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Marillion - Fugazi (1984)

Horacio Manrique nos presenta uno de los grandes discos que aún faltaban en el blog cabezón, una de las obras maestras del rock progresivo contemporáneo. Y de paso presentamos la reedición de este mismo año, que cuenta con nuevas versiones en sonido estéreo remezcladas en 2021 por Andy Bradfield y Avril Mackintosh, quienes también remezclaron las ediciones de lujo de "Script For A Jester's Tear" y "Clutching At Straws", mientras que esta versión cuenta además con un concierto ofrecido por la banda en el The Spectrum de Montreal (Canadá), grabado en 1984. Un disco emblemático cuyo arte de tapa es parte de las iconografías eternas del rock, con grandes éxitos en forma de singles con los temas "Assassing" y "Punch & Judy", más una serie de tracks que no decaen en ningún momento, y conformando una época de Marillion que muchos añoran sobremanera. Aquí, para volver a disfrutarlos.

Artista: Marillion
Álbum: Fugazi Deluxe Edition
Año: 1984 - 2021
Género: Neo progresivo
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra


La historia dice que en marzo de 1984, Marillion publicó su segundo álbum de estudio, "Fugazi", que consiguió aumentar el éxito de su álbum de debut, publicado en 1983:

Fugazi es el segundo álbum de estudio de la banda de rock británica Marillion, publicado en 1984. Producido por Nick Tauber, el disco fue grabado entre noviembre de 1983 y febrero de 1984. Fue el primer álbum en el que participó el baterista Ian Mosley, luego de la salida del músico original Mick Pointer. Luego del éxito obtenido por su predecesor, Fugazi logró ingresar en el Top 5 de la lista de éxitos UK Albums Chart y obtuvo la certificación de disco de oro. 

Wikipedia


Si no entienden la relación entre las imágenes acá arriba, lean un poquito el siguiente comentario...

