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David Bowie - Heathen (2002)

Carlos el Menduco nos presenta lo que muchos consideran el mejor disco de David Bowie, o al menos uno de los mejores de su larga discografía. Aquí, el aspecto más nostálgico de Bowie, otra vez rodeado de grandes músicos; Carlos Alomar, Pete Townshend, Tony Visconti, Jordan Rudess, Tony Levin, David Torn y muchísimos otros, el cantante nos entrega una obra sentida, existencial, visceral, desesperada, casi vomitada para hablar de la soledad, del sinsentido, de la alegría entre la tristeza. Para cerrar otra semana a pura música dentro del blog cabeza, cada vez más afecto a difundir lo que nuestros amigos aportan a la causa de la buena música, hacemos extensivo esta recomendación que nos deja el Menduco; el vigesimosegundo álbum de estudio de Bowie, que bien sirve para cerrar otra semana a pura música y despedirnos hasta la semana que viene....

Artista: David Bowie
Álbum: Heathen
Año: 2002
Género: Art-Rock / Rock Alternativo / Industrial
Duración: 47:20
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra


El lanzamiento de "Heathen" ocurre nueve meses luego del ataque a las torres gemelas. Y algunos relacionaron esas canciones al atentado. Pero Bowie desmintió esto ya que los temas estaban escritos antes de 11 de septiembre.
Bowie había grabado un álbum que mezclaba temas nuevos con reversiones de temas suyos menos conocidos, y hasta ya había sido bautizado como "Toy", pero en el camino se decidió a grabar nuevas canciones y el resultado es "Heathen".

