Ir al contenido principal

El Padre de las Invenciones

A 80 años de su nacimiento, y en simultáneo al lanzamiento de un documental sobre su vida, distintas maneras de abordar la obra de Frank Zappa. Aquí, una revisión de las facetas de un genio múltiple: compositor, instrumentista, director, político, conceptualista, cineasta, sociólogo, y siempre satírico e independiente.

Por Pablo S. Alonso


El compositor

Antes que otra cosa, Frank Vincent Zappa (Baltimore, 21 de diciembre de 1940 - Los Ángeles, 4 de diciembre de 1993) era un compositor. Hijo de un químico y matemático que trabajaba para el ejército, desde pequeño Zappa mostró interés por la combinación de diferentes sustancias químicas, y siempre sostuvo que de no haber sido compositor hubiese sido químico, porque para él ambas actividades se guiaban por las mismas premisas. Sostenía haber sido capaz de hacer pólvora desde los 6 años, y contar con varias explosiones en su haber para los 12.

“La composición es un proceso de organización” escribió en su libro La verdadera historia de Frank Zappa (The Real Frank Zappa Book). “En tanto puedas conceptualizar qué es ese proceso organizacional, podés ser un ‘compositor’ – en cualquier medio que quieras. (…) Sólo dame algún material (las itálicas son suyas), y lo organizaré para vos.” El abanico cubría desde cómo ordenar los restos de cigarrillo en un cenicero hasta hacer negocios con una Checoslovaquia recién emancipada del yugo comunista.

Su estética borraba toda jerarquía o límite entre cultura alta y cultura popular: “Como no tuve ninguna clase de entrenamiento formal, para mí no había ninguna diferencia si lo que escuchaba era Lightnin’ Slim, o a un grupo vocal llamado Jewels (…) o (Anton) Webern, o (Edgar) Varèse, o (Igor) Stravinsky. Para mí todo eso era buena música.” Los estilos de estos tres compositores y los géneros populares que escuchaba -rhythm & blues, blues y doo-wop- eran igual de apasionantes. “Son diferentes aspectos de la misma cosa. Tengo imaginación. Entonces me gano la vida produciendo manifestaciones mercantilizables de porciones de mi imaginación”, le dijo en 1992 a dos entrevistadores, uno de ellos su fan Matt Groening, creador de Los Simpson

Lentamente, las salas de conciertos del mundo están empezando a ponerse a tiro con Zappa: una música que requiere más entrenamiento que tocar lo mismo de siempre. “Parte del material que tengo lleva cuatro semanas de ensayos, y tuve orquestas que me ofrecieron dos días. ¡Están locos! Prefiero que no lo toquen a que lo toquen mal”, se quejó en 1984. Por no mencionar su opinión sobre el minimalismo: “una perfecta forma de música para expresar la condición espiritual de los ochenta”. Cómo se hubiera sentido, entonces, con el score compuesto para el flamante documental Zappa, tan cerca a esa escuela.

Zappa aprendió a leer y escribir música de manera autodidacta: “si te la bancás, andá a la biblioteca y educate a vos mismo”, escribió en las notas de Freak Out! (1966), su debut con The Mothers of Invention. En su última década, su principal vehículo de composición fue el Synclavier, una para entonces poderosísima estación de trabajo digital utilizada en cine y por unos pocos privilegiados como Stevie Wonder o Pete Townshend. Eso le permitía a Zappa prescindir del “factor humano” y hasta escribir composiciones humanamente imposibles de ejecutar. 

Pese a sus referentes europeos, Zappa es mejor pensado como un compositor estadounidense en la línea de inventores como Charles Ives y Conlon Nancarrow, cuyos trabajos con rollos de piano adelantan las imposibilidades rítmicas del Synclavier según Zappa, por no mencionar el humor de Spike Jones.

Por si alguien está huyendo despavorido: la mayoría de los ciento y pico de álbumes oficiales de Zappa (sesenta y dos en vida, incluyendo dobles y triples), están centrados alrededor de un formato de banda de rock o, si se quiere, de fusión, y están todos en Spotify. Diez clásicos al voleo: Absolutely Free (1967), We’re Only in it for The Money (1968), Hot Rats (1969), Waka/Jawaka (1972), Over-Nite Sensation (1973), One Size Fits All (1975), Sheik Yerbouti (1979), Shut Up ‘n Play Yer Guitar (1981), The Best Band You’ve Never Heard in Your Life (1991) y The Yellow Shark (1993).


