Y tanto hablar de los discos solistas del señor noruego cara de malo Bjorn Riis, vamos con el último disco de su banda, llamada Airbag. Yo había olvidado que ya habíamos presentado a esta banda con su disco "A Day At The Beach" del 2020. Tan bello como sobria es su arte de tapa, el trío noruego aborda un álbum increíblemente reflexivo, donde tanto los arreglos como las melodías son sencillas, pero se unen en su armonía de una manera que el resultado es pura belleza y deleite, pero sin embargo, hay otros momentos en que la música es más amenazante y potente en su enfoque. Básicamente, podría decir que si te gustó la onda de Bjorn Riis solista, esto también te va a gustar, así que no es necesario darnos tantas vueltas... simplemente, acá va otro disco muy recomendable.
Artista: Airbag
Álbum: The Century of the Self
Año: 2024
Género: Neo progresivo / Crossover prog
Duración: 46:59
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Noruega
Pero mejor los dejo con los comentarios de terceros, que tenemos muchos y muy buenos.
El guitarrista Bjørn Riis, muy reconocido por su mágica sonoridad inspirada en David Gilmour, así como por unos discos solistas muy inspirados. Junto a él están, Asle Tostrup en las voces y Henrik Fossum en la batería, y al igual que siempre, excelentes músicos de sesión en bajo y teclados. Kristian Hultgren, ya los había acompañado como bajista en su disco del 2020 “A Day at the Beach”.Con este disco, la banda aporta una dosis de potencia y agresividad que no había sido expresada anteriormente, o al menos no de esta manera.
En muchos momentos, estas canciones se sienten punzantes y catárticas, abordando entre toda la melancolía temas políticos como la censura y la demagogía. Podemos encontrar diversos estallidos salpicados a lo largo de estas largas e incesantes composiciones que contrastan a la perfección con su latente e hipnótica naturaleza, pudiendo generar una conexión emocional con el oyente muy intensa.Este es uno de esos LP que tiene cauces, cruces, cascadas, valles y crestas por doquier.
Momentos de lo más variopintos que se dan como pequeñas epifanías en la inmensidad de un mar de sonidos electrónicos, pads y guitarras atmosféricas. Aquí se notan especialmente las influencias de Porcupine Tree/Steven Wilson, o Kraftwerk, con una producción muy bien lograda y con la voz de Asle Tostrup, directa, centrada y cautivante. La incursión en el post-rock también es bastante notoria, con los trémolos infinitos de guitarra y las secciones largas de build-up que componen a estos temas épicos y slow-burner.Con “Dysphoria” el grupo nos presenta un increíble riff on-repeat en Si menor junto a un groove suave que se va desarrollando durante casi once minutos.
Cuando pensamos que la genuina voz de Tostrup se quedaba esteril con la consonancia de los versos llega un estribillo espectacular a derribar todas nuestras expectativas; dotando así a la canción de una hiperactividad innegable que no para de desarrollarse hasta el clímax final repleto de guitarras distorsionadas y ese cántico que nos reprocha “Who do you feel you are today?”“Tyrants and Kings” se ve reflejada con Machines and Men, de su anterior disco. Una base rítmica que apela al post-punk repiquetea y nos llena de tensiones, mientras nuestro cantante despotrica en contra de las instituciones, como hace el documental “The Century of the Self”, de Adam Curtis. Esta es una canción que busca la emancipación y en su tono combativo se encuentra claramente reflejada una esperanza lejana, expresada en un bellísimo coro y un solo de guitarra final que brilla como un sol naciente.
Pasamos a lo acústico con “Awakening”, que por cierto, es uno de los singles que ya está disponible para la escucha. Se nos presenta una canción mucho más suave, que nos revive al Airbag de los primeros discos, se nutre mucho de las atmósferas, los secuenciadores y claramente la guitarra Gilmouresca. No tiene clímaxes tan marcados y es más bien una suave transición repleta de belleza y armonía, cortando bastante con el tono denso y oscuro que el disco acarrea consigo.
