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Pat Metheny / Ornette Coleman - Song X: Twentieth Anniversary (2005)

En 1985 Pat Metheny se reunió con Ornette Coleman y en dos días (bajo presión de nuevo contrato con nueva disquera para el guitarrista) grabaron piezas que conformarían un clásico para la historia del jazz: Song X, la producción más vanguardista de Metheny, y a la vez la más jazzy de Coleman. Música como nuca antes se había hecho.

Artista: Pat Metheny / Ornette Coleman
Álbum: Song X: Twentieth Anniversary
Año: [1985] 2005
Género: Free jazz, fusión
Duración: 1:06:36
Nacionalidad: EUA


Para celebrar veinte años del lanzamiento de Song X, Pat Metheny sacó una edición de aniversario en la que incluyó cortes que no habían entrado en el disco original, y mejoró considerablemente la mezcla y el máster de aquel tiempo. Se trata de una colaboración histórica entre el principal guitarrista del mundo de la fusión con el vanguardista por excelencia del free jazz, el saxofonista Ornette Coleman. Juntos producen, con Jack DeJohnette y Denardo Coleman en baterías y percusiones y Charlie Haden en el bajo, uno de los sonidos más característicos de la experimentación jazzística, una especie de álbum cumbre del free jazz.







Las notas de esta edición por el vigésimo aniversario de Song X, verdadero clásico de la historia del jazz, llevan un breve texto de Pat Metheny:
Grabamos Song X veinte años atrás, in 1985, en dos días. Era el primer álbum que lanzaría con Geffen, mi nueva compañía disquera por entonces, y nos vimos obligados a elegir las tomas, mezclar el disco y masterizarlo a pocos días de haber terminado las sesiones de grabación. Siempre ha estado ahí, flotando, la sensación de que, si hubiera tenido un poco más de tiempo para estudiar realmente lo que hicimos en esos dos días, algunas decisiones sobre lo que se incluiría y lo que no en el disco y especialmente sobre cómo sonaba todo en realidad, habrían sido diferentes.

Como suele suceder, con esta oportunidad de ver las cosas de nuevo dos décadas después, la revisión parece indicar que, aunque sí elegí las tomas correctas de los temas que aparecieron en la versión original de este disco, había, de cualquier manera, muchas cosas que mejorar en la mezcla y la masterización del disco. Además, en 1985 el CD todavía era un medio nuevo que se pensaba como una especie de anexo del LP, con su máximo de 48 minutos de reproducción. Ahora es posible incluir seis piezas que no encontraron lugar en la grabación original por las restricciones de espacio de los medios de entonces.

Lo emocionante para mí es descubrir cómo estas seis nuevas piezas —que en esta nueva edición se incluyen al principio— en verdad completan la grabación. Incluyen dos piezas (“Police People” y “The Good Life”) en las que yo aporté cambios más convencionales en la forma de tocar para que abordáramos las secciones de improvisación siguiendo las geniales melodías de Ornette —qué raro y hermoso escuchar a Ornette tocando en estructuras como esas—, y tres temas que llevan a la banda hacia áreas que no habían sido representadas en el disco original (“Word from Bird”, “The Veil” y “Compute”. La pieza “All of Us” funciona básicamente como un eslabón.

En la época en que colaboramos en este proyecto, Ornette y yo dedicamos algún tiempo a analizar los objetivos de lo que queríamos lograr a través de él. Un tema que surgió repetidamente era el de tratar de hacer un disco que fuera distinto de cualquier cosa que se hubiera hecho antes. Incluso en esa época parecía que el disco se destacaba en un lugar aparte. Esta edición del vigésimo aniversario del disco se siente como una mejora y revela un cuadro más completo de nuestros esfuerzos.

Este texto es interesante por muchas razones, aún hoy, a 13 años de aquella celebración. Primero por la claridad con la que Pat expone los cambios de actitud en cuanto a los medios; cómo teniendo a la mano el flamante CD, ni siquiera había nacido la idea de “bonus tracks” con la que se realizó su mercadotecnia cuando empezaron a relanzarse viejos discos en el nuevo formato, a fines de los 80. Segundo, por su sinceridad al reconocer que las presiones de tiempo por haber firmado con una nueva disquera impidieron poner más atención en el material producido por esa alucinante reunión con el creador del free jazz. Tercero, nuevamente la sinceridad de Metheny al reconocer sus aportaciones “más convencionales” y elogiar cómo Coleman supo adaptarse a ellas.

Pero lo más interesante del texto es confesar que el objetivo de esa colaboración era “hacer algo que nunca antes se hubiese hecho”, lo que puede parecer arrogante, especialmente cuando hablamos de Ornette Coleman, que entre 1958 y 1968 rompió absolutamente todos los moldes y encabezó la creación de un lenguaje totalmente nuevo. Pero tal arrogancia no cuadra con la personalidad de Pat Metheny: es un tipo sincero, un genio humilde y honesto. Si él dice que querían hacer algo nuevo es porque realmente se lo plantearon. Y si se lo plantearon, es porque realmente podían hacerlo.

Realmente pudieron. Este disco no suena, aún hoy, a 33 años de su lanzamiento, como nada que hayas escuchado nunca antes.

