Fantasmas y sombras de un sueño febril. Ya presentamos a este grupazo que viene desde Noruega, el segundo de una banda joven con nombre impronunciable y que ejecutan un heavy prog mezclado con neo progresivo con influencias de bandas como Porcupine Tree, Haken, Opeth, Anekdoten y similares, y del cual ya hemos presentado su muy buen primer disco, pero este trabajo de este mismo año es un cañonazo directo a tu mandíbula. Potentes temas modernos que buscan darle una vuelta de tuerca a lo que ya conocemos; agresivos pero llenos de musicalidad y melodías, siendo un trabajo que ha vuelto a llamar la atención de mucho gente y los está catapultando a ser una de las bandas nóveles más conocidas y valoradas del panorama actual del rock progresivo, algo que para la mayoría de las bandas les lleva añares o décadas lo consiguieron de un plumazo, y por algo será. Muy buen disco de estos noruegos que les recomiendo encarecidamente que escuche...
Artista: Avkrvst
Álbum: Waving At The Sky
Año: 2025
Género: Heavy prog
Duración: 45:21
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Noruega
Se trata de su segundo álbum tras el debut brutal con "The Approbation", uno de los discos más valorados de 2023 y que presentamos en el blog cabeza.
Este es un disco que, para bien o para mal, consigue que mucha gente hable de él así que vamos a comenzar con los comentarios de terceros...
La banda noruega, formada por Simon Wahl y Øystein Aadland, amigos desde la adolescencia, se caracteriza por un estilo atmosférico y melancólico, donde confluyen elementos del Rock Progresivo setentero (King Crimson, Genesis) con una estética más moderna y pesada, cercana a Opeth, Porcupine Tree o incluso, Riverside.
Tras su debut celebrado en 2023 (The Approbation), más orientado hacia el Metal, este segundo trabajo representa una maduración sonora y conceptual. Siguen la misma linea estilística, pero aquí el foco está aún más puesto en las composiciones progresivas y la construcción de climas únicos, redoblando la apuesta.
Fieles a su amor por los álbumes conceptuales, Waving at the Sky también lo es. En lugar de una ficción simbólica, el álbum se sumerge en un relato profundamente personal, basado en una
experiencia real de abuso infantil vivida por uno de los miembros. Aqui viajamos al origen del trauma. Las letras, cargadas de metáforas potentes y frases directas como «God, please let me out of this loathsome life» o «My life is torn apart Forevermore, stand alone till death takes me by heart», nos colocan frente a un dolor latente, expuesto con crudeza pero sin caer en lo explícito. Se trata de una muestra a corazón abierto: una voz que se convierte en testigo emocional.
«Preceding» abre el álbum con una introducción instrumental hipnótica y casi cinematográfica. Me encantan estos espacios dedicados a la música pura: Aportan atmósfera, dan tiempo para
entrar al mundo emocional del disco, preparando el terreno con delicadeza.
«The Trauma» combina tecnicismo y voz limpia. Hay una sección introspectiva tipo acapella con una guitarra mínima de fondo que crea un momento suspendido en el tiempo. El ritmo recuerda a pasajes de Ghost Reveries de Opeth, con sus cambios sutiles y su tensión emocional contenida.
«Families Are Forever» es el corazón conceptual del álbum. Su título, irónico, contrapone el ideal familiar con la perversión subyacente en su interior. Destaca el desarrollo instrumental: la guitarra tiene espacio para crecer, seguida de una batería excelente que dialoga con el bajo, mientras aparece la voz limpia, frágil, que más adelante se torna gutural. El teclado -a cargo del propio baterista- añade un color especial. Se permiten pasajes solistas, climas contemplativos y una atmósfera general que evoca oscuridad, sin caer en lo caótico. Las flautas, al estilo Jethro Tull, enriquecen y aportan una cualidad casi espectral. El crescendo es contenido, equilibrado, sin estridencias.
«Conflating Memories» desprende oscuridad y una confusión emocional. La instrumentación mantiene esa sensación de laberinto mental. La sutil flauta funciona como un hilo, aunque poco perceptible, que unifica el disco.
