Ir al contenido principal

Sigur Rós - Taak (2005)

LightbulbSun nos recuerda a los gélidos y bucólicos islandeses, siguiendo con su estilo propio, quizás cansando a alguno más que a otro pero sin dejar de desmerecerlos porque encontraron su sonido y despliegan siempre su musicalidad, que es un choque de magia e instrumentos, y palabras que la mayoría de sus oyentes nunca entenderán. Un álbum de profunda belleza con el toque comercial justo para vender millones, pero sin regalarse al sistema y seguir cultivando su estilo que los hizo tan conocidos, porque ya sea que lo quisieran o no, Sigur Rós hizo aquí un disco muy accesible que aún encarna su sonido único y con ese potencial emocionalmente paralizante que parece salido de la final del mundial de Qatar.  Su música, aunque simple, puede sonar maravillosa, con muchas cuerdas que se usan en casi todos los temas del disco, con muchos instrumentos y músicos invitados. Así que si no lo escuchaste, te lo recomiendo encarecidamente, a vos y a cualquiera que quiera escuchar un álbum innovador.


Artista: Sigur Rós
Álbum: Taak
Año: 2005
Género: Post-Rock
Nacionalidad: Islandia


Sigur Rós es uno de los grupos de Post-Rock más creativos e inclasificables, y de hecho, el mero intento de catalogarlos ya es un acto más bien osado. Incluso como Post-Rock, pero bueno, en algún lugar los tenemos que meter... por lo que sé, la mitad de las canciones las cantan en "Vonleska", un idioma guay que se inventó el vocal (cualquier parecido con Magma es producto de la imaginación de alguna mente afiebrada, aclaro), que consiste en fonemas sin ningún léxico y sin ningún significado, con el cual la persona que lo escucha puede imaginar lo que quiera que signifique. Y la otra mitad las canta en islandés, que no creo que tenga mucha diferencia con el vonleska, al menos para nosotros.
Takk... (Gracias...) es el cuarto álbum de estudio del grupo musical de post-rock islandés Sigur Rós. Fue lanzado el 12 de septiembre de 2005.
Los primeros singles, Glósóli y Sæglópur, fueron lanzados el 15 y el 16 de agosto de 2005, respectivamente. El single Hoppípolla fue lanzado en el Reino Unido el 28 de noviembre de 2005 y entró al UK Singles Chart en el puesto #35 el 4 de diciembre. Tras su relanzamiento en mayo de 2006, alcanzó el puesto #24.
En Estados Unidos, Takk... vendió cerca de 30.000 copias durante su primera semana tras el lanzamiento. El 7 de abril de 2006 el álbum fue certificado como disco de oro por la British Phonographic Industry tras registrar más de 100.000 copias compradas en el Reino Unido. En total, Takk... ha vendido más de 800.000 discos en todo el mundo.[cita requerida]
La BBC ha usado frecuentemente canciones de Takk... para sus programas. Hoppípolla fue utilizado como música de fondo para los trailers de la aclamada serie documental Planeta Tierra.
El tema Hoppípolla tema fue utilizado también por RTVE para una campaña de promoción interna de sus canales temáticos.
Wikipedia

