Ir al contenido principal

Hablar de la Música: El Factor Cultural

Se ha afirmado que la música comunica, expresa, pero que resulta imposible decir el qué. Nos referimos, claro, a la música instrumental. La que se canta posee un texto que orienta y que nos habla sobre lo que la música intenta expresar, comunicar. A lo largo de la historia hemos hablado mucho sobre la música. Más allá de pretender definirla, o de explicar su utilidad, su capacidad para modificarnos y alterarnos, se ha escrito abundantemente sobre qué nos quiere decir la música, o más concretamente, cada pieza u obra musical. A estos trabajos se los podría describir como de guiones musicales, explicaciones alusivas a cómo una música nos estimula, qué elementos del sonido toca qué resortes anímicos para despertar diferentes emociones y sentimientos. No cabe duda de que la música nos conmueve. Lo que resulta evidente es que no a todos nos provoca las mismas emociones, ni que éstas hayan sido similares en todas las épocas, ni que la emoción del compositor coincida con la que percibirán sus oyentes, ni tan siquiera con la que sus intérpretes intentarán recrearla. Aquí, un desarrollo que habla de que es al cuete tratar de hablar de la música ¡a la música hay que escucharla! pero también habla sobre los procesos culturales que acompañan nuestra impresión sobre lo "bello" de la música, y como ello condiciona una genuina búsqueda musical.


Por Rui Valdivia

Sentimos una necesidad vital por hablar de todo, y por supuesto, de las obras de arte. Intentar explicar en palabras los elementos fundamentales de su escucha, de su apreciación, arropar la percepción con todo un amasijo de historias, descripciones, narraciones que ponen en conexión la música o la pintura con otras vivencias y pensamientos. Porque una cosa es que la obra de arte, o la música, sea inefable, y que por tanto haya sido compuesta para expresar algo que no podría haberse comunicado por otros medios, y otra muy distinta que no debamos comunicarnos intentando describir la experiencia en que nos ha sumido, o incluso más allá, el que la experiencia artística se nutra de narraciones ajenas a la propia obra y que nos sirven para dotarla de sentido y de valor.

Pero la música no nos conmueve por sí misma, como tampoco una palabra en su mismidad fonética nos comunica nada. Los sonidos o las letras que se agrupan en un vocablo deben haberse definido o expresado a través de una cultura que los dota de significado, no universal, por supuesto, sino adaptado al contexto y la situación en el que cada palabra se incrusta. Lo mismo acaece con los sonidos musicales. Precisan de esa contextualización cultural, sin la que resulta imposible establecer patrones perceptivos y que estos se correlacionen con determinadas respuestas emotivas.

Por esta razón, lo que se dice sobre la música resulta fructífero, y creo que imprescindible, en relación a los significados sociales que esta adquiere en cada contexto. Que unos acordes de una sinfonía despierten emociones distintas en diferentes momentos históricos no depende sólo de sus sonidos, sino de cómo se socialice la música, y por tanto, de lo que se dice de ella, de lo que se hace mientras se la escucha, de nuestra predisposición y experiencias previas con estas y otras músicas, junto con otras adquisiciones culturales y artísticas.

Pondré algunos ejemplos.

A comienzos del siglo XVII se inventa la ópera. Un género nuevo que funde palabra y música en una trama dramática. Y nace porque unas personas deciden recrear lo que ellos consideraban que era la tragedia griega. Se reunían, leían textos, imaginaban en común, se ejercitaban inventando el recitativo y toda una nueva forma de cantar y de colorear musicalmente las pasiones, jugaban a inventar un género destinado en principio al puro solaz principesco y cortesano, y que sólo cuando ya fue pergeñado, saltó los palacios y empezó a expandirse más allá de estos círculos puramente académicos y elitistas. Evidentemente, la ópera no se parecía en nada al drama griego. ¿Qué importaba? Habían inventado un género que hasta hoy perdura. Pero para su correcta recepción hubo que escribir mucho sobre esta nueva música –nos han llegado abundantes textos al respecto-, y llevar a cabo un aprendizaje social y cultural que trascendía a la propia música, con objeto de que cuando el público asistiese a una representación tuviera una reacción adecuada al objetivo social y artístico deseado.