«The Malevolent», con la participación de Ross Jennings (Haken). Es un tema más directo, con guitarras pesadas y teclados tétricos que remiten nuevamente a Opeth. Una de las canciones más «rockeras«, sin dejar de lado la densidad emocional.
«Ghosts of Yesteryear» juega con contrastes: pasajes progresivos secciones acústicas, voces tranquilas.
Me gustó por su aire retro que remiten al Rock clásico de los ’70, pero reinterpretado desde una sensibilidad más moderna.
«Waving at the Sky» (12:18 min) es la pieza de cierre. Va atravesando distintos climas y complejidades, desde la calma hasta el estallido emocional. A través de un relato poético, crudo, confesional, explorando el desahogo desde la intimidad hasta la catarsis. Los momentos oscuros, los guturales, las disonancias y el peso instrumental representan la tensión entre la apariencia familiar y la verdad desgarradora. La alternancia vocal es clave: Las voces limpias evocan fragilidad; las guturales, angustia, rabia y necesidad de liberación. La confesión se vuelve grito.
Hay partes en las que sentí cierto agotamiento, donde el disco roza la repetición o recae demasiado cerca de sus influencias más obvias. Por momentos puede sonar como una banda más dentro del progresivo moderno. Sin embargo, eso no distrae de su enorme capacidad, no le resta valor a su fuerte ambición, sinceridad y capacidad técnica, que los posiciona no como imitadores, sino como intérpretes sensibles desde una realidad oscura y contemporánea.
Waving at the Sky es quizá un álbum que crece en cada escucha. La riqueza está en los matices, en los detalles, en las múltiples aristas que van emergiendo paulatinamente. AVKRVST logra consolidar su identidad con un trabajo introspectivo, coherente y conmovedor.
Estos noruegos afirman su lugar como una de las propuestas más prometedoras del prog sinfónico-metal actual. Con una narrativa cruda, una instrumentación cuidada y una sensibilidad a flor de piel, logrando emocionar e interpelar. Un trabajo que mira a la oscuridad de frente para transformarla en arte. Puntos: 8.8 / 10
«Waving at the Sky» es el esperado segundo álbum conceptual de la banda noruega AVKRVST, lanzado hace unos días a la hora de escribir estas líneas, sigue la oscuridad del debut predecesor.
Dicho disco llamado «The Approbation», el cual reseñamos acá en su momento, fue un trabajo que si bien adolecía de ciertas influencias demasiado derivativas, tenía suficiente material bien compuesto para hacer una experiencia auditiva placentera. Es por ello, que una secuela albergaba grandes esperanzas acerca de la dirección que podían tomar los noruegos
Compuesto y grabado nuevamente en la cabaña remota de su Noruega natal –detalle que vuelve a impregnar la atmósfera íntima y melancólica del disco– y girando en torno al concepto de un terrible caso de asesinatos en el país nórdico, nos da como resultado una obra que vuelve a exhibir el homenaje estilístico a sus influencias, además de la afirmación de una voz propia en desarrollo, consolidando a AVKRVST como una de las promesas más firmes del género.
La paleta sonora claramente sigue rindiendo tributo a los gigantes del prog post 2000′: se perciben pasajes que evocan la melancolía introspectiva de Porcupine Tree y los contrastes sombríos de Opeth, entre otros referentes; pero esas influencias, ahora sí, están moldeadas con personalidad suficiente para resultar en una experiencia sólida y que no nos haga desear cambiar el disco e ir a escuchar «Damnation» o «In Absentia».
Es otro escalón en su buena evolución, y eso, es digno de mención.
Piezas desde un oscuro cielo
El disco abre con “Preceding”, una introducción instrumental que funciona como obertura y declaración de intenciones. En pocos minutos, esta pieza recorre diversas facetas: arranca con capas de sintetizadores que pronto dan paso a pesados riffs y una sección rítmica precisa, con guiños a la grandilocuencia de Rush. La pieza se pasea por atmósferas contrastantes, ya que tras los sintetizadores, todo se acelera con un riff de bajo musculoso y guitarras palm mute que aportan ese cariz metalero contemporáneo que tanto atrajo a los fans de su primera entrega.