Nos guste más o menos el grupo hay que reconocer que las aportaciones de la banda en cuanto a lo musical son, cuanto menos, destacables.
La experimentación post-rock de algunos grupos como estos islandeses Sigur Rós podrá cautivar a algunos con sus disposiciones noise-art-pop e irritar a otros con un coñazo insufrible de ruidos ambientales y texturas autocomplacientes. Aunque bueno, siempre, y para bien, existe un término medio.
“Takk” (2005) es el cuarto disco del grupo y otro recorrido emocional a través de un mejunje entre art-pop, new age, música orquestal y ambientes psicoprogresivos con lujosos arreglos etéreo-espaciales.
Todo ello enfocado en la creación de atmósferas preciosistas-noise con voces andrógino-evocativas (en ocasiones fantasmagóricas y operísticas) en piezas lentas (muy extensas) con crescendos en clímax intensos a nivel sensorial, ornamentados con arreglos de cuerda, glockenspiel, celeste, pianos, trompetas...
A veces el álbum resulta bastante aburrido, pretencioso, y repetitivo (en especial la voz, en muchas ocasiones bastante insoportable), y otras detenta una extraña sensación de placentera belleza en la exposición post-rock de pasajes sonoros que dibujan escenarios relajantes, cautivadores, fríos pero emocionales, generados por una combinación de instrumentación experimental y voces ululantes.
Probablemente lo mejor del álbum se encuentre en piezas como “Saeglopur”, con un sencillo piano y un glockenspiel que parece simular gotas de lluvia. El desarrollo del tema alcanza en su crescendo momentos de épica emocional con la percusión, el fondo noise, la intensa voz de Jonsi Birgisson y los épicos arreglos de cuerda.
La balada “Hoppipolla”, contiene también bellos pianos y una disposición pop (orquestal) más asequible para los menos gustosos de la experimentación, “Glosoli”, es como mezclar a Enya con My Bloody Valentine y el desfile del ejército ruso por la Plaza Roja, mientras que “Sé Lest” tiene una interesante sonoridad con xilófono y celeste, un desarrollo bastante pelmazo y una parte final divertida en plan dixieland.
“Gong” es otro de los cortes más escuchables (por lo menos no dura doce minutos en un desarrollo onanista), con una melodía dream-pop, elegantes cuerdas, una suave batería, guitarras jangle y la voz afectada, caricaturesca e insufrible de siempre intentando transferirnos emocionalidad en crescendo. Lo conseguirá con algunos. Les estremecerá. Les fascinará. A mí me termina hastiando tanta pomposidad, tanta grandilocuencia repetitiva.
AlohaCriticón
 