Aquellas óperas de Monteverdi y Peri, más tarde de Lully o Rameau, se olvidaron barridas por la ópera mozartiana, el bel canto y el romanticismo verdiano o wagneriano. Sin embargo, hoy vuelven a estar con nosotros. Pero este regreso no resultó fácil. Se realizó a la sombra del movimiento por la autenticidad en la música, un invento de musicólogos e intérpretes por recrear la música de otra forma, y donde nuevamente los textos, las explicaciones, el aprendizaje, la educación, en suma, la socialización, resultaron imprescindibles para que ahora podamos seguir disfrutando con la ópera antigua.

No nos confundamos, las palabras sobre la música no sustituyen al mensaje o el sentido musical, pero éste sólo puede expresarse gracias a una aculturización en los patrones musicales, en las estructuras sintácticas propias de cada estilo musical, por lo que los sentimientos de respuesta pueden resultar un tanto arbitrarios y poco predecibles al no colegirse únicamente y de forma totalmente racional de la partitura o de la sola música.

Dudo que la heroicidad de algunas sinfonías de Beethoven fuera invención suya, y por supuesto, nadie puede pensar que su dramatismo sea intrínseco a su sonido, independientemente de la interpretación y predisposición. El mito Beethoven y cómo debían escucharse sus obras, la disposición de ánimo con la que había que enfrentarlas y los sentimientos que debían despertar, sólo muy someramente aparecen en los propios escritos de Beethoven, pero sobre todo afloran en la inmensa literatura que surgió durante todo el romanticismo en torno a cómo la música debía despertar el patriotismo, la comunidad de destino, la identificación nacional y el sentimiento de pertenencia y de liberación. La música debía ayudar a crear al buen burgués, liberal y patriota, y a los conciertos había que asistir imbuido de ese talante pedagógico que el público-ciudadano aprendía de libros, revistas y conversaciones, y que en el auditorio como aula, templo o universidad se ponía en práctica en comunión con el resto de los asistentes.

El heroísmo del último movimiento de la 7ª sinfonía, por ejemplo, no se puede sentir sin ese adoctrinamiento previo, sin haber querido creer que se va a asistir a un rito. Y en ese convencimiento los textos iniciales de Wackenroder en la época del Sturm und Drang, y posteriormente de los filósofos Schelling, Herder y hasta el propio Hegel o Schopenhauer, y sobre todo del novelista E.T.A. Hoffmann, serán los que van a destilar todo esta filosofía estética, idealista y nacionalista sobre la música concreta de un Beethoven, al que convertirán en un auténtico demiurgo de la nueva música del absoluto.

Tampoco podremos entender toda la eclosión musical, ni la propia contracultura ligada a ella, que afloró durante los años sesenta del pasado siglo al margen de la literatura creada en su estela. Sobre todo, la aparición de una serie de revistas culturales y musicales dirigidas a la juventud y en la que se hablaba de la música, de cómo había que aprehenderla, qué sentimientos expresaba, contra quién se lanzaba, en apoyo de qué ideales políticos, a favor de qué estilos de vida, y en la que la exaltación de la biografía y las aventuras de los músicos resultaba deliberada, en un intento pedagógico por predisponer el ánimo popular a un rito que en su estructura resultaba similar al de Monteverdi durante sus óperas o al de Beethoven en sus sinfonías, pero eso sí, bajo unas coordenadas propias y como en aquellas, recreadas con lenguajes diferentes al propiamente musical.

Se abre un amplio abanico de posibilidades en torno a lo que se puede decir sobre la música, desde la pura poesía, la didáctica y la pedagogía, hasta los ensayos sobre su filosofía, repercusión social e incluso relación con la política o la cultura. Desde intentar traducir en palabras el puro goce, hasta el extremo de intentar describir su estructura y principales características técnicas o musicológicas, existe un fértil campo para la disquisición musical. Y por supuesto, los escritos que han influido en la música que se debía componer en cada momento histórico, hasta aquellos que a posteriori influyen sobre su receptividad, expresividad y forma en que debe ser interpretada. Como vemos, no todo lo que se puede escribir sobre la música atesora la misma entidad, ni posee los mismos fines, ni se dirige al mismo público.

