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Charles Mingus - Let my Children Hear Music (1972)

#Músicaparaelencierro. ¿Y cómo no volver sobre este disco que alguna vez nos presentó Neckwringer? El llamado "Angry Man of Jazz", que a mediados del siglo XX reaccionó contra el esquema clásico de las grandes y elefanteásicas bandas y se alineó a lo que se conoció como "bebop" (aunque resulta imposible encajar la figura de Charles Mingus en escuela o corriente estilística alguna), no solo con alineaciones más reducidas, sino con rasgos estilísticos vanguardistas, como tempos e improvisaciones muy volados. Era más que música: una actitud hacia la vida que en el caso de Mingus también fue militante antirracista que criticó siempre que pudo la sociedad racista que le tocó vivir, Nuestro amigo Neckwringer vuelve otra vez al blog cabezón y nos trae al gran Mingus. Un disco orquestal, de formas múltiples, en el que conviven diversas tradiciones y estilos musicales. Un álbum ambicioso que el propio Mingus consideraba entre lo mejor que había grabado y que concibió, ya desde el título y unos textos escritos por él mismo, como un trabajo conceptual. Y es, al decir de muchos críticos, uno de los mejores discos que un gran ensamble de jazz haya grabado en toda su historia. Pero sea como sea, "Let My Children Hear Music" (Dejen que mis niños escuchen música) es un impresionante logro y es absolutamente imprescindible para todo amante del jazz y la buena música. Con ustedes, la síntesis de música clásica y jazz de Charles Mingus, que sus obras se mantienen frescas y vigentes a más de cuatro décadas después de su muerte.

Artista: Charles Mingus
Álbum: Let my Children Hear Music
Año: 1972
Género: Jazz
Nacionalidad: EEUU


Éste no necesariamente sea el mejor álbum de Mingus, pero sin duda es el más épico y ambicioso. La convergencia de muchas de las ideas que distinguieron al genial compositor, contrabajista y pianista a lo largo de su carrera, están aquí agrupadas según las estructuras más cinemáticas de la música clásica. Un estilo verdaderamente vanguardista que es algo raro de oír. Este no es tu álbum de jazz convencional, y segurametne habrá asustado a ortodoxo del jazz. Un disco extraño y fascinante, pero quizás no muy homogéneo, ya que si bien algunas melodías son maravillosas, otras están un poco por debajo de la media de Mingus. No será su mejor álbum, pero contiene algunos de las que son sus mejores temas, y si vamos a hablar sobre la música que hace estallar la mente, es seguramente es uno de los discos que no podemos dejar de nombrar!

