Ir al contenido principal

Rompan Nada

Sobre "Rompan Todo"... Rockeros bonitos y educaditos. La nueva miniserie sobre el rock latinoamericano que estrenó Netflix cuenta la historia de un rock en el que importan más los sellos multinacionales, los productores y la MTV que los propios músicos. Y encima hace un revisionismo histórico continental que suscribe a la funesta teoría de los dos demonios...
Por Fernando Barraza

Si, coincido en todo lo que decís. Yo, primero, lo ví. Luego empecé a leer reseñas. Mi experiencia fue que me gustó mucho ver y saber de bandas que no conocía y ver imágenes de archivo originales a las que nosotros no podemos acceder fácilmente. Y lo que me revolvió las tripas fue darme cuenta AL TOQUE de la ideología perversa de la edición con respecto a la historia latinoamericana, particularmente en Argentina la justificación del golpe militar porque "todos los días baleban las comisarías". Así que coincido con vos en que hay que separar. Por un lado, no es pecado y es entendible que queden cosas afuera, al gusto del realizador. Pasa siempre. Lo bueno es entender por dónde pasa el recorte y sí, pasa por San Santalaolla. Por otro, es abominable el planteo político que impregna todo el documental. Conclusión: el principal valor que tiene el documental es el de hacernos reflexionar sobre todas estas cosas y despertarnos la curiosidad por escuchar o volver a escuchar a tantos talentosos músicos/as que tiene el rock de nuestro continente. Y lástima que fue sólo el rock en español, porque Brasil es todo un universo también. Pero allí G.S. no opera, creo.

Marcela en los comentarios de este posteo


Sorprende y es objeto de grandes críticas que un documental sobre el rock latinoamericano hecho para Netflix se apoye estrictamente sobre la pata corporativa de la industria discográfica y deje de lado todas y cada una de sus otras manifestaciones, las que se dieron por fuera de ese circuito? No, para nada. De hecho nadie que tenga dos dedos de frente puede pretender algo distinto de una propuesta empresarial como ésta.

¿Molestan entonces ciertas ausencias groseras en la saga, como las de Miguel Cantilo, Raúl Porchetto, el peruano Freddy Ortiz, el colombiano Chucho Merchán, el cubano Carlos Alfonso Valdés? ¿Son irritantes los grandes homenajes faltantes a figuras trascendentes para el rock continental como el colombiano Juan Guillermo López o el uruguayo Eduardo Mateo, sólo por mencionar dos? No, para nada; porque todo documental es un recorte, una sucesión de inclusiones y ausencias, una decisión tras otra decisión tomadas en la mesa de edición y con un criterio narrativo personal asumido. Algunas personas quedarán completamente satisfechas, otras no tanto. Así es la historia de las producciones visuales documentales. Ninguna producción, por más independiente que sea, escapa a esta lógica. Y los intereses que parecieran mover a esta saga, son claros.

¿Molesta entonces la cuestión de género, que la única mujer que se menciona como importante dentro de la parte fundacional de la historia del rock latino sea Gabriela? No, porque –a pesar de haber dejado de lado a la prehistórica Gloria Ríos, a María Rosa Yorio, a Claudia Puyó, a Nina Galindo o a Elsa Riveros, solo por mencionar algunas de las grandes exponentes de todo el continente- aparecen en la serie dando su testimonio y poniendo contexto mujeres fundamentales del rock como Fabi Cantilo, Mavi Díaz, Cecilia Bastida, Celeste Carballo, Andrea Echeverri, Julieta Venegas, Hilda Lizarazu y Mon Laferte. Y la serie cierra sugiriendo que la nueva revolución dentro del rock la harán las mujeres. Aunque pueda parecer un poco oportunista, que el documental cierre de esa manera no es poca cosa.

Entonces ¿si algo está molestando en esta serie… qué es lo que tanto molesta? Quizás todo lo que narra por fuera de lo estrictamente musical, la manera que tiene de contar nuestra propia historia, la historia socio política de Latinoamérica.

Sí. Sin lugar a dudas es eso.

 

Los dos demonios danzan de nuevo


Desde el regreso de las democracias a Latinoamérica, periodo que comienza en algunos países en los primeros años de la década del ochenta del siglo pasado y se demora en otros casi diez años, el pueblo latinoamericano ha tratado de elaborar su propia versión de los hechos socio políticos que vivió, por los cuales durante tres décadas (del 50 al 80) fue prisionero continuo de golpes de estados cívico militares financiados, alentados y construidos ideológicamente desde afuera de nuestras patrias.

