¡Que parecido a la dictadura tiene esta libertad! No hay plata para Bahía Blanca pero sí para reprimir a jubilados e hinchas. Las fuerzas comandadas por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich no hicieron distingos al momento de usar palos, balas de gomas y gas lacrimógeno para impedir la movilización. Con heridos de extrema gravedad y detenidos por decenas, la operación represiva volvió a confirmar la esencia de su proyecto político: las fuerzas del cielo fueron contra viejitos, periodistas, sindicatos e hinchas de clubes de fútbol... violencia física precedida por violencia económica. Mientras, en el Congreso los diputados oficialistas volteaban la sesión a las piñas. A la noche hubo cacerolazos que llegaron hasta Plaza de Mayo y puede que haya sido el primer temblor, aviso de la erupción que no es inmediata pero se avizora. La jornada de ayer posiblemente haya sido un punto de inflexión, porque cuando más fuerte trata de mostrarse un gobierno es cuando más débil realmente está, vale para la economía y para la represión a la protesta social.
Vivimos la peor recesión económica de las últimas dos décadas, donde los jubilados son quienes más sufren el ajuste en sus ingresos, el recorte de medicamentos y la destrucción de la salud pública. El corazón del ajuste más grande de la historia en favor de los poderosos es innegociable para el gobierno y son las personas mayores que cobran una jubilación los más perjudicados. Un reciente informe de la Defensoría de la Tercera Edad da cuenta de que la brecha entre el ingreso de quienes cobran la jubilación mínima (el 65% del total) y los gastos básicos de los adultos mayores se encuentra entre los 850.000 y los 920.000 pesos.
Una salvajada que impulsa otra salvajada, una saña absurda, que ataca a gente en la vereda, a padres con sus hijos que les enseñaban a esos niños que se puede discrepar con las autoridades en forma civilizada, estando en la calle, mostrando disconformidad, por ejemplo, con el miserable salario que cobran los jubilados después de una larga vida de trabajo. ¿Está mal apoyar el reclamo de los pobres viejos con ese sueldo de asesinato?
Pero para gases lacrimógenos hay plata. Para balas de goma no hay motosierra. Para camiones hidrantes no hubo que ir al FMI. Mandaron un camión con solo 80 colchones para Bahía Blanca pero armaron un ejército de milicos para fajar jubilados. Que no se diga que el gobierno no tiene claras sus prioridades.
El gobierno decidió este miércoles reprimir con toda su violencia una manifestación que deja en evidencia su plan de gestión: ajustar a los más, para beneficiar a los menos, los mismos de siempre. Tenemos enfrente una máquina brutal que cuenta con el aparato jurídico que los apaña y un aparato mediático que ha relatado la violencia a conveniencia de los poderosos.El gobierno de Javier Milei busca eliminar al pueblo a balazos o con políticas de hambre y exclusión. El gobierno libertario y de sus aliados macristas y radicales defiende a balazos de goma, de bombas de gas lacrimógeno y a golpes con palos el severo ajuste sobre las jubilaciones, la salud, la educación, las provincias y los movimientos sociales, mientras la justicia mira para otro lado y los medios, en su mayoría, avalan el desastre. Así vemos a la prensa canalla del régimen enojada porque los manifestantes les dicen que son unos lameculos que apoyan un régimen fascista... si les gustan los sobres aguántense la puteada. Tampoco debemos olvidar a una gran parte de la población que está de acuerdo con la salvajada: es un buen momento para recordar que un 16% votó a Patricia Bullrich para presidenta.
En la marcha chuparon gente y la tuvieron paseando por la ciudad sin imputarle cargo alguno ni ponerla a disposición de la justicia. ¡Que parecido a la dictadura tiene esta libertad!. Cerraron el Congreso. Coparon la Corte Suprema por decreto. Reprimen la protesta social y criminalizan a sus adversarios políticos. Compran prensa adicta. En menos de un mes promocionaron una estafa piramidal desde la presidencia y obstruyen su investigación en el Congreso, metieron dos jueces de la Corte por decreto, se autoaprobaron por DNU un acuerdo con el FMI que no está firmado y desataron una represión salvaje por semana.
Y hay algunos idiotas que todavía discuten si son o no fascistas. ¿Ya se puede decir, de una vez por todas, que tenemos un gobierno fascista? ¿cuál es el consenso de los politólogos al respecto? Pero recordemos que no hay fascismo sin prensa canalla ni colaboracionistas.Ellos ya demostraron lo que son capaces de hacer. El Interrogante es que vamos a hacer nosotros. El 24 tradicionalmente pacifico debe ser masivo al punto de impedir todas las provocaciones que seguramente están urdiendo. Nos vemos en las calles dentro de 11 días.



Compa, nos vemos en las calles el miércoles 19. Hay que estar con los jubilados!!!
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