“Fugazi” fue la continuación, y para muchos fans supone la obra maestra del grupo. Qué duda cabe que es otro trabajo soberbio, siete temas por los que cualquier banda en la actualidad mataría, pero carece del latido, del ardor, del pulso irrepetible y la melancolía del debut, aunque por calidad esté casi a la altura. Es otro cinco estrellas, en todo caso, y fue publicado solo un año después, de modo que en 1984 la escena internacional contaba con una formación que no solo estaba saciando el hambre de todos los seguidores del Rock Progresivo de la década anterior, sino que se había erigido por mérito propio en uno de los grupos clave del momento.
En este disco se estrenó el batería Ian Mosley, y la formación Trewavas/Rothery/Fish/Kelly/Mosley se establecería y protagonizaría los mejores momentos en la historia de Marillion durante los siguientes cuatro años, las giras multitudinarias, las grabaciones en directo que han pasado a la historia con algunas de las mejores canciones que un grupo de Rock ha compuesto, la consolidación de una fórmula y un nivel de calidad inigualables, una forma de entender la música, en definitiva, que caló muy hondo en millones de fans, estableciendo un lenguaje propio, una vinculación a nivel global indestructibles.
Haced la prueba, recorred el mundo con una camiseta de este disco, y en el rincón más insospechado del Globo os encontraréis algún indígena, sea en un paraíso tropical o en una urbe industrializada, que entenderá vuestro idioma, os tenderá la mano, y esa noche dormiréis bajo techo a cambio de nada.“Fugazi” era un término que empleaban los soldados americanos en Vietnam para designar a aquellos que se habían vuelto majaras. Bajo el fuego, en situaciones de tensión, no era muy recomendable estar junto al fugazi que en cualquier momento podía descargar su M16 contra sus propios compañeros, y para la portada, Mark Wilkinson elaboró otra memorable ilustración, multicolor de nuevo, pero con un uso de la luz muy superior al empleado en la cubierta del disco anterior. Es una contradicción desgarradora, al gusto de la casa: En el exterior brilla un Sol radiante que inunda la estancia, pero el bufón parece haberse abandonado. Ya no purga sus penas tocando el violín. Avanza el día, pero él permanece tumbado en la cama, semidesnudo, en un escorzo que recuerda al óleo de Botticelli Venus y Marte.
La pintura del maestro italiano representa el triunfo de los encantos y la inteligencia femenina de Venus sobre el belicoso Marte, Dios de la Guerra. Su armadura y sus armas pasan a ser juguetes en manos de los diablillos, mientras yace indefenso, desarmado por las artes de la Diosa de la Belleza.
Nuestro amigo en la cubierta de “Fugazi” está igual de perdido que Marte, pero estamos en el siglo XX, aquí no hay lugar para el mito ni la poesía, no le ha derrotado una bella quimera de hechizante mirada. Al bufón marillionano le mantienen postrado en el lecho la nostalgia y la bebida, representadas en la copa de vino con ese color de sangre que se vierte en su mano izquierda, y la rosa abierta que sostiene en la mano derecha.
Detrás de la cama hay un espejo, en el que vemos reflejado al personaje con sus ropas de colorines y el sombrero de cascabeles. Sobre el sofá juegan el camaleón y la urraca, símbolos habituales en el imaginario creativo de Fish.
Y la contraportada no se queda atrás: Al pie de la cama el zapato de tacón de la mujer que se ha marchado, sobre el brazo del sillón unas enaguas hechas jirones, y en el suelo un puzzle con el bufón del primer disco una vez más. Casualmente, la única pieza que falta es la correspondiente al corazón.
Semejante despliegue de detalles hubiera quedado en nada si a una carátula tan magnífica no acompañaran buenos temas, y en ese sentido nuestro amigo podía seguir durmiendo tranquilo. En este álbum está la canción más famosa, junto a “Kayleigh”, de Marillion: la impresionante “Assassing”, que se convirtió en un clásico desde el día que se publicó, que abría siempre los shows, y que ha perseguido durante décadas al insulso Steve Hogarth, el vocalista actual del grupo. No creo que exista audiencia en el mundo desde 1989, cuando este buen hombre entró para sustituir al insustituible, que no haya pedido a voz en grito “Assassing” en los bises.
Es un pedazo de rock directo, dentro de los cánones compositivos del quinteto, y cuenta con una entrada inolvidable: un original riff que aparece de la nada y comienza a subir, arropado por una percusión fabulosa de Ian Mosley y unos demenciales gemidos de Fish, hasta que entra el teclado y el tema estalla para dar paso a un riff de guitarra impresionante, de esos que cortan la respiración. A partir de ahí otra pieza memorable, llena de cambios, subidas y bajadas, golpes casi orquestales de la instrumentación que te permiten visualizar las explosiones cuando tocaban el tema en directo. Atención al 5´47. Qué diablos, atención desde el segundo uno hasta el final, pero no de este tema, sino de todo el disco. De todo lo que grabaron los Marillion de Fish en los ochenta. Atención porque es música de la que cura enfermedades.
