Hace poquito LightbulbSun hizo un festival con su música y sus discos, así que ahora traemos el último trabajo del noruego tristón y con cara de malo, mientras desde la portada lo vemos con aire a lo argentino, agarrándose la cabeza por todos los problemas que tenemos. Y de esta manera completamos la discografía del noruego, en una entrada cortita y al pie para un disco que ya destaca entre todas la buenas cosas que han salido en este 2025 caótico. "Fimbulvinter" destaca como una obra de contrastes, donde la tensión inicial da paso gradualmente a la contemplación, ofreciendo una paleta emocional rica y llena de matices. Y si ya lo escuchaste ya conocés la calidad que tienen las cosas que este hombre hace, y si aún no lo escuchaste, bueno, es tiempo de reparar ese error...
Artista: Bjorn Riis
Álbum: Fimbulvinter
Año: 2025
Género: Crossover prog
Duración: 44:22
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Noruega
Esto es un viaje sonoro en dos partes. La primera mitad del álbum sorprende con una energía más rockera, incluso hard rockera, donde las guitarras incisivas aportan una nueva intensidad a su universo habitualmente sobrio del noruego con cara de malo, estilo que contrasta con la melancólica suavidad a la que el artista nos tiene acostumbrados.
Luego, a medida que avanza el álbum, volvemos a encontrar la característica impronta atmosférica de este señor, y la segunda mitad se abre con paisajes sonoros más etéreos, donde las melodías introspectivas toman el control, devolviéndonos a la profunda melancolía que caracteriza al artista.
Escuchar Fimbulvinter no es solo darle play a un nuevo disco. Es un nuevo “acompañar al artista en su propio sentir”. «Este no es un álbum autobiográfico», explica Bjørn, «pero quise compartir partes de mi propio camino y abordar un tema que considero profundamente importante y que, a la vez, sigue siendo algo tabú.». Algo se abre, algo se mueve adentro. Y es qué no hace falta ser fan del progresivo, ni conocer la trayectoria de Bjørn Riis. Solo hay que estar dispuesto a sentir. Porque este álbum no se trata de entenderlo… se trata de sensibilizarte. De estar ahí, sin prisa. Con el cuerpo y tus sentidos.
Bjørn, cofundador de Airbag, no es ningún improvisado. Su camino ha sido largo y auténtico: empezó tocando riffs de Kiss, Black Sabbath y Pink Floyd en su habitación, pasó por bandas de covers, hasta llegar a giras junto a nombres como Marillion o Riverside. Desde 2014 empezó a caminar solo, con Lullabies in a Car Crash, y lo suyo ya es un concepto original: sonido envolvente, emocional, cinematográfico. Y con Fimbulvinter, lo pacta.
El título no es casual: Fimbulvinter es ese invierno eterno que en la mitología nórdica anuncia el fin del mundo… pero también un nuevo comienzo. Así se siente este álbum: como un viaje sensorial, que te acompaña a descubrir lo as sensible en ti mismo. Va de lo más íntimo a lo más poderoso, sin perder la sutileza. Todo respira.
Desde el primer segundo, una guitarra acústica te recibe como quien te abre la puerta a su casa. “Illhug” arranca sin prisas, con una delicadeza que no busca impresionar, sino envolver. El solo se fuciona en un suspiro y melodia Y así empieza el viaje.
Luego llega “Gone”, y el bajo sostiene la atmósfera como si caminara despacio sobre un terreno. La batería entra con cautela, la voz es suave pero directa. Y cuando la banda estalla, no lo hace para romper, sino para liberar. Como un latido que por fin se deja oír.
“Panic Attack” cambia el tono. Abre con sonidos de tormenta y una guitarra que tantea la oscuridad. Hay pausas, subidas, bajadas. Y un momento mágico: todo se detiene, y la voz aparece flotando, como un eco que transforma todo, y poco a poco te transporta a uno de los solos más disfrutables del disco, avanzando una especie de marcha que no aplasta, pero sí avanza suavemente con poder. El cierre es una despedida que se siente más en el pecho que en los oídos.
