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Beardfish - Sleeping In Traffic - Part 1 (2007)

¿Tienen ganas de escuchar algo realmente bueno?, aquí vienen dos discos conceptuales: "Sleeping In Traffic" que quizás marcan el punto más alto de la carrera de los Beardfish, yn concepto que consta de dos discos y es realmente de una calidad asombrosa. Como habrán visto, Beardfish es una banda con fuertes influencias de las bandas clásicas del género progresivo, al punto que varios lo han clasificado de vintage, aunque tampoco tienen problema de sonar modernos de vez en cuando, pero siempre mantiendo la impronta de las bandas escandinavas. Más allá de toda clasificación, es una banda sumamente agradable y mezclan muy bien temas suaves con rock, rasgueos fuertes de guitarra, funk, baterías de jazz, y un poco de folk o baladas. Es un poco difícil saber qué estamos escuchando realmente, por lo que mejor es prescindir de las pretensiones de encasillarlo y dejarlo solamente como Beardfish. Cierro con un texto que copio de uno de los comentarios que hay en esta entrada: "A lo largo del disco recordarás a Zappa, sentirás a Gentle Giant (influencias declaradas de la banda), escucharás a Greg Lake (y por ende te sentirás dentro de un track de ELP) o quizá hasta a Genesis, pero no te engañes, escucha bien y comenzarás a entender lo que Beardfish y su música están haciendo: un buen progresivo que más que nostálgico es esperanzador". Aquí vienen dos discos imprescindibles para todo amante del mejor rock que pueda hacer el ser humano.

Artista: Beardfish
Álbum: Sleeping In Traffic - Part 1
Año: 2007
Género: Rock progresivo / progresivo ecléctico
Duración: 65:53
Nacionalidad: Suecia


No voy a hablar mucho más, porque sería redundante, pero mejor les dejo un par de comentarios que les explicarán un poco sobre esta obra, como para que estén preparados para lanzarse de cabeza a disfrutar de esta tremenda obra conceptual de dos discos (y ojo que la mejor parte está en el CD2):

Si esta banda no es muy conocida en Europa en Latinoamérica lo es menos, y resulta ser una agrupación digna de escucharse, en general las referencias del rock Sueco señalan hacia Heavy, así es que la primera sorpresa inicia en que esta banda no se encuentra matriculada en este género, además de la forma musical variada en la que desarrollan sus temas resulta llamativo en especial su cantante, quien interpreta de manera sobresaliente todos y cada uno de los temas, aportando en su justa medida cada uno de sus registros vocales necesarios, sin dejar de lado la capacidad interpretativa de los músicos que conforman la banda.
Cuenta con citas de casi todas las épocas de la historia del rock progresivo, mezclándolos en un sonido inconfundible. Se trata de presentar a una banda dentro de los sonidos clásicos, con composiciones de banda donde el conjunto de los músicos solidifica la melodía, sin dar predominancia a un instrumento en especial que apuesta por las melodías más intimistas y reflexivas, combinando sonidos de guitarras, pianos y voces plenamente melódicas. Trabajo fascinante y atemporal y tiene profundidad y sustancia sin sobrecargar sus oyentes con estructuras excesivamente complicadas, un marcado sentido del humor impregna en general la música de Beardfish, con un sonido antiguo, utilizando todos los estilos clásicos y sonidos de las bandas de rock progessivo originales de los años 70 (mellotron, órgano hammond, de Leslie, guitarras limpias, tambores orgánicos secos, etc.), oscilando entre bandas como The Tangent y en algunos pasajes a Frank Zappa, pasando por varios elementos muy freaks y surrealistas. En general el trabajo oscila entre el rock progresivo con elementos folk o elementos de jazz que hacen ameno el trabajo en general.
La primera parte está llena de locura, pasajes de juegos instrumentales, mientras que la segunda parte es más jazz y más oscuro evocando imágenes de la noche, muy brevemente. Hay un solo unísono que se presenta hacia el final, donde melodías ágiles están entretejidas y el clímax llega de en una manera típica en los Fripptonics.
Un álbum conceptual sobre las 24 horas en la vida de cualquier individuo, la primera parte habla sobre la parte correspondiente al día y la segunda parte es acerca de la vida noscturna, y un poco más difícil de escuchar también. También se podría decir que este disco no tiene miedo a sonar deliberadamente moderno en algunas de partes, a diferencia del primer disco que es más fiel al sonido progresivo tradicional.
Ambos discos son altamente recomendables; sin embargo, por razones obvias, se aconseja empezar con la primera parte.
Mario Anzola

