Ir al contenido principal

La Música y su Relación con la Personalidad y la Identificación

A pesar de que existen muchas formas para expresar identificación psico-sociocultural, la música es la única que nos involucra a todos. Junto con el lenguaje, esta manifestación artística (pues requiere de habilidad, tanto para crearla como para escucharla) y cultural (pues es parte de nuestra forma de vida, aunque en la mayoría de los casos la música tiene su mayor influencia en la adolescencia, cuando el ser humano busca definir la personalidad que tendrá en su estado adulto) es uno de los únicos mecanismos que, aparte de aparecer sólo en la especie humana, se desarrolla de forma fenotípica, es decir, viene en nuestros genes, se activa con la interacción y se hace notoria concretamente. Debido a esto, el ser humano es, por naturaleza, un ser musical. Y es así como lo plantea el Dr. Stefan Kölsch, neurocientífico del Instituto Max-Planck de Alemania, quien en un estudio junto a su equipo llegó a la conclusión de que el cerebro humano ha desarrollado una gran afinación para recepcionar y producir música, no importando la educación musical del individuo o si a éste le interesa mucho la música. “Vemos en nuestros experimentos que la gente, que a sí misma se considera muy poco musical y que nunca ha tocado un instrumento, es capaz de procesar la información musical que le presentamos de forma muy precisa y con gran exactitud”.



Todo esto es lo que nuestra historia nos revela. Hace más de 300 mil años, los primeros homínidos ya daban señales de expresión musical, tanto a través de sonidos vocálicos como con instrumentos de madera, hueso o piedra. El proceso de producción musical se volvió cada vez más complejo y el sentido de la música se tornó tan importante que ésta se convirtió en un instrumento de multiuso para toda clase de actividades, ritos y expresiones artísticas y emocionales. Basta contemplar la relación entre la arquitectura de templos rituales (catedrales, iglesias, capillas, templos, etc.) para su mejor acústica sonora para tener cierta idea de la íntima relación entre la música y los aspectos más íntimos de la conciencia humana, desde el inicio de los tiempos.

El "espíritu de la música" está inmerso en todas las culturas. Hay gran diversidad de grupos y subgrupos de creencias, pensamientos, conceptos, ideas, ritos y actitudes de naturaleza mística que incluyen manifestaciones musicales. Son usadas como puente entre la estructura mental y los estados emocionales (espirituales) de las personas en casi todo lo relacionado con el comportamiento humano.

La música es un magnífico punto de referencia para que los seres humanos nos identifiquemos ampliamente en sociedades y particularmente en individuos. Cada punto geográfico, histórico, social y psicológico tiene su particularidad musical, la cual está fuertemente ligada a su idiosincrasia y/o personalidad. No se puede separar la música de la ideología -o espiritualidad- que la fundamenta.

Se pueden mencionar algunas facetas religiosas de la música:
"De todas las artes, la música es la más difícil de definir con palabras aunque sabemos que nos acompaña desde la cuna (con las nanas) hasta la tumba (con los réquiems); podemos decir que altera nuestro ánimo, consolándonos, o exaltándonos; que cura nuestro cuerpo, como demuestran las vigentes técnicas de la musicoterapia; y que  forma parte en muchas formas de nuestra condición humana así como el lenguaje, la risa y el llanto".
Schwarzer, 1998

Cada cultura alrededor del mundo posee su propia música (es más, si hablamos de la fuerte relación entre el lenguaje y la música, nos daremos cuenta que van encauzados a la par y son mucho más cercanos el uno del otro de lo que pensamos; pero no entraré al tema del lenguaje esta vez) y ésta a su vez refleja su peculiaridad. Por ejemplo, en Brasil, la samba refleja la alegría de su gente. En Cuba, la salsa muestra que los cubanos son gente vivaz y alborozada. El techno-dance, un tipo de música más contemporánea, manifiesta la diversidad cultural liberal que existe en Holanda. Así hay miles de ejemplos en cada país y zona del mundo.

Toda tribu urbana o movimiento ideológico juvenil se establecen en base a ciertos signos característicos: estética, algunos principios éticos más o menos esbozados, pero principalmente unos gustos musicales bien definidos. La generación beat bailó a ritmo de jazz, el movimiento hippie escuchó el folk y el rock sesentero en festivales como Woodstock, los góticos y emos se estremecen con cantos oscuros. Y éstos son solo algunos ejemplos. Músicas que marcaron una generación, o músicas que un movimiento social juvenil revolucionario hizo suyas.