Como dije alguna vez, a mi me resultan monótonos y me cansan aunque no dejo de reconocer su arte. Pero no voy a escribir tanto si en este comentario dicen más o menos lo mismo que pienso yo:
La cuestión Sigur Rós es una de las más imposibles de abordar desde la falsa equidistancia. Es un tópico: o los amas o los odias. Resulta sorprendente, no en vano, que dicho tópico se haya adherido con tanta firmeza a la música de los islandeses. A priori no debería ser un grupo que provocara enconados debates. A priori no debería ser un grupo que provocara debates. Sigur Rós navegan entre cierta popularidad que choca frontalmente con la naturaleza de su sonido: al principio denso, posteriormente más ligero, de larguísimos desarrollos, casi ambiental, demasiado onírico, fastuoso, excesivamente elegíaco. Nada hace indicar que la suya debiera ser una historia de éxito, pero lo es. Sigur Rós rompieron el molde de su género y, de algún modo aún hoy fascinante, traspasaron los límites de la irrelevancia popular.
Las dos caras de una misma moneda
Como suele suceder, este hecho ha provocado el surgimiento de una masa acrítica de fans que defienden todos y cada uno de los pasos del grupo y, en contraposición, un núcleo de férreos opositores a cualquiera de sus derivas sonoras. Como en muchas otras ocasiones, nunca he sabido demasiado bien dónde posicionarme. Sigur Rós tienen tantos motivos en sus canciones para amarles como para odiarles. Desgraciadamente el término medio es lo peor que puede existir en el pop, así que tiendo a mirar los discos de los islandeses desde cierta atalaya de respetable indiferencia. Es lo peor porque me impide sumergirme en ellos, para bien o para mal.
Pero no es siempre así. A lo largo de sus años de existencia, Sigur Rós me han regalado momentos de goce y momentos de tedio. Por el momento los primeros ganan a los segundos, pero la tendencia es preocupante tras su soporífero Valtari. Aquel fue un disco recibido entre aplausos por los seguidores más acérrimos del grupo, pero tras las texturas ambientales y las guitarras escarchadas no había nada más que aburrimiento. Ni frío ni calidez emocional. Valtari no transmitía nada. Sigur Rós a veces no transmiten nada. Se pierden entre sus gélidas ideas, se autohomenajean con demasiada frecuencia. ¿Cuál es el camino que lleva desde su debut Von hasta Valtari?
Seguramente ese camino sea () o la segunda mitad de Takk… Sigur Rós hacen discos tan largos y tan grandes que inevitablemente terminan perdiendo peso por alguna de sus esquinas. Y eso que Takk… es el disco que les catapultó a la popularidad con cierto merecimiento. Cuando se alejaron del post-rock, a Sigur Rós le salieron himnos de naturaleza alegre para todos los públicos. ‘Hoppípolla’ fue hasta ese momento la única canción hasta la fecha que merecía el apelativo de hit. Lo fue con mayúsculas: anuncios en televisión, promociones, vídeos caseros. Era una música de acompañamiento idónea y resumía muchas de las virtudes del grupo: el amable histrionismo emocional, los sonidos paisajísticos, el piano que salta por la pesadez rítmica de la batería.
El brillo de un buen comienzo
En Takk… había dos o tres canciones más que daban forma a los Sigur Rós del futuro. Por ahí aparecían ‘Glósóli’ o ‘Milano’ para llevar la honda severidad de () a un terreno más liviano. Pero cuando Takk… entraba en barrena no quedaba apenas nada de la inspiración que les condujo a Ágætis Byrjun. Pocos grupos han tocado las teclas del post-rock y los sonidos ambientales con tanta emoción como ellos lo hicieron en su segundo disco, aclamado por la crítica y merecidamente uno de los mejores trabajos de la pasada década, aunque fuera publicado en las postimetrías de los noventa. Ágætis Byrjun es su disco. El que sobrevivirá al paso del tiempo y les hará ser una banda que merezca la pena recordar. Es justo decirlo, porque es justo lo que se desprende de sus canciones.
Cabe preguntarse si ‘Viorar Vel Til Loftarasa’ es una de las canciones más sinceras que un grupo ha escrito jamás. Diez minutos de progresión melancólica al ritmo de guitarras estratosféricas que son como sierras mecánicas arrasando el corazón de Jón Þór Birgisson. Sin falsete ni exageración, Birgisson, homosexual, relata su drama y el de miles de niños que simplemente fueron presa de un entorno social demasiado conservador. Sigur Rós suenan tan sinceros en esta canción que casi da miedo acercarse a ellos. Nunca jamás lograrían tal nivel de abstracción emocional, y su discografía posterior tendría más de sus inquietudes artísticas que de sus obsesiones emocionales.
El resto de Ágætis Byrjun roza el sobresaliente, con otros momentos brillantes como la homónima ‘Ágætis Byrjun’ o ‘Svefn-g-englar’. Efectivamente, aquel fue un buen comienzo. Su continuación nunca desprendería el mismo magentismo. Pero () es un buen disco igualmente. Por entonces, Sigur Rós sabían que querían de sí mismos y hacia dónde querían llevarse. () no tiene nombre, es tan sólo un paréntesis. Sus canciones, a ratos inspiradas (número 4) a ratos no (número 7), presagian su debilidad por la irrelevancia ambiental y evocan su talento para inspirar emociones heladas. Se puede mirar a los ojos de aquel () y hacerlo sin condescendencia.
Enroscados en sí mismos
Hay muchas cosas que a partir de entonces no me gustarían de Sigur Rós, como su necesidad de crear un universo paralelo a su música. A veces Sigur Rós han caído en la tentación de alimentar innecesariamente su personaje. Los títulos de las canciones, que traducidos del islandés resultan de un coelhismo que espantan, son una pista. Sigur Rós pecan de demasiada espiritualidad. Y la espiritualidad excesiva es, de largo, de lo peor que puede pecar un grupo de sus características. Por aquí se cuelan y levantan la mano casi todos sus detractores: no podéis creer tanto en vuestra música. Esa suerte de experiencia mística que afina los sentidos y limpia el alma. Una nueva religión para miles de creyentes cuya devoción es fe. Nada real que lo sustente detrás.
Valtari tocaba este terreno descaradamente. No sé si conscientes de ello, en su anterior disco, Sigur Rós probaron con instrumentos de corte más folk y ambientes dream pop. O directamente pop. El experimento no fue el mayor acierto del grupo, pero tampoco un error monumental. El único problema de Með suð í eyrum við spilum endalaust es que les llevaba a un terreno donde otros miles de grupos eran capaces de hacer exactamente lo mismo. Con la misma gracia: relativa. Es el camino que Jónsi trató de continuar en solitario y que arrojó el mismo resultado. ¿Cuál puede ser el futuro, entonces, de Sigur Rós? Es su encrucijada y deben resolverla.
La respuesta la tendremos no demasiado tarde. Ya sabemos que van a publicar un nuevo disco este año, en una sorprendente productividad tras el no tan lejano anuncio de su cese temporal de la actividad. Se llamará Kveikur y ya tenemos algún adelanto que otro, como ‘Brennisteinn’. No lo he escuchado pero ya he leído los mismos comentarios enconados de siempre: por un lado, la maravilla mística de guitarras paisajísticas; por otro, el sublime aburrimiento que produce el post-rock que se mira al ombligo, en un uróboro musical. ¿Serán Sigur Rós un Saturno que devora no a sus hijos, sino a sí mismo? Pienso que tienen margen de maniobra, pero que no sé si son conscientes de ello.
mohorte
 
