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Ornette Coleman - Skies Of America (1972)

#Músicaparaelencierro. ¿Un disco de free jazz sinfónico? O la teoría de los Harmolodics al palo, en uno de los primeros experimentos en fusionar la música clásica con el jazz. Ornette encabezó una verdadera revolución musical dentro del género a comienzos de los años sesenta. Su música tuvo, ciertamente, tanto de revolucionaria como de controvertida; vanguardista a ultranza, Coleman produjo un cisma en el mundo del jazz pues entre sus devotos estuvieron nada menos que John Coltrane y John Lewis y detractores como nada menos que Miles Davis. Un hombre y un estilo que no deja a nadie indiferente, y entra dentro de nuestro catálogo de música para amar o para odiar sin términos medios. Para cerrar una semana de mucho Ornette Coleman, ¿qué mejor que presentar el "Skies Of America"?. Todo un vuelo!


Artista: Ornette Coleman
Álbum: Skies Of America
Año: 1972
Género: Free Jazz / Avant Garde
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU


El único pecado de Coleman fue saltarse ciertas convenciones formales -algo que ya había hecho casi medio siglo antes la vanguardia clásica europea con Schönberg, Weber y Berg-. Y si uno leyese algo como "un monstruo repulsivo, una serpiente agitando su cola herida, dando golpes salvajes mientras la muerte agónica la paraliza", pudiera pensar que se trata de una de las ácidas críticas especializadas vertidas sobre la música de Coleman, o del Coltrane free o avant-garde de Ascension o Interstellar Space, o para referir el monumental escándalo que provocó el estreno de La Consagración de la primavera de Stravinsky en París (1913), salvo que fue escrito tras el estreno en Viena de la Segunda Sinfonía de Beethoven (1803). Lo nuevo, el reconfortante vacío de un horizonte prometedor siempre produjo rechazo, somos animales de costumbres reacios a la mudanza, pero ésta acaba por labrar ancho surco en cuyo seno fructifique fruto nuevo.

José A. Santiago Lardón

Todo un personaje el señor Coleman... hoy por hoy unánimemente considerado uno de los máximos creadores de la historia del jazz. Su grupo, formado por tres bajistas y un baterista, produjo una de las más curiosas relaciones tímbricas que parió el universo del jazz  Líder de aquel genial trabajo de free jazz con dos cuartetos (en los cuales estaban Freddie Hubbard, Eric Dolphy, Don Cherry, Scott LaFaro, Charlie Haden, Ed Blackwel y Billy Higgins), seguramente su experimento (que hacía sonar dos baterías y contrabajos a la vez) inspiró no solamente a Miles Davis, sino también habrán inspirado a las orgías instrumentales de Fripp para su King Crimson. Debería decir... inspira también hoy en día.

Ornette Coleman fue quien dio al jazz una libertad totalmente nueva y, a partir de él, inevitable incluso para sus detractores. Texano, poco ortodoxo y determinado a tocar lo que escuchaba en lugar de lo que correspondía a los patrones melódicos y armónicos predeterminados, la aparición de su disco Free Jazz: una improvisación colectiva, en 1960, lo puso en el centro de la escena y bajo fuego cruzado: para unos, era lisa y llanamente un genio, para otros, un “desafinado” responsable de haber “asesinado al jazz” y de estar “podrido por dentro”. (...) Lo cierto es que si la genial música de Miles Davis dibujó una de las caras del futuro del jazz, la otra le pertenece a Ornette.

Santiago Rial Ungaro

No solo armó un revuelo con los famosos harmolodics. También, su doble banda y sus famosos cuartetos sin piano y con Don Cherry en trompeta causaron una profunda sensación en el ambiente musical yanky de ese momento; y si bien el tipo fue galardonado con el Mac Arthur "Genius" Award, entró en la Academia Norteamericana de las Artes y las Letras, designado doctor honoris causa de la Universidad de Pennsylvania, recibió también el premio de las artes New York State Governor, algunos dijeron que era un fiasco, y otros lo endiosaron como al que más.