Después de Sane Day, el fabuloso disco doble que estos jóvenes músicos entregaron en 2005, ahora de la mano de InsideOut, Beardfish vuelve al ataque con Sleeping In Traffic: Part One (quizá hubiese sido interesante pensar en una segunda parte para otro disco doble, quizá es mucho, quién sabe…, lo cierto es que la segunda parte está en camino): La banda no defrauda y sigue con su revival (que no copia) del progresivo de los 70’s lleno de teclados y con una frescura (a pesar de ser un revival, escúchenlos y me comprenderán) impactante…
El disco arranca con el corto intro de On The Verge Of Sanity… con ese acordeón que ya anuncia el retro, que te hace caminar por una oscura calle europea, que es extraño y melancólico a la vez, para dar paso a la gradilocuente (los teclados iniciales lo dicen todo) Sunrise, llena de pasajes psicodélico-progresivos por todos lados, hasta que la voz, que se escucha cristalina y madura, sin ser un portento, pero que entrega lo que a veces queremos escuchar, honestidad de estar haciendo lo que les gusta. Todo en un tono oscurecido respecto a The Sane Day, que -para mí- funciona como un cambio, pero que espero que la banda pueda manejar para no mantenerlo como una constante en subsecuentes discos.
Afternoon Conversation, más suave sin por ello más disftutable y compleja se convierte en un “corto” oasis que se agradece.
Una And Never Know, más agresiva, más hard (quizá la más) se introduce como un cambio necesario al oido, mientras se va convirtiendo en una amalgama de psicodelia muy bien lograda, atmósferas a base de teclados, mientras batería, bajo y guitarras a paso marcial se unen y rompen filas en los tiempos correctos. Arreglos vocales un par de minutos antes del final acompañan los esfuerzos de Sjöblom en la voz, llevados a extremos en este track.
Aquí debemos hacer un pequeño alto, tomar una bocanada de aire y preparte para la joya del disco: los 12 minutos de Roulette. No por el tiempo que dura, sino por cómo se logra aprovechar el mismo para contar con un track épico para el progresivo en general. Los cambios, los pasajes suaves teclado-guitarra, las entradas de la batería (casi militares), el bajo y su low-profile que se convierte en un jugador principal. La voz, que de nuevo suena extremadamente madura, casi setentera Greg Lake en sus mejores tiempos, pasajes en que todo se convierte en un esfuerzo vocal/musical del que Frank Zappa podría sentirse orgulloso…. el manejo de motifs en todo el track. Nota especial al acordeón y lo que genera a lo largo de la canción. Una belleza, este track de plano es la diferencia cuando quieres evaluar el disco (inusualmente llevo dos calificaciones perfectas en este año, ésta es la segunda, tras no haber repartido más que unos cuantos en los últimos 7 años).
Después del anterior track, el cerebro no da para más… de veras que las primeras dos o tres escuchadas me quedé hasta aquí, repitiendo varias veces Roulette… impresionante, pero el review requeire que sigas asi es que seguimos: Dark Poet una corta canción a base de piano y voz es también una delicia del progresivo…. solo eso se necesita (y unas cuantas guitarras acúsiticas y con efectos). Para los detractores del género o los temerosos o los novatos, aquí puedes entender el progresivo sin que haya complejidad, sin que haya parafernalia y pirotecnia. Escuchen este track. “Your voice is fading in the echoes of a song you won’t sang”.
Regresan los teclados a protagonizar Harmony, donde escucharás un sinfín de bandas hasta que el ritmo baja a casi un blues (con todo y coros) jazzeado… que te hace sentir en un bar lleno de humo de cigarro por momentos. Buen track.
The Ungodly Slob tiene un cambio que atribuyo a que no escuchas al inicio teclados… un arranque totalmente acústico que cambia bruscamente para entrar a la parte del prog-funky-psicodélico. Excelente track repleto de cambios que la banda trabaja de forma coherente aunque a veces bruscos. El ejercicio es mucho muy bueno, lo que pasa en los últimos dos minutos es una algarabía y me dió la sensación de un cariño por varias bandas y por la buena música en general. Escuchen el bajo a lo largo del track.
Year Of The Knife, buenísima, medio psicodélica, toques funk (muy a lo lejos y con mucha imaginación). Lleno de energía, este track trae a la mente de repente a ELP, de repente a Gentle Giant, y quizá a otras bandas. De veras que esta banda me despierta una alegría porque te das cuenta que se puede volver a hacer esa música que se a finales de los 70’s y lo pueden y saben hacer bien. La sensacion que da este track es ésa: la alegría de este re-encuentro con el arte perdido.
El disco continúa con la que quizá (o al menos de momento) es mi segunda favorita en el disco: Without You, otro track corto, “simple”, acústico y no por ello menos progresivo. Guitarras acústicas y voz: un agasajo.
Beardfish cierra bien con Same Old Song haciendo lo que aparentemente les gusta más hacer… un buen y extenso progresivo (casi 8 minutos en esta ocasión), aunque en esta ocasión, el tono es bastante suave, menos bombástico, menos agresivo y en varios momentos jazzeado, claro hasta que llegas al minuto 5 y arranca su crescendo (de nuevo un poco oscuro) en el que se mantiene y al que sólo le hace un fade out…. buen disco, buen competidor a lo mejor en este año que está pintando cada vez mejor.
A lo largo del disco recordarás a Zappa, sentirás a Gentle Giant (influencias declaradas de la banda), escucharás a Greg Lake (y por ende te sentirás dentro de un track de ELP) o quizá hasta a Genesis, pero no te engañes, escucha bien y comenzarás a entender lo que Beardfish y su música están haciendo: un buen progresivo que más que nostálgico es esperanzador.
Tuve que adquirir la musica de mi proveedor para downloads en internet (oficial y legal, por supuesto), no podía esperar a escuchar a la banda. Espero que sí llegue el medio para revisar con más detenimiento booklet e info adicional. De existir la agregaremos.
Evaluación: 5/5
Eufonía

