#Músicaparaelencierro. Para comenzar bien la semana, vamos con un gran aporte de LightbulbSun, que nos trae un mini LP de los canadienses más famosos: ocho versiones de temas de bandas (sobre todo de los años 60) que los han inflienciado (Eddy Cochran, The Who, The Yardbirds, Buffalo Springfield y Robert Johnson/Cream), un trabajo muy disfrutable y muestra el gran oficio sonando las versiones poderosas. Todas las versiones son buenas, aunque ninguna sea especialmente destacada, cumplen bien con estas revisiones de clásicos, aunque sea un trabajo menor en su discografía, no deja de ser una rareza y otra faceta poco conocida de esta gran banda de todos los tiempos.
Llega un momento en la vida de todo grupo en que se hace necesario rendir tributo a las raíces, a aquellas canciones sin las cuales los integrantes jamás hubieran cogido un instrumento y menos se hubieran atrevido a componer alguna melodía. "Feedback" es eso, y difícilmente podría ser considerado como parte de la discografía en largo de la banda de no ser por la gran calidad de las interpretaciones y porque se respira una atmósfera tan setentera que podría ubicarse entre los primeros esfuerzos de grabación del trío canadiense. Tal como señala Neil Peart en el texto del disco, se trata de un momento de relax, de volver a tocar las canciones de antaño sin ningún tipo de presión de por medio, de un descanso en el proceso creativo mismo para dar rienda a la razón de ser música: divertirse pero también homenajear a través de los covers el arte mismo de aprender a tocar. De ahí que la selección de canciones de este disco permita apreciar de dónde sale el sonido Rush que a todos nos gusta.
Dentro de los planes de celebración de los 30 años de vida del grupo, Rush han querido rendir tributo, con este mini LP de versiones, a los grupos que les influenciaron en la segunda mitad de los 60. 8 temas clásicos que llevan el sello de Rush, pero a la vez conservan la esencia de los originales, utilizando para ello sonidos de guitarra o percusión muy parecidos a los que se usaron en su momento. Las canciones en cuestión pertenecen a grupos como The Who (“The Seeker”), Buffalo Springfield de quienes hacen dos versiones: “For what it’s worth”, con un excelente trabajo de guitarra y “Mr. Soul”. Los Yardbirds, de quienes meten otras dos: “Heart full of soul” (atención a Geddy Lee cantando con su voz natural, sin falsete) y el clásico entre clásicos “Shapes of things”. El “Crossroads” de Cream, “Seven and seven is” de Love, y la versión de una versión de Eddie Cochran: “Summertime blues”, de quienes hacen un cover basándose en la versión de Blue Cheer. Tanto por los temas elegidos como por el resultado final del disco se puede decir que a los amantes de las versiones, de los clásicos y de todo lo que haga el trío de Toronto van a encontrar un 3 en 1 pero que muy interesante.
Lo de The Who es bastante notorio, al igual que el repertorio versionado de Love o de The Yardbirds. Lo que sí causa sorpresa es la inclusión de un cover de Robert Johnson. Que Rush tuvo influencias del blues en sus inicios se debe más a la excesiva deuda con Cream o con Led Zeppelin, pero aquí se mandaron con el homenaje al creador. Y el resultado no es malo. La duración no es excesiva y el formato EP resulta amigable para este tipo de experimentos.
El albums de covers de Rush. Serán covers, pero en definitiva quienes los tocan son los Rush, no es un punto menor.
Los
discos de versiones…queridos y odiados por igual. Son muchas las bandas que a
lo largo de sus carreras quisieron rendir tributo a algunas de sus agrupaciones
preferidas y se aventuraron a publicar un álbum con covers de todo tipo.
Obviamente, el público es muy diverso y no todos están de acuerdo con este tipo
de proyectos, por lo que la recepción del público no siempre es la esperada.
