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Talking Heads - The Name Of This Band Is Talking Heads (1982)

El mejor disco de (probablemente) la mejor banda de New Wave. Uno de esos raros casos donde un disco en vivo llena todos los casilleros de lo que un directo tiene que tener para ser una alternativa respetable a los discos de estudio.



Artista: Talking Heads
Álbum: The Name of This Band is Talking Heads
Año: 1982 - 2004
Género: Post Punk / New Wave
Duración: 78:50 + 77:52
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU

Tengo una confesión que hacer: contrario a lo que mis opiniones usuales pudieran hacer parecer, yo soy bastante inseguro incluso a la hora de escuchar música. Siempre necesito que otro analista de su opinión sobre un disco o banda para que yo pueda dar la mía. No siempre me pasa pero, en general, es como si yo no tuviera criterio propio. Este problema afecta también mi opinión de este disco. Es más, diría que mi opinión sobre este disco es la más afectada por este problema que tengo. Gente como Starostin, John McFerrin y Mark Prindle le dan a este álbum notas altísimas no solo por lo que es en sí mismo, sino que además le bajan puntos a otros discos de Talking Heads para que se note la superioridad de este directo por sobre el resto de su discografía. Ahora, con esta crítica que hago, me convierto en uno más de la masa informe, bajándole puntos a las múltiples obras maestras que tiene este grupo.

Bah, estoy exagerando un poco. Talking Heads siempre fue una gran banda, pero ninguno de sus discos de estudio me parece lo bastante bueno para considerarlo una obra maestra (ni siquiera mi preferido de todos aquellos: Fear of Music). El único e indiscutible diez de diez que tienen en toda su discografía es este directo: The Name of This Band is Talking Heads. En vistas de esto, no necesito restarle nota a ningún otro trabajo suyo para glorificar a este. Además de que esa me parece una actitud poco honesta. Este disco es una obra maestra por sí mismo y no necesito rebajar ni medio punto para pensar así.
Bueno, gente. Bienvenidos a mi segunda crítica para el blog cabezón. Asumo que ustedes, hombres y mujeres de cultura, saben quiénes son Talking Heads (sin el “The” al principio, tal y como el nombre de este disco nos enseña). Así como estarán al tanto de sus muchas grandezas, también sabrán de sus flaquezas. No es que tengan muchas, pero ninguna banda es perfecta, así que paso a decir qué es lo que me molesta principalmente de este grupo estadouniyanqui: lo contenidos que pueden llegar a sonar en estudio. Si bien sus mejores temas son fenomenales y todos sus discos tienen un muy alto nivel (salvando un par de excepciones obvias), al mismo tiempo siento que a veces tienen miedo de llegar al límite de sus capacidades cuando graban. De jugársela completamente. Escuchando este disco, me doy cuenta de que no temen darlo todo sino que, contrario al popular dicho, no quieren poner toda la carne en el asador de una, sino guardarse algunas piezas para tiempos de hambruna. Puesto en otras palabras, si Talking Heads son los cocineros, los discos de estudio son apenas una entrada (que es como le decimos en Argentina a lo que uno pica, a lo que uno come como tentempié), mientras que sus recitales son el plato principal.

Para empezar a hablar de esta obra, tengo que preguntar algo. Ese algo es, ¿Qué es lo que uno busca en un disco en vivo? ¿Temas nuevos? ¿Los temas de siempre pero interpretados de una forma distinta? ¿Los temas de siempre pero con apenas un poco más de energía? ¿Escuchar un concierto en particular? Pues bien, este disco funciona en varios niveles. En primer lugar, hay un par de temas nuevos. Las geniales Love 🡪 Building on Fire y A Clean Break (Let’s Work). La primera con una secuencia de acordes y un sonido de guitarra que me recuerdan a los 60 pero pasados por el filtro de los 80 y un estribillo muy pegadizo, y la segunda más talkingheadescamente funk, con una estupenda melodía vocal y un intermedio demoledor. Volviendo al disco en sí, también cumple la función de “greatest hits”. Es decir, hay 28 canciones (Tres de ellas están repetidas) de los discos de estudio y, salvo excepciones, todas reciben un lavado de cara. Acá se escucha al grupo libre de restricciones y desatan todo su poder rockero, melódico y experimental que no terminaban de soltar en el estudio. Incluso los temas que no cambian demasiado (New Feeling o Animals, por dar dos ejemplos) suenan mucho más potentes y precisos. ¿Qué puedo decir? Lo doy todo por el poder en directo. Por último, está la cuestión de “un concierto en particular”. Este disco lo cumple, pero a la vez no. Me explico. Este es un álbum doble, y contiene, en el primer CD, extractos de varios conciertos de cuando todavía eran un grupo underground. Mientras tanto, el segundo disco contiene el set list completo de la gira de “Remain in Light”. Así que sí, tenemos un concierto completo por un lado (el de la gira de ese disco) y una serie de conciertos diferentes por el otro. Ambos se suman y tenemos como resultado algo similar a descubrir una nueva comida entre el desayuno y el almuerzayuno. Pero en fin. Además, esta decisión nos permite observar la evolución de la banda sobre el escenario, lo cual no es muy común en un disco en vivo.