En el fondo, siéntese, relájese, abra la mente, y deje que entre Beardfish por todos sus poros musicales, con todas las frecuencias estilísticas posibles. Le provocará muchos sentimientos distintos, así que elija el que prefiera y goce.







Y seguimos con el derrotero musical de esta gran banda que tanto gusto nos ha dado a quienes los hemos conocido, una historia prolífica de bellezas sonoras si bien eclécticas, también de lleno en el estilo escandinavo.

Después de Sane Day, el fabuloso disco doble que estos jóvenes músicos entregaron en 2005, ahora de la mano de InsideOut, Beardfish vuelve al ataque con Sleeping In Traffic: Part One (quizá hubiese sido interesante pensar en una segunda parte para otro disco doble, quizá es mucho, quién sabe…, lo cierto es que la segunda parte está en camino): La banda no defrauda y sigue con su revival (que no copia) del progresivo de los 70’s lleno de teclados y con una frescura (a pesar de ser un revival, escúchenlos y me comprenderán) impactante…
El disco arranca con el corto intro de On The Verge Of Sanity… con ese acordeón que ya anuncia el retro, que te hace caminar por una oscura calle europea, que es extraño y melancólico a la vez, para dar paso a la gradilocuente (los teclados iniciales lo dicen todo) Sunrise, llena de pasajes psicodélico-progresivos por todos lados, hasta que la voz, que se escucha cristalina y madura, sin ser un portento, pero que entrega lo que a veces queremos escuchar, honestidad de estar haciendo lo que les gusta. Todo en un tono oscurecido respecto a The Sane Day, que -para mí- funciona como un cambio, pero que espero que la banda pueda manejar para no mantenerlo como una constante en subsecuentes discos.
Afternoon Conversation, más suave sin por ello más disftutable y compleja se convierte en un “corto” oasis que se agradece.
Una And Never Know, más agresiva, más hard (quizá la más) se introduce como un cambio necesario al oido, mientras se va convirtiendo en una amalgama de psicodelia muy bien lograda, atmósferas a base de teclados, mientras batería, bajo y guitarras a paso marcial se unen y rompen filas en los tiempos correctos. Arreglos vocales un par de minutos antes del final acompañan los esfuerzos de Sjöblom en la voz, llevados a extremos en este track.
Aquí debemos hacer un pequeño alto, tomar una bocanada de aire y preparte para la joya del disco: los 12 minutos de Roulette. No por el tiempo que dura, sino por cómo se logra aprovechar el mismo para contar con un track épico para el progresivo en general. Los cambios, los pasajes suaves teclado-guitarra, las entradas de la batería (casi militares), el bajo y su low-profile que se convierte en un jugador principal. La voz, que de nuevo suena extremadamente madura, casi setentera Greg Lake en sus mejores tiempos, pasajes en que todo se convierte en un esfuerzo vocal/musical del que Frank Zappa podría sentirse orgulloso…. el manejo de motifs en todo el track. Nota especial al acordeón y lo que genera a lo largo de la canción. Una belleza, este track de plano es la diferencia cuando quieres evaluar el disco (inusualmente llevo dos calificaciones perfectas en este año, ésta es la segunda, tras no haber repartido más que unos cuantos en los últimos 7 años).
