El tecnofascismo en acción en épocas de falsa libertad: el neoliberalismo (o el actual liberalismo) es siempre una promesa de modernidad y futuro, que envuelve un presente de penurias, y el despliegue del pasado, en todas sus posibles dimensiones: económica, social, política y cultural. Lo que cierto es que éste experimento con seres vivos está provocando daños que costará mucho revertir, no solo en el plano material del país y de las condiciones objetivas de vida de sus habitantes, sino en el plano cultural y hasta de salud mental de la sociedad. Lo "nuevo" que nos vendieron algunos politólogos y estudiosos de opinión pública y climas sociales de época apesta a viejo, atrasa y más precisamente, retrasa décadas y hasta siglos quizás. En esta realidad, surgen claros indicios de que se está conformando una estructura de provocadores al servicio de Milei; una estructura parapolicial al servicio del gobierno liberticida. Rápidamente, vamos teniendo nuestra propia Gestapo.
Estos eternos diez meses de Milei nos han envejecido, enfermado, roto por dentro. A ninguno nos resultó gratis, nadie sale indemne de una inmersión en el fascismo de cualquier tipo, y llamo fascismo aquí a cualquier régimen que se proponga eliminar o censurar o encarcelar a cualquiera que no adhiera a él. Y eso es Milei llamando delincuentes a los rectores universitarios, eso es Milei diciéndole rata o mogólico a alguien a modo de insulto, eso es Milei confundiendo a la militancia con la infiltración y el daño físico.
Nos asombra Milei, ésa es todavía su fascinación, porque la pulsión de muerte siempre está allí al acecho, y más cuando millones de personas tienen la mente alterada después de más de diez años de creer que son ciertas cosas que son mentira. La corrupción del periodismo es central en la guerra cognitiva. Pero es una fascinación declinante, y esos destellos fantásticos, cuando se apagan, lo hacen bruscamente y devuelven con creces la impiedad con la que los trató el embaucador.
Milei no para de dar números falsos. Bullrich no para de negar lo evidente ni de amenazar ni de decir sandeces que serían risibles si esta mujer inenarrable no tuviera el monopolio de las fuerzas federales. Cuando habló de Molotovs todos pensamos que ya habría capuchas preparando unas cuantas. Porque a todo el mundo no se le puede mentir todo el tiempo, y eso está quedando en evidencia. A propósito, ¿qué fue los capuchas que quemaron el auto de Cadena 3?
Escuchamos todos los días cosas crueles, absurdas, soeces, perversas. Es enloquecedor ver a un desequilibrado destruir en Estado con el goce de un fanático como cualquiera de los miles de fanáticos enceguecidos que han aparecido en la historia para llevarse puestos a millones con ellos, para purgar complejos o para aplacar su megalomanía.
A esta altura es inentendible que esta gente se sienta superior a alguien. Que esta gente sea supremacista. Son tan ignorantes, tan primarios, tan ridículos, tan atroces que interpelan todos los días nuestra cordura.
Mientras tanto, el régimen deja ver su torpeza y su desenfreno tecnofascista con el impudor de ese tipo de desvarío que hace que vayan perdiendo abolutamente todas las inhibiciones. No tienen límites. Son capaces de todo. Imaginen lo peor. Son capaces.
Pero son tan torpes, tan sobreideologizados, que sus errores tamaño cañón aceleran la ira generalizada. Pero por suerte, no solo la ira. También ellos mismos, con su obcecación psicopática, han despertado a un sujeto social transversal y argumentativo, han atacado, insultado y tratan de ajustar con torniquete precisamente a los que se dan cuenta de que es un bruto, a los que tienen todas las herramientas para verlo desnudo, absurdo, impotente.
Nuestras juventudes secundarias y universitarias están entrando en una etapa de politización acelerada y de una intensidad histórica. Lo que por arriba no se acomoda en momentos en los que la unidad opositora es el único bálsamo para soportar tanto sufrimiento, se acomoda por abajo y de manera imprevisible. La vida te da sorpresas, pero la historia también.
Retrasa en términos de como entienden la sociedad, el mundo, el Estado y la vida en general, y nos retrasa como país, como sociedad. De hecho, nos están haciendo quedar en los distintos foros mundiales como un país detenido en el tiempo o peor aun, que ingresó a la cápsula del tiempo para aparecer en el Medioevo o más lejos aun, gobernado por una secta de talibanes e inadaptados sociales, que cuestionan lo que nadie cuestiona en ningún lado, como la ciencia, los semáforos, la obra pública o los cinturones de seguridad en los autos.