“Erase” es una canción fuerte, con un Airbag en plena protesta contra la cultura de la cancelación, un grito de guerra expresado con una canción de post-metal, que podría perfectamente ser la más pesada que ha hecho la banda en toda su carrera. Desde la línea de bajo hasta la distorsión generalizada que va tomando control de la mezcla, tenemos una composición que en su respiración ígnea nos conmueve y emociona. Es bueno escuchar a Bjorn romper un solo como el del último minuto de este tema, que se escapa de su calmo y reflexivo estilo clásico.Y para el final, como suele ser costumbre con Airbag (¡Y con un montón de bandas de prog!), nos dejan un epic de quince minutos, multifacético y sublime en el sentido más Kantiano de la palabra. “Tear it Down” es una verdadera experiencia de esas que se sienten más allá del análisis racional; luces apagadas y la absoluta trascendencia.
Desde el minimalismo puro se empiezan a apilar las capas: empieza la batería, luego el synth 1, las voces, synth 2, de la nada aparecen otros sonidos atmosféricos, guitarra, todo de forma progresiva, poco a poco, generando una solemne sensación de inmersión. Por supuesto que no es mi intención spoilear el llameante carácter de la canción, pero no puedo dejar de destacar la intensidad desatada de ese estribillo repleto de distorsión armónica, con esos riffs rítmicos, que incluso me llegan a recordar a Opeth.La inspiración de Steven Wilson se siente sobre todo en esta última canción, repleta de cambios e innovaciones, con una producción extremadamente nítida y acorde. Y ni hablar las secciones más progresivas; tenemos un solo de teclado impresionante (y créanme cuando lo digo, casi inexplicable, nunca había escuchado un tono parecido), líneas de bajo reminiscentes a Chris Squire, y casi un minuto donde parece haberse terminado todo, solo para volver a cerrar el disco de manera magistral, como no podía ser de otra forma.
Este es un trabajo de progresivo ambiental, romántico, lleno de quiebres, que no peca en ningún momento de excesos, no cae en ese tedio ambient de secciones larguísimas sin pay-off, no cae en excesos de virtuosismo o en pomposidades y a pesar de estar bastante inspirado en otros proyectos jamás se siente como un disco derivativo o poco original. Tiene el emblema característico de Airbag y un mensaje muy poderoso sobre el siglo del egoísmo. Recomendamos este disco a cualquier oyente de progresivo que esté dispuesto a embarcarse en un viaje emocional y plenamente equilibrado.
Airbag siguen instalados en la excelencia. Desde la publicación de su último álbum «A Day At The Beach» hace cuatro años, sus fans ya esperábamos la continuación, la cual llegó el pasado 14 de junio de la mano (¿cómo no?) de Karisma Records, y como podéis imaginar, no ha decepcionado. «The Century Of The Self» es el sexto LP de estos maestros noruegos del Prog, un grupo que aunque no tenga la misma exposición mediática que otros, puede mirar cara a cara a coetáneos como Leprous o Anathema. Con su fusión característica de suave introspección y energía dinámica, Airbag nos invitan a un viaje auditivo excitante a través de cinco largas canciones que conforman los cuarenta y siete minutos de «The Century Of The Self». Se han tomado con calma la grabación, pero la espera ha merecido la pena. Tampoco tienen por qué ir con prisas. Tal y como nos comentó Bjørn Riis en la entrevista publicada el mes pasado, tienen familias, hijos y trabajos que requieren mucho tiempo, pero también tienen sus propios estudios de grabación, por lo que poco a poco van grabando sus ideas, desarrollándolas con tiempo y dejándolas crecer hasta que las sintetizan y les dan su característica forma de canciones que tanto nos gustan. En este caso, una vez que las han grabado, han sido producidas, mezcladas y masterizadas por Vegard Kleftås Sleipnes, y el resultado final se nos muestra envuelto en el artwork creado por el vocalista Asle Tostrup. La enigmática simpleza visual junto a la inquietante belleza musical de la obra exponen una visión pesimista de nuestro tiempo, donde la influencia de las tecnologías en nuestro modo de vida, la cultura de la cancelación y nuestra dependencia de este entorno en el que reescribimos nuestras historias personales no parece llevarnos a nada bueno, si exceptuamos la inspiración para trabajos tan interesantes como este.