Dicho
esto, en esta reseña he querido rescatar un pequeño trabajo lanzado por los mismísimo
Rush en 2004 con el que celebraron su 30 aniversario como banda.Este disco consta de 8 versiones de
diferentes músicos (algunos de estos sorprendentes) que han influido, en mayor
o menor medida, en Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart a lo largo de su
extensa trayectoria musical.
Dicho
esto, comienzo mi reseña…
Aunque
es original de Eddie Cochran, el disco comienza de buenas formas con
“Summertime Blues”, inspirándose en la versión que grabó y popularizó a Blue
Cheer. El resultado es aparentemente bueno, con una instrumentación compacta,
un sonido old-school que gana enteros y ese toque de calidad que aporta siempre
Rush a sus composiciones y, en este caso, versiones de otros artistas (me
encanta el breve solo de bajo que se marca Geddy). Algo similar ocurre con la
agradable “Heart Full Of Soul” con la que el trío rinde tributo a los
Yardbirds. Sonido vintage, un gran Geddy a la voz y una actuación notable de
Lifeson, especialmente en el solo de guitarra, y del bueno de Neil tras la
batería. Casi al final de este trabajo Rush vuelve a acordarse de los Yardbirds
con un cover de “Shapes Of Things”, que suena bien, pero no llega a fascinar
como sí hacen otras canciones del álbum.
Curiosamente,
la banda grabó dos covers de Buffalo Springfield, banda que probablemente no
esperaríamos en un álbum de versiones de estos tipos. Si bien “For What It’s
Worth” y “Mr. Soul” suenan fieles a las pistas originales y hay un par de
momentos muy acertados, no me llaman del todo. Supongo que esto se debe a que
acostumbrados a la creatividad que ha caracterizado a estos músicos durante su
extensa carrera, así como a la innegable calidad que cada uno de sus músicos
atesora con sus respectivos instrumentos, me resultan canciones sencillas y que
no permiten a la banda desarrollar todo su potencial. Tal vez podrían haber
elegido otras canciones.
Con
“Seven And Seven Is”, original de Love, sí puedo llegar a percibir un mayor
lucimiento instrumental de los tres músicos. Cierto que en un principio esta
canción pueda sonar desacompasada, pero con el transcurso de los segundos va
ganando puntos positivos y podemos llegar a disfrutar de un mayor espectáculo
instrumental por parte de estos tres genios.
Para
el final he querido dejar dos versiones que, junto a “Summertime Blues”, me
parecen las más logradas de todo el conjunto. La primera de estas es “The
Seeker”, que es una de mis canciones preferidas de The Who (¡cómo adoro a Pete
Townshed y compañía!), y que creo que Rush borda, transportándome a aquel
homónimo debut de estos canadienses en el que predominaba un Hard-Rock más
festivo y ameno, en comparación con sus futuros trabajos más elaborados y
ambiciosos. Finalmente, la versión del “Crossroads” de Robert Johnson (para mí
Rush se inspiró más bien en el cover de Cream), que fácilmente podría ser la
canción por excelencia de este anecdótico trabajo. La voz de Geddy suena mucho
más clara que en otras pistas previas, la bestial pista de bajo que se marca el
señor Lee durante el incendiario solo de Lifeson y la omnipresente magia tras
los parches de Peart cierran a lo grande un álbum curioso.
Lo
dicho. Los discos de versiones no están hechos para todos los públicos y,
seguramente todos los que amamos a Rush, hubiésemos preferidos en aquel momento
un nuevo trabajo con temas originales de la banda, pero hay que reconocer que
este “Feedback”, de cuya existencia seguramente muchos estén desinformados, es
una compilación de covers bastante decente. Si tuviera que ponerle varios
“peros”, estos serían: las versiones de Buffalo Springfield (hubiera preferido
otra banda que diera más juego a Rush), la brevedad del trabajo, extraño un
poco de ruptura con las versiones originales (si Rush añadiera a todas las
pistas del álbum su esencia, sería un disco sencillamente épico) y tal vez la
producción en algunas canciones. No veo este trabajo como suspendible ni mucho
menos (espero que nadie lo vea así), pero tampoco lo considero como
imprescindible para adentrarte en el maravilloso mundo de Rush (todo lo
contrario). Un siete para este anecdótico “Feedback”.