Charles Mingus, nació el 22 de abril de 1922 en Nogales, Arizona, muy cerca de la frontera con México. Sus abuelos maternos poseían nacionalidades chinas y británicas mientras que los paternos eran de origen sueco y afroamericano respectivamente. Criado en un entorno familiar muy severo y racista, sus primeros contactos con la música se produjeron en la Iglesia de Holiness Church, un suburbio negro de Los Ángeles adonde su familia se había trasladado. Con un magnifico oído, escogió el trombón como primer instrumento en su carrera, pero la afortunada -para el jazz- incompetencia de su profesor, hizo que desviara la atención hacia el chelo. Un amigo suyo, conocedor de las ideas antirracistas de Mingus, le advirtió que estaba ensayando con un  instrumento mas propio de blancos que de negros. Mingus se entregó a partir de ahí al estudio del contrabajo.
Escuchando a Duke Ellington, descubrió que había otra música mas allá de los muros de la iglesia y tomó lecciones de Red Callender, un magnifico contrabajista de la era del swing. En 1940, obtuvo su primer trabajo serio con el batería de jazz, Lee Young, hermano de Lester y consiguió algunas actuaciones con Barney Bigard y Louis Armstrong en 1942. Conoció al vibrafonista, Red Norvo y ello le dio alas para dirigirse a New York, en una época en que la Gran Manzana era un hervidero musical de nuevas ideas. Allí conoció los círculos musicales del bebop y Charlie Parker, cuando lo escuchó por primera vez, lo animó a perseverar en su música. En 1952, fundo su propio sello discográfico "Debut", y su primera grabación fue el excepcional concierto de 1953 en Toronto en el Massey Hall, considerado como el canto del cisne del bebop. A partir de ahí, comenzó su periplo musical como líder y grabó en 1956 para el sello Atlantic, su primera obra maestra: "Pithecanthropus Erectus" dando comienzo a una carrera musical impresionante jalonada con discos, grabaciones en directo y conciertos absolutamente magistrales.
Entre finales de los cincuenta y principios de los sesenta, Mingus grabó el cuerpo de su obra discográfica mas importante y entre ellas hay sin duda, varias obras maestras repartidas entre distintas casas discográficas: "The Clown" (Atlantic, 1957); "New Tijuana Moods" (RCA, 1957); "Mingus Ah Um" (Columbia, 1959); "Blues & Roots" (Rhino, 1959); "Mingus at Antibes" (Atlantic, 1960); "Charles Mingus Present Charlie Mingus" (Candid, 1960) o el considerado por muchos críticos, su obra maestra absoluta "The Black Saint and the Sinner Lady" (Impulse, 1963) y entre esos discos, pequeñas joyas que se han convertido con el transcurrir del tiempo en grandes estándares del jazz como "Goodbye Pork Pie Hat" un hermosísimo homenaje a Lester Young, o "Better Git It In Your Soul".
Charles Mingus, fue sin duda, un genio de la música y del jazz moderno. Su aportación al desarrollo del jazz fue extraordinaria y es considerado uno de los grandes compositores del siglo XX.  

Biografía



Otra terrible bestia que faltaba en el blog cabezón, un personaje de la gran escena del jazz alternativo, contrabajista de la puta madre, director del orquesta que era un verdadero hombre-orquesta, porque si le ponías un piano adelante, también lo tocaba a la altura de las circunstancias. Mingus está considerado como uno de los mejores contrabajistas de la historia del jazz y uno de los músicos norteamericanos más importantes del siglo XX. Como contrabajista fue el más innovador de su tiempo y el que impuso, de alguna manera, la forma actual de tocar este instrumento.
En las notas del LP original, Charles Mingus agradece al productor Teo Macero, "por sus incansables esfuerzos en producir el mejor álbum que he hecho en mi vida". Desde su lecho de muerte en México en 1979 Mingus le mandó un mensaje a un amigo diciéndole que Let My Children Hear Music fue el disco que más le había gustado de toda su carrera, que no fueron pocos.


