
Año: 1985
Género: Jazz Fusión / Latin Jazz
Duración: 40:30
Nacionalidad: Brasil
Está demás decir que el tipo es un genio y que lo respeto inmensamente. Muchas cosas que yo había escuchado anteriormente, más que nada en el terreno del rock progresivo y el jazz rock, habían sido tomadas de ideas de elementos de su música, que me resulta muy vanguardista, y con muchas estructuras que lo emparentan con el rock progresivo o el Avant rock. Egberto Gismonti es uno de los grandes virtuosos de la música popular brasileña, habiendo estudiado piano, guitarra, clarinete, flauta y música dodecafónica, además de coquetear con los más diversos estilos: desde el jazz hasta la música clásica contemporánea pasando por la música electrónica. Difícilmente haya otro músico que domine de manera tan brillante dos instrumentos típicamente solistas como el piano y la guitarra, pero la versatilidad de este hombre no es sólo instrumental sino (y creo que por sobre todas las cosas) compositiva, el músico ha compuesto para todos los formatos, desde la canción acompañada con piano o guitarra hasta la más elaborada música orquestal, discazos con maestros del jazz, e inclusive incursiones en música étnica o indígena, hasta la originalísma reinvención de la música de Heitor Villa-Lobos presentada en este disco.
Debido a la importancia de esta propuesta, que fue la de dar una nueva dimensión a ocho canciones de Villa-Lobos, Gismonti estuvo dispuesto a dejar la tranquilidad de su estudio-refugio en Río de Janeiro (donde ha producido excelentes discos), y luego de re-componer y arreglar estas viejas canciones, y lyuego grabarlas, viajó por todo Brasil promocionando el álbum. Un álbum de tanta riqueza e innovación, pero, al mismo tiempo, extremadamente correcto en preservar el espíritu musical de Villa-Lobos, que desde su lanzamiento ha merecido una larga apreciación y una amplia cobertura, especialmente con las entrevistas con Gismonti.
Esta obra de "free-jazz", o una obra experimental con aroma brasileño, a veces recuerdan a Rick Wakeman por el uso del sintetizador, o un trabajo del más refinado vanguardismo Avant Garde, se la puede catalogar de muchas maneras pero básicamente esto solo es buena música sin ningún tipo de catalogaciones y que rompe cualquier molde estilístico. Con invitados especiales (entre otros, Nivaldo Ornelas al saxo soprano; Jaques Morelembaum al violonchelo), ya desde el principio (con "O Trenzinho do Caipira") abre con la creación de un diseño sonoro que involucra al oyente en la atmósfera y topografía de la obra descriptiva de Villa. En la lista de temas tenemos clásicos como "Dansa" (movimiento de Bachiana nº 4), o "Bachiana nº 5" y "Desejo" (con letra de Guilherme de Almeida); mientras que "Cantiga" casi se convierte acá en un synthpop, "Canção do Carreiro" (letra de Ribeiro Couto), "Prelúdio" y "Pobre Cega" (letra de Álvaro Moreira), todos abren una nueva vida a Villa-Lobos, ya que tal como lo interpreta Egberto Gismonti, lo ponen en esa categoría especial de discos que exigen múltiples escuchas y justifican muchas interpretaciones. Porque Egberto recrea composiciones de Heitor Villa-Lobos pero buscando, más que interpretarlas a su manera, insertarlas en un contexto diferente, experimentando con diferentes estilos e instrumentos. La instrumentación incluye samples, 13 tipos diferentes de sintetizadores, instrumentos regionales, flauta, saxo, violonchelo y una orquesta.
A los ocho años se matriculó en el Conservatorio de Friburgo, en el Estado de Río de Janeiro, y poco después comenzó a viajar dos veces por semana para tomar clases en el Conservatorio Brasileiro de la ciudad, donde también estudiaría guitarra. Una beca para perfeccionarse en Viena lo enfrentó a un profundo dilema: "Felizmente descubrí a tiempo que no debía ser un concertista. Ya no era mi asunto, una vez consciente de la posibilidad de ser compositor". Hizo la famosa peregrinación francesa para estudiar con Nadia Boulanger, pero también con Jean Barraqué, quien lo interesó en la segunda escuela de Viena (Schoenberg, Berg y Webern) y el serialismo.
Gismonti obtuvo sus primeros reconocimientos fuera de Brasil a fines de los años 60, primero en San Remo y luego en el Festival de Jazz de Berlín, que le valió la grabación en 1971 del disco "Orfeo Novo" en Alemania, su tercer disco de una lista fascinante de más de cincuenta títulos, buena parte para el reconocido sello ECM, entre la que destacan algunos discos como "Academia de dancas" (que ya publicamos), "Coracoes futuristas" (a éste no lo escuché), "Danza das cabezas" (que lo tengo disponible para dejarles de un momento a otro), "Nó caipira" (que también ya publicamos), "Mágico" (1980, con Charlie Haden y Jan Garbarek y que ya vamos a publicar) y "Trem caipira", o sea, el que presentamos ahora.
Disfruten el disco, demás está decir que lo recomiendo fervientemente.
https://open.spotify.com/intl-es/album/5EIhuxSKeMMKgsinitf4hM
1. O Trenzinho do Caipira
2. Dansa
3. Bachiana No. 5
4. Desejo
5. Cantiga
6. Canção do Carreiro
7. Prelúdio
8. Pobre Cega
- Nivaldo Ornelas / saxo soprano
- Bernard Wystraete / flauta
- Alexandre do Bico / flauta
- Egberto Gismonti / piano, sintetizador
- Jaques Morelenbaum / violonchelo
- Gungão / kalimba
- Pita Filomena / silbato
- Ge Mima / xilofón
- Bibi Roca / batería



Lo dijiste todo Moe... Egberto es gigantesco, creo que aun no lo dimensiono del todo. Muchas gracias por el disco.
ResponderEliminarMuchas gracias por publicar todas las reseñas del disco, lo escuché por primera vez en 1994 y desde entonces es uno de mis favoritos de Gismonti junto con el disco Alma, Infancia y duas vozes. Me encantaría estar en contacto con vos y poder mostrarte las grabaciones que realice de Gismonti con el mayor de los respetos, saludos cordiales
ResponderEliminarGracias Unknown! escribime a mi correo, es este: mo.381.u5.8@gmail.com
EliminarDesde ya, te aviso que tardo en responder por todo lo ajetreado que estoy con el blog. saludos!!!!