La primera vez que escuché en directo una sinfonía de Beethoven interpretada con instrumentos originales y con criterios historicistas me quedé perplejo. Acostumbrado al heroísmo, el intenso dramatismo, con que tradicionalmente se las había interpretado, educado, a través de tantas lecturas, en el mito Beethoven y ese espíritu romántico del absoluto y de lo sublime, aquellas interpretaciones de Norrington o de Harnoncourt carecían de fuerza, de esa tensión al borde del paroxismo que un oyente tradicional siempre anhela cuando compra su entrada para oír a Beethoven. Pero resulta magnífico poseer la oportunidad de poder acceder a dos universos emotivos tan distantes soportados por la misma partitura. Y es que la emotividad no sólo la pone el intérprete, también el oyente, y ambos utilizan para ello todo un cúmulo de lecturas, experiencias culturales, criterios filosóficos, visiones políticas que colorean tanto la interpretación como su receptividad. No está mal sentir la llamada de las barricadas, o el espíritu del absoluto hegeliano, pero no son estos los únicos sentimientos que puede albergar la música del sordo de Bonn. Aunque entiendo a las personas cuyas expectativas se ven frustradas por una interpretación aparentemente anodina, suave y sin tensión dramática. Pero doy fe de que la lectura de los criterios historiográficos y musicológicos que sustentan esas versiones, resultan imprescindibles para orientar la forma en que recibimos la música y respondemos emotivamente ante ella. La contemplación como un acto puro de la voluntad individual no existe. Siempre la mente necesita asideros sociales y culturales en los que basar la interpretación que realizamos de las obras de arte que contemplamos, de la música que escuchamos. Y una lectura nos puede abrir un panorama emotivo, una nueva capacidad receptiva, que la sola música sin otros referentes jamás podrá conseguir.

A muchas personas les chirrían los oídos cuando escuchan música dodecafónica. Si hemos sido culturizados musicalmente en un mundo tonal occidental, melódico, de tensiones y resoluciones tradicionales, de acordes populares, el encuentro con este tipo de música como acto puro de contemplación resulta inapropiado. Pero no de forma distinta a cómo infinidad de músicas no occidentales serían recibidas por oyentes no habituados, sin un proceso previo de socialización y aprendizaje musical, lingüístico y cultural. El hecho de necesitar un apoyo extramusical, de que la comprensión de una determinada música precise de un esfuerzo y de la ayuda de otros lenguajes no le resta grandeza artística a la composición musical. Porque absolutamente todas las músicas con las que nos identificamos o que nos hacen sentir emociones valiosas poseen unas características de sintaxis y de entonación que en algún momento hemos tenido que aprender, ya sea durante la niñez como parte del ambiente cultural, o más tarde, ya guiados por nuestra voluntad y deseo.

El ejemplo del dodecafonismo puede resultar interesante. Porque este lenguaje fue creado “artificialmente” con unos objetivos muy claros que aparecen explicitados en obras escritas por sus propios inventores. No de forma muy distinta, por ejemplo, al lenguaje que Rameau “inventó” en el siglo XVIII y sobre el que se ha basado la armonía europea durante el barroco y el clasicismo, y en el que hemos sido culturizados musicalmente los occidentales. Para disfrutar con la música dodecafónica se precisa un esfuerzo, hay que querer disfrutarla. Yo creo que sin este deseo resulta imposible sentarse durante más de cinco minutos ante una obra de Schönberg sin sentirse asediado y golpeado por una especie de furor demoníaco incomprensible. Alguien podrá preguntar por qué querer entender algo que al principio disgusta, si existen tantas obras musicales que sin esfuerzo nos hacen sentir cosas tan maravillosas. ¿Y por qué no? La curiosidad, el deseo de desvelar lo oculto, la necesidad de querer sentir lo que personas valiosas y estimables dicen que sienten, la posibilidad de acceder a otros universos, de socializarnos en otros ambientes, de asomar la cabeza fuera de las cavernas en las que cómodamente tendemos a vivir, el anhelo por expresar este mundo con un lenguaje propio y adaptado a su propia idiosincrasia.

Pero no basta la voluntad. No hablamos de masoquismo, porque no proponemos aguantar sin más ante una obra incomprensible y esperar que por ciencia infusa nos vaya a golpear la iluminación. En apoyo del aprendizaje no sólo resulta procedente escuchar obras musicales predecesoras, sino ambientar la audición con otras experiencias artísticas y culturales, y que en este caso del dodecafonismo, son el expresionismo, el ambiente cultural de la primera posguerra europea, todo ese movimiento artístico y político que consideró a la gran cultura tradicional europea como causante de la gran debacle de la guerra. Y leer sobre cómo los propios músicos cuestionaban la tradición y con qué criterios deseaban fundar el nuevo arte musical. O consultar cómo filósofos contemporáneos a la revolución -el más conocido y leído al respecto, Adorno-, han reflexionado sobre la necesidad de modificar el lenguaje musical romántico y las causas por las que la sociedad debía afrontar el disfrute estético orientándose por unas nuevas coordenadas.

