Seguimos con la discografía de esta banda española gracias a los inestimables aportes de LightbulbSun. Último disco de la banda y su apuesta por el jazz rock con raíces e identidad mediterránea, y todo el LP destila un cierto cansancio que parece presagiar el final de un ambicioso proyecto que homologó a Iceberg con los grupos de la vanguardia musical europea, creando un sólido álbum de fusión con el que se despiden, ofreciendo un estilo pulido y melódico, con un gran trabajo de la guitarra (sobretodo) y la batería. Y en su espacio, el señor Wikipedia nos ilustra con lo siguiente: "En 1979 el grupo publica su último disco "Arc-en Ciel" y el 18 de agosto de ese mismo año se presenta ante el público por última vez en Salamanca. La banda se disuelve finalmente en 1980 después de la salida de Jordi Colomer, la publicación el año anterior del disco en solitario de Max Sunyer y de que Kitflus entrase a formar parte de la banda de acompañamiento de Joan Manuel Serrat. En 1982 Max Sunyer y Kitflus fundarían el grupo Pegasus, heredero directo de Iceberg". Y con esto terminamos con los discos de estudio de esta excelente agrupación española, solo nos queda para presentar un disco en vivo...
Artista: Iceberg
Álbum: Arc-en-ciel
Año: 1979
Género: Jazz Rock Progresivo
Duración: 40:04
Nacionalidad: España
Último disco de la banda y su apuesta por el jazz rock con raíces e identidad mediterránea, que se adelanta tres años a la fundación del grupo Pegasus en el que Max Sunyer y Josep Mas (Kitflus) darán rienda suelta a sus ideas musicales dentro de este estilo.
Iceberg, siempre con una música tan medida, se nos muestra aquí mucho más proclive a la improvisación que en otros discos. “El caminant nocturn” y “Cantics de la carn” son dos temas jazzísticos muy relacionados entre sí en los que abunda la fantasía guitarrística en la línea de una jam sesion. Ambos tienden a hacerse pesados para oídos no demasiado acostumbrados a las nuevas tendencias jazzeras. A destacar el principio de “Cantics de la carn” a cargo de un solo de batería y percusión de más de dos minutos que logra adentrar al oyente en un paraje misterioso que luego desarrollarán los demás instrumentos.
Iceberg siempre dispuestos a ampliar su paleta sonora se adentran en “Riu d'agost” en terrenos del jazz latino con un delicioso piano protagonista. Con el toque andaluz de la guitarra de “Embrujo”, Iceberg parece querer congraciarse con su gente, volviendo a evocar los tiempos de su inolvidable “Sentiments” (CFE / Bocaccio, 1977). Algo similar ocurre con “Crisalide”, un tema cargado de elegantes y evocativas sonoridades que desarrollan un tema calmado, casi relajante, muy bien construido en base a sucesivas secuencias sonoras basadas en distintos pedales de efectos aplicados con buen gusto a la guitarra.
Pero mejor los dejo con el comentario de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que nos cuenta lo siguiente:
Para su cuarto disco de estudio, encontramos a Iceberg exhibiendo un sonido un poco mas sutiles, menos frontalmente enérgicos (aunque sin perder la fuerza expresiva ni la clase tan esenciales para el sonido de Iceberg), elaborando un repertorio que pone un poco menos de énfasis en lo melódico: el énfasis esta ahora en el jam, especialmente en lo que se refiere a una mayor tendencia al lado de libre expresión del jazz fusion a partir de ideas básicas. Después de que el disco en vivo “En Directe” documentara las vibraciones especiales que surgen de las expansivas interacciones entre los cuatro músicos, me imagino que la gente de Iceberg quiso explorar una linea de trabajo mas relajante para esta ocasión (solo estoy especulando, por supuesto).