Entrando ya en materia, vemos que la elegancia y los sonidos espaciales siguen muy presentes en su fórmula. Algo más orgánica y con menor presencia de la electrónica que en «A Day At The Beach». «Dysphoria» abre la contienda con una repetitiva melodía de guitarra que se te queda grabada y sobre la que se van incorporando instrumentos en más y más capas dando colorido a un tema bello y extenso marca de la casa. Asle Tostrup nos embelesa con su voz aparentemente frágil mientras que Henrik Bergan Fossum y Bjørn Riis hacen de las suyas con la batería y la guitarra respectivamente. Riis se encarga de la mayoría de los bajos del álbum, pero la excepción son este tema y el último, «Tear It Down», curiosamente los dos cortes más largos. En ellos Kristian Hultgren es el que derrocha groove aportándole fuerza a tantos sonidos etéreos. En los mismos temas que aparece Hultgren, más en «Tyrants And Kings», Ole Michael Bjørndal (Caligonaut, Oak) nos deja sus evocadoras guitarras. Precisamente este segundo corte nos muestra una versión más dinámica y directa de Airbag, con un brillante puente que inevitablemente me recuerda a los genios polacos Riverside y una segunda parte que crece armónicamente hasta el clásico solo final de guitarra inspirado por David Gilmour. Me encanta la dialéctica del estribillo: «Libérame de todos los tiranos, de todos los reyes. Libérame de cualquiera que no tenga ningún pecado». «Awakening» se mueve en unos derroteros similares, más reposados si acaso, incitándonos aquí a despertar y volver a sentir. Las guitarras acústicas aportan aún más refinamiento musical en un tema realmente bello. Los ambientes distópicos regresan con un «Erase» que arranca con una melodía de bajo martilleante que luego se complementa con la matemática batería de Fossum conformando una penetrante sección rítmica sobre la que se van incorporando los diferentes instrumentos y la voz de Tostrup produciendo un corte de alta gama con un estribillo sencillo pero efectivo. No es casualidad que «Erase» fuera el tema con el que anunciaron su regreso con este nuevo álbum. Y de ahí pasamos al excepcional «Tear It Down» con el que cierran el álbum, un corte brillante que es como varios temas en uno, quizá por eso es mi favorito del lote. Quince minutos con suntuosos desarrollos y alternancia de partes calmadas con otras más potentes. No es que se vuelvan metaleros, tampoco os vayáis a creer, pero sí que es verdad que es en donde se aprecian más contrastes. Partes más tensas y otras más jazzy. En estas últimas destacan las delicadas melodías de teclado que en esta ocasión corren a cargo de Simen Valldal Johannessen, en detrimento de un Asle Tostrup que aquí se centra en su tarea vocal y en las programaciones. Los aumentos de intensidad en los estribillos son recordatorios perfectos de cómo mantener la dinámica en un corte tan largo, donde la angustia y el esplendor se solapan constantemente.
Airbag son duchos en hacer complejo lo simple y simple lo complejo. Siempre elegantes y capaces de gustar tanto a los amantes del rock progresivo clásico como a los del contemporáneo, del mismo modo que a los que prefieren un pop-rock sofisticado. «The Century Of The Self» no alcanzará las listas de éxitos, pero tiene la capacidad de llegar a lo más esencial del alma humana. A partir de riffs o secuencias de acordes muy básicas crean enormes estructuras repletas de detalles para las que cada nota y cada cambio de ritmo o ambiente está perfectamente pensado y justificado. Esta siempre fue su gran virtud, y lo sigue siendo.
Lo mejor: «The Century Of The Self» es la constatación de que Airbag siguen instalados en la excelencia. Rock progresivo y atemporal para oídos exquisitos.
Lo peor: La duración de los temas puede disuadir a más de uno, pero es que esto es Prog, amigo.
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Los maestros del rock progresivo noruego, Airbag, nos dejan este 2024 su sexto álbum de estudio, "The Century of the Self". Este lanzamiento ha generado gran expectativa entre los fans de la banda, ya que muchos se preguntaban si podrían superar su aclamado trabajo anterior, "A Day at the Beach" (2020). Y la verdad es que esta nueva entrega de Asle Tostrup (voces, teclados y programación), Henrik Bergan Fossum (batería) y Bjørn Riis (guitarra, bajo y teclados), es realmente brillante.