No voy a hablar de todas las canciones porque son 33, pero sí voy a nombrar algunas. Como las dos versiones de Stay Hungry. La del primer disco tiene un intermedio en el que las guitarras suenan como si estuvieran haciéndole una cirugía sin anestesia a la canción, y la del segundo disco (con ni más ni menos que Adrian Belew de invitado) cuenta con paredes de distorsión avant-garde que viajan de un parlante al otro. Recomiendo escucharlo con auriculares, ya que el efecto es de orgasmo. Drugs (acá llamada Electricity) tiene líneas de guitarra atmosféricas que suenan como un pedacito de cielo, y la forma en la que David Byrne remata cada verso con su voz es genial. Podrían haberla renombrado Heaven, pero claro, ya hay otra canción con ese nombre. Dicha canción también es estupenda, aun cuando no tiene ningún cambio con respecto a la versión de estudio. Memories Can´t Wait pierde ese efecto de eco en el riff principal, pero no su ominosidad, lo cual es remarcable. Además, me llama la atención que les quedó pegado un pedazo de Psycho Killer al final. Pero se perdona. Animals tampoco cambia demasiado, pero la prefiero por sobre la versión de estudio gracias a que suena más pulida y menos grotesca a la voz/vez, aparte de que puedo apreciar mejor el hermoso final de “Laugh at me/laugh at me”. Take me to the River (un tema original de Al Green que había aparecido en el “More Songs About Buildings and Food”) dura un minuto y medio más que la versión de estudio y tiene coros femeninos que acentúan sus orígenes soul. Si bien prefiero lo despojado de la versión de estudio, esta tampoco tiene desperdicio. Y así sucesivamente. Todos temazos.

Y ahí tenemos al segundo o tercer mejor disco en vivo de todos los tiempos (Por debajo del “Live at the Isle of Wight 1970” de The Who y peleando cabeza a cabeza con “Live at Leeds”, también de The Who). Es una obra maestra de principio a fin. Sin embargo, hay un par de cosas que me molestan (porque claro, no puedo dejar de ser quejoso ni con una obra tan generosa como esta). La primera es que hay algunos temas que me hubiera gustado escuchar acá. Uh Oh Love Comes to Town, No Compassion, Thank You for Sending Me an Angel, The Good Thing, Paper y Listening Wind brillan por su ausencia. Tampoco entiendo por qué cortaron la introducción de Crosseyed and Painless que tenía la edición original del disco. Sí, algo que no les conté es que originalmente este álbum era mucho más corto y las canciones estaban en otro orden que no representaba correctamente el concierto original de la gira del “Remain in Light”. Pero bueno, son detallitos. Este disco funciona en prácticamente todos los niveles imaginables. Es un greatest hits en vivo, las canciones nuevas valen mucho la pena, las de toda la vida son por lo general mejores que sus versiones de estudio, es relativamente diverso, es abundante. ¿Qué más podés pedirle?









Lista de Temas:
Disco 1:
01. New Feeling (3:10)
02. A Clean Break (Let's Work) (5:05)
03. Don't Worry About The Government (3:04)
04. Pulled Up (4:04)
05. Psycho Killer (5:32)
06. Who Is It? (1:44)
07. The Book I Read (4:22)
08. The Big Country (5:09)
09. I'm Not In Love (4:58)
10. The Girls Want To Be With The Girls (3:44)
11. Electricity (Drugs) (3:28)
12. Found A Job (5:36)
13. Mind (4:56)
14. Artists Only (3:50)
15. Stay Hungry (4:05)
16. Air (4:02)
17. Love->Building On Fire (3:47)
18. Memories (Can't Wait) (3:44)
19. Heaven (4:31)
 
Disco 2:
01. Psycho Killer (5:34)
02. Warning Sign (5:40)
03. Stay Hungry (3:56)
04. Cities (5:01)
05. I Zimbra (3:30)
06. Drugs (Electricity) (4:41)
07. Once In A Lifetime (5:57)
08. Animals (4:05)
09. Houses In Motion (6:55)
10. Born Under Punches (The Heat Goes On) (8:25)
11. Crosseyed And Painless (5:59)
12. Life During Wartime (4:54)
13. Take Me To The River (6:34)
14. The Great Curve (6:42)
 
Alineación:
- David Byrne / Voz, guitarras, bajo, teclados, percusión.
- Chris Frantz / Batería, percusión, teclados, coros.
- Tina Weymouth / Bajo, teclados, percusión, coros.
- Jerry Harrison / Guitarras, teclados, coros.





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