Después del anterior track, el cerebro no da para más… de veras que las primeras dos o tres escuchadas me quedé hasta aquí, repitiendo varias veces Roulette… impresionante, pero el review requeire que sigas asi es que seguimos: Dark Poet una corta canción a base de piano y voz es también una delicia del progresivo…. solo eso se necesita (y unas cuantas guitarras acúsiticas y con efectos). Para los detractores del género o los temerosos o los novatos, aquí puedes entender el progresivo sin que haya complejidad, sin que haya parafernalia y pirotecnia. Escuchen este track. ”Your voice is fading in the echoes of a song you won’t sang”.
Regresan los teclados a protagonizar Harmony, donde escucharás un sinfín de bandas hasta que el ritmo baja a casi un blues (con todo y coros) jazzeado… que te hace sentir en un bar lleno de humo de cigarro por momentos. Buen track.
The Ungodly Slob tiene un cambio que atribuyo a que no escuchas al inicio teclados… un arranque totalmente acústico que cambia bruscamente para entrar a la parte del prog-funky-psicodélico. Excelente track repleto de cambios que la banda trabaja de forma coherente aunque a veces bruscos. El ejercicio es mucho muy bueno, lo que pasa en los últimos dos minutos es una algarabía y me dió la sensación de un cariño por varias bandas y por la buena música en general. Escuchen el bajo a lo largo del track.
Year Of The Knife, buenísima, medio psicodélica, toques funk (muy a lo lejos y con mucha imaginación). Lleno de energía, este track trae a la mente de repente a ELP, de repente a Gentle Giant, y quizá a otras bandas. De veras que esta banda me despierta una alegría porque te das cuenta que se puede volver a hacer esa música que se a finales de los 70’s y lo pueden y saben hacer bien. La sensacion que da este track es ésa: la alegría de este re-encuentro con el arte perdido.
El disco continúa con la que quizá (o al menos de momento) es mi segunda favorita en el disco: Without You, otro track corto, “simple”, acústico y no por ello menos progresivo. Guitarras acústicas y voz: un agasajo.
Beardfish cierra bien con Same Old Song haciendo lo que aparentemente les gusta más hacer… un buen y extenso progresivo (casi 8 minutos en esta ocasión), aunque en esta ocasión, el tono es bastante suave, menos bombástico, menos agresivo y en varios momentos jazzeado, claro hasta que llegas al minuto 5 y arranca su crescendo (de nuevo un poco oscuro) en el que se mantiene y al que sólo le hace un fade out…. buen disco, buen competidor a lo mejor en este año que está pintando cada vez mejor.
A lo largo del disco recordarás a Zappa, sentirás a Gentle Giant (influencias declaradas de la banda), escucharás a Greg Lake (y por ende te sentirás dentro de un track de ELP) o quizá hasta a Genesis, pero no te engañes, escucha bien y comenzarás a entender lo que Beardfish y su música están haciendo: un buen progresivo que más que nostálgico es esperanzador.
The Borderline Music