En su sección media tenemos un breve remanso de arpegios limpios, hasta que la banda vuelve a irrumpir en su faceta más pesada: buenos drum fills, riffs disonantes y hasta un pasaje de voz en off que intensifica la narrativa conceptual. Esta obertura vertiginosa condensa en sí misma la esencia del sonido de AVKRVST y enlaza perfectamente con lo que está por venir.
“The Trauma” mantiene la energía con un tono claramente deudor del Opeth de inicios de los 2000, con una fiesta de doble bombo y riffs afilados, unidos a una atmósfera opresiva que reflejan la temática sombría de la obra. La voz de Simon Bergseth se introduce recién hacia la mitad de la pieza, estirando las sílabas de forma dramática sobre la instrumentación, sin restarle tensión al conjunto. En sus compases finales, la banda redobla la apuesta incorporando esos buenos guturales que habíamos escuchado en «The Approbation»; un recurso bien utilizado que añade agresividad.
Después de este arranque avasallador, el álbum se sumerge en pasajes más atmosféricos que realzan su profundidad emocional. “Families Are Forever” destaca como uno de los momentos cumbre del disco: una pieza bañada en un halo melancólico, donde el mellotron extiende acordes nostálgicos sobre un fondo de una buena sección rítmica. La melodía vocal aquí es sentida y rica en matices, desembocando en un excelente solo de guitarra que corona el clímax de la pieza.
En este pasaje, los noruegos muestran su mejor cara, privilegiando la sutileza y el detalle por sobre la fuerza bruta, lo que acerca su sonido por momentos a la emotividad sinfónica de un Genesis setentero o incluso al prog de Anathema. A continuación, “Conflating Memories” adopta un cariz aún más pastoral e íntimo. Sus acordes iniciales de guitarra acústica y la voz susurrante dan el talante de la pieza. Paulatinamente, la canción suma capas instrumentales: armonías vocales delicadas, teclados e incluso flauta, construyendo un paisaje sonoro de gran belleza.
Estas composiciones centrales reducen la velocidad y la densidad sonora respecto al inicio, pero invitan al oyente a sumergirse en la faceta más reflexiva del álbum, aportando un buen balance al conjunto.
La energía repunta con “The Malevolent”; una pieza directa, cabeceadora y vertiginosa en que la banda abraza su faceta agresiva sin perder su sensibilidad melódica. Construida sobre un tenebroso riff acentuado por estallidos de órganos, este corte despliega una intensidad que rivaliza a la ferocidad técnica de Opeth, pero logrando a la vez un estribillo sorprendentemente accesible y pegadizo.
En un acierto notable, AVKRVST cuenta aquí con la participación especial de Ross Jennings de HAKEN, cuyo color de voz realza los matices y eleva la tensión dramática.
“Ghosts of Yesteryear”, por su parte, equilibra las dos mitades del universo sonoro de AVKRVST. Sus secciones iniciales irrumpen con potencia, aunque evitando los clichés del djent; en lugar de ello, la banda opta por una pesadez más orgánica, emparentada con la escuela de Porcupine Tree en sus pasajes más robustos, o con las cosas más pesadas de King Crimson.
La pieza sorprende con un contrapunto atmosférico de pasajes de guitarra acústica arpegiada y recursos tímbricos como flauta o maderas, que dibujan un escenario otoñal y espectral de aquel bosque de la cabaña. Esta oscilación constante entre la crudeza del metal progresivo y la sensibilidad melódica aporta una profundidad especial, dotando a la pieza de una atmósfera intrigante y cinematográfica; por momentos cercano a un soundtrack de terror gótico.
Lejos de sentirse fragmentado, “Ghosts of Yesteryear” fluye con naturalidad gracias al buen quehacer de la banda para manejar las dinámicas, manteniendo a nuestros oídos lo suficientemente entretenidos ante cada giro dramático.