De este mismo modo, la música refleja la personalidad de la gente de acuerdo a la época en que ésta ha vivido. Por ejemplo, en tiempos prehistóricos, la música tenía un sentido religioso, ya que la vida de la gente se basaba en mitos y leyendas acerca de fenómenos naturales a los cuales el hombre era muy devoto. Más adelante, en los auges de los imperios mesopotámico y babilónico, la música tomó un carácter más placentero debido a que la gente de la época era muy secular, quizás tan secular como la gente actual. Durante el auge de los pueblos griegos y el Imperio Romano, la música se diversificó y tomó varias formas, de las cuales se destacan la música épica y la música de guerra que, nuevamente, reflejan la mentalidad de la gente de ese período. Más tarde, durante el renacimiento, el auge expresivo e intelectual formó la célebre música clásica, que hasta hoy en día prevalece con máximo reconocimiento como el género más culto y armonioso de la música.

Dentro de la vida del individuo, la música tiene su mayor esplendor durante la adolescencia.
Independiente de las razones culturales, es en este período cuando el cuerpo en forma física y psicológica experimenta cambios que tienen como objetivo llegar a una forma adulta definida. De este modo nos podemos dar cuenta de que claramente la música se refleja nuevamente como la principal manifestación de expresión, identificación y personalidad. Se estima que el 72% de las bandas y artistas modernos en los Estados Unidos comenzaron tocando entre los 15 y 20 años y que el 89% de sus fans parten entre los 12 y 18 años de edad (Fed Stats).
La mayor parte de personas siguen fieles a los estilos musicales que escuchaban entre los 14 y los 26 años de edad, y esto ocurre debido a que la juventud marca nuestras identidades, que ya no serán tan plásticas durante el resto de nuestra vida.

La música contemporánea ha tenido una rápida y fulminante evolución después del comienzo de la revolución industrial, época en la cual nació el jazz, que se aceleró más aún después del fin de la II Guerra Mundial. Actualmente, el rock and roll y el pop son los géneros más comunes; no obstante, estos mismos tienen una amplia gama de subgéneros que los diferencian increíblemente en sus sonidos. Dentro de estos dos géneros podemos clasificar las distintas tendencias psicológicas, socioculturales, etáreas, místicas y políticas, entre otras, de la sociedad moderna de occidente. Mientras la música pop se caracteriza por complacer los grandes gustos y modas de las masas, el rock and roll tiene un sentido más musical y personal, que se puede notar en sus contradictorias modalidades.


Personalidad: un concepto complejo y multicausal

El estado psíquico es apriorístico, y a partir de éste cada individuo se deja conquistar por aquella música que encaja con su personalidad. En ocasiones, escuchar una música con melodías o letras deprimentes a oídos de alguien no quiere decir que sea un factor detonante para deprimir a muchos de sus oyentes, sino que, al contrario, en ocasiones este tipo de músicas ayudan a superar momentos bajos de ánimo.

El rock and roll y el pop tienen decenas de subgéneros, cada uno de los cuales tiene una fuerte relación con la personalidad, ya sea por la forma en que fue creada la música, es decir, la personalidad de los artistas que la producen; por el mensaje que entregan, que tiene relación con la personalidad de quien la escucha; o por el efecto psicológico de su sonido, que tiene que ver con la personalidad de todos sus adeptos (es decir, de quienes hacen la música y de quienes la escuchan).
No obstante, la música no explica completamente nuestra manera de ser, sino que usamos la música para vernos identificados con las posturas vitales y políticas que consideramos más validas, pero no existe una vinculación estrecha o exacta entre esa identificación y nuestras acciones. Pongamos un ejemplo: la estética dura y la violencia que rodea al heavy metal no corresponde a la personalidad de sus seguidores: gran parte de ellos son personas amables, pacíficas e incluso con una tendencia hacia la introversión. Un artículo recientemente publicado en la revista "Frontiers in Human Neuroscience" sugiere que, lejos de transformar en bestias furiosas a todos sus oyentes, estos géneros musicales podrían ayudarlos a regular sus emociones y a favorecer la aparición de emociones y estados de ánimo positivos.
Así, muchas veces hablamos más de clichés que de personalidades reales.