Y vamos con un poco de historia:
“Let My Child Hear Music”, grabado entre finales de septiembre y principios de noviembre de 1972, es una muestra perfecta de la madurez de Charles Mingus. Un Mingus con 50 años justos que que en apenas 3 comenzaría a sufrir una esclerosis lateral amiotrófica (la misma enfermedad del físico Stephen Hawking) que le impediría seguir tocando el contrabajo aunque no componiendo, algo que hizo hasta su muerte en 1979. Un disco orquestal y poliforme que Mingus concibió, incluidos el título y unos créditos escritos por él mismo, como un trabajo conceptual.
“¡Dejad que mis hijos escuchen música! Dejadles escuchar música en vivo. No ruido ¡Mis hijos! ¡Haced lo que queráis con los vuestros!” Este es parte del manifiesto de Charles Mingus para “Let My Children Hear Music”, un trabajo extremadamente ambicioso que buscaba alcanzar nuevas alturas en el jazz partiendo de grupos numerosos de músicos y estructuras compositivas muy amplias. Un disco que el propio Mingus -también en la carpeta de la edición original- reconocía como su favorito: “Gracias a Teo Macero por su incansable esfuerzo para producir el mejor disco que he hecho jamás”. Teo Macero produjo, mientras que Syl Johnson, Alan Ralph y el propio Mingus se encargaron de arreglos, orquestaciones y de la dirección de los músicos.
Más allá de solistas como los saxos tenores Boby Jones y James Moody, los trompetas Snooky Young y Lonnie Hillyer o el saxo alto Charles McPherson, la verdadera fuerza del disco está en esos arreglos y orquestaciones exuberantes, avanzados, incluso disonantes, que ayudan a convertir este gran disco en un clásico del jazz de los 70. Y en uno de los mejores álbumes de Mingus. Para mí, prácticamente a la altura de obras maestras como “Ah Um” (del que ya hablamos aquí) o “The Black Saint and the Sinner Lady”. No menos importante es la maduración de algunas piezas, que se remontan a los 40 y que Mingus ya había interpretado en directo, aunque solamente aquí puedo expresar por fin con una orquesta en condiciones. Ted Macero hizo además un importante trabajo de edición posterior. Bastante criticado, pero seguramente necesario por las dificultades por las que atravesó la grabación.
“Let My Children Hear Music” consta de 6 largas y complejas composiciones (entre 7 y 10 minutos cada una; para la edición en cd se añadió un tema más de las mismas sesiones) que se pueden perfectamente enclavar en lo que el compositor Gunther Schuller definió en los 50 como “tercera vía” o “tercera corriente” (Third Stream), una síntesis entre música clásica y jazz en la que la improvisación juega un papel importante. O como el propio Mingus afirma en los citados créditos originales: “El jazz -tal y como se ha tratado hasta ahora- está estancado; solo cree en la trompeta y el saxofón, quizá alguna flauta o un clarinete. Pero no es suficiente. Es hora de que nuestros descendientes puedan tocar el fagot, el oboe, el corno inglés, la trompa, toda la gama de percusión, el violín, el violonchelo. Y la única respuesta posible no es una orquesta filarmónica. Si los músicos de jazz -que somos compositores espontáneos- empezamos a incluir estos instrumentos en nuestra música, todo se abrirá”.
Libre de etiquetas el disco se mueve entre esa especie de swing retrofuturista de “The Shoes Of The Fisherman’s Wife Are Some Jive Ass Slippers”, un “Hobo Ho” arrancado por el contrabajo de Mingus y llevado al paroxismo por los riffs de vientos; el “Adagio Ma Non Troppo” sinfónico que parte de una de las improvisaciones de piano solo de “Mingus Plays Piano”; o los vaivenes entre paisajes ambientales y poderío orquestal que impulsan “The I of Hurricane Sue”. Música libre fuera de estilos predefinidos que confirma la voz propia de Mingus, no solo uno de los más grandes compositores de jazz sino también uno de sus más imaginativos arreglistas, a la altura de -y no exagero- Duke Ellington y Count Basie.
Luis Miguel Flores


Esto es algo de las cosas que no pueden faltar en el blog. Y son tantas las cosas que aún nos falta por traer!!! pero hacemos lo humanamente posible, y me pareció que dejarles esto como regalo de Navidad vendría muy acorde a estar fechas de tantos presentes.



Lista de Temas:
1. The Shoes Of The Fisherman´s Wife Are Some Jive Ass Slippers
2. Adagio Ma Non Troppo
3. Don´t Be Afraid, The Clown´s Afraid Too
4. Taurus In The Arena Of Life (previously unreleased)
5. Hobo Ho
6. The Chill Of Death
7. The I Of Hurricane Sue

Alineación:
- Charles Mingus contrabajo

- Charles McPherson / saxo alto
- James Moody, Bobby Jones / saxo tenor
- Snooky Young, Lonnie Hillyer, Joe Wilder / trompeta
- Julius Watkins / corno francés
- Charles McCraken / cello
- Sir Roland Hanna / piano
Sy Johnson, Alan Raph, Teo Macero / dirección




Comentarios

  1. Gracias!!!! Me fascina Mingus! Luego les comparto algo que escribí hace tiempo sobre él (y algún otro disquito)!!!

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    1. Qué discazo! Ya lo estoy escuchando, es bárbaro!!!! Gracias otra vez

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    2. Siiiii Callenep!!!! No te olvides porfa!!!!!! :D

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  2. hola amigos, donde estan los links , para descargarlo? si es que se puede

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  3. Ya está, ya entendí. Medio rebuscadito, pero gracias igual

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    1. che, encontraste el link? no lo encuentro por ninguna parte

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