David Bowie ha sido una de las figuras más icónicas e influyentes en la historia de la música, y sus álbumes han dejado una huella indeleble en el mundo. Uno de sus álbumes más notables, «Heathen», lanzado en 2002, es una verdadera obra maestra que continúa cautivando a los amantes de la música de todo el mundo hasta el día de hoy.
«Heathen» es un álbum que desafía los límites del género y es una mezcla única de rock, pop y música electrónica. El álbum es una poderosa reflexión del viaje artístico y personal de Bowie y es un testimonio de su talento y creatividad únicos.
El contexto histórico de Heathen
El álbum fue lanzado en un momento crucial en la carrera de Bowie, justo después de la crisis del 11 de septiembre en Estados Unidos. Este suceso influyó en gran medida en la temática y el tono de las canciones presentes en Heathen.
El renacimiento musical y la historia detrás de «Toy» y «Heathen»
Un vistazo al proceso de creación y temas legales en la carrera del icónico artista
El comienzo de un nuevo proyecto
A finales del año 2000, David Bowie regresó al estudio para grabar un álbum inédito, apenas un año después del lanzamiento de “Hours”. A pesar de que este intervalo fue el más corto entre dos discos en muchos años, había un motivo oculto detrás de esta decisión: la mayoría de las canciones del nuevo proyecto serían reinterpretaciones de temas de los primeros años de su carrera, singles olvidados, “caras b” y descartes de otros trabajos. Sin embargo, también incluiría algunas composiciones nuevas.
Reunión de viejos colaboradores y nuevos músicos
Para este proyecto, Bowie se reunió con músicos con los que había trabajado en el pasado, así como con nuevos talentos. Tony Visconti, uno de sus productores más importantes en los años setenta, regresó después de más de una década de ausencia, aunque en principio solo se encargaría de los arreglos de cuerda. Además, el guitarrista Earl Slick volvió a tocar junto a Bowie después de mucho tiempo. Otros miembros de su banda habitual en ese momento también participaron en el proyecto, como Gail Ann Dorsey, Sterling Campbell y Mike Garson, además de músicos invitados como Lisa Germano y Gerry Leonard.
Un trasfondo legal y la búsqueda de los derechos
Detrás de la decisión de regrabar parte de su antiguo material, Bowie descubrió que no tenía derechos sobre ninguna de las grabaciones de sus primeros años. La mayoría de estas grabaciones ni siquiera estaban firmadas con su nombre artístico y algunas las realizó como vocalista de diferentes bandas. Al regrabar parte de este material, Bowie buscaba recuperar los derechos sobre su obra.
La incertidumbre de «Toy» y el nacimiento de «Heathen»
Con el álbum “Toy” terminado y entregado, Bowie se encontró con una discográfica (EMI) en crisis, sumida en un desastre que culminó con su adquisición por parte de Citibank. En ese ambiente turbulento, nadie se atrevió a lanzar «Toy», y el disco quedó archivado en un cajón. Bowie nunca volvería a publicar nada con ellos.
Más de un año después, el músico decidió volver a grabar, esta vez para el sello ISO/Columbia. Retomó parte de los temas escritos para «Toy», añadió nuevos y también incluyó versiones de otros artistas. Tony Visconti se mantuvo en el proyecto como productor, junto con las recientes incorporaciones de Lisa Germano y Gerry Leonard. Gail Ann Dorsey y Sterling Campbell también continuaron, mientras que músicos como Earl Slick y Mike Garson desaparecían y se sumaban a la lujosa banda de músicos: Matt Chamberlain, David Torn, Mark Plati y Carlos Alomar, además de estrellas invitadas como Pete Townshend, Tony Levin, Jordan Rudess y Dave Grohl. El resultado fue el álbum «Heathen».
Listado de canciones de Heathen
«Sunday»:
Una canción que habla de la religión y la búsqueda de significado en la vida.
«Cactus»:
Una versión de una canción de la banda Pixies, con un sonido más oscuro y melancólico.
«Slip Away»:
Una balada con una letra emotiva sobre la muerte y la pérdida de un ser querido.
«Slow Burn»:
Una canción con un sonido rockero y una letra que reflexiona sobre la cultura pop y la sociedad moderna.
«Afraid»:
Una canción con un sonido más electrónico que habla de la ansiedad y el miedo.
«I’ve Been Waiting for You»:
Una versión de una canción de Neil Young, con un toque de rock psicodélico.
«I Would Be Your Slave»:
Una canción que habla de la sumisión y el deseo de complacer a alguien.
«Famous Last Words»:
Una canción con un sonido más experimental y una letra que reflexiona sobre la muerte y la vida después de la muerte.
«Halah»:
Una versión de una canción de Mazzy Star, con un sonido más oscuro y misterioso.
«Heathen (The Rays)»:
Una canción que habla de la religión y la espiritualidad, con un sonido más experimental y atmosférico.
«Wood Jackson»:
Una canción con un sonido más country y una letra que habla de la vida en el campo.
«Conversation Piece»:
Una canción con un sonido más acústico y una letra que habla de la soledad y la nostalgia.
Primeras grabaciones y selección de canciones
El proceso creativo de Bowie para «Heathen» incluyó la grabación de varias demos antes de decidir qué canciones serían parte del álbum final. Estas demos fueron grabadas en su estudio casero en Nueva York y en los estudios Allaire en el estado de Nueva York.
Algunas de las canciones que no llegaron al corte final del álbum incluyen «Your Turn to Drive», «Safe» y «Wood Jackson». Estas canciones fueron lanzadas posteriormente como lados B y en ediciones especiales del álbum.
El proceso de grabación
La grabación de «Heathen» se llevó a cabo en varias etapas. Bowie trabajó en las demos y las pistas instrumentales en su estudio casero antes de llevarlas a los estudios Allaire para trabajar en las voces y la mezcla final. La producción del álbum duró aproximadamente un año, desde mediados del 2000 hasta mediados del 2001.
En el estudio, Bowie experimentó con varios estilos y técnicas de grabación. Aunque su estilo característico de rock estaba presente en algunas de las canciones de Heathen, también incorporó elementos de jazz, música electrónica y otros géneros. Este enfoque experimental permitió a Bowie crear un álbum que era al mismo tiempo familiar y completamente nuevo.