Aunque uno podría inferir que BEARDFISH hace música en estilo SPOCK’S BEARD-FISH, en realidad su prog-sinfónico se desarrolla con la suficiente originalidad para reconocerse de oído en un estilo original. Tercera realización de estudio de esta banda sueca que debate su sonido entre el Arte Rock y el prog-sinfónico-melódico-pop, BEARDFISH se compone en "Sleeping in Traffic: Part One" de Rikard SJÖBLOM (vocales, guitarra en canal izquierdo, teclados, acordeón, guitarra acústica, percusiones), David ZACKRISSON (guitarra en canal derecho, guitarra acústica, percusiones), Robert HANSEN (bajo) y Magnus ÖSTGREN (batería, percusiones, grito), recordando un tanto el álbum "Going for the One" de YES y otras delicias realizadas por los monstruos clásicos del rock… pero no quiero dedicar mi tiempo de esta revisión a describir las referencias conocidas empleadas por la banda en la hechura de este álbum, sino destacar su parte original.
La primera parte de "Sleeping in Traffic" se desarrolla atravesando humores muy variados que van desde un vals mediterráneo hasta un ocaso jazz-rock-blues psicodélico de corte experimental. Del peculiar acordeón a 3 4 que abre el álbum con '…on the verge of sanity' se desprende exhuberantemente 'Sunrise', alternando despliegues sinfónicos con momentos vocales súper bien cantados, emotivos y sensibles. De su final a efectos invertidos de sonido llega 'Afternoon conversation', peculiar canción escrita en tempo lento y decorada con motivos experimentales y una instrumentación escasa y efectiva, dejando paso al estallido característicamente escandinavo (sinfónico y rudo) que 'And never know' presenta en su introducción, dirigiéndose después a ritmos semi comerciales. Agradable adorno el que le meten con sabor latino. 'Roultte', el tema más largo del álbum, presenta diferentes movimientos que se desenvuelven efectivamente combinando diferentes elementos. Desde luego, el rock progresivo sinfónico es el material más sólido en la construcción de esta magnífica pieza, decorada con armónicos melódicos y uno que otro ritmo pop. 'Dark poet' es una canción tranquila que combina timbres BEATLES Elton John (perdón, ya se que dije que no quería dedicar mi tiempo de esta revisión a describir las referencias conocidas empleadas por la banda en la hechura de este álbum, pero ésta me parece por demás notable) cuya base rítmica la otorga un piano, mientras que el sonido persistente de teclados analógicos soportan el despliegue que 'Harmony' desborda desde una peculiar fusión R&B-rock progresivo y una sólida representación vocal. 'The ungodly slob' es el único tema instrumental del disco, cuyo inicio a ritmos afrolatinos cede paso a las abundantes variaciones rítmicas que hacen de éste un tema verdaderamente entretenido y rico en expresión. 'Year of the knife' exhibe formas rítmicas y cambios de intención, concluyendo con un bello arreglo de cuerdas y un ocaso fulminante. 'Without you' es una romántica canción soportada por guitarra acústica y 'Same old song (sunset)' concluye con un jazz-rock-blues psicodélico casual, adecuado a las esencias musicales presentadas por el grupo.
Lo que más destaca en esta propuesta de BEARDFISH es un progresivo sinfónico característicamente escandinavo, combinado con lo más sobresaliente de los ritmos exitosos de la música rock. Eso, mas el uso de acordeón, vocales expresivas, abundantes variaciones y una construcción musical inteligentemente soportada por el compañerismo interpretativo, hacen de "Sleeping in Traffic: Part One" un álbum superior, digno a postularse como el mejor álbum 2007 en Manticornio y ProgAwards. 9/10.
Alfredo Tapia-Carreto


