Artista: Beardfish
Álbum: Songs For Beating Hearts
Año: 2024
Género: Rock progresivo ecléctico
Duración: 57:30
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Suecia
Desde el primer acorde, "Songs For Beating Hearts" se presenta como una experiencia inmersiva. La apertura del álbum, con suaves guitarras acústicas y voces delicadas, establece un ambiente nostálgico que recuerda a las obras de Genesis de los años 70. A medida que avanza el disco, se despliegan arreglos orquestales exuberantes y solos de guitarra melódicos que evocan a bandas como Yes y Gentle Giant, pero siempre con la inconfundible huella de estos suecos a los que se le ha extrañado tanto.
El álbum incluye una suite monumental titulada "Out in the Open", que ocupa una parte significativa del tiempo total del disco. Esta suite está dividida en varias partes que exploran temas de pérdida y esperanza, reflejando experiencias personales de esta gente. Todo muy existencial, por supuesto. Musicalmente creo que todos los conocemos, y no hay grandes sorpresas salvo que este disco yo no me lo esperaba, y recién cae salido del horno para el exquisito gusto de tanto cabezón y cabezona que rondan estos parajes.Yo no lo he escuchado en profundidad aún, pero puedo adelantarles que la instrumentación es rica, hay toques de folk y blues, complejas estructuras rítmicas y los cambios de tiempo son una constante, logrando un equilibrio perfecto entre la técnica instrumental y la emotividad, haciendo que cada nota cuente dentro del contexto narrativo de las canciones, que es algo verdaderamente difícil de lograr. Pero dejo de decir boludeces y copio un comentario mejor escrito de lo que pueda hacer yo...
«Songs for Beating Hearts» de Beardfish, “El esperado regreso de los príncipes del rock progresivo moderno Sueco”
Beardfish es una ecléctica banda sueca ampliamente conocida en la escena actual, sus inicios datan del año 2001, con su pico más grande y reconocido en 2007-2008 con el impresionante “Sleeping in Traffic”, divido en dos discos absolutamente exóticos, que maridan a la perfección lo jocoso y lo sublime. La banda no paró de crecer hasta 2016, año en el que anunciaron su separación y la mente maestra del grupo, Rikard Sjöblom se retira a Big Big Train como guitarrista y segunda voz. La parte positiva es que su increíble talento revitalizó a la banda y le hizo emprender una nueva etapa, hoy en día Rikard es vital para BBT y el regreso de Beardfish no obstaculiza su permanencia en la susodicha agrupación.
En cuanto a «Songs for Beating Hearts», tenemos un resurgimiento genuino, con un sazón casi adolescente, repleto de capricho, energía desbordante y sonoridades espectaculares, que nos recuerdan vívidamente a la magia de los discazos de Beardfish de la década de los 2000. La madurez, de igual manera, se reconoce en las canciones más personales como “Torrential Downpour” o “Beating Hearts”, que tuercen la fibra de nuestros corazones con un pesar que solo otorga la experiencia, con amores y dolores, angustias, pesares y momentos de recalcitrante esperanza.
Musicalmente tenemos canciones con un toque western, country y americana, en especial los sencillos y algún que otro tema. Grandes guitarras con reverb y drive, teclados por doquier y por supuesto una nítida producción que acrecienta las armonías preciosas sobre las que se desarrollan estas canciones. En todas encontramos melodías memorables, secciones especialmente progresivas, cambios impredecibles y una belleza condensada e indispensable para un trabajo que lleva casi 10 años en nuestra lista de espera.
Era más que necesario para Rikard liberar esta energía creativa, probablemente amontonada en estos años con Big Big Train. Se siente la emoción en cada letra, algunas dedicadas a su familia, aquellos que están siempre y a los que tristemente ya han partido. Su voz ha tomado protagonismo y potencia al igual que sus impecables teclados, y se siente en su ambiente predilecto con un line-up que se mantiene acompañándolo desde su primer disco en 2003. Más que una banda, una familia.
“Ecotone” es una canción acústica y bellísima cuyas melodías servirán de molde para todo aquello al porvenir. Atención a las cuerdas, los hooks y la letra introspectiva y el profundo sentimiento de ir con la corriente, de hacer lo que uno debe hacer y liberar aquella necesidad creativa de lo más profundo de nuestra alma. Se introduce el tema principal en ¾ y el resto es historia: lo que se lleva la pelota en este epic son sin duda los pianos y sintetizadores que no paran de responderse y robarse la conversación principal en un swing absolutamente inquebrantable y casi jazzístico.
El elefante en la sala, “Out in the Open” nos hace pensar inmediatamente en aquellas monstruosas canciones de 20 a 35 minutos que los suecos componen con tanta soltura. Los temas se introducen como en una sinfonía, esperando su reexposición, las partes perfectamente balanceadas dejan espacio para el desarrollo de las secciones más caóticas y más bellas.