Para poder hacer una lectura descolonizada y propia de estos acontecimientos funestos y antidemocráticos, hemos tenido que revisarnos con sinceridad y responsabilidad como sociedades, pero además hemos tenido que hacer retroceder un montón aquellas teorías socio políticas propuestas por los Think Tank, los núcleos de construcción de poder y pensamiento de los mismos países, personas y corporaciones que patrocinaron todos esos golpes en nuestras naciones. La más brava de todas estas teorías quizás haya sido la de “Los dos demonios”, que es un relato que no niega el periodo oscuro que vivimos, al referirse a esa porción de la historia cargada de censura dictaduras y muerte, pero que no duda ni un instante en responsabilizar de igual manera -con el mismo peso y con el mismo grado de responsabilidad por lo ocurrido- a “las dos partes de una guerra”.

Según esta teoría, en la tensión bélica entre esos dos “bandos” estaría puesta -en igual medida- la responsabilidad por “lo que nos pasó”, sin analizar minuciosamente crímenes de estado, desapariciones de personas por parte de las fuerzas del orden estatales, proscripciones impartidas por funcionarios de facto, persecuciones ideológicas coordinadas entre esos mismos funcionarios y las empresas de comunicación mass media, ni deteniéndose en analizar las torturas y los encarcelamientos políticos. Así, con esta liviandad de resumen, se ha intentado equiparar en el inconsciente colectivo del continente un plan sistemático de dominación regional –como lo fue el ya desclasificado, monolítico, imperial e innegable Plan Cóndor- con el accionar de distintas insurgencias políticas de las juventudes sesentistas y setentistas.

Este discurso de construcción de sentido común apunta –desde hace cuarenta años ya, y sigue- a que en cada país de Latinoamérica donde se vivieron dictaduras, quede resonando el nombre de “el otro bando”, el de “la subversión” como coautora en culpa y responsabilidad compartida por todo este espanto genocida que hemos vivido.

¿Y por qué Netflix propone sin filtros este discurso maniqueo en una serie documental sobre el rock en Latinoamérica, de qué le sirve? se preguntará usted, leyendo esta nota.

La complejidad de análisis en las respuestas que se pueden desplegar es enorme. Analizar cada uno de los factores culturalmente “redituables” que la mayor usina de contenidos audiovisuales del planeta de la actualidad (Netflix) puede sacar para sí con la difusión de un discurso tal y como éste, resulta fascinante de pensar y considerar. Sobre todo si tenemos en cuenta que la usina de la N, por más que se disfrace de poner a disposición un ecléctico e internacional catálogo de contenidos, está radicada, financiada y sostenida por los mismos intereses que sostuvieron y financiaron cada uno de los golpes de estados de nuestro continente durante el siglo pasado.

¿Es esto que estamos diciendo parte de una teoría conspirativa por la cual se propone que Netflix ha de ser la malvada punta de lanza mediante la cual van a dominar nuestras mentes para siempre?

Para nada.

La cosa no es tan monstruosa, no hay que hacer de esto una denuncia altisonante, pero sí es interesante hacer un análisis sutil e inteligente de lo que esta propuesta nos ofrece desde lo ideológico. Ideología para muchas personas es una palabra fuerte, incómoda. Hay muchas personas que desearían borrarla del diccionario. Sobre todo los dueños de las corporaciones. Pero bueno, la desideologización también es ideología, es una fuerte inversión cultural la que están haciendo. Eso es lo que hay que tener en cuenta. Veámosla un poco y de cerca en esta miniserie…

 

Rockeros bonitos y educaditos


La serie “Rompan todo”, quiso acompañar la historia de la evolución del rock (corporativo) continental con cada uno de los procesos políticos totalitaristas que se sucedieron en casi 65 años de historia argentina, mexicana, chilena, uruguaya y colombiana, esos son los países que se eligieron, y se menciona solo un rato al Perú y otros segundos más a Puerto Rico. En el recorte de sucesos históricos escogidos, hasta el terremoto del DF de 1985 es tomado como un acontecimiento político, ya que los escándalos de ocultamiento oficial de cifras de personas muertas son el eje de análisis.