Heathen: El álbum introspectivo y melancólico de Bowie
‘Heathen’, el 22º álbum de estudio de David Bowie, lanzado en 2002, ocupa un lugar especial en el corazón de sus seguidores. Este disco fue grabado en el verano de 2001 en Allaire Studios, ubicados en el norte del estado de Nueva York, y se distingue por su sonido melancólico e introspectivo.
La grabación de Heathen y la rutina de Bowie
El proceso de grabación comenzó el 6 de agosto de 2001 y se extendió hasta septiembre. Bowie solía levantarse alrededor de las 6 am para escribir durante horas antes de desayunar. Más tarde, Tony Visconti y el baterista Matt Chamberlain se unían a él en el estudio para aprender la nueva música y trabajar en las partes, mientras Visconti grababa todo en cinta analógica de 16 pistas y 2 pulgadas.
Durante dos semanas, los cuatro músicos grabaron 19 pistas de acompañamiento, interrumpiéndose cada noche para cenar a las 7 pm. El álbum incluye tres versiones de canciones de otros artistas, como «Cactus» de Pixies, «I’ve Been Waiting For You» de Neil Young y «I Took A Trip On A Gemini Spaceship» de Norman Odam, también conocido como Legendary Stardust Cowboy.
Colaboraciones y el papel de Bowie como multiinstrumentista
Tras completar las pistas básicas, Matt Chamberlain dejó Allaire y el guitarrista David Torn se unió a las sesiones. Bowie, siempre dispuesto a reinventarse y trabajar con nuevos músicos, decidió tocar él mismo muchos de los instrumentos, como la guitarra, teclados, saxofón, Stylophone, Theremin y batería.
Mientras las sesiones avanzaban, la esposa de Bowie, Iman, se encontraba cerca de las Torres Gemelas en Manhattan durante los atentados terroristas del 11 de septiembre. Desde Catskills, los músicos pudieron ver las llamas esa noche.
Letras y voces: el proceso creativo de Bowie
A diferencia de otros artistas, Bowie escribió las letras y grabó sus voces en Allaire, en lugar de hacerlo lejos del estudio. Visconti trabajó junto a Bowie en la grabación de las voces, reviviendo en temas como «Sunday» y «I Would Be Your Slave» la técnica de micrófono que había utilizado en «Heroes» en Berlín en 1977.
Entre los músicos que contribuyeron en las sesiones de Allaire se encuentran el guitarrista Gerry Leonard, la cantante y pianista Kristeen Young y el tecladista Jordan Rudess.
El cuarteto Scorchio y los últimos toques en Allaire
El cuarteto de cuerdas Scorchio, integrado por los violinistas Greg Kitzis y Meg Okura, la violista Martha Mooke y la violonchelista Mary Wooten, fue incorporado al final de las sesiones para grabar las partes de cuerdas de ‘Heathen’. La sesión de overdub tuvo lugar días después de los ataques del 11 de septiembre.
Traslado a Looking Glass Studios y colaboraciones estelares
Con las sesiones de Allaire Studios finalizadas, el trabajo en ‘Heathen’ continuó en Nueva York en los últimos meses de 2001 y en 2002. La mezcla y la mayoría de los overdubs se llevaron a cabo en Looking Glass Studios en Manhattan, donde ya se habían realizado trabajos preliminares para el álbum a mediados de 2001.
Tres destacados guitarristas invitados participaron en ‘Heathen’, todos ellos habían trabajado previamente con David Bowie. Carlos Alomar grabó partes de guitarra para «Everyone Says ‘Hi'» a mediados de octubre, y el líder de Foo Fighters, Dave Grohl, contribuyó con un solo de guitarra para la versión de Bowie de «I’ve Been Waiting For You».
La colaboración con Pete Townshend y Borneo Horns
Sin embargo, la colaboración más celebrada fue la de Pete Townshend, de The Who, quien tocó en «Slow Burn» en noviembre de 2001. Townshend había participado en «Because You’re Young» del álbum ‘Scary Monsters’ y Bowie había versionado sus canciones «Anyway, Anyhow, Anywhere» y «I Can’t Explain» en ‘Pin Ups’, así como «Pictures Of Lily» durante las sesiones de ‘Toy’.
Además de la guitarra principal de Pete Townshend, «Slow Burn» contó con los sonidos del trío de saxofones Borneo Horns. Lenny Pickett, Stan Harrison y Steve Elson habían tocado por primera vez con Bowie en la gira ‘Serious Moonlight’ y también aparecieron en los álbumes ‘Tonight’ y ‘Never Let Me Down’. La sesión de overdub de Borneo Horns para «Slow Burn» tuvo lugar el 29 de enero de 2002.
El arte de tapa de Heathen
El arte de tapa del álbum «Heathen» de David Bowie es una verdadera obra de arte en sí misma. Creada por el artista gráfico británico Jonathan Barnbrook, la portada presenta una imagen en blanco y negro del propio Bowie.
Pero lo que quizás sea menos conocido es la relación entre Bowie, Barnbrook e Iman, la esposa del cantante y modelo somalí-estadounidense.
En Noviembre de 2001 vio la publicación de «I Am Iman«, la autobiografía elaboradamente diseñada de la modelo, cuyo esposo, David Bowie, contribuyó con un prólogo. La fotografía de la portada de I Am Iman fue tomada por el fotógrafo suizo residente en Nueva York Markus Klinko, y el libro fue diseñado por el diseñador británico Jonathan Barnbrook. Posteriormente, ambos fueron invitados a trabajar en la obra de arte Heathen.
La portada del álbum presentaba un retrato de Bowie con ojos en blanco y semiopacos, que, según explicó el propio artista en 2002, simbolizaban los ojos de los peces en referencia al simbolismo cristiano primitivo. La cubierta no mostraba el nombre de Bowie y exhibía el título al revés, utilizando la tipografía Priori, obra de Barnbrook.
Reflexiones sobre el legado de Heathen
En retrospectiva, el álbum representa un momento conmovedor y reflexivo en la vida y carrera de Bowie, así como un testimonio de su genialidad musical. La mirada detrás de escena en la creación de ‘Heathen’ ofrece a los fanáticos una visión del proceso creativo de uno de los artistas más innovadores e influyentes de nuestro tiempo.
A través de un arduo proceso creativo y colaboraciones excepcionales, David Bowie logró crear una obra maestra en ‘Heathen’ que sigue siendo recordada y apreciada por su introspección y melancolía. Este álbum, sin duda, ha dejado una huella indeleble en la historia de la música y en el corazón de sus seguidores.