Los comentarios sobre el disco se los puede encontrar por toda la red, y cada uno tiene lo propio por decir, como este caso...
Takk… es un álbum soleado, pero en su mundo el Sol es frío y siempre parece otoño. El grupo Sigur Rós es conocido por sus temas largos, sus violines y la voz siempre aguda y encantadora de Jónsi (que a veces habla en un idioma inventado). Todo esto suena a sinónimo de música inaccesible, pero no: escuchá el disco -no importa que no entiendas las letras o que no estés acostumbrado a estos sonidos- y vas a entender de lo que hablo.
Ya arrancamos con una intro que deslumbra en menos de dos minutos, y luego continúan temas elegantes y pausados. Pero no creas que vas a dormir: “Hoppípolla”, lo más conocido de la banda, es radiante y estalla en optimismo, mientras que la impresionante “Sæglópur” abandona rápidamente la calma para atacar con baterías espeluznantes. Así como cada tema puede variar entre la calma y la tormenta, el disco está formado por un abanico de paisajes distintos. Casi nunca uso la palabra “hermoso” como descripción, pero este viaje sinceramente la merece.
postrockero
 
Aquí les traigo, gracias a LightbulsSun, otro disquito de la banda islandesa más famosa, al menos no recuerdo otra famosa, además de Bjork que es una artista solista, si me equivoco avisen, no soy infalible, pero lo que sí tengo para traerles es una que me gusta más que esta y la tengo para que venga en cualquier momento a parar al blog cabeza.
 
Para completar este día de miércoles, acá les dejamos a los Sigur Rós... un hermoso disco para quien lo sepa disfrutar y no se aburra en el camino...
 
 
Lista de Temas:
01 - Takk...
02 - Glósóli
03 - Hoppípolla
04 - Með blóðnasir
05 - Sé lest
06 - Sæglópur
07 - Mílanó
08 - Gong
09 - Andvari
10 - Svo hljótt
11 - Heysátan

Alineación:
- Jónsi Birgisson / Voz y guitarras
- Georg Holm / Bajo
- Orri Páll Dýrason / Batería
- Kjartan Sveinsson / Teclados
Músicos invitados:
Amiina / strings
Kristín Lárusdóttir / cello
Júlía Mogensen / cello
Stefanía Ólafsdóttir / viola
Eyjólfur Bjarni Alfreðsson / viola
Ingrid Karlsdóttir / violin
Gréta Salóme Stefánsdóttir / violin
Matthías Stefánsson / violin
Ólöf Júlía Kjartansdóttir / violin
Eiríkur Orri Ólafsson / trumpet
Snorri Sigurðarson / trumpet
Helgi Hrafn Jónsson / trombone
Samúel Jón Samúelsson Big Band / trombone
Össur Geirsson / tuba






Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá

Varios Artistas - Reimagining in the Court of the Crimson King (2024)

