Y seguimos Discipline para que tengan mucha buena música para escuchar en este fin de semana. Y acá va algo de lo más destacado en el 2011 a nivel mundial, un excelente grupo que llega casi casi a la altura de su maravillos "Unfolded Like Staircase" aunque habían pasado 14 años, y con la misma formación. Como allí, hay momentos de aire siniesto, magníficos pasajes instrumentales, todo ello aderezado con la peculiar voz de Matthew Parmenter. Este trabajo está compuesto de cinco temas en los que sigue predominando la fuerte influencia que han tenido (y tiene) Peter Hamill y VDGG en Parmenter. No faltan los sonidos de mellotron y un tema de desarrollo largo para intentar atraer a los nostálgicos del rock progresivo. Es un trabajo más bien oscuro, vandergraafiano, en ocasiones roquero y guitarrero y en otras hipnótico, como en los largos desarrollos instrumentales de los dos últimos temas que se te van enganchando un poco más a cada escucha. Gran e imperdible disco que les recomiendo empecinadamente.Artista: Discipline
Álbum: To shatter all accord
Año: 2011
Género: Neo Progresivo sinfónico
Duración: 60:44
Nacionalidad: USA
Álbum: To shatter all accord
Año: 2011
Género: Neo Progresivo sinfónico
Duración: 60:44
Nacionalidad: USA
Lo habíamos publicado hace mucho y está demasiado bueno para no recordarlo, rock sinfónico y neo progresivo con influencias de, entre otros, Peter Hamill y VDGG. con Matthew Parmenter en su mejor estilo y todo el aire de lo mejor de los setentas.
Este es de esos que crecen poco a poco, que hay que escuchar más de dos veces hasta que te acaban atrapando. Otro álbum muy retro (en el mejor sentido de la palabra) y a la vez muy recomendable...
Retorno a mis años maravillosos. ¡WOW! por el 3er álbum oficial de estudio (^) de DISCIPLINE —grupo estadounidense comandado por Mathew PARMENTER (canto, teclados, voz) quien completa el núcleo de la banda con Jon PRESTON (guitarras), Mathew KENNEDY (bajo) y Paul DZENDZEL (batería, percusiones)— que, francamente, le da al señalamiento “regresivo” un significado positivo. "To Shatter all Accord" «Destruir los Acuerdos» es realizado por el sello discográfico Strung Out Records, que con éste se apuntan uno de los mejores álbumes de progresivo del año. Por supuesto, cuando la gente informada escucha referirse a alguien de un álbum actual de rock progresivo como “regresivo”, vienen a su mente bandas clásicas del género sinfónico de la década de los 1970s. Se imaginan que el álbum referido debe parecerse a CAMEL, a CARAVAN, a ELP, a GENESIS, a GENTLE GIANT, a JETHRO TULL, a KING CRIMSON, a YES o incluso a PINK FLOYD o hasta a RENAISSANCE, pero pocas veces piensan en artistas como Alice COOPER, RAINBOW, RUSH, URIAH HEEP, The WHO o el mismo KC pero de la década de los 1980s. Bien, pues este álbum suena a que DISCIPLINE se lo tenía guardado desde hacía 35 años pero nunca lo sacaron por estar adelantadamente incomprendido en su época, permitiéndonos ahora regresar en el tiempo y escuchar un álbum entendible sólo si comprendes el desarrollo evolutivo del estilo desde 1969 hasta el día de hoy. Desde luego, varias de las referencias que señalo están presentes en este álbum, como lo son un rock pantanoso, acidón y heavy en 'Circuitry' que se proyecta así también en un 'When the walls are down', acaso teatralmente lastimoso, o tendencias crimsonianas rítmicas en 'Dead city' que también incluye un final desordenadamente eufórico, o matices Canterbury y lienzos densos de epitafio en 'When she dreams she dreams in color', o las alucinantes delicias extendidas en el tiempo de la épica 'Rogue'… hay más cosas, claro, pero te aseguro que será más divertido que las identifiques tú, en lugar de estar leyendo mis desvaríos. "To Shatter all Accord" de DISCIPLINE, pues, es una pepita de oro puro sobre una superficie que varía sólo a la distancia. Hay muchos discos excelentes de rock progresivo que han salido en 2011, pero pocos tan distintivos como éste. Nada más.Alfredo TAPIA-CARRETO
Y para cerrar el tema, acá tenemos el comentario, otra vez, de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que nos comenta lo siguiente sobre este gran trabajo...