El tema de entrada, ‘El Caminant Nocturn’, evoca ambientes flotantes, con esas fluidas complementaciones entre el piano eléctrico y la guitarra: como siempre, los solos de guitarra y sintetizador permiten al tema subir su nivel de intensidad en momentos determinados, mientras que la dupla Colomer-Sancho se maneja con total soltura. Con un despliegue percusivo a cargo de Colomer se inicia ‘Cantics de la Carn’, un tema que porta una severa dosis de colorido latin jazz; aunque en comparación resulta una pieza mas enérgica que su predecesora, aun mantiene un espíritu que tira mas hacia lo etéreo que hacia lo explosivo. Colomer no puede evitar asumir un rol decididamente protagónico, dadas las particulares exigencias del compás en clave de samba. La segunda mitad del disco se inicia con ‘Riu d’Agost’, una bella pieza que se mantiene un poco en la linea exótica del latin jazz, aunque adoptando un talante mas evocativo. ‘Embrujo’ y ‘Crisalide’, por su parte, retoman esa cadencia especial que impregnaba los discos anteriores del grupo, aunque manteniendo una consistencia respecto al repertorio precedente.
En suma, “Arc-en-ciel” encarna otro gran testimonio de la creatividad e inmensa calidad técnica de esta estupenda banda, aunque EMHO no logra igualar las cuotas de genialidad que tenia “Coses Nostres” (mi disco favorito de toda su carrera). Este disco también supuso el testamento definitivo de Iceberg, cerrando así una obra caracterizada por su pirotecnia mayúscula y magia multicolor.
El tema de entrada, ‘El Caminant Nocturn’, evoca ambientes flotantes, con esas fluidas complementaciones entre el piano eléctrico y la guitarra: como siempre, los solos de guitarra y sintetizador permiten al tema subir su nivel de intensidad en momentos determinados, mientras que la dupla Colomer-Sancho se maneja con total soltura. Con un despliegue percusivo a cargo de Colomer se inicia ‘Cantics de la Carn’, un tema que porta una severa dosis de colorido latin jazz; aunque en comparación resulta una pieza mas enérgica que su predecesora, aun mantiene un espíritu que tira mas hacia lo etéreo que hacia lo explosivo. Colomer no puede evitar asumir un rol decididamente protagónico, dadas las particulares exigencias del compás en clave de samba. La segunda mitad del disco se inicia con ‘Riu d’Agost’, una bella pieza que se mantiene un poco en la linea exótica del latin jazz, aunque adoptando un talante mas evocativo. ‘Embrujo’ y ‘Crisalide’, por su parte, retoman esa cadencia especial que impregnaba los discos anteriores del grupo, aunque manteniendo una consistencia respecto al repertorio precedente.
En suma, “Arc-en-ciel” encarna otro gran testimonio de la creatividad e inmensa calidad técnica de esta estupenda banda, aunque EMHO no logra igualar las cuotas de genialidad que tenia “Coses Nostres” (mi disco favorito de toda su carrera). Este disco también supuso el testamento definitivo de Iceberg, cerrando así una obra caracterizada por su pirotecnia mayúscula y magia multicolor.
Cesar Mendoza
Y para la muestra un botón...
Y vamos cerrando un posteo, y una historia sobre una gran banda.
Siempre que llega el verano recurro a éste álbum. Es una visita con un
mucho de nostalgia, pero también con gran placer musicófilo.
"Arc-En-Ciel" es mi disco favorito de Iceberg. Y eso es mucho decir, lo
sé. Fue el quinto y último y lo compré en época estival. Me marcó de por
vida. Ése verano no escuchaba otra cosa. Descubrí que la asignación
que me dejaban mis padres para comer, cuando se iban de vacaciones,
podía ser reducida a bocadillos. Más pasta para discos. Todo un mundo,
se me abrió.
"El Caminant Nocturn" (8'21) abría con un mágico Rhodes de Josep "Kitflus" Más. Seguido por el expresivo bajo del gran Primi Sancho, (un bajista para mí de lo mejor de aquí). Pero es que eran Iceberg. Por entonces la mejor banda que había en el panorama rockero español. Joaquín "Max" Suñe, siempre trepidante por el mástil. Sin perder ocasión para soltar algún guiño flamenco en su impresionante digitación. Y la técnica incomparable de Jordi Colomer era en la batería un caso aparte. Vaya cuatro fantásticos.
Se grabó éste álbum en Octubre del 78. Pero siempre me sonó a verano. A perezosa siesta de mediodía. A nostalgia en soledad inducida. A recuerdos entrañables de otros veranos pasados...
Los diálogos guitarra-sintetizador son una pasada en éste tema. En realidad en el estilo de la banda. Fuera de serie. Mientras que el ritmo te lleva a otros planos astrales sin que te des cuenta. No imagino mejor jazz rock mediterráneo que el de Iceberg. En serio.