La pieza homónima, de más de doce minutos de duración, cierra el álbum a modo de epílogo épico que sintetiza todos los elementos desplegados previamente. La pieza inicia con delicados arpegios de guitarra y esa aura melancólica latente en la obra, incorporando suaves colchones de teclado y mellotron. A medida que avanza, la pieza crece en intensidad y va entretejiendo los motivos musicales y narrativos del álbum: pasajes instrumentales de fuertes influencias del neoprog, secciones de letras habladas extraídas de emisiones reales que subrayan el trasfondo conceptual, y estallidos de guitarras acompañadas por el registro vocal más áspero de Bergseth, recordándonos la oscuridad de la historia.
Sin embargo, tras estas incursiones en la penumbra, la composición se encamina hacia un desenlace inesperadamente esperanzador: en sus minutos finales aflora una tonalidad más luminosa, casi catártica, que rompe con la tensión previa y deja al oyente con una sensación agridulce de cierre triunfal.
Esta épica final no solo resume la paleta emocional del disco –que va de la tristeza contemplativa a la furia desatada– sino que reafirma el compromiso de AVKRVST con la tradición del álbum conceptual progresivo.
Otro paso en la evolución
De cara al futuro, el potencial de AVKRVST resulta incuestionable. Si logran desprenderse un poco más de sus influencias más evidentes y se atreven a explorar territorios menos transitados, podrían consolidarse como una voz realmente única en la escena progresiva moderna. Los músicos han expresado su intención de profundizar en un sonido más original y maduro con este segundo trabajo, un objetivo que «Waving at the Sky», sin duda, alcanza.
Con el camino ya trazado, y su capacidad compositiva, es muy probable que su propuesta evolucione de ser un admirable homenaje a sus héroes, a convertirse en un referente del progresivo moderno por derecho propio.
Y por si no estaban convencidos, vienen más comentarios... y los hay hasta el cansancio.
Los noruegos de AVKRVST fueron, sin lugar a dudas, la revelación absoluta del 2023 con su debut, The Approbation. Con un sonido pesado, disminuido y melancólico, lograron cautivar la atención de muchos de nosotros, acumulando una base sólida de fanáticos y generando un aluvión de comentarios por parte de la crítica especializada. En cosa de semanas, se instauró un discurso contundente en torno a los nuevos muchachos de Inside Out: en comparaciones generalmente desmedidas, hay quienes los definieron como “los nuevos Opeth” o “clones de Steven Wilson”, entre otras etiquetas más o menos adulatorias.
Sin embargo, ya tuvimos el placer de escuchar su nuevo disco, Waving at the Sky, y podemos afirmar que es un monstruo aparte. Un verdadero testamento del estilo propio del grupo: moderno, etéreo y con un tinte shoegazer, alcanzando un sonido trascendental, construido a base de contrastes entre lo frágil y lo tectónico. Una obra que da lugar a crescendos cinemáticos y explosiones melódicas perfectamente orquestadas; una propuesta que confirma que AVKRVST no está a la sombra de nadie, sino que ilumina con luz propia.
Con un onirismo siempre latente, Simon Bergseth y compañía expresan en estas canciones un pesar y un anhelo angustioso, explorando temas como el trauma y la depresión, preservando siempre una ambigüedad melódica a través de motivos bellísimos, como el florecer de la vida misma. En esa dualidad se encuentra la magia: reflota durante los celestiales solos de sintetizador y guitarra, nos envuelve en un halo de mellotron o nos hunde en la densidad ponzoñosa de los guturales.
Preceding es una apertura instrumental que presenta de entrada la insignia característica del grupo: los contrastes. En cosa de un instante, la banda transforma lo que parece ser un ominoso riff de bajo en un lozano pasaje instrumental, delicado y con arpegios completando el campo armónico. Un último retorno a los disminuidos nos deja con el primer single del disco.