“She” nos devuelve al centro. Teclado etéreo, guitarras suaves, voz implícita. El solo va y viene como una marea emocional. Luego el piano recibe y dos solos se entrelazan, uno más largo, otro más sutil. Todo está donde debe estar. Y cuando termina, casi no lo notas… pero sí que lo disfrutas.
Y entonces… nos entrega “Fimbulvinter”. La pieza central. La más larga, la más progresiva, la más pesada. Es instrumental, pero no necesita voz: todo está dicho en el lenguaje de las guitarras, el bajo, la batería y esos teclados que flotan como niebla. Hay riffs, bajadas, explosiones, pausas que parecen respiraciones profundas. Al minuto 5:40 todo cambia: se vuelve un camino, el bajo se marca, los coros de teclado envuelven. Un último solo une todo como si la oscuridad se estuviera rompiendo para dejar pasar la luz.
Como el propio Bjørn lo ha dicho: “Fimbulvinter es probablemente la canción más prog y la más pesada que he hecho. Es una instrumental que profundiza en mis raíces musicales, y fue muy divertido grabarla”.
Y más que divertido, compacta en algo bastante elaborado y pensado, el punto especial del álbum.
Y para cerrar, “Fear of Abandonment”. Piano melancólico, guitarra suave y una voz con broche de oro Todo va creciendo sin apuro. La batería, la acústica y el piano se elevan, de un momento a otro y la voz se carga de todo, sin perder la calma. Solo lo suficiente. El solo final es cálido, constante, como un fuego que no quema, el momento más caluroso. Y cuando termina… simplemente termina. Sin dramatismo.
Fimbulvinter no se escucha a la ligera. Se escucha con tiempo, con calma. Con audífonos, de preferencia. Porque hay paisajes que solo se descubren de cerca.
Con apenas seis canciones, el álbum dura 44 minutos, pero no hay un solo momento perdido. Cada descarga está pensada. Cada pausa tiene sentido. Cada instrumento está ahí por algo. Es un disco lleno de detalles, pero no abrumador. Es de esos discos, que entre mas lo escuchas mas le encuentras esos pequeños detalles, que son cada vez más y más disfrutables.
Y lo más bonito es que, cuando termina…
No se va.
Fimbulvinter es un álbum que promete formar parte de tu colección.
¿Para quién es este álbum?
Fimbulvinter es para quienes encuentran belleza en la lentitud, en el detalle, en lo que se cuece a fuego lento. Es para los fans del rock progresivo, del post-rock emocional, y de las atmósferas que hablan sin necesidad de palabras. También para quienes vienen del lado más melódico del metal o del art rock, y buscan una experiencia sonora que combine técnica, emoción y profundidad.
Si te gustan los solos que se construyen con paciencia, los cambios de intensidad que se sienten más que se notan, y los discos que invitan a cerrar los ojos y desaparecer por un rato… este álbum es para tí.
Un consejo para el oyente
Fimbulvinter no es un álbum para escuchar con prisa. Cada escucha revela una nueva textura, una intención distinta,.Dale tiempo, utiliza buenos audífonos, y permitite estar ahí, sin distracciones. Es un disco que no exige, pero que recompensa profundamente a quien se entrega.
No le voy a dar muchas vueltas, y vamos con este lindo disquito, y empezamos por el próximo video.
Y esta es otra de las tantas cosas que les quiero dejar para que disfruten en el fin de semana largo que se nos viene encima. Ya viene más...
Lo podés escuchar completo en Bandcamp:
https://bjornriis.bandcamp.com/album/fimbulvinter
Lista de Temas:
1. Illhug (1:43)
2. Gone (8:34)
3. Panic Attack (10:56)
4. She (6:33)
5. Fimbulvinter (9:00)
6. Fear of Abandoned (7:36)
Alineación:
- Bjørn Riis / vocals, guitars, bass, keyboards, composer & producer
With:
Henrik Bergan Fossum / drums
Arild Brøter / drums
Kai Christoffersen / drums

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