Lista de Temas: 1. Summertime Blues 2. Heart Full Of Soul 3. The Seeker 4. For What It's Worth 5. Shapes Of Things 6. Mr. Soul 7. Crossroads 8. Seven And Seven Is
Alineación: - Geddy Lee / bass, vocals - Alex Lifeson / electric and acoustic guitars, mandola - Neil Peart / drums, cymbals
Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer
Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá
La realeza de la música rock se reunió para recrear uno de los álbumes más importantes e influyentes de la historia, la obra maestra de King Crimson de 1969, "In The Court Of The Crimson King", y Jorge Nuñez se volvió a acordar de ustedes y es por ello que ahora lo presentamos en sociedad: uno de los álbumes más icónicos de la historia de la música, considerado por los críticos como una grandiosa obra maestra, vuelve a ser noticia porque recién salió del horno su última resurrección, con reversiones a cargo de miembros de King Crimson, como Mel Collins y Jakko M. Jakszyk, así como de Todd Rundgren, Chris Polonia (Megadeth), Ian Paice (Deep Purple), Joe Lynn Turner (Rainbow), James LaBrie (Dream Theater), Carmine Appice (Vanilla Fudge, Cactus, Pappo's Blues, etc.), Steve Hillage (Gong) y más. Y lo más divertido es que seguramente quedarás paralizado de oír como cada tema es interpretada por esta extraordinario banda de músicos. Para que te entretengas en el finde, es
“Si vinieron para que les hable de mí, me voy –dijo Luis Alberto Spinetta al tomar el micrófono–. Yo les voy a hablar de la música en una faz filosófica: del origen de la materia sonora y su repercusión en la civilización. Y solo contestaré preguntas sobre eso, no sobre Spinetta.” Eran pasadas las 19.30 del lunes 2 de julio de 1990 cuando el Flaco dio comienzo a su “clínica de poesía musical” en la Casa Suiza –ubicada en Rodríguez Peña 254 de la ciudad de Buenos Aires–, con entrada libre y gratuita, ante más de cuatrocientas personas. Años después, esa charla se convertiría en un libro apócrifo: El sonido primordial. Por Patricio Féminis Esta es la historia de aquella conferencia de Spinetta que llegaría a tener una edición pirata, como si fuera un libro suyo, y que llegaría a venderse por dos editoriales distintas en Mercado Libre. Aquel lunes invernal de 1990, el guitarrista, cantante y creador asistió para exponer en la Casa Suiza (hoy tapiada por un edificio en construcción)
Buenos días desde La Barra Beatles, hoy nos vamos rumbo a la Inglaterra de los 70´s, una era de oro que pone melancolía en La Barra. La idea es rememorar a una de las grandes bandas de rock progresivo, que en Argentina empezamos a conocer años después de sus primeros lanzamientos. En 1976 Genesis publica el primer disco luego de la traumática partida de su cantante y miembro fundador Peter Gabriel. Representó todo un reto, porque mucha gente teorizó que con esa separación el grupo había sufrido una herida de muerte. Perder un cantante y compositor de la talla de Peter creo que preocupa a cualquiera, pero los muchachos no arrugaron y decidieron continuar, el resultado fue uno de sus mejores trabajos: “A trick of the tail”. Para algunos la traducción literal sería “Un truco de la cola”, otros hablan de un giro idiomático que sería algo así como “El diablo estuvo metiendo la cola”, también lo traducen como “Un golpe de timón”. Por Jorge Garacotche Este bellísimo álbum fue grabado entre