davidbowieis.com

Y todo eso que está escrito, traducido a la música suena más o menos así...



Hay mucho escrito como para ponerme a gastar más palabras explicando lo inexplicable...

A finales del año 2000, David Bowie entró en el estudio para grabar un nuevo disco apenas un año después del anterior “Hours”. Eso suponía el intervalo más reducido entre dos álbumes del artista en muchos años aunque había truco puesto que la mayoría de los temas del nuevo trabajo iban a ser nuevas versiones de canciones de los primeros años de la carrera del músico, singles olvidados, “caras b”, temas de relleno para viejos recopilatorios o descartes de otros trabajos. También habría canciones nuevas, claro está. Bowie llegó a juntarse con los músicos para grabar y el disco terminó de mezclarse en los Looking Glass Studios (propiedad de Philip Glass).
La principal novedad consistió en el regreso de Tony Visconti tras más de una década sin colaborar con Bowie después de haber sido uno de sus más importantes productores en los setenta aunque, en principio, se encargaría aquí sólo de los arreglos de cuerda. No sería el único retorno. También el guitarrista Earl Slick volvería a tocar con el músico después de mucho tiempo. Junto a ellos, varios miembros de la banda habitual de Bowie en aquel momento: Gail Ann Dorsey, Sterling Campbell o Mike Garson con la adición de algunos músicos invitados como Lisa Germano o Gerry Leonard.
Hasta aquí todo iba más o menos bien. La clásica historia de la grabación de cualquier disco de rock pero lo cierto es que había mucho detrás. Bowie se dio cuenta de que no le pertenecían ninguna de las grabaciones que realizó en sus primeros años (muchas ni siquiera firmadas con su nombre artístico y algunas como vocalista de diversas bandas). Ese fue el motivo de querer regrabar parte de ese material y recuperar así los derechos del mismo. Con el disco terminado y entregado, el músico se encontró a una discográfica (EMI) sin rumbo, metida en el desastre que culminó dejándola en propiedad de Citibank. En ese ambiente nadie se decidía a lanzar “Toy”, que era el nombre escogido por Bowie para el disco. Tras un periodo de espera, el disco quedó archivado en un cajó. El artista nunca volvería a publicar nada con ellos.
Pasó más de un año antes de que el músico se plantease volver a grabar, esta vez ya para el sello ISO/Columbia, y lo iba a hacer recuperando parte de los temas escritos para “Toy”, escribiendo unos cuantos nuevos y añadiendo a la mezcla algunas versiones de otros artistas. Del proyecto no publicado iba a permanecer Tony Visconti (ahora ya como productor), y las recientes incorporaciones de Lisa Germano y Gerry Leonard. Gail Ann Dorsey y Sterling Campbell también continuaban en el proyecto mientras que nombres como el de Earl Slick o Mike Garson desaparecían y se sumaban a la lujosa banda de músicos: Matt Chamberlain, David Torn, Mark Plati y Carlos Alomar además de varias estrellas invitadas que intervendrían en temas puntuales. Entre ellas, Pete Townshend, Tony Levin, Jordan Rudess o Dave Grohl. El título del nuevo álbum: “Heathen”.
“Sunday” - El disco se abre con una sucesión de ruidos electrónicos sobre un fondo de sintetizador. Bowie canta con profundidad y un cierto tono dramático “nada ha cambado, todo está cambiando”. Un coro con cierto regusto gregoriano le da la réplica brevemente mientras aparecen los primeros ritmos programados que nos acompañan hasta el final del tema en el que se incorporan con gran brillantez la batería y el bajo para terminar con una canción muy interesante.
“Cactus” - La segunda canción del disco es una versión de The Pixies. Es un tema que recuerda al Bowie de la época de Tin Machine y el cantante toca todos los instrumentos menos el bajo. El resultado es una canción potente y mucho menos monolítica que la original, lastrada por una sección bajo-batería abrumadora. Como curiosidad, en el tema original hay un momento en que los miembros de la banda recitan las letras que componen el nombre de la misma. Aquí escuchamos “D-A-V-I-D” deletreado por el propio artista.
“Slip Away” - Tony Levin es el invitado especial en esta canción que comienza como una típica balada melódica, al estilo de los grandes “crooners”. El tema cobra cariz de himno cuando llegamos el brillantísimo estribillo hasta convertirse en una de las grandes canciones del disco. Es uno de los temas que sobrevivieron de “Toy” donde aparecía con el título de “Uncle Floyd”. Su rescate para “Heathen” fue un grandísimo acierto que impidió que un tema maravilloso quedase en el olvido.