Tomando los datos trazados por un estudio efectuado en la Universidad de Heriot-Watt, mediante una encuesta que fue contestada por 37.000 personas en todo el mundo a través de internet (North, A.C. & Hargreaves, D.J., 2005) donde se ha pretendido analizar la relación entre la forma de pensar de cada individuo y sus gustos musicales.
Los encuestados definieron sus preferencias respecto a más de 100 estilos musicales (de la música clásica pasando por el soul) que en teoría eran el reflejo de sus rasgos de personalidad. Esos rasgos eran, por ejemplo: autoestima baja o alta, carácter creativo/no creativo, introvertido/extrovertido, dócil/agresivo, trabajador o vago.
Otra investigación llevada a cabo en la Universidad de Queensland, Australia, liderada por F. Baker y W. Bor (2008), dan respaldo a las conclusiones anteriores, descartando de este modo que la música o el estilo musical juegue un papel causal en el comportamiento antisocial, por ejemplo. Sí sugieren, no obstante, que la identificación con un estilo musical es un indicador de vulnerabilidad emocional.

En ocasiones, escuchar una música con melodías o letras deprimentes a oídos de alguien no quiere decir que sea un factor detonante para deprimir a muchos de sus oyentes, sino que, al contrario, en ocasiones este tipo de músicas ayudan a superar momentos bajos de ánimo. Muchas veces se relaciona la música extrema con representaciones de violencia, pero según algunas investigaciones, la música no sirve para inducir a estados emocionales extremos, sino que suele ser utilizada para regular las emociones y devolver un cierto equilibrio emocional al organismo.  El artículo publicado en Frontiers in Human Neuroscience refuerza esta última hipótesis.

Así lo narra el científico Christopher Drösser en su libro "La seducción de la música":
Otorguemos mayor o menor grado de credibilidad al estudio, lo cierto es que al vincular estilo musical con personalidad caemos en generalizaciones e imprecisiones. Si así obrásemos, estaríamos jugando en un terreno de demagogia barata y usaríamos los prejuicios que imponen los medios de comunicación y las series juveniles de televisión.
A partir de la encuesta se podría destacar que la personalidad de los aficionados al heavy metal es muy parecida a los aficionados a la música clásica, aunque su estudio sí matiza que los segundos tienen una autoestima mayor que los primeros, de promedio. Entonces, a pesar de que los estilos musicales difieran en sumo grado, por no hablar de los ropajes que cada estilo musical propone, los clásicos y los melenudos podrían categorizarse dentro del mismo perfil psicológico.


¿Eres lo que escuchas?

Otro grupo de psicólogos de la Universidad de Cambridge ha elaborado un estudio que confirma que la predilección musical viene determinada por los rasgos de personalidad.
Los resultados del informe determinan que las personas en las que prima la empatía disfrutan más de los estilos musicales suaves, como el blues, el jazz y el country.
Estas conclusiones no contradicen a las derivadas de otros estudios previos sobre el tema que catalogan a cada persona en función de sus gustos musicales. La versatilidad y la ausencia de barreras mentales se relaciona con el blues, el jazz y la música clásica. Las personas extrovertidas, que disfrutan estando rodeadas de gente, preferirán el pop, el funk y todos aquellas corrientes melódicas que les permitan bailar sin parar.

Por su parte, Samuel Gosling y Peter Rentfrow, pertenecientes a la Universidad de Texas, distinguen 4 categorías en las que agrupar el contexto musical y en los cuales se identifica el bruto poblacional.
Así, los seguidores de la música clásica, el blues, jazz y soul se caracterizan por su solidez emocional y, tal como afirmaban los investigadores de Cambridge, suelen ser tolerantes y abiertos de mente. Los fans del country y del pop se revelan como individuos más extrovertidos. Disfrutan de una intensa vida social y de las aglomeraciones de gente pero curiosamente, sus habilidades verbales no están excesivamente desarrolladas.
El rock y el heavy metal se identifican con cierto grado de rebeldía y varias veces impulsividad, confían firmemente en su inteligencia. Los amantes del soul, el funk y el hip-hop, así como de la música electrónica, son abiertos, liberales y algo despistados, les fascina el deporte y salvo ciertas excepciones, no reparan mucho en los fallos de los demás.