Una melodía unitonal que nos recuerdan el último epic de Jon Anderson aparece para la segunda sección “Oblivion”. Las voces comienzan a contar la historia de una vida entera y su inevitable trascendencia al otro mundo. Compases irregulares e hipnóticos valles y crestas nos zarandean por un mundo sonoro basto y totalmente hermoso que poco a poco va mutando a un acústico tercer movimiento “Hopes and Dreams”. Las melodías hablan por sí solas, tocadas con la gracilidad de un guitarrista clásico y con la sencillez vocal que se potencia a través de la armonía para generar un efecto atávico, de viaje espiritual.
El reprise de “Oblivion”, se presenta con multitud de teclados y un bajo danzante, presenta nuevamente el tema principal y es sin duda de las secciones más eclécticas del disco, dejando salir aquel Beardfish del “Sleeping in Traffic” a la cancha. Nos recuerda por supuesto al clímax de Close to the Edge, y a otras increíbles obras de órgano de los setenta. Un final atmosférico nos espera en “Around the Bend” un merecido descanso tras 20 minutos de lo más intenso que el rock progresivo moderno tiene para ofrecer.
“Beating Hearts” es otro tema largo, once minutazos de emociones desatadas, las cuerdas como protagonistas indiscutibles, hablamos de cuerda frotada, pulsada y percutida, excelentes riffs de guitarra que aparecen y desaparecen, esparcidos como estrellas fugaces en la gracilidad del colchón de violines. Las melodías vocales también son de extremada belleza y siguen presentando esos tintes de storytelling country que tanto caracterizan a este disco. Una sección pseudo reggae corta con tanta dulzura, uno de esos movimientos que solo se anima a lanzar Beardfish, inspirados por Rush. Por supuesto no espera a convertirse en una sección de hard-rock con la voz de Rikard llevada al extremo que sabe llevarnos al final del tema en un clímax largo y exacerbado (y no hablo por hablar, repleto de las más hermosas cuerdas).
“In the Autumn” fue el primer single que sacó la banda para este disco, y lógicamente recibió una recepción cruzada. Influencias de americana y country al 100%, sonoridades y melodías pop y la voz femenina de Amanda Örtenhag. Una letra extremadamente cursi y repleta de clichés, saquen sus propias conclusiones.
Un pequeño reprise de “Ecotone” nos encuentra directamente con “Torrential Downpour”, otro de los sencillos, mantiene las sonoridades western, es cierto, pero esta vez lo hace con mucho más gusto y una letra que nos recuerda la importancia de la familia y el dolor de perder a nuestros seres queridos, Rikard se la escribió a su padre con el corazón abierto. Una preciosa demostración de que con los cambios contados en la progresión de acordes se puede conseguir una obra completa que golpea en el punto justo cada vez, los arreglos hacen la atmósfera, y la atmósfera hace al oyente.
Recomendamos fuertemente la escucha de este disco que revive aquel beardfish cálido y analógico, con sus raíces en el progresivo setentero, el folk y el blues, con secciones hard-rocker, temazos de pop y por supuesto explosiones histriónicas de hammond, sintetizadores e hipnóticos compases irregulares. Nada que envidiarle a “The Sane Day” o “Sleeping in Traffic”, Beardfish vuelve para quedarse y le deseamos a esta contemplativa y melancólica etapa una larga vida para que nos regale múltiples sorpresas.
Patricio Benítez
Y mejor vamos con algo del disco! A ver si les gusta...
Así que "Songs For Beating Hearts" no solo marca el regreso triunfal de Beardfish, sino que también reafirma su lugar en el panorama del rock progresivo contemporáneo. Con una producción cuidada y este conjunto de composiciones ricas en matices, este álbum es una invitación a disfrutar de una experiencia musical completa. L
Un trabajo que merece ser escuchado con atención, prometiendo recompensas emocionales en cada escucha, que irán apareciendo una a una. Sin duda, otro de los grandes lanzamientos de 2024.
Así que bienvenidos de vuelta a la vida queridos chicos de Beardfish!
Lo podés escuchar en Spotify:
https://open.spotify.com/intl-es/album/1KHkvF7OeM7lzNrz9MKN0X
https://insideoutmusic.bandcamp.com/album/songs-for-beating-hearts-24-bit-hd-audio
Lista de Temas:
1. Ecotone (4:30)
2. Out in the Open (20:33)
3. Beating Hearts (11:01)
4. In the Autumn (5:58)
5. Ecotone (reprise) (0:44)
6. Torrential Downpour (8:30)
7. Ecotone - Norrsken 1982 Edition (bonus track) (6:14)
Alineación:
- Rikard Sjöblom / vocals, keyboards
- David Zackrisson / guitars
- Robert Hansen / bass
- Magnus Östgren / drums
With:
Amanda Örtenhag / vocals (4)
Comentarios
Publicar un comentario