En todos estos procesos que se analizan durante el transcurso de la serie, la vara moral que se utiliza para contarlos es bastante clara: cada uno de los episodios de terrorismo de estado que padecieron los pueblos de Latinoamérica a lo largo de estas décadas narradas, encuentran una suerte de justificación en la violencia que se producía a través de la rebeldía de los mismo pueblos que la padecieron, cuando no en su ignorancia como sociedad (lo que se dice muy vagamente de Colombia es, en este sentido, completamente irritante).

Toda esta impronta del doble/culpar comienza ya, desde el principio mismo del relato, cuando se menciona el gran Festival de Avandaro, el Woodstock Mexicano realizado en 1970, y se pone un fragmento de la entrevista que la producción le realizó al blusero Javier Bartíz (personaje que ni siquiera tocó en ese festival por estar pendiente de otros conciertos menores) quien acusa en cámara a Ricardo Ochoa, cantante de los Peace & Love, de “haberlo estropeado todo” aquella noche. La raíz de “la estropeada” que denuncia Bartíz es una proclama que Ricardo lanzó desde el escenario con una consigna poderosísima sobre que el poder lo tiene el pueblo si se une.

En la vida real, lo que sucedió tras aquel instante de proclama fue que la radio que estaba transmitiendo el concierto (Radio Juventud, auspiciada exclusivamente por Coca Cola) dejó de transmitirlo y a partir de ese instante, con muchas cámaras filmando lo ocurrido, Ochoa entró directamente a la historia de México por haber protagonizado uno de los momentos mediáticos contraculturales más importantes de la historia mexicana de la segunda mitad del Siglo XX. Pero en la mente de Bartíz (uno de los personajes que más aparece en cámara durante toda la serie) aquello fue “una pendejada” que lo estropeó todo hacia adelante. Bartíz es claro: sin ese “exabrupto” de Ochoa, la historia hubiera sido “otra”.

Así comienzan las cosas en la serie. Y esto es solo el principio, porque todo el discurso socio político del documental está hilado así, en una trama que propone la despolitización del rock como movimiento cultural, y azuza todo el tiempo la existencia de los dos demonios dentro de las sociedades latinas del Siglo XX para explicar el proceso de violencia y dominación que hemos vivido.

De nada sirve que tengan segundos en cámara Sergio Arau de La Botellita de Jerez, nuestros León Gieco y Marcelo Moura, Alvaro Henríquez de Los Tres o Jorge González de los Prisioneros, y que entre los cinco –cada cual desde su trinchera- le echen ganas a sus declaraciones con contexto político sesudo; porque por cada aparición corta y dispersa de estas personas, aparecen durante todo el documental los largos discursos anti política de Emilio Del Guercio, los del antes mencionado Bastíz, alguna grajea en sintonía de Zeta Bosio (que en su biografía “Yo conozco ese lugar” dedica un capítulo entero a la tensión de los dos demonios entre militares y “subversión”), y se le suman algunas descontextualizaciones hechas en la sala de edición para que Claudio Gabis y Piltrafa queden en orsai justo cuando hacen mención al “ clima de violencia” de la época y los editores ilustran esos pasajes con imágenes de archivo de noticieros de los setenta cubriendo “ataques subversivos”, bombas en patrulleros y demás escenas bien pero bien tendenciosas.

Santaolalla también aporta lo suyo en esta carrera por despolitizar y doble-demonizar, eh. No soslayemos ese dato, aunque duela.

Igual suerte corre en el documental el contexto histórico que se presenta para Chile, para Uruguay, y para México, país este último en el que se hace prevalecer una danza confusa que acusa a los “políticos corruptos” (como le gusta esta palabra vaga y sin cara al neoliberalismo, ¿no?) de México y deja afuera toda lectura del avance neoliberal encabezado por EEUU. La ruina es “la corrupción” de los “políticos corruptos”. Ninguna cara, ningún nombre, solo una tibia alusión al “Nafta” como plan económico irregular.

Capítulo aparte para Colombia, ya que es verdaderamente caótico y vergonzoso el contexto político que intenta mostrarse y contarse en la serie cuando se menciona esa nación hermana. Y las declaraciones sobre estas situaciones poco claras que balbucea Juanes como para tratar de “profundizar” ese contexto, ufff… por favor… dignas de todo olvido.

