La libertad avanza hasta la Edad Media. Y Milei avanza en todos los frentes, y si hay uno es en el que ese avance es más vertiginoso y ostensible -junto con la depredación de los salarios de los trabajadores- es en el alineamiento incondicional, lacayuno y vergonzoso con los Estados Unidos, que no repara en forma, ni jerarquías ni instituciones. Como pasa con el anuncio de la instalación de una base militar conjunta con los yanquis en Ushuaia la que -para mayor vergüenza histórica- intentó justificar en la defensa de nuestra soberanía en Malvinas. Frente a esto, la pasividad de la mayor parte de la dirigencia opositora -el PJ nacional se limitó a un comunicado- nos mueve a reflexionar sobre la cuestión, en tiempos en los que se nos invita a abandonar los dogmatismos ideológicos y las consignas para ser pragmáticos: si las cosas hubieran de verse simplemente con ése lente, la decisión de atar la suerte del país a los designios de la política exterior de los EEUU no podría ser más desa