Propongo una visión crítica a la neolengua informativa de todos los días, plagado de operaciones ideológicas de quienes se dicen "dueños de la verdad independiente". Es tan grande el cuarto poder, tan majestuoso, que sino le conviene una noticia, la inventa. El periodismo se vuelve parte de la mano cruel que nos domina, es el dedo índice señalador de brujerías aptas para la hoguera mediática, y la mano que se convierte en puño para castigar a los opositores. Las cosas andan bien para los Amarillos pero le están viniendo mal a los argentinos, viene más inflación, más recesión, más paritarias desastrosas con convenios a la baja, más miseria, más desmadre especulativo y más burbujas prontas a explotar y encima la CEOcracia prepara más represión, más persecución a opositores. Todo un desastre neoliberal donde la frutilla de la torta es que nos involucremos en un potencial conflicto nuclear a ver si el loco de Trumpeta está dispuesto a comprarnos limones.