Colomer se luce a conciencia con sus ritmos parlantes en "Cantics de la Carn" (11'18), rozando los sones brasileños por momentos. Es música que puedes tararear. Y si puedes cantar los solos, es que está hecha con cuidado extremo. Música que huele a costa y aventura amorosa, efímera pero intensa. Que sugiere y brinda por la vida a cada segundo. Música efusiva y llena de personalidad. Increíblemente bien ejecutada. Perfecta.
"Riu d'agost" (7'41) continúa ese perfume estival. Ahora en acústico y muy cercano a Chick Corea o Al DI Meola. Al mismo nivel.
"Embrujo" (8'14) podría estar en "My Spanish Heart". Cuatro músicos en compenetración genética extrasensorial sublime. No vas a encontrar nada mejor en éste campo.
Finalmente "Crisálide" (8'30) sigue su marcha triunfal en un álbum sencillamente inmenso. Absolutamente perfecto. Un prodigio que pondría el broche de oro a una carrera histórica.
Iceberg plantó cara al mundo.
"El Caminant Nocturn" (8'21) abría con un mágico Rhodes de Josep "Kitflus" Más. Seguido por el expresivo bajo del gran Primi Sancho, (un bajista para mí de lo mejor de aquí). Pero es que eran Iceberg. Por entonces la mejor banda que había en el panorama rockero español. Joaquín "Max" Suñe, siempre trepidante por el mástil. Sin perder ocasión para soltar algún guiño flamenco en su impresionante digitación. Y la técnica incomparable de Jordi Colomer era en la batería un caso aparte. Vaya cuatro fantásticos.
Se grabó éste álbum en Octubre del 78. Pero siempre me sonó a verano. A perezosa siesta de mediodía. A nostalgia en soledad inducida. A recuerdos entrañables de otros veranos pasados...
Los diálogos guitarra-sintetizador son una pasada en éste tema. En realidad en el estilo de la banda. Fuera de serie. Mientras que el ritmo te lleva a otros planos astrales sin que te des cuenta. No imagino mejor jazz rock mediterráneo que el de Iceberg. En serio.
Colomer se luce a conciencia con sus ritmos parlantes en "Cantics de la Carn" (11'18), rozando los sones brasileños por momentos. Es música que puedes tararear. Y si puedes cantar los solos, es que está hecha con cuidado extremo. Música que huele a costa y aventura amorosa, efímera pero intensa. Que sugiere y brinda por la vida a cada segundo. Música efusiva y llena de personalidad. Increíblemente bien ejecutada. Perfecta.
"Riu d'agost" (7'41) continúa ese perfume estival. Ahora en acústico y muy cercano a Chick Corea o Al DI Meola. Al mismo nivel.
"Embrujo" (8'14) podría estar en "My Spanish Heart". Cuatro músicos en compenetración genética extrasensorial sublime. No vas a encontrar nada mejor en éste campo.
Finalmente "Crisálide" (8'30) sigue su marcha triunfal en un álbum sencillamente inmenso. Absolutamente perfecto. Un prodigio que pondría el broche de oro a una carrera histórica.
Iceberg plantó cara al mundo.
Por último, lo podés escuchar desde acá:
https://open.spotify.com/intl-es/album/3T9NndF00JmvENmOBLl8MH
Lista de Temas:
1. El caminant nocturn (8:21)
2. Càntics de la carn (11:18)
3. Riu d'agost (7:41)
4. Embrujo (6:14)
5. Crisàlide (6:30)
1. El caminant nocturn (8:21)
2. Càntics de la carn (11:18)
3. Riu d'agost (7:41)
4. Embrujo (6:14)
5. Crisàlide (6:30)
Alineación:
- Jordi Colomer / drums, percussion
- Josep "Kitflus" Mas / pianos, synthesizers
- Primitivo Sancho / bass
- Joaquim "Max" Suñe / guitars
- Jordi Colomer / drums, percussion
- Josep "Kitflus" Mas / pianos, synthesizers
- Primitivo Sancho / bass
- Joaquim "Max" Suñe / guitars





Thanks for this discovery!
ResponderEliminarPerfecta la reseña. Buenísimo el aporte.
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