The Trauma es, al mismo tiempo, una de las canciones más fuertes del disco y de las más accesibles. Este sencillo presenta todas las cosas que amamos del prog metal escandinavo: riffs calamitosos, guitarras con tonos propios de un bosque embrujado y las Opeth vibes (y bueno… Åkerfeldt tiene su influencia en todos lados). Con una voz suave y delicada, se presenta un estribillo emotivo, amplio y fantasmal, con detalles melódicos preciosos y coros de otra dimensión, como para llorar un rato.
Qué bien se siente ser recibido por una tormenta de mellotron —quizás herencia de Anekdoten—, Families are Forever es una pieza de dulce dolor, nostálgica, aplastante y de lento desarrollo. Con una base rítmica moderna y sustanciosa, fluimos a través de los pasajes más etéreos que tienen los noruegos para ofrecer, con pequeños quiebres metálicos y poderosos. El dinamismo es inexplicable, como una cascada de ideas que concatenan a la perfección: desde el solo de sintetizador hasta el de guitarra –excepcional–, pasando por el estribillo, tenemos una de las instrumentales más sensibles e inmaculadas que he escuchado en un largo, largo tiempo.
Con una energía similar al track anterior, Conflating Memories también se encuentra en la parte sensible del “espectro AVKRVST”. Con grandeza armónica, se presentan momentos más jazzeros y complejos, aparecen algunas flautas y se desarrollan motivos hipnóticos sobre las majestuosas oleadas de los pads. El clímax llega con un solo de teclado Balatro-style (iykyk) y un último despliegue de armonías compuestas.
No hay alma que no haya escuchado The Malevolent, pero para aquellos perdidos: sí, parece un tema sacado del Visions de Haken; sí, canta Ross Jennings, y hace un trabajo estupendo. En un estilo bastante contrastante al resto del disco, The Malevolent es un tema directo, rockero, fuertemente melódico y expresivo: tres minutos de pura acción.
Lo más progresivo del espectro AVKRVST aparece con estos últimos dos temas. Ghosts of Yesteryear comienza con dos minutos del más puro machaque prog metalero en 3/4, para después convertirse en una balada acústica, melódica y optimista. Estas dos sensaciones convergen durante el resto de la canción, robándose continuamente los espacios y presentando los mismos motivos en diferentes modos.
La última canción, y la que da nombre al disco, es Waving at the Sky. Una pieza titánica, de carga emocional severa y con un desarrollo instrumental continuo de 12 minutos. Con un tono más existencial, su masivo estribillo adopta un carácter cinemático y soñador, llevando al oyente en un verdadero periplo por los confines de la existencia. A partir de la segunda mitad, el crecimiento se vuelve inminente y sin límites, con un arpegio de teclado espacial, digital y sinfónico, adaptándose a un ritmo complejo y dinámico.
Un estilo extremadamente ochentoso —me recuerda un poco a algo sacado del Affinity, también de Haken— se presenta en los teclados para la curva final antes del regreso a casa. Un solo lloroso de teclado lleva la canción a un clímax absoluto, nuevamente hacia su estribillo, y finalmente a un reprise directo de Preceding. Es cine, es arte: un cierre de telón absolutamente maravilloso.
En esta confluencia de influencias disímiles, AVKRVST se consolida como uno de los grupos magnos de nuestra contemporaneidad, regalándonos una fantasía mercurial de 45 minutos, con un sonido dinámico, homogéneo y fascinante. Entre todas las comparaciones que podríamos hacerle al disco, preferimos ponerlo en contexto de la historia del grupo: estamos frente a un conjunto de jóvenes visionarios, apasionados y sensibles, creciendo en cada instante a un ritmo desmedido. En Waving at the Sky no solo hay potencial: hay desarrollo, intención y un camino bien pavimentado.
Como cada uno tiene su propia opinión, también hay gente que no le gusta tanto el disco, como en el siguiente comentario, pero ya saben, los comentarios son como el culo, cada uno tiene el suyo y lo cuida como oro...
Avkrvst
es una banda noruega de Progressive Metal que tuvo un fuerte empiezo el
2023 con su primer disco llamado “The Approbation”, disco que fue muy
bien recibido por la comunidad dedicada a este estilo, y para ello el
titan alemán de Insideout Music los ficho para el lanzamiento de ese
primer disco y ahora de este nuevo álbum llamado “Waving at the Sky”,
donde la banda viene de un gran concepto progresiva de buenas bandas de
Noruega. Entonces, ¿Qué es lo que tendremos en este disco?... Pues
veamos.