Preferencia por estilos musicales y personalidad

El estudio de North y Hargreaves arrojó los siguientes datos. Conviene recordar que estos datos fueron obtenidos cruzando datos a partir de tests de personalidad y preferencias musicales, y solo indican tendencias estadísticamente significativas; correlaciones. Obviamente, no significa esto que escuchar ciertos estilos musicales "transforme" nuestra personalidad. Por ello hay que tomar esta muestra con pinzas.
  • Los amantes del blues, del jazz y el soul tienen alta autoestima, son creativos, amables y extravertidos
  • Obtienen resultados parecidos a los anteriores los que prefieren el rap y la ópera, al igual que los sujetos que prefieren la música clásica, con la excepción de que estos últimos son más introvertidos.
  • Los amantes del country son trabajadores y extrovertidos.
  • Los que disfrutan con el reggae son algo vagos, aman la libertad y también son creativos, amables, extrovertidos y con alta autoestima.
  • Los que gustan de escuchar música dance son creativos y extrovertidos, pero no son amables.
  • Quienes gustan de la música Indie tienen baja autoestima, son creativos, poco amables y poco trabajadores.
  • Los seguidores de la música rock tienen autoestima baja, son creativos, no muy trabajadores, introvertidos y amables.


Rock visto con lupa

A continuación examinaré brevemente las causas y/o efectos que producen esta relación música-personalidad a través de las distintas facetas del rock y el pop.

El rock es muy variado en subgéneros y características, pero es mucho menos popular (por razones obvias, o sea, económicas) que el pop. Sus artistas van acompañados generalmente de un baterista, bajista y guitarrista (herencia del jazz), los cuales habitualmente son componentes de una banda con un nombre respectivo.

Sus facetas son:

Faceta glamorosa (rock n roll de vieja escuela, hard rock, glam rock): Comprende artistas como Elvis Presley y Guns N Roses y presenta letras de temas de romance, sexualidad, fama y descontrol. Su sonido es pegajoso y su puesta en escena es muy glamorosa y comercial. Sus fans se influencian por sus líricas egocéntricas y sus ostentosas formas de vestirse.

Faceta existencialista, lisérgica y depresiva (grunge, rock progresivo, rock industrial y psicodelia, ligado fuertemente al under y a la música gótica). Sus melodías parten (en muchos casos pero sin generalizar) de ser relajantes aunque pueden llegar a ser explosivas. Sus letras hablan de romances frustrados, problemas familiares, traumas y preguntas existenciales. Muchas caracteristicas del heavy metal tradicional también podrían entrar en esta categorización.

Faceta del metal extremo (death metal, thrash, black metal). Música extremadamente potente, gutural y "violenta" con letras acerca de la muerte, el satanismo y defectos psicológicos o pecados del ser humano. En general son gente que en sí es tranquila y hasta más armoniosa que aquella que escucha pop.

Faceta política y rebelde (rap metal, punk rock, hardcore y metalcore). Música "pegajosa", dinámica y su mensaje directo y crítico. Sus adeptos no necesariamente son revolucionarios, aunque sí aparentan ser críticos del sistema y, en algunos casos, de ideales extremistas. Muchas veces esto tiende a ser más una pose y rebeldía hueca que una actitud de revolucionario "real".

Faceta escénica y emotiva (nu metal, post hardcore, pop-punk, emo, indie rock). Música de letra muy sentimental y fuerte, de cargas rítmicas a veces llenas de adrenalina que varían de dinamismo virulento a guitarras melancólicas, a veces compartidos en una misma canción (que los emparenta a veces con el progresivo). Sus adeptos disfrutan de la locura escénica pero generalmente no tienen tendencias ideales definidas.


¿Rock para inteligentes y reaggeton para tontos?