"La mayoría de los músicos no querían saber nada de mí. Me decían que no conocía los acordes y que no tenía buena entonación. Pee Wee Crayton (uno de los primeros directores de orquesta que tuvo en Texas) no comprendía lo que yo trataba de hacer y llegó al punto de pagarme para que no tocara"

Ornette Coleman

Coleman no solo rompió moldes armónicos según los cuales la improvisación se establecía sobre los acordes y destrozó el concepto de la melodía usando sonoridades que, hasta ese momento, sólo merecían el despectivo calificativo de cacofonías. Además de todo eso, también alteró la métrica rítmica, base canónica del jazz. El termino "free jazz" va a ser siempre relacionado con Coleman, que arrancó la década del 60 con un disco titulado justamente así, "Free Jazz", y subtitulado "Una improvisación colectiva", y lo que en su momento fue considerado una herejía musical se convirtió en piedra fundacional de un nuevo movimiento y un nuevo estilo. Pero ya, mejor vamos a centrarnos en este disco que hoy nos  atañe.

Al igual que hicieran otros grandes del jazz -Charlie Mingus, Duke Ellington o Bill Evans-, Coleman se interesó mucho por la música clásica y en un determinado momento desapareció de la escena musical para dedicarse de lleno a la composición clásica, muchas veces entremezclándola con el jazz. En el momento de editar este experimento orquestal llamado "Skies of America" -en 1968 ya había emprendido este camino con la obra "Form and Sounds", interpretada por Philadelphia Woodwind Quintet, formación que también participó en su trabajo "Broken Shadows"- Coleman ya le había dado forma a la teoría musical de los  "harmolódics", que se basa en la absoluta paridad de importancia de las cuestiones armónicas, melódicas y rítmicas. Cada melodía llega con su propia armonía, despegándose en gran medida de las convenciones armónicas. Es decir, melodías que se abren y se cierran en sí mismas, sin atender las progresiones de acordes. Ello seguramente lo impulsó a desplegar su teoría fuera del ámbito del jazz, y he aquí el resultado.

Primer proyecto sinfónico (concerto grosso) de este músico perteneciente a la vertiente del free-jazz o jazz de estilo libre y en el que puso de manifiesto su concepto de "harmolodics" (armonía, melodía, tempo, y ritmo al unísono). Precisamente, uno de los primeros experimentos en fusionar/sintetizar la música clásica con el jazz per se -movimiento conocido como Third Stream- fue Gunther Schuller en "Jazz Abstractions" y en donde también participó Coleman.
A diferencia de otros músicos de jazz como Duke Ellington o Count Basie cuyos juegos orquestales eran calificados como melódicos, rítmicos, tonales y con toques exóticos, la orquestación de Coleman -particularmente en este disco- va mas allá de los conceptos del tejido armónico. Influenciado por Xenakis, Bartok y Stravinsky así como en los compositores de su tierra natal como Copland y Gershwin, logró amalgamar una serie de disonancias/armonías bastante particulares, incluso hasta logró que la orquesta interpretara un jazz estilo libre a puro violín y timbal.
Skies of America es una suite de 21 movimientos para orquesta sinfónica en donde se fusionan la música académica con el jazz contemporáneo y se resalta en demasía los instrumentos de cuerda con registros altos y unos timbales frenéticos, además de una batería sollozante y por supuesto el saxo caótico de Coleman en la segunda mitad.
Con temas muy cortos y con la Orquesta Sinfónica de Londres como telón de fondo, podemos encontrar diversidad de temas como "The Good Life", caótico y épico a la vez; "Birthday and funerals" y "Love Life", oscuros, parsimoniosos y cinemáticos; "Holiday for Heroes" y "The Souls Within Woman" donde la orquesta interpreta un jazz desenfrenado; "The Man Who Lives in the White House" y "The Artist in America" donde los trinos de violín y timbales agresivos secundados por el sax alto de coleman corroen los oídos, entre otros.
Disco difícil de escuchar y en el que hay que tener cierta "paciencia auditiva" para poder apreciarlo en todo su esplendor.

Roberto I. Quesada 

En 1972 la obra fue estrenada en el Lincoln Center por la American Symphony Orchestra, y con la colaboración de algunos de sus músicos: Dewey Redman (trompeta, oboe), Charlie Haden (contrabajo) y Ed Blackwell (batería).