La realeza de la música rock se reunió para recrear uno de los álbumes más importantes e influyentes de la historia, la obra maestra de King Crimson de 1969, "In ​​The Court Of The Crimson King", y Jorge Nuñez se volvió a acordar de ustedes y es por ello que ahora lo presentamos en sociedad: uno de los álbumes más icónicos de la historia de la música, considerado por los críticos como una grandiosa obra maestra, vuelve a ser noticia porque recién salió del horno su última resurrección, con reversiones a cargo de miembros de King Crimson, como Mel Collins y Jakko M. Jakszyk, así como de Todd Rundgren, Chris Polonia (Megadeth), Ian Paice (Deep Purple), Joe Lynn Turner (Rainbow), James LaBrie (Dream Theater), Carmine Appice (Vanilla Fudge, Cactus, Pappo's Blues, etc.), Steve Hillage (Gong) y más. Y lo más divertido es que seguramente quedarás paralizado de oír como cada tema es interpretada por esta extraordinario banda de músicos. Para que te entretengas en el finde, es

Spinetta y el sonido primordial

“Si vinieron para que les hable de mí, me voy –dijo Luis Alberto Spinetta al tomar el micrófono–. Yo les voy a hablar de la música en una faz filosófica: del origen de la materia sonora y su repercusión en la civilización. Y solo contestaré preguntas sobre eso, no sobre Spinetta.” Eran pasadas las 19.30 del lunes 2 de julio de 1990 cuando el Flaco dio comienzo a su “clínica de poesía musical” en la Casa Suiza –ubicada en Rodríguez Peña 254 de la ciudad de Buenos Aires–, con entrada libre y gratuita, ante más de cuatrocientas personas. Años después, esa charla se convertiría en un libro apócrifo: El sonido primordial. Por Patricio Féminis Esta es la historia de aquella conferencia de Spinetta que llegaría a tener una edición pirata, como si fuera un libro suyo, y que llegaría a venderse por dos editoriales distintas en Mercado Libre. Aquel lunes invernal de 1990, el guitarrista, cantante y creador asistió para exponer en la Casa Suiza (hoy tapiada por un edificio en construcción)

La Mesa Beatle: Borges y el Squonk de Genesis. Un homenaje a las aventuras íntimas de los perdedores

Buenos días desde La Barra Beatles, hoy nos vamos rumbo a la Inglaterra de los 70´s, una era de oro que pone melancolía en La Barra. La idea es  rememorar a una de las grandes bandas de rock progresivo, que en Argentina empezamos a conocer años después de sus primeros lanzamientos. En 1976 Genesis publica el primer disco luego de la traumática partida de su cantante y miembro fundador Peter Gabriel. Representó todo un reto, porque mucha gente teorizó que con esa separación el grupo había sufrido una herida de muerte. Perder un cantante y compositor de la talla de Peter creo que preocupa a cualquiera, pero los muchachos no arrugaron y decidieron continuar, el resultado fue uno de sus mejores trabajos: “A trick of the tail”. Para algunos la traducción literal sería “Un truco de la cola”, otros hablan de un giro idiomático que sería algo así como “El diablo estuvo metiendo la cola”, también lo traducen como “Un golpe de timón”. Por Jorge Garacotche Este bellísimo álbum fue grabado entre

La indiferencia de los tiranizados duele como la crueldad de los tiranos

Para John Berger, "las tiranías no solo son crueles por sí mismas, sino que, además, ejemplifican la crueldad y, por consiguiente, fomentan la capacidad para serlo y la indiferencia frente a ella entre los tiranizados". Estamos frente a una avanzada masiva sobre nuestras vidas. Hacia donde miremos vemos catástrofe. Despidos, comedores sin comida, cierre de programas que garantizaban derechos, desfinanciamiento de las universidades públicas, desregulación de las tarifas, represión de la protesta, el endeudamiento como mecanismo de reducción de la posibilidad de vivir y una larga  lista que se actualiza día tras día. Frente a esto, se suceden expresiones que intentan revalorizar las vidas dañadas: "Nuestro trabajo era importante", "no todos somos ñoquis" o ―peor aún― "yo no era ñoqui", "lxs docentes no adoctrinamos", "perdimos compañerxs que hacían". Tenemos que producir valor a partir de la desgracia. Vivir se convirtió en

Miguel Abuelo & Nada - Miguel Abuelo & Nada (1973)