Puntaje: 9/10. Este no es su ultimo disco pero es el primero que escucho de la banda y me ha tomado por sorpresa. Mike Portnoy lo catalogó como el mejor disco del año, cosa que me preocupó porque le he generado una cierta desconfianza al “Rock Star” de Dream Theater.
La banda es originaria de Suecia (al país entero deberían de darle un Grammy por los grupos que produce) desde donde se dedicaron a estudiar cuidadosamente la música de los 70's, mas que nada el maravilloso rock progresivo de los 70's. Analizaron a profundidad sonido, estructura, composición, y arreglos de las grandes bandas de aquellos días como Genesis, Yes, Camel, PRM, King Crimson, Zappa en fin, hicieron la tarea.
El disco tiene 11 piezas en las que se exploran muchos de los conceptos que he mencionado anteriormente. Por ejemplo la primer pieza “…On the Verge of Sanity” nos recibe con una bella melodía de acordeón que prepara para lo que viene. El vocalista le termina de dar el feeling de banda de los 70's, y la composición es tan convincente que uno juraría que es un grupo de aquellos entonces, pero lo curioso y lo que termina de llamarme la atención es que le dan su sonido propio y no suena añejo para nada.
Casi todos los tracks son buenos, cada uno de ellos me parece un pequeño ensayo sobre rock progresivo, exquisito. Me es difícil escoger una favorita lo cual me gusta, “Roulette“ ofrece un sonido meramente setentón y hace que uno sienta nostalgia por esa década de pura genialidad musical.
La instrumentación y los arreglos de la banda son impecables, los teclados llenan el sonido, dan una muy buena atmósfera y cuando tienen que lanzarse a liderar las melodías lo hacen con confianza, las guitarras no son aburridas protagonistas, sin tener una distorsión particularmente “pesada” terminan de rellenar el ambiente deseado, el bajo y la batería tiene ese característico sonido de las grabaciones de aquella década. Los temas los tratan con maestría y los desarrollan justo como los grandes lo hubieran hecho.
Este es uno de esos grupos que vale la pena escuchar, si a usted no le gusta el progresivo pero le gustan las propuestas diferentes a lo que se produce ahora pueden llegarle a este grupo, no tienen piezas especialmente largas y puede hasta terminar amando el género. Para los que si escuchan con pasión todo lo que lleva la etiqueta “prog” no les puede faltar en su colección.
Aqua Bass


Está claro que ni todo el monte es orégano, ni en Suecia todas las bandas hacen metal extremo, sobre todo en los últimos tiempos, donde parece que las bandas suecas de rock están reclamando su, por otro lado, más que merecido papel dentro de la escena de este país nórdico. Esto, aunque posiblemente banal, me parece importante destacarlo justo antes de presentar a BEARDFISH una banda que se dedica a eso, a hacer un gran rock progresivo con sonido fresco pero importantes guiños y apropiaciones de grandes composiciones pasadas.
Desde luego, esta podría ser una buena definición de la banda y lo que nos presenta en este “Sleeping in Trafic: Part one”, sin embargo, me parece injusto tratar de resumir tan brevemente todo lo que encierra esta obra que comienza, como posiblemente nadie se pueda esperar con una introducción orientada hacia Argentina y sus tangos. “Sunrise”, su primer corte “en serio” con casi 8 minutos de duración, es posiblemente, y a modo de presentación el más heterogéneo de todos, con unas guitarras entre pausadas y aceleradas que encierran una gran sinfonía. Es muy difícil de explicar, pero al escuchar esto, eres plenamente consciente que te recuerda a algo, pero incapaz de descifrar el qué. Tal vez una mezcla entre THE BEATLES, GENESIS y LED ZEPPELIN, pero eso es solo una apreciación personal.
A continuación un tema más corto e intimista que agudiza esa imagen de los escarabajos británicos, al igual que “Dark Poet” aún sin ser, ni mucho menos un intento de plagio. Los sonidos del disco no obstante, nos aproximan mucho a estas islas y a anteriores años, todo esto con la frescura que está emanando actualmente de Suecia. “Toulette”, el corte más largo con más de 12 minutos de duración, como admiran los buenos seguidores de estos estilos más progresivos, nos ofrece un gran abanico de melodías, preferentemente lentas, avanzando, con los segundos del contador hacia partes que guardando el mismo calibre animan al oyente.
Posiblemente poco más haya que decir de esta banda que apuesta por las melodías más intimistas y reflexivas, combinando sonidos de guitarras, pianos y voces plenamente melódicas y suaves. Uno de los cortes que un servidor destacaría, tal vez por llegar a la cima de lo que este trabajo ofrece es “The Ungodly Slob”, no por ser el mejor, ni mucho menos, sino porque creo que expresa precisamente eso, lo que BEARDFISH quieren expresarnos con este “Sleeping in Traffic: Part one”.
Como digo, últimamente están llegando a la redacción grandes trabajos que se salen de los típicos de doble bombo y guitarras afiladas, que por supuesto están bien, es lo que a muchos nos trae hasta aquí y deben seguir así, pero considero que conviviendo con estas bandas que apuestan por algo, que a día de hoy puede parecer nuevo, pero que lejos de ello, se limitan a ofrecer un magistral repaso a los sonidos que encandilaron a los oyentes de los años setenta y ochenta, así que, ¿por qué no?, revivámoslos con ellos.
Diego Bernardo


Por suerte hay tanto escrito sobre este disco que no me tengo que detener a tratar de plasmarlo en palabras y usé lo que otros ya han escrito, que también por suerte es mejor de lo que yo podría haber escrito. Y más tarde traeré la frutillita de la torta que es la parte 2 de este trabajo inmenso. Por ahora los dejo, tienen mucho con qué disfrutar.