¿De dónde viene todo este postmodernismo a la hora de hacer un documental que se meta con el contexto histórico pero lo opere de esta manera tan diet y –por qué no decirlo- malintencionada? Decididamente el detalle de que el wiki de su director y guionista, Picky Talarico, esté en las redes solo en inglés y que –por ejemplo- en ningún momento diga dónde nació, ni oriundo de qué lugar de la tierra es, deja más un sabor a descompromiso que a “espíritu de integración mundialista” a lo “Imagine” de Lennon.

Esta historia que eligió contar Talarico, así, como la contó para el beneplácito de Netflix, desconoce el compromiso de décadas y nuestro esfuerzo regional (latinoamericano) por conocernos en profundidad a través de la revisión de nuestra propia historia. Y se compromete con la historia oficial propuesta por quienes nos pusieron un pie en la cabeza desde hace tanto tiempo, claro. Atentxs a eso si se va a mirar la serie.

 

I want my MTV

Desde la narración meramente cultural, la propuesta de Talarico hace prevalecer a las industrias discográficas (solo tres, las gigantes, claro), entroniza como gladiadores indispensables a los productores ejecutivos y artísticos de esas corporaciones (dos o tres, también) y ubica en la categoría de dioses de la comunicación a la cadena MTV, contándolos a todos esos actores como los partícipes necesarios de los sucesos culturales que el rock le ha dejado a nuestro continente.

¿Los artistas? Bien, pero vienen atrás de la industria eh. Ejemplo: para el autor de este documental Café Tacvba no es una de las bandas más originales y talentosas del rock del mundo, sino que es una bandita caótica que por suerte ordenaron y potenciaron Kerpel y Santaolalla y la WEA para que fueran lo que hoy son. Ese es el eje del documental desde lo cultural. A Santaolalla no se le cae un solo anillo cuando acusa en cámara a La Maldita Vecindad de no saber ni tocar lo que componían. Horrible.

Por todo esto, porque la reina es la industria, será que un fenómeno cultural de masas único en el planeta como Patricio Rey solo aparece dos minutos, y afuera quedan todas las expresiones independientes y masivas del rock latinoamericano: La Renga no está, El Azote de México no está, Camila Moreno de Chile no está, Los Estómagos de Uruguay no están. Nada cuenta como importante por fuera de la mecánica de la industria corporativa.

Tampoco están reflejados los canales de comunicación y difusión del rock en el continente, programas de radio y TV que fueron importantísimos, publicaciones como “Expreso Imaginario” (solo por mencionar una) y comunicadorxs que siempre contribuyeron a una difusión masiva, de manera transversal, como la genial Gloria Guerrero y sus “Páginas de Gloria” que salían publicadas en la revista de mayor tirada de Argentina en gran parte de los 70/80 (Humor) no aparece ni por asomo. Como tampoco aparecen Kleimann, o Rosso, o cualquiera de lxs comunicadorxs colombianos, uruguayos, mexicanos o peruanos que de seguro construyeron cultura desde sus medios alternativos pero masivos. Es que al documental esto no le interesa, porque lo que le interesa es lo otro: un rock apolítico, que se revele solo contra esa entelequia sin cara que es “la corrupción” (a esta altura se forma un trago de saliva ácida al escuchar esa palabra desvirtuada así), ahijado por productores y casas discográficas multinacionales e hijo de un continente que cuente oficialmente una historia: la de los dos demonios que nos azotaron, una versión de la historia latinoamericana que es bien sosa, posmoderna, perjudicial y cómoda. Mucho más imperial que nuestra, por supuesto.

Para Netflix esta saga no fue un “Rompan Todo”, claramente es un… “Rompan Nada”.

Por eso hay que entrarle a esta obra -si tenés ganas o curiosidad, bah- pero siempre con una luz de alerta encendida:

¿Todo lo que no aparece, lo que no se muestra o no se dice en este documental no existe?

No, no nos confundamos: seguro que sí existe.

Esto nos lleva a la segunda pregunta que bien podríamos hacernos al encarar esta obra: ¿por qué se decidió dejar de lado todo lo que se dejó de lado?