Mucho antes de agitar la primavera alfonsinista de la recién llegada democracia con la segunda encarnación de Los Abuelos de la Nada allá por los años 80, había nacido en Francia la primera versión de esta agrupación, pariendo además un disco maldito del que poco se llegó a conocer por estos parajes, e inclusive la primera edición para el mercado argentino de este disco salió no hace mucho. Un disco particular, donde hay hard rock, psicodelia, experimentación, y además una historia muy rica donde terminan apareciendo muchos de los máximos referentes del rock argentino, y donde Miguel Abuelo, ese niño de la calle devenido en poeta iluminado por la psicodelia y el folclore del noroeste es el protagonista casi casi, principal. Recién lo acabamos de presentar y ahora revivimos este disco tan particular. Un disco de culto que no puede estar afuera del blog cabeza. Artista: Miguel Abuelo & Nada Álbum: Miguel Abuelo & Nada Año: 1973 Género: Hard rock / Rock psicodélico Duració

Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - I.E.M. (2010)

Una reedición de la discografía completa de I.E.M., y convengamos que estos temas de I.E.M. eran muy difíciles de encontrar dado que sus ediciones fueron de una tirada muy limitada que ya se había por descatalogada ya hace mucho tiempo. Otro enorme aporte de LightbulbSun, y para aquellos que no están familiarizados con esto, les cuento que estos son los álbums en formato boxset de I.E.M., o Incredible Expanding Mindfuck, o el apodo de Steven Wilson para sus exploraciones psicodélicas y krautrock creadas entre lo que va de 1996 hasta el 2001 que pueden resultarte una especie de shock. Este compilado reúne con los 3 álbumes de estudio en este período, y definitivamente har algunas joyas aquí que seguramente serán muy apreciadas por el público cabezón. E ideal para cerrar otra semana a pura música en el blog cabeza, aquí tienen mucha música por si el fin de semana se presenta feo y lluvioso y se te joda el asado... con esto no te vas a aburrir. Artista: Incredible Expanding Mindfuck Á

El arte es para el aire: El aplausómetro, según Spinetta

"No puedo evaluar lo que hago con el aplausómetro. Me importa un belín. La pregunta es, si un pintor que sabe que es bueno sabe también que no va a poder mostrar sus cuadros, ¿los pintaría? Más bien. Le chupa un huevo. Un novelista, un poeta que es capaz de escribir versos, ¿qué necesita? Nada; va a Pippo, se pide un fresco y batata, se sienta y en el mantel, nomás, escribe LAS palabras. ¿Tecnología? Nada ¿Costo? Cero. Si uno hace música y sabe que suena bien, no importa si otro cree que no es tan buena. ¿Qué? ¿La voy a parar y no la voy a componer? No. Me importa un pito. Es el aire para quien yo la estoy haciendo y es el aire el que me va a devolver lo que yo quiera sembrar allí. ¿Acaso una novela se aplaude? Se lee en soledad. El arte es un trabajo individual y suena dentro del recinto en el que se lo trabaja. De ahí a que se crea que es una necesidad que otro lo escuche hay un largo espacio. Y, por otro lado, cuando la música es buena, cura. Cura. Sólo eso. Entonces, ahí sí

Present - This Is Not The End (2024)

Comenzamos la semana a lo grande con el último disco del legendario ensamble belga Present (uno de los grandes valuartes del mejor avant-garde, rock de cámara y Rock In Opposition) y,  pesar de su título, lamentablemente será el último lanzamiento de la banda ya que su líder y compositor Roger Trigaux (ex Univers Zero) murió durante su grabación. El disco es una verdadera bestialidad que combina como ninguno el rock pesado con música de cámara de influencias clásicas y zeuhl, y al igual que todas sus demás obras, es una deslumbrante exposición de maestría musical, donde abundan precisas combinaciones de instrumentos sincopados, todos aparentemente provenientes de diferentes ángulos pero que en última instancia trabajan juntos como un todo cohesivo. Unos tipos que lanzaban un disco cada muerte de obispo, imagino que por el trabajo que conlleva lanzar este tipo de obras, pero cada vez que publicaron un trabajo rompieron el molde tanto por lo imaginativo de su obra como por su calidad

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.