Este nuevo trabajo es una muestra más de la genialidad de Airbag, con excelentes composiciones que te absorben gracias a sus atmósferas y texturas delicadas. En "The Century of the Self" nos encontramos una amplia amalgama de sensaciones y emociones. Canciones como la inicial "Dysphoria" muestran ese amplio abanico de influencias de las que coge la banda, con una atmósfera densa, pasajes instrumentales en los que nos podemos deleitar con secciones en las que el bajo es protagonista, y con guitarras envolventes. Cada canción se desenvuelve de forma fluida, cambiando de estado y mostrando diferentes fotografías en nuestra mente.
Con un ritmo más “alegre”, pero con esa carga de melancolía en la voz de Asle, se presenta "Tyrants and Kings", con una mezcla entre el pop y el rock prog, y un sólo de guitarra final de Bjørn, fantástico. Es inevitable pensar en grandes bandas del progresivo en diferentes momentos de "The Century of the Self", pequeños esbozos como ese excelente sólo de guitarra nos recuerdan a iconos como Pink Floyd. “Awakening” muestra la cara más emotiva y sensible de Airbag, en una pieza tranquila, a modo de balada. Otra de las referencias que noto en algunas partes del sonido de Airbag lo encuentro en aquella banda de pop-rock de los 80-90 llamada The Cars.
“Erase”, marcada por un bajo dominante e hipnótico durante todo el corte, es la más eléctrica y energética del disco, con ciertos aires oscuros. “Tear It Down”, la más extensa con casi 15 minutos, cierra "The Century of the Self". Comienzo tranquilo, como apático, tanto en la parte musical como en el tono de voz. Una canción con diferentes capas y estados, en la que destacaría esa parte central exquisita, en la que podemos deleitarnos de las dotes instrumentales de estos grandes músicos, con unas guitarras y un bajo magistrales y excitantes, muy progresivas. Y unos cinco minutos finales épicos, muy progresivos en los que de nuevo se emula con grandeza a Gilmour con unas guitarras cargadas de sentimiento, poniendo broche de oro a un gran trabajo.
"The Century of the Self" es un disco en el que todo encaja a la perfección, todo fluye con dinamismo. Es un álbum muy bien elaborado y magistralmente ejecutado. Vegard Kleftås Sleipnes, que ha producido, mezclado y masterizado el álbum, ha sabido sacar lo mejor de Airbag para que todo suene en su sitio y con brillantez. Además del talento habitual de la banda, el álbum cuenta con las destacadas colaboraciones de Kristian Hultgren en el bajo (en "Dysphoria" y "Tear It Down"), Ole Michael Bjørndal en la guitarra (en "Dysphoria", "Tyrants and Kings" y "Tear It Down") y Simen Valldal Johannessen en los teclados (en "Tear It Down").
"The Century of the Self" es una confirmación del ingenio y la visión artística de Airbag. Con un sonido que explora nuevas dimensiones sin perder su esencia y letras que reflejan los problemas de nuestro tiempo, este álbum puede ser una experiencia esencial para los amantes del rock progresivo. Airbag ha demostrado una vez más que no solo pueden igualar, sino también superar, sus logros anteriores, consolidándose como una de las bandas más importantes del rock progresivo contemporáneo.
Lo podés escuchar desde su espacio en Bandcamp:
https://airbagsound.bandcamp.com/album/the-century-of-the-self

Lista de Temas:
1. Dysphoria
2. Tyrants and Kings
3. Awakening
4. Erase
5. Tear it Down
Alineación:
- Asle Tostrup / vocals, keyboards and programming
- Henrik Bergan Fossum / drums
- Bjørn Riis / guitars, bass, keyboards and backing vocals
With:
Kristian Hultgren / bass (1,5)
Ole Michael Bjørndal / guitar (1,2,5)
Simen Valldal Johannessen / keyboards (5)




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