En la sala nos sentamos de a dos, con la claridad necesaria para no perdernos, en un espacio donde vivir la obra en su mejor expresión, observar, es la parte que nos toca, y asi lo hacemos.El orden de las cosas. Atrás otro escenario, el impredecible, en el que la verdadera historia de las personas, sucede en el personaje. hasta la ultima consecuencia, cada actuacion es un acto personal, y con la virtud del defecto suceden historias conocidas y sorprendentes.
Una fusión de lugares en los que la acción da sentido a los espacios en la breve definición, adelante y atrás.
La exacerbada expresion de los sentidos, la calida pulsión de los recuerdos que transforman ese momento en lo vìvido...!Haaayyyy aqueeello y lo oootrooo¡.
La musica juguetea con escenas desde afuera, quien la domina, hacedor de efectos en otra dimensión, otra luz, suena de fondo el movimiento, simbolico, y la nota.
Un hombre-una mujer-un hombre-una mujer-un hombre-una mujer. El papel –¡!nena el papel!¡-... Y otro sueño hecho realidad.
Siempre habrá alguien culpable para los demonios. Por eso, todo el drama de una obra, en la obra, esta obra.
Lo miserable, sensacional, trasciende lo imposible, y entre textos, partes que de memoria son la improvisación de lo aprendido
la realizacion de lo impensado será la emocion coronada.
Alicia es el claro ejemplo de oscuridad, Alicia invita al desprecio, la violencia, a encontrar un solo camino, el de la muerte, !Jajajajajajajajaa¡…
Otra manera de estar en la realidad, algo que ayude a quitar las penas, una posima no tan secreta, un golpe de suerte.
Cuando de los finales posibles ser Alicia, es ser viva, y cuando aun la función deba continuar, lo que sucede tras bambalinas será lo que todo un pueblo puede sopotar.
El director, llegara?.
Teatro Buenos Aires, Rodríguez Peña 411, CABA.
Sabados de setiembre 16:30hs.
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