Las notas de Metheny también mencionan que los seis temas nuevos añadidos en esta remasterización conmemorativa de los veinte años, han sido colocados al principio, es decir, como una especie de preludio al disco original. Perdonen si les cuento una anécdota personal: cuando teníamos veintitantos años, a fines de los 80, un día llegó mi amigo Gabriel con el LP de 1985; quién sabe quién se lo habría prestado. Nos voló la cabeza para siempre. Lo grabé en un cassette que fue tesoro durante años de mi colección: era el primer free jazz que había escuchado en mi vida y era la música transformadora que parecía indicar el camino a seguir. Hoy, al escuchar la edición de los veinte años siento como si esos seis primeros temas fueran de otro disco; son muy buenos (especialmente “Police People” y la divertida “The Good Life”, con sus guiños al latin jazz), pero recién cuando aparecen los primeros compases de “Song X”, con el característico sonido de la guitarra modulado para asemejarse al saxo alto, me doy cuenta nuevamente del monstruo de disco que estoy escuchando. Por tanto, cabezones y cabezonas, mi recomendación es que escuchen primero a partir del track 7 y al final del 1 al 6.

“Mob Job” es un clásico, representante máximo de la suavidad de los unísonos, ese estilo que ya le conocemos a Coleman en su trabajo con Don Cherry. Las percusiones (en dúo Dejohnette-Denardo Coleman) aparecen aquí de manera elegante, discreta y virtuosa; Ornette no se equivocó cuando hizo a su hijo Denardo integrante de su banda a los diez años de edad pues probaría por derecho propio ser un músico de altísimo nivel, y en este disco lo vemos en el máximo de sus capacidades. Como elemento especial, en este tema Ornette Coleman también toca el violín para aportar interesantes texturas.

¿Metheny alardea cuando dice que querían hacer un disco distinto a cualquier cosa que se hubiera hecho antes? En 1985 todo el free jazz ya había sucedido, ¿qué podía ser tan diferente? ¿Qué tenía que aportar Metheny a esa historia? “Endangered Species” es la respuesta para eso: es una exploración del free jazz que nadie había hecho antes. “Una lección objetiva de libertad”, ha dicho Robert Christgau de este tema. Si se lo pusiera fuera de contexto, fuera de la historia del jazz, parecería un track oculto de Throbbing Gristle, Controlled Bleeding o alguna otra banda oscura de noise de aquellos años 80. Es free jazz llevado al extremo. Quizás el tema del título, la extinción de especies animales, pero también el uso de “especies amenazadas” como metáfora general para la desaparición de cualquier cosa (formas de ser, lenguas, prácticas, tradiciones, costumbres, valores) que parece ser el tanático leit-motif de la modernidad, produce una larga representación auditiva estridente, violenta, agresiva e incansable: ¡dura 13 minutos! Durante ese tiempo no hay respiro, no hay descanso, es un constante reto de unos a otros para mantener el caos y demostrar su ubicuidad.

Con “Video Games” vamos a una montaña rusa que se mete al túnel del terror, y luego con “Kathelyn Gray” nos llevan a una desesperante dulzura melódica que se niega a cuajar en alguna escala o tonalidad. Recuerda cierta novela “experimental” de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero, en la que cada nuevo capítulo es una secuela insospechada a partir de algún elemento del anterior, pero nunca del que parecía principal. Como en ese texto, esta es música que ironiza sobre sí misma, que se vuelve repetidamente su propio metatexto en un monólogo enredado y espiral.

“Trigonometry” recuerda desde el título a Coltrane y sus preocupaciones matemáticas, pero no solo por eso sino porque se trata de un tema más cercano al bop y menos free, con el fabuloso walking bass de Charlie Haden, extraordinariamente soportado por el combo percusivo Jack DeJohnette-Denardo Coleman. Y sin embargo es aquí donde la guitarra de Pat Metheny aparece más libre, más improvisativa y rápida, mostrando al virtuoso, al genio que sabemos que es. Y en el “Song X Duo” encontramos a ambos líderes dialogando, con Metheny en un papel más de fondo, planteando armonías con rápidos punteos y Coleman respondiendo como quien corre entre los árboles con el sax alto.

Un disco histórico que quiso y consiguió convertirse en algo que nunca antes se había hecho. Liderado por Metheny por cuestiones administrativas, las composiciones son principalmente de Coleman y su sello se siente a lo largo de todo el disco, incluso en aquellas aportaciones más de Metheny, un creador que no es ajeno en absoluto a la complejidad del free jazz y otros lenguajes de vanguardia.



Lista de Temas:
1. Police People *
2. All of Us *
3. The Good Life *
4. Word from Bird *
5. Compute *
6. The Veil *
7. Song X
8. Mob Job
9. Endangered Species
10. Video Games
11. Kathelin Gray
12. Trigonometry
13. Song X Duo
14. Long Time No See
* Previamente inédito




Alineación:
- Pat Metheny / Guitarra, guitar-synth
- Ornette Coleman / Sax alto, violín en 8
- Charlie Haden / Bajo
- Jack DeJohnette / Batería
- Denardo Coleman / Batería, percusiones





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