El arte, o la música, más allá de la contemplación hay que experimentarlo. Se trata de una auténtica experiencia musical, y por tanto, debemos entender que como toda experiencia vital posee una historia, unos antecedentes, una aptitud, unos compañeros de viaje, deseos, y cómo no, una crítica, algo tan absurdo –a primera vista- como el cuestionamiento continuo de sus presupuestos a la par que el goce de su escucha. Si sólo fuese contemplación, el único juicio que podríamos emitir al respecto de la música sería sobre si nos gusta o nos disgusta. En cambio, al ser experiencia, nos permite hablar sobre ella, utilizar toda una panoplia de criterios estéticos, políticos, sociales, científicos y culturales para referirnos a ella, para aprender, para transmitirla y sobre todo, para poder vivirla en comunidad.

Rui Valdivia





Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer ...

Iterum Nata - From the Infinite Light (2024)

"Iterum Nata" significa "Born Again" en latín, una descripción apropiada para lo que presenta este disco, el quinto álbum de estudio de este proyecto que me ha puesto en un brete a la hora de catalogarlo ¿folk rock, folk picodélico, post rock, post metal, prog folk, rock progresivo,  black y doom metal?. Lo mejor es que es todo eso, pero todo junto. Desde Finlandia presentamos un trabajo que nos envuelve con una música atmosférica oscuramente melódica y lírica, influenciada por el paganismo y el ocultismo, y que podemos describir como un cruce entre los grupos neofolk melancólico como Tenhi, el folk psicodélico de Linda Perhacs más el misticismo musical espectral de Dead Can Dance y el progresivo de Strawbs, junto con los primeros King Crimson, sumadas a las inquietantes narrativas de Nick Cave, y tendremos algo parecido a la propuesta musical, política y filosófica de Iterum Nata, algo que creo que ya podemos intuir al ver su arte de tapa. Artista: Iterum Na...

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá...

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos ...

The Beatles - Get Back (2021)

Los tres episodios del documental "The Beatles: Get Back" y el reencuentro con la felicidad. Siempre elegimos algo especial para empezar la semana pero esta vez es distinto. Y es que comenzamos la semana en el blog cabeza con un tremendo aportes de LightbulbSun, al que le anexamos una certera nota de Marcelo Figueras para Cohete a la Luna el 10 de diciembre último. Se trata de nada menos que "Get Back", el documental beatle, el material de archivo inédito de la realización de el legendario álbum "Let It Be", un reality show diferido por más de 50 años de la que quizás fue la banda de rock más influyentes de la historia, en un documental que ya es legendario. ¿Cómo han renido tanto material  oculto todos estos años a tantos millones de fans? y otro de los grandes aportes del blog cabeza (y de LightbulbSun) para comenzar la semana con todo. Artista: The Beatles Película: Get Back Año: 2021 Género: Documental Duración: 468 minutos Nacionalidad:...

Jano - Faros Eolos (2024)

Una belleza sinfónica con aires tangueros. Y nos vamos para Córdoba, Argentina, porque tenemos el agrado de presentar un disco que es hermoso por donde se lo escuche, con una composición madura y lograda, basada en un concepto rico y profundo. Ya presentamos el anterior trabajo de Jano, y ahora éste, su último álbum que forma parte de un concepto presentados en cuatro discos, de los cuales es el segundo que continúa con las historias dibujadas en oníricos paisajes donde dominan los climas forjados por islas desiertas, soledades innombrables, faros que no guían sino que repelen, y donde fantasía y realidad se unen a través de la música, donde temas atmosféricos, hipnóticos y melancólicos fusionan de manera experta estilos de los 70 con marcas urbanas argentinas pero con un sonido moderno y una producción extremadamente cuidada. Musicalmente, estrictamente hablando, tiene un claro enfoque bastante metido en el rock progresivo sinfónico italiano y con influencias marcadas de bandas como...