Para John Berger, "las tiranías no solo son crueles por sí mismas, sino que, además, ejemplifican la crueldad y, por consiguiente, fomentan la capacidad para serlo y la indiferencia frente a ella entre los tiranizados". Estamos frente a una avanzada masiva sobre nuestras vidas. Hacia donde miremos vemos catástrofe. Despidos, comedores sin comida, cierre de programas que garantizaban derechos, desfinanciamiento de las universidades públicas, desregulación de las tarifas, represión de la protesta, el endeudamiento como mecanismo de reducción de la posibilidad de vivir y una larga lista que se actualiza día tras día. Frente a esto, se suceden expresiones que intentan revalorizar las vidas dañadas: "Nuestro trabajo era importante", "no todos somos ñoquis" o ―peor aún― "yo no era ñoqui", "lxs docentes no adoctrinamos", "perdimos compañerxs que hacían". Tenemos que producir valor a partir de la desgracia. Vivir se convirtió en
Mucho antes de agitar la primavera alfonsinista de la recién llegada democracia con la segunda encarnación de Los Abuelos de la Nada allá por los años 80, había nacido en Francia la primera versión de esta agrupación, pariendo además un disco maldito del que poco se llegó a conocer por estos parajes, e inclusive la primera edición para el mercado argentino de este disco salió no hace mucho. Un disco particular, donde hay hard rock, psicodelia, experimentación, y además una historia muy rica donde terminan apareciendo muchos de los máximos referentes del rock argentino, y donde Miguel Abuelo, ese niño de la calle devenido en poeta iluminado por la psicodelia y el folclore del noroeste es el protagonista casi casi, principal. Recién lo acabamos de presentar y ahora revivimos este disco tan particular. Un disco de culto que no puede estar afuera del blog cabeza. Artista: Miguel Abuelo & Nada Álbum: Miguel Abuelo & Nada Año: 1973 Género: Hard rock / Rock psicodélico Duració
Una reedición de la discografía completa de I.E.M., y convengamos que estos temas de I.E.M. eran muy difíciles de encontrar dado que sus ediciones fueron de una tirada muy limitada que ya se había por descatalogada ya hace mucho tiempo. Otro enorme aporte de LightbulbSun, y para aquellos que no están familiarizados con esto, les cuento que estos son los álbums en formato boxset de I.E.M., o Incredible Expanding Mindfuck, o el apodo de Steven Wilson para sus exploraciones psicodélicas y krautrock creadas entre lo que va de 1996 hasta el 2001 que pueden resultarte una especie de shock. Este compilado reúne con los 3 álbumes de estudio en este período, y definitivamente har algunas joyas aquí que seguramente serán muy apreciadas por el público cabezón. E ideal para cerrar otra semana a pura música en el blog cabeza, aquí tienen mucha música por si el fin de semana se presenta feo y lluvioso y se te joda el asado... con esto no te vas a aburrir. Artista: Incredible Expanding Mindfuck Á
"No puedo evaluar lo que hago con el aplausómetro. Me importa un belín. La pregunta es, si un pintor que sabe que es bueno sabe también que no va a poder mostrar sus cuadros, ¿los pintaría? Más bien. Le chupa un huevo. Un novelista, un poeta que es capaz de escribir versos, ¿qué necesita? Nada; va a Pippo, se pide un fresco y batata, se sienta y en el mantel, nomás, escribe LAS palabras. ¿Tecnología? Nada ¿Costo? Cero. Si uno hace música y sabe que suena bien, no importa si otro cree que no es tan buena. ¿Qué? ¿La voy a parar y no la voy a componer? No. Me importa un pito. Es el aire para quien yo la estoy haciendo y es el aire el que me va a devolver lo que yo quiera sembrar allí. ¿Acaso una novela se aplaude? Se lee en soledad. El arte es un trabajo individual y suena dentro del recinto en el que se lo trabaja. De ahí a que se crea que es una necesidad que otro lo escuche hay un largo espacio. Y, por otro lado, cuando la música es buena, cura. Cura. Sólo eso. Entonces, ahí sí
Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse
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