 

El conceptualista

En la obra de Zappa, todo tiene que ver con todo. Ya en 1971 declaraba: “Siempre hay, y siempre ha habido un control consciente de los elementos temáticos y estructurales fluyendo a través de cada álbum, cada performance en vivo, y cada entrevista.” Utilizaba dos ideas matrices. Una era la de Continuidad Conceptual: los elementos recurrentes que realzaban la lógica interna de la obra global. El otro era el de Proyecto/Objeto: todos los distintos proyectos (música, fotos, video, textos, lo que venga) eran distintas manifestaciones de una única obra. Pero si alguien cree que Zappa era un pretencioso, bien vale recordar su lema: “Cualquier cosa, en cualquier momento, en cualquier lugar, sin razón alguna”.

Por sólo dar un par de ejemplos. es común encontrar desperdigados en los discos de Zappa menciones a perros caniches y citas -incluso por orquestas- de los tres acordes del clásico de los cincuenta “Louie Louie”. Es más: Zappa sostenía que podía montar toda su discografía de veinte maneras distintas y que siempre tendría sentido. (La bienvenida cantidad de ediciones postmortem -Hendrix y Coltrane un poroto a su lado- dificultan la empresa, por otro lado.)

 

El cineasta y el independiente

En sus filmes 200 Motels (1971), Baby Snakes (1979) y Uncle Meat (1988), desde la estructura del plot hasta el montaje, Zappa (quien había comenzado a editar película en 8mm durante su adolescencia, un training que luego le serviría para cortar y pegar cinta de audio) aplicaba sus principios de composición incluso con elementos más afines al medio musical que al cinematográfico: sus característicos cambios abruptos de ritmo, timbre (si lo pensamos como análogo a la fotografía), clima y tiempo, todos tan comunes en su música. Claro que no ayuda que en 200 Motels (con Ringo Starr haciendo de un enano que hace de Zappa, y Keith Moon como monja) se haya quedado sin plata en pleno rodaje, sin filmar buena parte del guion. 

Un problema similar enfrentó con Uncle Meat. Filmada con los Mothers Of Invention originales, Zappa la terminó en los ochenta, cuando incluso estaba siendo llevado a juicios por algunos de ellos, con lo cual no podían ser parte de las nuevas escenas. El proceso de finalizar la película terminó siendo parte de ella. Zappa, entonces, como uno de los directores de cine más metatextuales después del último Orson Welles o junto con Terry Gilliam, con quien Zappa se profesaba una admiración mutua: toda gente con problemas con las corporaciones y limitados por vicisitudes presupuestarias.

Como John Cassavetes, Zappa sabía que tenía que encontrar una forma con la cual no tuviese que rendir cuentas sobre su obra a ningún nombre en un organigrama. Y así como Cassavetes financiaba sus películas actuando para Polanski o De Palma, Zappa tenía contento a cierto sector de su audiencia incluyendo en sus shows canciones como “Dinah Moe Hum” o “Camarillo Brillo” para asegurarse el cash necesario para aventuras más difíciles. 

Es por eso que invertía parte de sus ganancias en el poco redituable campo de la música académica, para no decir “clásica”, un período dentro de la historia de la música por el que Zappa carecía de interés. Cuando estaba poniendo a punto la presentación de un repertorio suyo por la Sinfónica de Londres en 1982, Zappa le dijo a la BBC: Creo que cualquier decisión artística que tomés basada en si vas o no vas a hacer dinero no es realmente una decisión artística, es una decisión de negocios. Y hay un montón de cosas que puedo hacer para ganarme la vida (…) Vine hasta aquí a gastar dinero en una orquesta inglesa, para grabar mi música, así me la puedo llevar a casa y escucharla. Y si a alguien le gusta esta clase de cosas, la pondré disponible como disco así pueden escucharlo.”

Y pasó lista a las cosas con las que se chocó una y otra vez. “No hay beca de ninguna fundación, no hay asistencia de ningún gobierno, ninguna corporación, ningún comité.“ Zappa no quedó conforme con la Sinfónica de Londres, por motivos discutibles según el caso. Por suerte, el Ensemble Modern de Frankfurt fue la orquesta favorita de Zappa y, en rigor, su última banda. Las composiciones inéditas, y los arreglos de música a veces escrita para Synclavier dejaron más que feliz a un Zappa muy enfermo. Lástima que ya era demasiado tarde.