“Punch & Judy”, la siguiente, fue otra pieza muy famosa en esta maravillosa etapa. La Steve Hogart Band actual la ha olvidado, claro. Los buenos tiempos marcharon, como la cabellera del guapete Mark Kelly, y la estilizada cintura de Rothery. Fish utiliza aquí la metáfora de Punch y Judy, dos célebres marionetas de guiñol, para relatar otra de sus historias de amores desgraciados, con perspectiva dolorosamente actual (¿Qué paso con las luchas de almohadas/ Qué paso con los jeans estrechos la noche del viernes/el paseo de los amantes/los juegos de pasión…?). La canción tiene un tempo muy rápido, muy vivo, y era ideal también para el directo.
“Jigsaw”. Vamos a ponernos en pie. Las neuras del letrista expuestas una vez más en la imagen de un rompecabezas. Estamos ante un tema muy suave e intenso a la vez, con soporte teclístico de locura –el inicio parece proceder de un juguete infantil, de un tiovivo extraído de un mundo irreal-, y el primer gran solo de guitarra de Steve Rothery, tan bueno, tan mágico, tan indescriptible como los de las canciones de “Script for a Jester´s Tear”. Pero es que, con todo, el solo de guitarra no es lo mejor de esta pieza. De hecho, aunque demos gracias a los Dioses de la Inspiración mil millones de veces por ese divino punteo, a lo mejor hasta se podía suprimir, que “Jigsaw” seguiría siendo una obra de arte gracias al trabajo de Fish. Oigamos el segundo 42, cuando emite ese “we are siamese children…”, o el 1´07 cuando rompe a cantar el estribillo con esa belleza y ese dramatismo.
En realidad no canta. Recita. Actúa. Interpreta. Se mete en la piel de los actores que representaban las obras de Shakespeare en la Inglaterra del siglo XVI.
“Emerald Lies” y “She Chameleon” son dos piezas complejas, nada directas, que requieren de una atención permanente. No tienen ese equilibrio tan perfecto entre arte puro/capacidad de entusiasmar al oyente que poseen las otras cinco canciones del disco, y confieso que es su presencia en “Fugazy” lo que me ha hecho siempre decantarme por la Partitura para el llanto del Bufón como la masterpiece de este grupo, pero en todo caso no puedo concebir el segundo disco sin estas dos odiseas casi olvidadas.
A la hora de reeditar en Cd “Real to Reel”, el sencillo álbum en directo que siguió a la publicación de “Fugazy”, se rescató una toma en vivo de “Emerald Lies”, que en el vinilo original fue excluida, como si la propia Compañía entendiera que cortaba el ritmo entre las sobrehumanas interpretaciones que contiene ese disco de clásicos como “Assassing”, “Forgotten Sons”, “Cinderella Search” o “Incubus”.
Precisamente “Incubus” es la que sigue, y de nuevo hay que quitarse el sombrero ante la destreza compositiva de este grupo de genios. Epopeya que actualizaba, en pleno auge del Heavy Metal, las sinfonías de los Genesis de “The Musical Box”, “The Cinema Show” o “Dancing with the Moonlit Night”. Ocho minutos y medio de fantasía, sinuoso viaje por los recovecos del talento, momentos para el recuerdo como la interrupción en el 3´52, para iniciar un pasaje con el teclado y la voz de una tristeza que sobrecoge, otro solo de guitarra inmejorable, y de nuevo la aportación de Fish, que no es de este mundo. Escuchadle en los momentos 1´11-1´13, como teatraliza la voz, como se mete en el papel requerido para cada instante. No es lo que hace, con ser eso estratosférico, es como lo hace. Y tampoco os perdáis el éxtasis en el 6´36.
Reproducir esta música en directo era extenuante. No es extraño que el frontman se haya negado durante todos estos años a reunirse, siquiera puntualmente, con sus antiguos compañeros. El grandullón fue siempre sensato, y se sabe incapaz ya de cantar todos esos agudos, y de desarrollar tal riqueza de registros.
Bueno. Hemos llegado al final. Hemos llegado a “Fugazi”. El ciclo de calidad inusitada abierto con “Script for a Jester´s Tear”, la canción, en el disco del 83, se cerró al año siguiente con el title track del nuevo vinilo, colocado esta vez de colofón, cerrando un círculo a partir del cual Marillion cambiarían su forma de componer. “Fugazi”, el tema, inicia con una calma tensa que se prolonga más allá de un minuto, y que nos demuestra que los Maiden de “Seventh Son of a Seventh Son” no solo escuchaban Heavy Metal. Escuchad el enlace, y decidme si no os recuerda este primer pasaje a las estrofas que Dickinson cantó para abrir y cerrar aquel disco, aquellos “Seven deadly sins/ Seven ways to win…” que iniciaban “Moonchild”.
El resto del tema transitará de nuevo por la locura y la esquizofrenia, representadas en los numerosos y distintos tramos cantados e instrumentales de esta extrañísima y inquietante aventura (“Do do do do do do you realize? The World is totally Fugazy!”), hasta desembocar en la parte final hacia el minuto 6´40: Un sorprendente tramo de música medieval modernizada, donde el sintetizador imita el sonido de un flautín que anticipa al pífano de la portada del siguiente, “Misplaced Childhood”, las frases de Fish que en su día debimos corear un millón de veces (“Where are the Prophets/ Where are the Visionaries…”), y el sonido de los tambores de marcha militar.
El periodo más loco y oscuro de nuestro atormentado bufón no podía llegar más lejos, hacia falta una catarsis, y esta llegó con el regreso a la infancia.