Lista de Temas:
1. On The Verge Of Sanity...
2. Sunrise
3. Afternoon Conversation
4. And Never Know
5. Roulette
6. Dark Poet
7. Harmony
8. The Ungodly Slob
9. Year Of The Knife
10. Without You
11. Same Old Song

Alineación:
- Rikard Sjöblom / vocals, acoustic & electric (left speaker) guitars, keyboards, accordion, percussion
- David Zackrisson / acoustic & electric (right speaker) guitars, percussion
- Robert Hansen / bass
- Magnus Östgren / drums, percussion, screaming vocals





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Mucho antes de agitar la primavera alfonsinista de la recién llegada democracia con la segunda encarnación de Los Abuelos de la Nada allá por los años 80, había nacido en Francia la primera versión de esta agrupación, pariendo además un disco maldito del que poco se llegó a conocer por estos parajes, e inclusive la primera edición para el mercado argentino de este disco salió no hace mucho. Un disco particular, donde hay hard rock, psicodelia, experimentación, y además una historia muy rica donde terminan apareciendo muchos de los máximos referentes del rock argentino, y donde Miguel Abuelo, ese niño de la calle devenido en poeta iluminado por la psicodelia y el folclore del noroeste es el protagonista casi casi, principal. Recién lo acabamos de presentar y ahora revivimos este disco tan particular. Un disco de culto que no puede estar afuera del blog cabeza. Artista: Miguel Abuelo & Nada Álbum: Miguel Abuelo & Nada Año: 1973 Género: Hard rock / Rock psicodélico Duració

Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - I.E.M. (2010)

Una reedición de la discografía completa de I.E.M., y convengamos que estos temas de I.E.M. eran muy difíciles de encontrar dado que sus ediciones fueron de una tirada muy limitada que ya se había por descatalogada ya hace mucho tiempo. Otro enorme aporte de LightbulbSun, y para aquellos que no están familiarizados con esto, les cuento que estos son los álbums en formato boxset de I.E.M., o Incredible Expanding Mindfuck, o el apodo de Steven Wilson para sus exploraciones psicodélicas y krautrock creadas entre lo que va de 1996 hasta el 2001 que pueden resultarte una especie de shock. Este compilado reúne con los 3 álbumes de estudio en este período, y definitivamente har algunas joyas aquí que seguramente serán muy apreciadas por el público cabezón. E ideal para cerrar otra semana a pura música en el blog cabeza, aquí tienen mucha música por si el fin de semana se presenta feo y lluvioso y se te joda el asado... con esto no te vas a aburrir. Artista: Incredible Expanding Mindfuck Á

El arte es para el aire: El aplausómetro, según Spinetta

"No puedo evaluar lo que hago con el aplausómetro. Me importa un belín. La pregunta es, si un pintor que sabe que es bueno sabe también que no va a poder mostrar sus cuadros, ¿los pintaría? Más bien. Le chupa un huevo. Un novelista, un poeta que es capaz de escribir versos, ¿qué necesita? Nada; va a Pippo, se pide un fresco y batata, se sienta y en el mantel, nomás, escribe LAS palabras. ¿Tecnología? Nada ¿Costo? Cero. Si uno hace música y sabe que suena bien, no importa si otro cree que no es tan buena. ¿Qué? ¿La voy a parar y no la voy a componer? No. Me importa un pito. Es el aire para quien yo la estoy haciendo y es el aire el que me va a devolver lo que yo quiera sembrar allí. ¿Acaso una novela se aplaude? Se lee en soledad. El arte es un trabajo individual y suena dentro del recinto en el que se lo trabaja. De ahí a que se crea que es una necesidad que otro lo escuche hay un largo espacio. Y, por otro lado, cuando la música es buena, cura. Cura. Sólo eso. Entonces, ahí sí

Bosón de Higgs - Los Cuentos Espaciales (2023)

Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.