En otro estudio, menos científico, Virgil Griffith, creador estadounidense de software y desarrollador de aplicaciones, se propuso investigar la vinculación entre los gustos musicales de las personas y su rendimiento académico. Las conclusiones del estudio fueron recogidas en el dossier "Music That Makes You Dumb" (Música que te vuelve estúpido).
Los resultados de este análisis pormenorizado fueron encontrados tras cruzar la calificación media en las pruebas de acceso a la universidad de los estudiantes con la música que publicaron y compartieron en la red social Facebook. Como vemos, una metodología poco científica, pero vale la pena hacernos eco de los resultados hallados, ni que sea como primera piedra hacia nuevas investigaciones que evalúen la relación entre estas dos variables: inteligencia y preferencias musicales.
Según muestran los resultados, los jóvenes estudiantes que obtuvieron calificaciones más pobres fueron los que gustaban de escuchar artistas musicales como Lil Wayne, The Used, Beyoncé o Jay-Z, siendo los géneros del Hip Hop y el Reggaeton los más comúnmente escuchados por este tipo de estudiantes. Por contra, quienes obtuvieron una nota brillante en el examen de acceso fueron cruzados con Ludwig Van Beethoven.
Dentro del sector con calificaciones altas, también se reportaron repetidas veces bandas musicales como U2, Counting Crows, The Shins, Bob Dylan o los británicos Radiohead. Siguiendo de cerca esta destacada lista de grupos, Coldplay o Red Hot Chili Peppers.
Los gustos musicales de los alumnos promedio (los que no destacaron ni para bien ni para mal, los estudiantes promedio) incluían grupos como Pearl Jam, System of a Down, los míticos australianos AC/DC, Oasis o The Doors. El autor del estudio clasificó visualmente todos los datos en una tabla que fue publicada en su página web, y que a continuación os ofrecemos.


¿Nos vuelve violentos la música extrema? 







Para confeccionar el artículo publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, los investigadores utilizaron una muestra compuesta por 39 personas, hombres y mujeres de entre 18 y 34 años aficionadas a algún género de música extrema (metal en todas sus variantes, punk, hardcore punk, screamo, etc.). Específicamente, los participantes debían tener el hábito de escuchar uno o más de estos géneros durante al menos el 50% del tiempo que dedicaban a escuchar música de manera cotidiana.
Todos los participantes en el experimento pasaron por una entrevista de 16 minutos de duración que tenía como fin inducir a un estado de enfado en el sujeto mediante el recuerdo de situaciones concretas capaces de despertar sentimientos de ira o indignación. Justo después de esta experiencia, algunas de estas personas dedicaron 10 minutos a escuchar música de su elección (traían consigo sus aparatos de reproducción de música). De este modo, las personas del grupo de voluntarios que tenían que escuchar música elegirían piezas musicales que escucharían normalmente al estar enfadadas. Por su parte, los que no tenían que escuchar nada permanecieron esperando durante 10 minutos.
Los investigadores se centraron en comprobar los efectos que esta pequeña sesión musical tenía en las emociones de los voluntarios. Para ello, antes, durante y después de los 10 minutos musicales, estas personas fueron sometidas a varios instrumentos de medición de estados de ánimo.

Los resultados muestran cómo los niveles de hostilidad y enfado decrecieron durante la escucha de música extrema en el mismo grado en el que estas emociones se redujeron en las personas que esperaron en silencio. Esto podría explicarse por el efecto regulador de la música. Además, el grupo de personas que pasó por los 10 minutos de música extrema tendía a sentir una mayor relajación y bienestar.

Esto significa que la música extrema no sólo no produjo ningún sentimiento de ira, sino que sirvió como regulador emocional de un modo catártico...


Conclusión

Más allá del resultado de los citados estudios, doy aquí mi impresión y mi punto de vista, que por otra parte no se contradice para nada con lo ya expuesto hasta aquí.
Si bien nuestro música representa nuestros gustos y nuestro mundo interno, la realidad (y nuestro mundo interno) es mucho más complejo como para poder reducirlo a un simple "escuchas esto y entonces eres así", aunque sin embargo hay alguna relación en esa percepción placentera y el estilo de la emisión que origina dicha percepción. Aquí pasan a intervenir nuestra memoria, nuestro paisaje interno, nuestra sensibilidad y emocionoes, nuestro intelecto, nuestras cenestesia y kinestesia, para terminar transportándonos a los mundos infinitos en nuestros viajes musicales más místicos.

A todo ello debemos sumarle el concepto de que todos los estilos tienen características sociales predefinidas (como estigmatizaciones, preconceptos, etc.) que en general no se condicen con el mundo interno de aquel que disfruta la música, tal como vimos en el caso del ejemplo del metal extremo.

Son muchos los factores que nos impulsan a decir que la música nos representa, hasta en lo más íntimo de nuestro ser, pero lo más importante, es que más allá de estudios o intelectualizaciones, lo más importante de la música es disfrutarla. El resto es un juego que podemos entender o no, pero nada quita que dejemos de degustar esa maravilla que todos amamos y que le llamamos, generalmente, música.