Como se estuvo comentando, “The Approbation” (2023) de
Avkrvst fue un disco muy interesante en su momento, mezclando distintas
épocas del Progressive Rock y las últimas ideas que pasaron desde Pain
of Salvation en el Progressive Metal, porque la banda tuvo una buena
amalgama en su música y algunas veces colocar detalles extremos del
mundo metalero como guturales y algunos riffs duros, pero fueron parte
de un concepto de texturas y capas en su música, y por ello ese disco,
en ese momento tuvo una idea preservar el concepto de cómo se concibió
el Progressive Rock y Progressive Metal sin necesidad de llegar a
recursos djent o hasta recursos alternativos. Entonces, dentro de ese
sentido ahora se tiene “Waving at the Sky”, disco que desde el inicio y
al terminar los 45 minutos presentan una idea Progressive Rock de mucho
más dosis, y lo metalero poco a poco se desvanece mientras le das
vueltas al disco unas dos a tres veces, y eso era algo que tenia que
pasar, porque en su anterior ya tenían esta idea de inclinarse hacia un
lado o hacia el otro, y ahora se inclinaron mucho más a su lado rock, lo
cual presenta una nueva cara de la banda, y al mismo tiempo los coloca
dentro de un concepto mucho más amplia a nivel del estilo musical.
Desde
que todo empieza con “Preceding” y termina con “Waving at the Sky”, los
45 minutos son mucho más calmados, y como se dijo, los lados ya se
dejan para su zona oscura o si idea de brotes rudos en segundos o hasta
algunos minutos, pero más allá de eso, la banda ya no tiene la misma
idea de su primer disco y se inclinaron a un concepto mucho más 70s y
80s dentro del Progressive Rock, y muestra de eso es la canción
principal del disco “Waving at the Sky”, que puede pasar por cualquier
reproductor y no haría el cambio de ser una banda de metal o rock,
porque existe una idea mucho más de masas, y eso no es malo, pero al
mismo tiempo tampoco es algo que se pueda distinguir, solo los alinea
más. Luego canciones como “The Trauma” o “The Mavolent” junto al
vocalista de Haken, Ross Jennings, pues es algo que no sale de lo
tradicional y aunque este de invitado, pues no se siente su
participación, y eso es lo principal cuando invitas a un músico de otra
banda, pero sino existe presencia, es como que el nombre está ahí como
detalle, más no algo resaltable. Pero esos dos temas son como los que se
apuntan a un lado más metalero, así como “Ghosts of Yesteryear”.
“Waving
at the Sky” de Avkrvst, es un disco que no supera a su primer disco y
se va por solo una línea musical, lo que antes no tenían, porque en el
2023 fueron mucho más curiosos, ahora es como que decidieron para donde
irán en el futuro, y eso les irá bien o mal dependiendo de los fanáticos
y su gusto. Mientras tanto un disco tibio y que no termina de despertar
el interés cuando lo escuchas unas dos o tres veces.
Y para rebatir el comentario anterior, dejo el video, que vale muchísimo más que millones de palabras al pedo.
Lo podés escuchar desde su espacio en Bandcamp:
https://avkrvst.bandcamp.com/album/waving-at-the-sky-24-bit-hd-audio
Lista de Temas:
1. Preceding (03:14)
2. The Trauma (05:17)
3. Families are Forever (07:49)
4. Conflating Memories (06:59)
5. The Malevolent (feat. Ross Jennings) (03:25)
6. Ghosts of Yesteryear (06:17)
7. Waving at the Sky (12:19)
Alineación:
- Simon Bergseth / lead vocals, guitars, bass
- Edvard Seim / guitars
- Auver Gaaren / keyboards
- Øystein Aadland / bass, keyboards
- Martin Utby / drums, synthesizer
With:
Ross Jennings / vocals (5)





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