La construcción de sentido común desde lo ideológico en épocas en los que se pueden meter los más variados productos audiovisuales a nuestras casas de manera tan sencilla es para vivirlo en contexto crítico. No cuesta nada terminar de ver estas propuestas, incluso disfrutar de algunas cosas que proponen, pero inmediatamente después no quedarse solo con el caramelo que cubre la superficie ¡No es tan difícil ni trabajoso, che!

Te invito a que veas la serie si andas con tiempo estas vacaciones y después… ¡decime si exagero!


Fernando Barraza



Comentarios

  1. Hola Amigo: En algunas cosas estoy de acuerdo y en otras no, antes que nada quiero aclararte, que la etapa del 70 la vivi de adentro, porque era plomo de La Pesada, vamos por partes, la idea de este documental, por asi llamarlo fue de contar, como nacio el Rock Latinoamericano, entonces veo barbaro las entrevistas a musicos de aquella epoca (Bond, Pappo, Nebbia, Santaolalla) porque eran los que tienen la posta de como fue, no suelo desmerecer a nadie y menos censurar o discriminar y menos a figuras que no conozco, pero en el caso de Mujeres Argentinas, cantante como Gabriela (era la esposa de Edelmiro Molinari, Almendra) dificilmente allá otra, las que vinieron atras acompañaban. Grandes bandas, Soda, Los Redondos, La Renga, no fueron fundadores del movimiento, vinieron mucho despues, vi con mucho gusto a Tanguito, Moris, Miguel Abuelo, Nebbia, quisieron hacer algo lindo y se desnaturalizo, cuando empezaron a poner bandas mas contemporaneas, esa es mi vision !!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No existe eso de 'las intenciones eran nobles pero..'. El documental es falopa de la jodida.

      Eliminar
  2. Pensé lo mismo cuando la ví. El rock en la Argentina nunca fue contestatario, lxs desaparecidos fueron folkloristas, escritorxs, periodistas, pero no rockerxs. Desde el comienzo se apunta a igualar la violencia de una frase a la represión por parte de un gobierno de facto bancado por EEUU. No pidamos peras al Olmo, las grandes empresas de comunicación no muerden a la mano que les da de comer.

    ResponderEliminar
  3. El documental como producto esta muy muy bueno, aunque la linea que baja por momentos es horrible. Hay notorias ausencias, la mitad de la carrera del flaco spinetta, Pedro y Pablo! tampoco aparece Piero ni en su version combativa ni en su regreso politicamente correcto. Apenas se nombra a Vivencia, no sea cosa que le disputen la centralidad a Santaollala. Ignora a Porchetto y nuevamente a Cantilo con Punch porque podrían contradecir la hipótesis de que Gustavo fue el primer new wave argentino. Sumo pasa como desapercibido. Están muy bien las viuda e hijas, pero nada dice de Fabi Cantilo, tampoco Patricia Sosa y La Torre, nada hay del heavy argentino de los 80 con mas de una docena de bandas editando discos. No aparecen tampoco Los Helicopteros, Autobus, ni la movida dark ni Don Cornelio, del nuevo rock solo Babasonicos e illya Kuriaky. Demasiados recortes que para mi responden a una bajada de linea de Santaolalla, por momentos me parece que quisiera que alguien diga Dios Salve a Santaolalla que nos ilumino. Y lo que mas ruido me hace es que tiene pergaminos mas que suficientes para evitarse la grasada de pararse a chapear constantemente como si fuera un violero novato peleandose con el cantante a ver quien figura mas sobre el escenario

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. se debería llamar santaolalla y sus bandas: la historia de como santaolalla engendró a spinetta y charly garcía

      Eliminar
  4. El mejor documental que ví en mucho tiempo, no tenía ni idea del plueblito ese norteamericano en medio de mongolia que fundó santaolalla. Encima se llama latinoamérica y hablan español, increíble. Yo que me creía que era un productor mediocre y medio chanta, y mirá toda la revolución que hizo en la mongolia hispana.