“Slow Burn” - El primer “single” del disco tenía a Pete Townshend (guitarrista de The Who) como invitado especial y en sus primeros momentos recordaba al clásico “Heroes” para convertirse después en una canción brillante por la que Bowie fue nominado al Grammy de aquel año. La linea de bajo de Tony Visconti es memorable y tiene un carácter hipnótico hasta el punto que rivaliza con la guitarra de Townshend a la hora de buscar lo más destacado del tema desde el punto de vista instrumental. Destaca también el propio Bowie al saxo, instrumento que toca en varios discos y cada vez con más soltura.
“Afraid” - El siguiente corte es un veloz tema lleno de energía que nos remite el Bowie de los comienzos. Los arreglos de cuerda suenan un poco fuera de lugar y no terminan de funcionar. De hecho, los momentos en que pasan a un segundo plano son los mejores de una canción que tiene un potencial que no terminamos de ver realizado aquí. “Afraid” era otro de los temas grabados en su momento para “Toy”.
“I've Been Waiting for You” - La segunda versión del disco es este tema de Neil Young del que también los Pixies hicieron su propia interpretación. El artista invitado aquí es Dave Grohl, el antiguo batería de Nirvana que en esta ocasión toca la guitarra. Hacía tiempo que Bowie quería grabar esta canción que fue interpretada en varias ocasiones por Tin Machine en directo aunque con Reeves Gabrels como vocalista y Bowie en los coros. La fuerza de esta versión tiene mucho más que ver con esas interpretaciones que con la original de Young, más comedida.
“I Would Be Your Slave” - El siguiente tema es muy curioso porque parte de una base rítmica que podría ser country y que se envuelve de cuerdas sedosas y otra gran linea de bajo a cargo de Tony Visconti. Con esa base instrumental, Bowie canta una melodía que parece ir a destiempo pero que, sin embargo, termina encajando bien. Una canción extraña que, pese a todo, funciona.
“I Took a Trip on a Gemini Spaceship” - La última versión del disco es esta canción escrita por Norman Odam en 1968, un pionero en cantar temas espaciales. Odam adoptó el pseudónimo de Legendary Stardust Cowboy y se dice que influyó al propio Bowie para la creación de su personaje Ziggy Stardust. La versión que aquí escuchamos tiene la energía y el ritmo de temas anteriores del músico como los que podíamos escuchar en “Black Tie White Noise.
“5:15 the Angels Have Gone” - Cambiamos por completo de tono pasando a un tema lento con toques de “reggae” en su primera parte, especialmente en los arreglos de bajo. Luego cambia con la entrada de una ráfaga rockera con toques ambient resaltados por el coro femenino. Una de las canciones más raras del disco por la inusual combinación de estilos.
“Everyone Says Hi” - Otro de los singles del disco fue esta canción amable y de fácil escucha que no tiene mucho más recorrido. Pop de buena factura, con guiños al primer rock'n'roll y sus coros inocentes pero que nos sabe a poco viniendo de quien viene.
“A Better Future” - Mucho más interesante es el comienzo del siguiente tema que comparte con el anterior el toque optimista en las melodías e incluso un punto de despreocupación que contrasta con los textos, mucho más sombríos.
“Heathen (the Rays)” - En contraste con las dos canciones anteriores, llega a cerrar el disco el tema que le presta el título al mismo. Es una canción oscura, marcada por un ritmo mecánico (recuerda en algún momento a OMD), en la que se superponen distintas capas de sonido, sintetizadores y cuerdas principalmente para construir una atmósfera muy poderosa. Una de las mejores canciones del disco, en nuestra opinión.
El tono del disco es más bien oscuro y pesimista lo que muchos atribuyeron a su grabación bajo el influjo de los atentados del 11-S obviando que gran parte del disco estaba compuesta antes de aquello. Las imágenes que aparecen en el libreto del disco son muy reveladoras al respecto: cuadros renacentistas destrozados (imágenes religiosas todas ellas) y una estantería en la que reposan tres libros que nos recuerdan a los famosos “maestros de la sospecha” de los que hablaba Paul Ricoeur y que hicieron tambalearse las creencias que había en sus respectivos campos de conocimiento en su época. Ricoeur citaba a Nietzsche, Marx y Freud aunque aquí Bowie sustituye a Marx por Einstein. En la foro podemos ver “La Gaya Ciencia”, el libro en el que Nietzsche anunciaba la muerte de Dios, “La Interpretación de los Sueños” de Freud y la “Teoría General de la Relatividad” de Albert Einstein. Si a eso unimos que el título del disco, “Heathen”, significa “pagano” nos damos cuenta de que la temática tiene poco que ver con el 11-S aunque pueda compartir el tono desesperanzado. El trabajo está lejos de los mejores de su autor pero muchas veces la altura de un artista no se mide por sus mejores obras sino por las más “normales” y un Bowie regular sigue estando a un nivel que otros no alcanzaron ni siquiera en sus mejores momentos.