No somos lo que escuchamos, sino que la música es parte ineludible e inseparables de nuestro más íntimo ser.


Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Varios Artistas - Reimagining in the Court of the Crimson King (2024)

La realeza de la música rock se reunió para recrear uno de los álbumes más importantes e influyentes de la historia, la obra maestra de King Crimson de 1969, "In ​​The Court Of The Crimson King", y Jorge Nuñez se volvió a acordar de ustedes y es por ello que ahora lo presentamos en sociedad: uno de los álbumes más icónicos de la historia de la música, considerado por los críticos como una grandiosa obra maestra, vuelve a ser noticia porque recién salió del horno su última resurrección, con reversiones a cargo de miembros de King Crimson, como Mel Collins y Jakko M. Jakszyk, así como de Todd Rundgren, Chris Polonia (Megadeth), Ian Paice (Deep Purple), Joe Lynn Turner (Rainbow), James LaBrie (Dream Theater), Carmine Appice (Vanilla Fudge, Cactus, Pappo's Blues, etc.), Steve Hillage (Gong) y más. Y lo más divertido es que seguramente quedarás paralizado de oír como cada tema es interpretada por esta extraordinario banda de músicos. Para que te entretengas en el finde, es

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá

Spinetta y el sonido primordial

“Si vinieron para que les hable de mí, me voy –dijo Luis Alberto Spinetta al tomar el micrófono–. Yo les voy a hablar de la música en una faz filosófica: del origen de la materia sonora y su repercusión en la civilización. Y solo contestaré preguntas sobre eso, no sobre Spinetta.” Eran pasadas las 19.30 del lunes 2 de julio de 1990 cuando el Flaco dio comienzo a su “clínica de poesía musical” en la Casa Suiza –ubicada en Rodríguez Peña 254 de la ciudad de Buenos Aires–, con entrada libre y gratuita, ante más de cuatrocientas personas. Años después, esa charla se convertiría en un libro apócrifo: El sonido primordial. Por Patricio Féminis Esta es la historia de aquella conferencia de Spinetta que llegaría a tener una edición pirata, como si fuera un libro suyo, y que llegaría a venderse por dos editoriales distintas en Mercado Libre. Aquel lunes invernal de 1990, el guitarrista, cantante y creador asistió para exponer en la Casa Suiza (hoy tapiada por un edificio en construcción)

La Mesa Beatle: Borges y el Squonk de Genesis. Un homenaje a las aventuras íntimas de los perdedores

Buenos días desde La Barra Beatles, hoy nos vamos rumbo a la Inglaterra de los 70´s, una era de oro que pone melancolía en La Barra. La idea es  rememorar a una de las grandes bandas de rock progresivo, que en Argentina empezamos a conocer años después de sus primeros lanzamientos. En 1976 Genesis publica el primer disco luego de la traumática partida de su cantante y miembro fundador Peter Gabriel. Representó todo un reto, porque mucha gente teorizó que con esa separación el grupo había sufrido una herida de muerte. Perder un cantante y compositor de la talla de Peter creo que preocupa a cualquiera, pero los muchachos no arrugaron y decidieron continuar, el resultado fue uno de sus mejores trabajos: “A trick of the tail”. Para algunos la traducción literal sería “Un truco de la cola”, otros hablan de un giro idiomático que sería algo así como “El diablo estuvo metiendo la cola”, también lo traducen como “Un golpe de timón”. Por Jorge Garacotche Este bellísimo álbum fue grabado entre

La indiferencia de los tiranizados duele como la crueldad de los tiranos

Para John Berger, "las tiranías no solo son crueles por sí mismas, sino que, además, ejemplifican la crueldad y, por consiguiente, fomentan la capacidad para serlo y la indiferencia frente a ella entre los tiranizados". Estamos frente a una avanzada masiva sobre nuestras vidas. Hacia donde miremos vemos catástrofe. Despidos, comedores sin comida, cierre de programas que garantizaban derechos, desfinanciamiento de las universidades públicas, desregulación de las tarifas, represión de la protesta, el endeudamiento como mecanismo de reducción de la posibilidad de vivir y una larga  lista que se actualiza día tras día. Frente a esto, se suceden expresiones que intentan revalorizar las vidas dañadas: "Nuestro trabajo era importante", "no todos somos ñoquis" o ―peor aún― "yo no era ñoqui", "lxs docentes no adoctrinamos", "perdimos compañerxs que hacían". Tenemos que producir valor a partir de la desgracia. Vivir se convirtió en