 

El sociólogo satírico y escatológico 

Pese a que Zappa condenó unos cuantos géneros y tendencias musicales, no dejaba de reconocer que éstos cumplían una función social, reforzando el estilo de vida de sus oyentes. Nada le impidió mofarse de ellos y también de cosas que le agradaban, mediante la parodia, cuando no la sátira, siempre con la cita como un elemento más en la paleta musical. 

Al principio. la prensa rockera lo veía como un estandarte de la contracultura. Muchos pensaban en él como un hippie cuya música era ahijada del ácido y la marihuana: en una respuesta borgeana, Zappa dijo que la había fumado una decena de veces, pero que le daba dolor de cabeza y sueño.

Pero ya por entonces había suficiente cantidad de entrevistas -como si no bastase con las letras de sus discos- para dejar constancia de la postura anti droga y anti hippie de Zappa. Los hippies también tenían al establishment como enemigo, pero para Zappa aquellos (a quienes veía como algo que podrían haber inventado en Mad Men) y la sociedad conservadora eran parte de lo mismo. 

Cuando las críticas y las letras de Zappa se tornaron demasiado molestas para la contracultura y su música lo comenzó a separar cada vez más del gusto editorializado, comenzó a perder ciertos favores de un sector de la prensa y del público, que primero rechazaron su uso de un humor lleno de sexo -una de sus características a principios y fines de los setenta- y luego, la creciente complejidad técnica de su música. Lo que pocos percibieron fue que en medio de todos esos chistes y cinismo se encontraba un romántico desencantado con la posibilidad de cambiar el mundo.

Zappa también era una suerte de François Rabelais moderno, con sus exaltaciones al grotesco corporal en forma de canción. Mocos en frasco que cobraban vida, pescados utilizados por miembros de Led Zeppelin para hacer gozar a una groupie, bromatosis, nieve amarilla, enfermedades venéreas, un sádico que aplicaba enemas a las mujeres que robaba (caso real, además), estudios sobre arquetipos de chicas judías y cristianas, burlas a la doble moral del joven popular en el college pero también a la liberación femenina; sexo entre un hombre y un cyborg. 

La lista sigue, y es cierto que mucho de esto hoy se puede cuestionar aún más que antes, aunque la respuesta de Zappa seguiría siendo la misma. Para él, todo era sociología en base a observaciones directas o relatos que le llegaban. “Soy un tipo de periodista. Tengo derecho a decir lo que quiera sobre cualquier tópico”, dijo. “Si no tenés sentido de humor, entonces jodete… No inventé a las princesas judías. Existen, por eso escribí una canción sobre ellas. Si no les gusta, ¿qué importa? Los italianos también tienen princesas.” Más que machista (al volver de gira, mandaba a su esposa Gail a la farmacia conseguir penicilina), Zappa era misántropo: “En el universo hay más estupidez que hidrógeno”.

 

El político

Zappa dinamitaba la industria cultural valiéndose de sus mecanismos. Sus ataques a la vacuidad del American Way on Life no tenían parangón en la música. Una lectura interesante -que a Zappa le causaba cierta gracia, dado que profesaba no leer prácticamente nada- es la del pensador marxista Ben Watson, quien sostiene que la obra de Zappa presenta una relación dialéctica muy particular, la de “alguien con una estética de la Escuela de Frankfurt (quien entiende las tendencias fascistas de la industria cultural) operando desde dentro del sistema.”

Además, Zappa era el independiente por antonomasia -fue recuperando y controlando prácticamente todos sus masters- que se movía con la libertad que el Rock supuestamente venía a ofrecer. Y como capitalista confeso (en los ochenta ya había propuesto un modelo de comercialización de música digital similar a lo que hoy es el streaming), nunca cayó en la contradicción de aquellos que enarbolan la bandera de la izquierda mientras están enajenados de su propia obra.

En 1985, Zappa se opuso al intento de censura sobre los discos de rock promovido por el PMRC, un grupo formado por esposas de congresistas, incluyendo a Tipper Gore, mujer del por entonces senador (y futuro santurrón ecologista) Al Gore. Testificó en el Senado y tuvo gran presencia mediática defendiendo la libertad de expresión y denunciando el chantaje al que el PMRC sometía a la industria discográfica, a la cual le exigía colaborar a cambio de que sus maridos senadores aprobasen una ley impositiva en favor de las disqueras. 

En rigor, muy pocos músicos se pronunciaron contra esta avanzada conservadora (casi todos los que habían sido señalados como “pornógrafos” y “satánicos”. Excepción notable: Dee Snider, de Twisted Sister) y todo quedó en la etiqueta Parental Advisory-Explicit Lyrics, que, irónicamente, para algunos se convirtió en un endorsement.