Y con ese compendio de idioteces andan por la vida, metidos no solo a gobernar (lo cual ya es bastante peligroso), sino a reformadores sociales; para convertir lo que alguna vez fue un país modelo en América Latina por su integración y cohesión social y por su movilidad social ascendente, en una republiqueta bananera con economía de plantación, gobernada por un aspirante a dictador con brotes psicopáticos.
En éste contexto, el desafío es elegir que peleas dar, para no renunciar a ninguna de las importantes, ni perder energías ni desperdiciar esfuerzos en las que no conducen a nada. Porque de eso se trata en definitivas: las locuras (aparentes, reales o discursivas, lo mismo da) de la pandilla de orates que nos gobiernan, sus exabruptos, sus sandeces, sus argumentos ridículos e inverosímiles, carecerían en absoluto de toda importancia más que la anecdótica en términos políticos y sociales, si no fueran el decorado en el que transcurre la obra de un nuevo despojo al país y a la mayoría de sus habitantes.
En medio de todo ese barro podrido, no es raro de que desde el seno liberticida nazna el germen de una nueva SS al servicio de su viejísima "libertad" para pocos...
La reiteración de hechos que laten al compás de la violencia institucional lleva a preguntarse si el régimen de La Libertad Avanza (LLA) anhela su propia SA.
Aquella era la sigla de la Sturmabteilung, nada menos que la “Sección de Tormentas” del Partido Nazi. Una milicia de asalto cuyo signo distintivo fueron las camisas pardas. Creada en 1921 por una entusiasta muchachada, entre la que se destacaban Ernst Röhm, Emil Maurice y Hermann Göring, esta organización –cuyas actividades incluían ataques callejeros a oponentes políticos y acciones vandálicas contra hogares y tiendas de la comunidad judía– tuvo un rol de suma importancia en el ascenso del Führer al poder. Y en sus momentos de esplendor llegó a tener unos tres millones de integrantes.
Infinitamente más modestos y embrionarios, sus émulos locales no pasan –por ahora– de provocaciones y disturbios en actos y movilizaciones populares, a modo de complemento del dispositivo represivo desplegado por el Ministerio de Seguridad. En otras palabras, son “auxiliares” de los mastines antropomorfos comandados por Patricia Bullrich. Una falange de variada catadura, compuesta por antiguos miembros de grupos fascistas (tipo Revolución Federal), militantes libertarios y lúmpenes de toda laya, además de policías encubiertos.
Sus primeros logros ya están a la vista. Pero también la identidad de sus esbirros más descuidados.
Ya era un secreto a voces que –junto a los batallones de infantes armados hasta los dientes, motociclistas policiales y brigadas con chalecos– a los dispositivos de represión callejera se le suman provocadores para generar hechos vandálicos y agentes encubiertos o simples “amigos de la gorra” infiltrados entre la gente.
Pero durante la marcha del 3 de octubre hubo una novedad en la materia: el recurso del señuelo.
Es decir, jóvenes libertarios que, con la excusa de alguna imaginaria tarea periodística para las redes sociales, son lo que las lombrices a los pescadores, al mezclarse entre los manifestantes –debidamente custodiados– con el triple objetivo de causar disturbios, ser velozmente rescatados y, además, victimizarse.
un libertario mas violento que un zurdo? pfff sigan en su burbuja y seguirán fracasando. si no se avispan posta no vuelven mas y va a ser aburrido no tener a quien domar
ResponderEliminarAhhh... ¿así que me querés domar? ¿Y eso no te parece violento? ¿Quñe referencia podés tener y qué opinión de la violencia puede venir de vos que querés domar a la gente que no piensan como vos?
Eliminar¿Quién seguirá fracasando? ¿el plan económico de tu presidente desquiciado? ¿En contra de quién estás? ¿te metieron en la cabeza que estás en contra de una ideología determinada? Jodete por creertelo, en verdad estás militando para el 1% que son los que se llevan toda la torta.
Todas las ideologías han caído en excesos, y si no te das cuenta que hoy se están pasando de la raya el que está en la burbuja sos vos, deja de sobreideologizarte y mirá como está viviendo la gente, que hoy no existe ni izquierda ni derecha.
Y estaría bueno que revises para quien militás... lo de ustedes, además de su gran cuota de odio, es ingenuidad al palo.