Miguel Abuelo & Nada - Miguel Abuelo & Nada (1973)

Mucho antes de agitar la primavera alfonsinista de la recién llegada democracia con la segunda encarnación de Los Abuelos de la Nada allá por los años 80, había nacido en Francia la primera versión de esta agrupación, pariendo además un disco maldito del que poco se llegó a conocer por estos parajes, e inclusive la primera edición para el mercado argentino de este disco salió no hace mucho. Un disco particular, donde hay hard rock, psicodelia, experimentación, y además una historia muy rica donde terminan apareciendo muchos de los máximos referentes del rock argentino, y donde Miguel Abuelo, ese niño de la calle devenido en poeta iluminado por la psicodelia y el folclore del noroeste es el protagonista casi casi, principal. Recién lo acabamos de presentar y ahora revivimos este disco tan particular. Un disco de culto que no puede estar afuera del blog cabeza. Artista: Miguel Abuelo & Nada Álbum: Miguel Abuelo & Nada Año: 1973 Género: Hard rock / Rock psicodélico Duració

Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - I.E.M. (2010)

Una reedición de la discografía completa de I.E.M., y convengamos que estos temas de I.E.M. eran muy difíciles de encontrar dado que sus ediciones fueron de una tirada muy limitada que ya se había por descatalogada ya hace mucho tiempo. Otro enorme aporte de LightbulbSun, y para aquellos que no están familiarizados con esto, les cuento que estos son los álbums en formato boxset de I.E.M., o Incredible Expanding Mindfuck, o el apodo de Steven Wilson para sus exploraciones psicodélicas y krautrock creadas entre lo que va de 1996 hasta el 2001 que pueden resultarte una especie de shock. Este compilado reúne con los 3 álbumes de estudio en este período, y definitivamente har algunas joyas aquí que seguramente serán muy apreciadas por el público cabezón. E ideal para cerrar otra semana a pura música en el blog cabeza, aquí tienen mucha música por si el fin de semana se presenta feo y lluvioso y se te joda el asado... con esto no te vas a aburrir. Artista: Incredible Expanding Mindfuck Á

El arte es para el aire: El aplausómetro, según Spinetta

"No puedo evaluar lo que hago con el aplausómetro. Me importa un belín. La pregunta es, si un pintor que sabe que es bueno sabe también que no va a poder mostrar sus cuadros, ¿los pintaría? Más bien. Le chupa un huevo. Un novelista, un poeta que es capaz de escribir versos, ¿qué necesita? Nada; va a Pippo, se pide un fresco y batata, se sienta y en el mantel, nomás, escribe LAS palabras. ¿Tecnología? Nada ¿Costo? Cero. Si uno hace música y sabe que suena bien, no importa si otro cree que no es tan buena. ¿Qué? ¿La voy a parar y no la voy a componer? No. Me importa un pito. Es el aire para quien yo la estoy haciendo y es el aire el que me va a devolver lo que yo quiera sembrar allí. ¿Acaso una novela se aplaude? Se lee en soledad. El arte es un trabajo individual y suena dentro del recinto en el que se lo trabaja. De ahí a que se crea que es una necesidad que otro lo escuche hay un largo espacio. Y, por otro lado, cuando la música es buena, cura. Cura. Sólo eso. Entonces, ahí sí

El Sonido Primordial (Luis Alberto Spinetta)

Conferencia de Luis Alberto Spinetta... "La verdadera maravilla sonora está en la vida antes que en cualquier música organizada y compuesta por el hombre"; así podría condensarse el mensaje esencial de la Clínica de Poesía Musical que diera un artista argentino que desde siempre le brindara a la música su propia naturaleza generosa en exploración sensible y con una actitud de constante sorpresa ante la poética vastedad del mundo. En el invierno de 1990, Luis Alberto Spinetta aprovechó un ciclo de clínicas musicales dictados por músicos de la cultura rock argentina, no para hablar de su trayectoria o contar detalles de sus grabaciones que pudieran servirle a un auditorio en su mayoría músicos, sino para exponer una temática poco habitual en estos encuentros: partir del instante donde el hombre ancestral tuvo su primer contacto con la materia sonora, donde la sorpresa frente a la magia de la naturaleza fue el primer paso para la creación musical. Basada fundamentalmente en

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.