Mike Shooter

Podés escucharlo completo acá:
https://open.spotify.com/intl-es/album/6cideQBTEM8b6pQ40OHQ2P


Lista de Temas:
1. Sunday (4:45)
2. Cactus (Pixies cover) (2:54)
3. Slip Away (6:05)
4. Slow Burn (4:41)
5. Afraid (3:28)
6. I've Been Waiting for You (Neil Young cover) (3:00)
7. I Would Be Your Slave (5:14)
8. I Took a Trip on a Gemini Spaceship (Norman Odam cover) (4:04)
9. 5:15 The Angels Have Gone (5:00)
10. Everyone Says 'Hi' (3:59)
11. A Better Future (4:11)
12. Heathen (The Rays) (4:16)

Alineación:
- David Bowie: voz, guitarra, teclados, sintetizador, saxofón, Stylophone, batería.
Tony Visconti: guitarra, bajo, flauta dulce, coros.
David Torn: guitarra, loops de guitarra, Omnichord.
Carlos Alomar, Gerry Leonard, Pete Townshend, Dave Grohl, Gary Miller: guitarra.
Mark Plati: guitarra, bajo.
Tony Levin, John Read: bajo.
Jordan Rudess, Dave Clayton: teclados.
Matt Chamberlain: batería, percusión, programación.
Sterling Campbell: batería, percusión.
Sola Akingbola: percusión.
Greg Kitzis, Meg Okura, Lisa Germano: violín.
Martha Mooke: viola.
Mary Wooten: violonchelo.
Philip Sheppard: violonchelo eléctrico.
Lenny Pickett: saxofón barítono.
Stan Harrison: saxofón alto.
Steve Elson: saxofón tenor.
Kristeen Young: coros, piano.



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"No puedo evaluar lo que hago con el aplausómetro. Me importa un belín. La pregunta es, si un pintor que sabe que es bueno sabe también que no va a poder mostrar sus cuadros, ¿los pintaría? Más bien. Le chupa un huevo. Un novelista, un poeta que es capaz de escribir versos, ¿qué necesita? Nada; va a Pippo, se pide un fresco y batata, se sienta y en el mantel, nomás, escribe LAS palabras. ¿Tecnología? Nada ¿Costo? Cero. Si uno hace música y sabe que suena bien, no importa si otro cree que no es tan buena. ¿Qué? ¿La voy a parar y no la voy a componer? No. Me importa un pito. Es el aire para quien yo la estoy haciendo y es el aire el que me va a devolver lo que yo quiera sembrar allí. ¿Acaso una novela se aplaude? Se lee en soledad. El arte es un trabajo individual y suena dentro del recinto en el que se lo trabaja. De ahí a que se crea que es una necesidad que otro lo escuche hay un largo espacio. Y, por otro lado, cuando la música es buena, cura. Cura. Sólo eso. Entonces, ahí sí

Bosón de Higgs - Los Cuentos Espaciales (2023)

Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.