Es un enorme gusto para mí traer a colación a la banda estadounidense DISCIPLINE, combo progresivo liderado por el “Mimo Ácido” Matthew Parmenter, y no precisamente para hacer una retrospectiva de su corta pero relevante discografía 90era… ¡sino para comentar su nuevo álbum “To Shatter All Accord”! Pero primero echemos una concisa mirada hacia la esfera estadounidense del revival prog del os 90s: mientras que en el país de Jimi Hendrix y Edward Hopper las propuestas neo-prog y vanguardistas al estilo RIO eran las que predominaban, DISCIPLINE exponía una línea de trabajo muy peculiar, forjada a través de una ecléctica mezcla de retro, psicodelia y neo, siendo así que el grupo no se formó en la segunda mitad de los 80s como un grupo progresivo per se, sino que “se progresivizó” en el camino. Aunque su legado monográfico no fue precisamente abundante, la huella que sus dos discos de estudio “Push & Profit” y “Unfolded Like Staircase”, así como sus actuaciones en vivo dejaron en la memoria colectiva progresiva de la década final del pasado milenio. Emergiendo de sus cenizas con este disco “To Shatter All Accord”, 15 años después de “Unfolded Like Staircase”, el grupo retoma su trayectoria trunca con la misma formación de cuarteto que había grabado el susodicho segundo álbum: Matthew Parmenter (voz, teclados, saxo y violín), Jon Preston Bouda (guitarras), Matthew Kennedy (bajo) y Paul Dzendzel (batería y percusión). “To Shatter All Accord” incluye dentro de su nuevo repertorio tres canciones que el grupo tocaba en sus primeros años, incluso cuando aún era un quinteto. Ahora, canciones como ‘Circuitry’ y ‘When The Walls Are Down’, verdaderas marañas de música angustiada y espectáculo teatral desgarrador tal como parecen en el DVD “Live”, cuentan con sus debidas versiones definitivas de estudio. Vayamos ahora detallando las virtudes del repertorio con mayor detenimiento.
‘Circuitry’ abre el disco con fuerza de carácter, abriendo vías de robustez y pesadez en base al estupendo armado sónico de parte de los riffs guitarreros y el swing engañosamente lánguido de la dupla rítmica. Cuando el piano ocupa el eje central sobre un motivo en 3/4, la solemnidad cede paso a una reflexividad sombría afín a la que encontramos en áreas tan diversas como las de AREKNAMÉS, VERSUS X y WHITE WILLOW, por ejemplo, indirectamente referentes al estándar de VAN DER GRAAF GENERATOR. La idea musical cierra su propio círculo con un retorno al primer motivo, preparando así el terreno para la emergencia del siguiente tema, ‘When The Walls Are Down’, la cual impone su particular presencia desde esa bella dupla de piano y saxo que surge antes de que desaparezca la nota final de órgano del tema precedente. La muralla sónica conclusiva es brutal, al modo de un GNIDROLOG-con-VDGG-con-KC pre-“Islands”. Esta pieza capitaliza y dinamiza la intensidad ominosa ya reinante, dándole un poco más de colorido al asunto mientras explora nuevas profundidades de ansiedad y densidad con una expresividad fehacientemente oscura y abrumadoramente imponente. Tras experimentar poco menos de 14 minutos de neurosis sónica en permanente clímax, ‘Dead City’ expone una ambientación más ágil en clave de 11/8, generando una sonoridad un tanto afín al space-rock mientras establece lazos de familia con el neo-prog estándar. De todas maneras, que conste que este aligeramiento de la atmósfera musical no supone recurrir a un vuelo lisérgico autocomplaciente ni a un reciclamiento “simplificado” del modelo sinfónico: pos el contrario, se nota un trabajo muy meticuloso en la elaboración melódica de la pieza en cuestión, y de hecho, los últimos pasajes se enfilan hacia un ejercicio psicodélico caótico que vuelve a traer a colación la densidad emocional que se había impuesto sólidamente en los dos primeros temas. Ya tenemos aquí 19 minutos de ingenioso colorido progresivo donde DISCIPLINE da amplias muestras de una vitalidad
refrescante, ningún indicio hay de modorra o desubicación tras el largo periodo de letargo que experimentó.