Leroi Jones mantiene que tras el triunvirato Parker, Young y Hawkins, los tres saxofonistas más influyentes son Coltrane, Rollins y Ornette Coleman, y que "Coleman ha sido el más excitante e influyente innovador desde Paker… y ha conseguido influenciar a ambos, por no hablar de las miríadas de otros instrumentistas más jóvenes, no sólo saxofonistas".
Siempre se ha señalado que el sonido cálido y brillante de su saxo tiene su origen en la música rural de su Texas natal. Siempre se ha señalado que casi todas las melodías de Ornette se pueden cantar, y de hecho tiene su origen en la música popular, el folklore: por eso se ha dicho tantas veces que su música provenía del blues.
 
Ornette Coleman ha representado para el jazz la renovación absoluta después del fenómeno bebop. Esto es, tras Charlie Parker y todo el cambio que su música significó, fue Coleman quien impuso los cambios definitivos en un estilo musical que se ha desarrollado, fundamentalmente, durante todo el siglo XX. De hecho, después de Ornette no ha habido ninguna revolución notable en el jazz; sino más bien, todo lo contrario. Se ha avanzado apresuradamente hacia la retaguardia, bien a través del neobop, bien en el camino del neoclasicismo más ortodoxo.
Así pues, la contribución de Coleman -con su llamativo saxo de plástico- fue grande, aunque el jazz tras él entrara en un dinámica sin vuelta atrás. Algo parecido a lo que ocurrió con el dodecafonismo en la música clásica. El paso definitivo hacia la vanguardia del jazz a principios de los años sesenta está en deuda con dos nombres legendarios: John Coltrane y Ornette Coleman. El primero revolucionó el saxofón, llevándolo hacia la modernidad, mientras el segundo fracturó el jazz, de tal modo que ya no fue el mismo después de su llegada. Efectivamente, y aunque la tendencia fue volver hacia atrás, es obvio que su contribución fue fundamental para entender y desarrollar el jazz desde una perspectiva contemporánea.
Para Ornette el jazz era expresión, musicalidad sobre todo. Fomentó un multiestilo, tomando de músicas y armonías muy diferentes y creando después un totum revolutum de donde cada vez era más difícil salir de la vanguardia, sobre todo por la llegada de la música electrónica. El free jazz promovió la libertad absoluta en el jazz -no como la “libertad controlada” propugnada por Miles Davis en la misma época-; una libertad que, ejercida por Ornette, Don Cherry, Charlie Haden o Billy Higgins, podía implicar la mayor fusión entre música y belleza conocidos en una banda de jazz.
 
 
Mucho más podría decirse sobre sus experimentos orquestales (alguien dijo que Coleman usaba la orquesta como un saxofón) o sobre el grupo Prime Time que formó luego, con dos guitarras, dos bajos, dos baterías, en el que brillaron el baterista Ronald Shannon Jackson, su hijo Denardo y el guitarrista James Blood Ulmer. Esta música a la densa y ruidosa que se le dio el nombre de "free funk" era otra confirmación de los mismos principios de este hombre que, con humildad, generó una verdadera revolución sonora.

Aquí hay una confirmación de esa revolución llamada Ornette Coleman.


Lista de Temas:
01. Skies Of America
02. Native Americans
03. The Good Life
04. Birthdays And Funerals
05. Dreams
06. Sounds Of Sculpture
07. Holiday For Heroes
08. All Of My Life
09. Dancers
10. The Soul Within Woman
11. The Artist In America
12. The New Anthem
13. Place In Space
14. Foreigner In A Free Land
15. Silver Screen
16. Poetry
17. The Men who Live In The White House
18. Love Life
19. The Military
20. Jam Session
21. Sunday In America

Alineación:
– Ornette Coleman / Alto Saxophone
– Charlie Haden /
Bass
– Ed Blackwell / Drums
– Dewey Redman / Tenor Saxophone, Oboe
Orchestra – The London Symphony Orchestra
David Measham / Conductor

 
 

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