    ResponderEliminar
  5. Si, coincido en todo lo que decís. Yo, primero, lo ví. Luego empecé a leer reseñas. Mi experiencia fue que me gustó mucho ver y saber de bandas que no conocía y ver imágenes de archivo originales a las que nosotros no podemos acceder fácilmente. Y lo que me revolvió las tripas fue darme cuenta AL TOQUE de la ideología perversa de la edición con respecto a la historia latinoamericana, particularmente en Argentina la justificación del golpe militar porque "todos los días baleban las comisarías". Así que coincido con vos en que hay que separar. Por un lado, no es pecado y es entendible que queden cosas afuera, al gusto del realizador. Pasa siempre. Lo bueno es entender por dónde pasa el recorte y sí, pasa por San Santalaolla. Por otro, es abominable el planteo político que impregna todo el documental. Conclusión: el principal valor que tiene el documental es el de hacernos reflexionar sobre todas estas cosas y despertarnos la curiosidad por escuchar o volver a escuchar a tantos talentosos músicos/as que tiene el rock de nuestro continente. Y lástima que fue sólo el rock en español, porque Brasil es todo un universo también. Pero allí G.S. no opera, creo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Marcela. Muy buen comentario! Lo puedo publicar en el texto del posteo original? Yo lo copio y si no te parece me avisas. Cualquier cosa escribime a correocabezon arriba Gmail punto com saludos!

      Eliminar

Publicar un comentario

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer ...

Iterum Nata - From the Infinite Light (2024)

"Iterum Nata" significa "Born Again" en latín, una descripción apropiada para lo que presenta este disco, el quinto álbum de estudio de este proyecto que me ha puesto en un brete a la hora de catalogarlo ¿folk rock, folk picodélico, post rock, post metal, prog folk, rock progresivo,  black y doom metal?. Lo mejor es que es todo eso, pero todo junto. Desde Finlandia presentamos un trabajo que nos envuelve con una música atmosférica oscuramente melódica y lírica, influenciada por el paganismo y el ocultismo, y que podemos describir como un cruce entre los grupos neofolk melancólico como Tenhi, el folk psicodélico de Linda Perhacs más el misticismo musical espectral de Dead Can Dance y el progresivo de Strawbs, junto con los primeros King Crimson, sumadas a las inquietantes narrativas de Nick Cave, y tendremos algo parecido a la propuesta musical, política y filosófica de Iterum Nata, algo que creo que ya podemos intuir al ver su arte de tapa. Artista: Iterum Na...

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá...

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos ...

The Beatles - Get Back (2021)

Los tres episodios del documental "The Beatles: Get Back" y el reencuentro con la felicidad. Siempre elegimos algo especial para empezar la semana pero esta vez es distinto. Y es que comenzamos la semana en el blog cabeza con un tremendo aportes de LightbulbSun, al que le anexamos una certera nota de Marcelo Figueras para Cohete a la Luna el 10 de diciembre último. Se trata de nada menos que "Get Back", el documental beatle, el material de archivo inédito de la realización de el legendario álbum "Let It Be", un reality show diferido por más de 50 años de la que quizás fue la banda de rock más influyentes de la historia, en un documental que ya es legendario. ¿Cómo han renido tanto material  oculto todos estos años a tantos millones de fans? y otro de los grandes aportes del blog cabeza (y de LightbulbSun) para comenzar la semana con todo. Artista: The Beatles Película: Get Back Año: 2021 Género: Documental Duración: 468 minutos Nacionalidad:...

Don Cornelio y la Zona - Don Cornelio y la Zona (1987)

"Hola, les saludo desde Ecuador, he seguido la página desde hace unos años y han sido un gran soporte emocional en mi vida gracias a la música que me han compartido. Quería preguntarles si pueden revivir este álbum que descubrí hace poco". ¿Y cómo negarnos ante ese comentario?. Como homenaje al recientemente desaparecido Palo Pandolfo (uno de los cantautores más destacados de la música argentina en las últimas tres décadas), reflotamos un discos que Artie había publicado hace ya mucho tiempo. Acá está, entonces, el disco homónimo de Don Cornelio, muy pedido por varios, como recuerdo de ese referente del rock argento que fue el poeta del rock "Palo" Pandolfo, con su combinación de lirismo y violencia reconocible en su rock, algunos dicen que fue heredero artístico de Pescado Rabioso , y desde hace 35 años que vino siendo bastante más que el flaquito que vino a poner oscuridad en el pop alfonsinista. Artista: Don Cornelio y la Zona Álbum: Don Cornelio y la Zona ...

