022) es una obra maestra, en todos los aspectos.
Black Country, New Road rompió una barrera creativa, veremos si te gusta o no, porque para ello tampoco hay reglas fijas, con la música también hay cuestiones de piel.
Lo podés escuchar desde acá:
https://blackcountrynewroad.bandcamp.com/album/ants-from-up-there-deluxe
Lista de Temas:
1. Intro (0:54)
2. Chaos Space Marine (3:36)
3. Concorde (6:03)
4. Bread Song (6:21)
5. Good Will Hunting (4:57)
6. Haldern (5:05)
7. Mark's Theme (2:47)
8. The Place Where He Inserted the Blade (7:13)
9. Snow Globes (9:13)
10. Basketball Shoes (12:37)
Alineación:
- Tyler Hyde / bass, vocals
- Lewis Evans / flute, saxophones, vocals
- May Kershaw / keyboards, vocals
- Georgia Ellery / violin, vocals
- Charlie Wayne / drums
- Luke Mark / guitars
- Isaac Wood / guitars, vocals





hola, como ha, hay forma de que subas el disco a interseccion b de juana molina y franov en calidad 320 o flac? gracias!!!
ResponderEliminar