A principios de los noventa, Zappa jugó con la idea de ser candidato a presidente, pero no quería ser testimonial como lo sería Kanye West. De todas formas, su cáncer de próstata, tardíamente descubierto, hacía cualquier proyección imposible.

Antes, en su última gira de 1988, las letras habían retomado el tinte político y su blanco principal era la derecha, fuese el gobierno de Ronald Reagan o los grupos de poder mediático evangelista que alcanzaron su apogeo con el retorno a la Casa Blanca del Partido Republicano. ¿Suena familiar? Uno de los motivos que ocasionó esa gira fue el de incentivar la registración de votantes, en un intento de contribuir a evitar que George Bush ganase las presidenciales. Lo cual hace muy fácil pensar a quién se habría opuesto Zappa en 2016 y 2020.  “Aquí no existe un Ministerio de Cultura”, dijo en 1991. “¿Y sabés por qué? Porque no hay cultura.”

Pablo S. Alonso - Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación, músico y periodista. En 2016 publicó La música de Sandro (Gourmet Musical). Está trabajando en tres libros, además de colaborar en las revistas Viva y Otra Parte.



Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer ...

Iterum Nata - From the Infinite Light (2024)

"Iterum Nata" significa "Born Again" en latín, una descripción apropiada para lo que presenta este disco, el quinto álbum de estudio de este proyecto que me ha puesto en un brete a la hora de catalogarlo ¿folk rock, folk picodélico, post rock, post metal, prog folk, rock progresivo,  black y doom metal?. Lo mejor es que es todo eso, pero todo junto. Desde Finlandia presentamos un trabajo que nos envuelve con una música atmosférica oscuramente melódica y lírica, influenciada por el paganismo y el ocultismo, y que podemos describir como un cruce entre los grupos neofolk melancólico como Tenhi, el folk psicodélico de Linda Perhacs más el misticismo musical espectral de Dead Can Dance y el progresivo de Strawbs, junto con los primeros King Crimson, sumadas a las inquietantes narrativas de Nick Cave, y tendremos algo parecido a la propuesta musical, política y filosófica de Iterum Nata, algo que creo que ya podemos intuir al ver su arte de tapa. Artista: Iterum Na...

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá...

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos ...

The Beatles - Get Back (2021)

Los tres episodios del documental "The Beatles: Get Back" y el reencuentro con la felicidad. Siempre elegimos algo especial para empezar la semana pero esta vez es distinto. Y es que comenzamos la semana en el blog cabeza con un tremendo aportes de LightbulbSun, al que le anexamos una certera nota de Marcelo Figueras para Cohete a la Luna el 10 de diciembre último. Se trata de nada menos que "Get Back", el documental beatle, el material de archivo inédito de la realización de el legendario álbum "Let It Be", un reality show diferido por más de 50 años de la que quizás fue la banda de rock más influyentes de la historia, en un documental que ya es legendario. ¿Cómo han renido tanto material  oculto todos estos años a tantos millones de fans? y otro de los grandes aportes del blog cabeza (y de LightbulbSun) para comenzar la semana con todo. Artista: The Beatles Película: Get Back Año: 2021 Género: Documental Duración: 468 minutos Nacionalidad:...

Jano - Faros Eolos (2024)

Una belleza sinfónica con aires tangueros. Y nos vamos para Córdoba, Argentina, porque tenemos el agrado de presentar un disco que es hermoso por donde se lo escuche, con una composición madura y lograda, basada en un concepto rico y profundo. Ya presentamos el anterior trabajo de Jano, y ahora éste, su último álbum que forma parte de un concepto presentados en cuatro discos, de los cuales es el segundo que continúa con las historias dibujadas en oníricos paisajes donde dominan los climas forjados por islas desiertas, soledades innombrables, faros que no guían sino que repelen, y donde fantasía y realidad se unen a través de la música, donde temas atmosféricos, hipnóticos y melancólicos fusionan de manera experta estilos de los 70 con marcas urbanas argentinas pero con un sonido moderno y una producción extremadamente cuidada. Musicalmente, estrictamente hablando, tiene un claro enfoque bastante metido en el rock progresivo sinfónico italiano y con influencias marcadas de bandas como...