Jano - Faros Eolos (2024)

Una belleza sinfónica con aires tangueros. Y nos vamos para Córdoba, Argentina, porque tenemos el agrado de presentar un disco que es hermoso por donde se lo escuche, con una composición madura y lograda, basada en un concepto rico y profundo. Ya presentamos el anterior trabajo de Jano, y ahora éste, su último álbum que forma parte de un concepto presentados en cuatro discos, de los cuales es el segundo que continúa con las historias dibujadas en oníricos paisajes donde dominan los climas forjados por islas desiertas, soledades innombrables, faros que no guían sino que repelen, y donde fantasía y realidad se unen a través de la música, donde temas atmosféricos, hipnóticos y melancólicos fusionan de manera experta estilos de los 70 con marcas urbanas argentinas pero con un sonido moderno y una producción extremadamente cuidada. Musicalmente, estrictamente hablando, tiene un claro enfoque bastante metido en el rock progresivo sinfónico italiano y con influencias marcadas de bandas como...

King Crimson Collector's Club (1998 - 2012)

Artista: King Crimson Álbum: King Crimson Collector's Club Año: (1998 - 2012) Género: Progresivo ecléctico Nacionalidad: Inglaterra Lista de Discos: KCCC 01 - [1969] Live at the Marquee (1998) KCCC 02 - [1972] Live at Jacksonville (1998) KCCC 03 - [1972] The Beat Club Bremen (1999) KCCC 04 - [1982] Live at Cap D'Agde (1999) KCCC 05 - [1995] On Broadway - Part 1 (1999) KCCC 06 - [1995] On Broadway - Part 2 (1999) KCCC 07 - [1998] ProjeKct Four - The Roar Of P4 - Live in San Francisco (1999) KCCC 08 - [1994] The VROOOM - Sessions April - May (1999) KCCC 09 - [1972] Live At Summit Studios Denver, March 12 (2000) KCCC 10 - [1974] Live in Central Park NYC (2000) KCCC 11 - [1981] Live at Moles Club Bath (2000) KCCC 12 - [1969] Live in Hyde Park, July 5 (2002 KCCC 13 - [1997] Nashville Rehearsals (2000) KCCC 14 - [1971] Live at Plymouth Guildhall, May 11 (2CD) (2000) KCCC 15 - [1974] Live In Mainz, March 30 (2001) KCCC 16 - [1982] Live in Berkeley (2CD) (200...

Naikaku - Shell (2006)

Artista: Naikaku Álbum: Shell Año: 2006 Género: Heavy Progresivo/Jazz Rock Duración: 61 minutos Nacionalidad:  Japón Lista de Temas: 1. Crisis 051209 (15:18)  2. Resentiment (8:55) 3. I Found A Deep Dark Hole And I Am Going To Jump In!... (7:01) 4. Lethe (9:01) 5. Shell (16:28) 6. Tautrogy (3:46) Alineación: - Satoshi Kobayashi / Bajo eléctrico - Kazumi Suzuki / Flauta traversa - Norimitsu Endo / Batería - Mitsuo / Guitarras eléctrica, acústica y trompeta Invitados: - Kei Fushimi / Guitarra eléctrica - Daishi Takagi / Teclados Nuevamente aparece el Mago Bondadoso de Alberto y les trae un gran disco que habían estado pidiendo y que teníamos caído desde hace rato. El alocado estilo prog japonés en un disco (y un grupo) que les recomiendo....

Emerson, Lake & Palmer - Brain Salad Surgery (Jakko M Jakszyk Stereo Mix) [B Side Singles] (1973 / 2014)

Para ir cerrando otra semana a pura música y sorpresas, el Mago Alberto nos trae una de sus clásicas rarezas, o dos porque esta es una versión de dos discos, y ahora copio su propia explicación de esto que está presentando ahora, por sus propias palabras: "En la maratón cibernética a la que nos somete la divina internet, y con la velocidad que nos obliga a correr, muchas veces nos perdemos de pequeñas grandes cosas, tal es el caso de la edición de esta joya que hoy nos convoca, "Brain Salad Surgery" (obra compleja y hermosa del mundillo progresivo si las hay), pues bien la Edición Deluxe del 2008 y que oportunamente se posteara en CDM, nada tiene que ver con esta edición, tampoco tiene que ver la nueva mezcla del año 2000, acá puso los deditos el señor Jakko M. Jakszyk (King Crimson) y el resultado es una versión totalmente distinta a la original, pero no hablamos de planos o efectos, acá desde los primeros acordes todo suena distinto, hay pequeños sonidos nuevos, las in...

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.