Todavía quedan 37 minutos y pico de nueva música de Matthew Parmente y co., y dicho lapso de tiempo está ocupado por dos temas. ‘When She Dreams She Dreams In Color’ porta un tono amenazador desde el mismo ingreso del piano y el canto, al modo de un punto intermedio entre el VDGG de “Goldbluff” y el ROBERT WYATT de “Rock Bottom”. La cadencia jazzera aportada por la batería le da una dinámica eficaz al tenor sombrío marcado por el expresivo canto de Parmenter; hay un permanente aire de expectativa ante algún sobresalto que pudiese motivarse sobre el camino, un aire oportunamente realzado por las líneas de violín que hacen acto de presencia en algún momento. A poco de superada la barrera del cuarto minuto, el ambiente explota momentáneamente, dando rienda suelta por un rato a la tensión emocional que hasta entonces se había preservado contenida. Aunque esto solo ocurre por un breve momento, la huella de inquietud queda firmemente signada en el ambiente para anunciar el pronto arribo de un nuevo motivo, uno parsimoniosamente tétrico que oscila entre el retro escandinavo de corte Anekdoteniano temprano y la faceta sutil de PRESENT, además con su tufillo Crimsoniano que siempre resulta útil a la hora de expresar oscuridad emocional por vía de un esquema musical adusto y recurrente: en el transcurso del afianzamiento de este motivo, se impone un hermoso solo de violín que parece manifestar una mezcla de temor y nostalgia, muy afín al estilo de David Cross. ‘Rogue’ es la maratón conclusiva del álbum. Comenzando con un hermoso preludio semi-barroco de guitarra acústica, el primer cuerpo central se instala con un motivo (alternando 7/8 y 4/4) empujado por una espiritualidad cautelosa que se empareja evidentemente con la del primer tema, incluso acentuando los matices VDGraffianos con notoria dedicación. Poco antes de llegar a la barrera del quinto minuto, otro cuerpo central nos transporta a una dimensión un poco más melancólica, aunque siempre embebida por ese desasosiego esencial tanto a la imaginación compositiva como a la teatralidad vocal de Parmenter: el momento en que todo se pone más explícitamente denso permite a ese desasosiego saltar al frente y revolcarse sobre sí mismo. ¿Rezagos de la suite ‘Canto IV’ del álbum “Unfolded Like Staircase”?... probablemente. De ahí surge una secuencia de dos motivos cacofónicos que articulan la tensión reinante de una forma más mecánica, pero lejos de enfriar la situación, lo que se logra es enfatizar la locura y darle un pulso más contundente a las inquietudes psicológicas que nunca dejan de manifestarse. El canto exacerbado de Parmenter añade aguerridos retazos espectrales a la robusta arquitectura sónica elaborada por la magnífica amalgama de guitarra, órgano, bajo y batería (sí, hay que escuchar con atenció nesta sección para asegurarse de que es un canto humano, no un saxo o un violín, ese sonido bizarro que emerge como un fantasma atormentado). La tormenta en curso se mantiene de forma sostenida, motivando un clímax de oscuridad emocional que es tan atemorizante como apasionante, al modo de un canto de sirena que se sabe letal pero al cual uno no desearía resistirse. Una vez pasada la tormenta, llega la calma del náufrago superviviente: sobre una lenta cadencia en 3/4, el motivo final se inicia con una actitud serena, al modo de un sopesamiento de la idea de haber sobrevivido a una hecatombe, terminando con un envolvente solo de guitarra y una coda dominada por etéreas capas de mellotrón, en base a la progresión de acordes que se había marcado en el preludio de guitarra acústica.
Con este nuevo disco, DISCIPLINE confirma grandiosamente la justicia de ocupar un sitial tan privilegiado en el imaginario progresivo de los últimos 20 años: “To Shatter All Accord” es un grandilocuente manifiesto de rock artístico donde la robustez y la contundencia imponen su presencia de forma arrolladoramente magnética.
Y ojo que esta revisión de Discipline no termina acá, al contrario, es el corolario para presentar su último trabajo.
Lo podés escuchar desde su espacio en Bandcamp:
https://disciplineband.bandcamp.com/album/to-shatter-all-accord
https://disciplineband.bandcamp.com/album/to-shatter-all-accord
Lista de Temas:
1. Circuitry
2. When the Walls are Down
3. Dead City
4. When She Dreams She Dreams in Color
5. Rogue
1. Circuitry
2. When the Walls are Down
3. Dead City
4. When She Dreams She Dreams in Color
5. Rogue
Alineación:
- Matthew Parmenter / vocals, keys, descants
- Jon Preston Bouda / guitars
- Mathew Kennedy / bass
- Paul Dzendzel / skins, percussion


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