Don Cornelio y la Zona - Don Cornelio y la Zona (1987)

"Hola, les saludo desde Ecuador, he seguido la página desde hace unos años y han sido un gran soporte emocional en mi vida gracias a la música que me han compartido. Quería preguntarles si pueden revivir este álbum que descubrí hace poco". ¿Y cómo negarnos ante ese comentario?. Como homenaje al recientemente desaparecido Palo Pandolfo (uno de los cantautores más destacados de la música argentina en las últimas tres décadas), reflotamos un discos que Artie había publicado hace ya mucho tiempo. Acá está, entonces, el disco homónimo de Don Cornelio, muy pedido por varios, como recuerdo de ese referente del rock argento que fue el poeta del rock "Palo" Pandolfo, con su combinación de lirismo y violencia reconocible en su rock, algunos dicen que fue heredero artístico de Pescado Rabioso , y desde hace 35 años que vino siendo bastante más que el flaquito que vino a poner oscuridad en el pop alfonsinista. Artista: Don Cornelio y la Zona Álbum: Don Cornelio y la Zona ...

Naikaku - Shell (2006)

Artista: Naikaku Álbum: Shell Año: 2006 Género: Heavy Progresivo/Jazz Rock Duración: 61 minutos Nacionalidad:  Japón Lista de Temas: 1. Crisis 051209 (15:18)  2. Resentiment (8:55) 3. I Found A Deep Dark Hole And I Am Going To Jump In!... (7:01) 4. Lethe (9:01) 5. Shell (16:28) 6. Tautrogy (3:46) Alineación: - Satoshi Kobayashi / Bajo eléctrico - Kazumi Suzuki / Flauta traversa - Norimitsu Endo / Batería - Mitsuo / Guitarras eléctrica, acústica y trompeta Invitados: - Kei Fushimi / Guitarra eléctrica - Daishi Takagi / Teclados Nuevamente aparece el Mago Bondadoso de Alberto y les trae un gran disco que habían estado pidiendo y que teníamos caído desde hace rato. El alocado estilo prog japonés en un disco (y un grupo) que les recomiendo....

King Crimson Collector's Club (1998 - 2012)

Artista: King Crimson Álbum: King Crimson Collector's Club Año: (1998 - 2012) Género: Progresivo ecléctico Nacionalidad: Inglaterra Lista de Discos: KCCC 01 - [1969] Live at the Marquee (1998) KCCC 02 - [1972] Live at Jacksonville (1998) KCCC 03 - [1972] The Beat Club Bremen (1999) KCCC 04 - [1982] Live at Cap D'Agde (1999) KCCC 05 - [1995] On Broadway - Part 1 (1999) KCCC 06 - [1995] On Broadway - Part 2 (1999) KCCC 07 - [1998] ProjeKct Four - The Roar Of P4 - Live in San Francisco (1999) KCCC 08 - [1994] The VROOOM - Sessions April - May (1999) KCCC 09 - [1972] Live At Summit Studios Denver, March 12 (2000) KCCC 10 - [1974] Live in Central Park NYC (2000) KCCC 11 - [1981] Live at Moles Club Bath (2000) KCCC 12 - [1969] Live in Hyde Park, July 5 (2002 KCCC 13 - [1997] Nashville Rehearsals (2000) KCCC 14 - [1971] Live at Plymouth Guildhall, May 11 (2CD) (2000) KCCC 15 - [1974] Live In Mainz, March 30 (2001) KCCC 16 - [1982] Live in Berkeley (2CD) (200...

Emerson, Lake & Palmer - Brain Salad Surgery (Jakko M Jakszyk Stereo Mix) [B Side Singles] (1973 / 2014)

Para ir cerrando otra semana a pura música y sorpresas, el Mago Alberto nos trae una de sus clásicas rarezas, o dos porque esta es una versión de dos discos, y ahora copio su propia explicación de esto que está presentando ahora, por sus propias palabras: "En la maratón cibernética a la que nos somete la divina internet, y con la velocidad que nos obliga a correr, muchas veces nos perdemos de pequeñas grandes cosas, tal es el caso de la edición de esta joya que hoy nos convoca, "Brain Salad Surgery" (obra compleja y hermosa del mundillo progresivo si las hay), pues bien la Edición Deluxe del 2008 y que oportunamente se posteara en CDM, nada tiene que ver con esta edición, tampoco tiene que ver la nueva mezcla del año 2000, acá puso los deditos el señor Jakko M. Jakszyk (King Crimson) y el resultado es una versión totalmente distinta a la original, pero no hablamos de planos o efectos, acá desde los primeros acordes todo suena distinto, hay pequeños sonidos nuevos, las in...

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.