El Marqués





A decir verdad, nunca me he podido enganchar con este trabajo, y ahora lo volví a escuchar y caigo en la misma sensación, simplemente no es para mí. Por lo que simplemente los dejo con comentarios de terceros que podrán hablar mejor sobre este disco que este humilde servidor...

Este álbum, Fugazi, el segundo editado por Marillion (grupo integrado por Derek William Dick -más conocido como- Fish en voces; Mark Kelly, teclados; Steve Rothery, guitarra; Pete Trewavas, bajo y Ian Mosley, batería), además de tener una excelente y bellísima portada (quizás, una de las mejores de la historia), es un disco exquisito y disfrutable, tanto por los fanáticos del celebérrimo rock progresivo (y/o “sinfónico”), como por aquellos que no gusten de este estilo. Por eso, incluso, varios críticos, en su momento, definieron a esta obra como de “pop elaborado". Curiosa reflexión ésta, pero no del todo desacertada. Pensemos si no que este disco salió en 1984, en medio del auge de grupos como Tears For Fears, Duran Duran o Culture Club; pero, sin embargo, dentro de este panorama "popero", la música de Marillion no sonaba para nada disonante ni rara, aunque tenía una actitud artística decidida por la inclusión de tópicos musicales que también hacían las delicias de los viejos fans más recalcitrantes del prog, así como de los nuevos que se acercaban a escuchar aquel rock sinfónico de sus hermanos mayores: Solos de teclados, buenos guitarrazos, cambios de ritmos, temas "épicos"... Y, por cierto, de eso, en este Fugazi hay, y mucho…
El disco empezaba con “Assassing”, en medio de unos sonidos perturbadores, de resonancia india, hasta que, de repente, estalla la canción, cercana al Pink Floyd más rockero de The Wall, con muy buenas secciones de teclados, y arreglos ajustados y precisos. Un típico tema ganchero como para empezar el disco bien arriba. Lo seguía “Punch & Judy”, otra canción con mucha onda y muy elaborada en lo que respecta a su nivel compositivo. Sin embargo, lo que más llama la atención aquí es la voz de Fish, porque, en verdad, cuesta creer que el que canta esta canción ¡no es Peter Gabriel!
“Jigsaw” era un tema muy emotivo, que contiene lindos arreglos, con un papel predominante de los sutiles teclados –cortesía de Mark Kelly-, y un par de momentos muy emotivos, en lírica y música, que levantan, rompiendo la pasividad. Además, Fish realizaba una muy buena interpretación vocal. Por el contrario, “Emerald Lies” era una canción potente y muy progresiva que, incluso, contenía un par de cambios rítmicos de naturaleza casi hard rock, así como un par de estructuras complejas y un clima casi épico, que la emparentaban con algunas cosas del primer Genesis de los 70, cuando todavía era un quinteto progresivo, antes de la masividad de la era Collins. Luego, en “She Chameleon”, Marillion daba forma a un tema bastante oscuro e interesante, que contiene una impresionante performance vocal de Fish, con obvios guiños genesianos a lo Peter Gabriel… En “Incubus” la banda de Fish realizaba una canción pretenciosa, muy bien lograda, y con climas variados. Otra vez, aunque suene redundante, es imposible pasar por alto el "deja vu" auditivo constante, generado por estos temas de Marillion, como si fueran casi los “Danger Four” de Genesis, pero una con calidad musical incuestionable. Por eso, es muy loable su propuesta artística, y su nivel compositivo, aunque sea casi imposible no relacionar a temas como “Incubus” al material de Genesis, del periodo ´72 - ´74. Incluso, el final de este tema recordaba al clásico "Supper's Ready", incluido en Foxtrot, de 1972. Y así llegamos al final de este Fugazi con su tema homónimo, en otra muy buena performance progresiva, que también contenía muchos cambios climáticos, pasando de la tranquilidad a la inquietud, cortesía de la guitarra de Rothery, quien cumplía aquí una gran labor.
En resumen, la canción ideal para cerrar este colosal disco –uno de los mejores de toda la historia de Marillion-, con un final que se va en fade out, haciéndonos creer que éste quizás también sea un disco eterno...

Emiliano Acevedo

Y agradézcanle a Horacio Manrique!


Lista de Temas:

CD1: Stereo Album 2021 Remix
1. Assassing (7:01)
2. Punch And Judy (3:22)
3. Jigsaw (6.49)
4. Emerald Lies (5:08)
5. She Chameleon (6:53)
6. Incubus (8:30)
7. Fugazi (8:02)

CD2: Live at The Spectrum, Montreal, Canada, 20th June 1984
1. Assassing (7:28)
2. Punch And Judy (4:03)
3. Jigsaw (6.34)
4. Script For A Jester's Tear (9:00)
5. Chelsea Monday (8:15)
6. Emerald Lies (5:21)
7. Cinderella Search (5:47)
8. Incubus (9.00)
9. Charting the Single (7:02)
10. He Knows You Know (5:56)
11. Fugazi (9:11)
12. Forgotten Sons (11:03)
13. Garden Party (6.35)
14. Market Square Heroes (10:46)


Alineación:
- Fish / vocals
- Steve Rothery / guitars
- Mark Kelly / keyboards
- Pete Trewavas / basses
- Ian Mosley / drums
With:
Chris Karen / percussion
Linda Pyke / backing vocals (6)



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