Don Cornelio y la Zona - Don Cornelio y la Zona (1987)

"Hola, les saludo desde Ecuador, he seguido la página desde hace unos años y han sido un gran soporte emocional en mi vida gracias a la música que me han compartido. Quería preguntarles si pueden revivir este álbum que descubrí hace poco". ¿Y cómo negarnos ante ese comentario?. Como homenaje al recientemente desaparecido Palo Pandolfo (uno de los cantautores más destacados de la música argentina en las últimas tres décadas), reflotamos un discos que Artie había publicado hace ya mucho tiempo. Acá está, entonces, el disco homónimo de Don Cornelio, muy pedido por varios, como recuerdo de ese referente del rock argento que fue el poeta del rock "Palo" Pandolfo, con su combinación de lirismo y violencia reconocible en su rock, algunos dicen que fue heredero artístico de Pescado Rabioso , y desde hace 35 años que vino siendo bastante más que el flaquito que vino a poner oscuridad en el pop alfonsinista. Artista: Don Cornelio y la Zona Álbum: Don Cornelio y la Zona ...

Naikaku - Shell (2006)

Artista: Naikaku Álbum: Shell Año: 2006 Género: Heavy Progresivo/Jazz Rock Duración: 61 minutos Nacionalidad:  Japón Lista de Temas: 1. Crisis 051209 (15:18)  2. Resentiment (8:55) 3. I Found A Deep Dark Hole And I Am Going To Jump In!... (7:01) 4. Lethe (9:01) 5. Shell (16:28) 6. Tautrogy (3:46) Alineación: - Satoshi Kobayashi / Bajo eléctrico - Kazumi Suzuki / Flauta traversa - Norimitsu Endo / Batería - Mitsuo / Guitarras eléctrica, acústica y trompeta Invitados: - Kei Fushimi / Guitarra eléctrica - Daishi Takagi / Teclados Nuevamente aparece el Mago Bondadoso de Alberto y les trae un gran disco que habían estado pidiendo y que teníamos caído desde hace rato. El alocado estilo prog japonés en un disco (y un grupo) que les recomiendo....

King Crimson Collector's Club (1998 - 2012)

Artista: King Crimson Álbum: King Crimson Collector's Club Año: (1998 - 2012) Género: Progresivo ecléctico Nacionalidad: Inglaterra Lista de Discos: KCCC 01 - [1969] Live at the Marquee (1998) KCCC 02 - [1972] Live at Jacksonville (1998) KCCC 03 - [1972] The Beat Club Bremen (1999) KCCC 04 - [1982] Live at Cap D'Agde (1999) KCCC 05 - [1995] On Broadway - Part 1 (1999) KCCC 06 - [1995] On Broadway - Part 2 (1999) KCCC 07 - [1998] ProjeKct Four - The Roar Of P4 - Live in San Francisco (1999) KCCC 08 - [1994] The VROOOM - Sessions April - May (1999) KCCC 09 - [1972] Live At Summit Studios Denver, March 12 (2000) KCCC 10 - [1974] Live in Central Park NYC (2000) KCCC 11 - [1981] Live at Moles Club Bath (2000) KCCC 12 - [1969] Live in Hyde Park, July 5 (2002 KCCC 13 - [1997] Nashville Rehearsals (2000) KCCC 14 - [1971] Live at Plymouth Guildhall, May 11 (2CD) (2000) KCCC 15 - [1974] Live In Mainz, March 30 (2001) KCCC 16 - [1982] Live in Berkeley (2CD) (200...

Emerson, Lake & Palmer - Brain Salad Surgery (Jakko M Jakszyk Stereo Mix) [B Side Singles] (1973 / 2014)

Para ir cerrando otra semana a pura música y sorpresas, el Mago Alberto nos trae una de sus clásicas rarezas, o dos porque esta es una versión de dos discos, y ahora copio su propia explicación de esto que está presentando ahora, por sus propias palabras: "En la maratón cibernética a la que nos somete la divina internet, y con la velocidad que nos obliga a correr, muchas veces nos perdemos de pequeñas grandes cosas, tal es el caso de la edición de esta joya que hoy nos convoca, "Brain Salad Surgery" (obra compleja y hermosa del mundillo progresivo si las hay), pues bien la Edición Deluxe del 2008 y que oportunamente se posteara en CDM, nada tiene que ver con esta edición, tampoco tiene que ver la nueva mezcla del año 2000, acá puso los deditos el señor Jakko M. Jakszyk (King Crimson) y el resultado es una versión totalmente distinta a la original, pero no hablamos de planos o efectos, acá desde los primeros acordes todo suena distinto, hay pequeños sonidos nuevos, las in...

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.