Las Puertas de la Percepción

Fundada en 1965 en Los Ángeles, la banda de rock The Doors tomó su nombre de "The Doors of Perception" (Las puertas de la percepción) (1954), un ensayo largo de Aldous Huxley. A su vez, Huxley tomó prestado para el título un verso de "El matrimonio del cielo y el infierno" (1790) de William Blake: "Si se limpiasen las puertas de la percepción, todas las cosas aparecerían ante el hombre como son: infinitas". El libro de Blake gira, además, alrededor del eterno imaginario religioso del cielo y el infierno tratado por varios escritores que lo antecedieron. Jim Morrison, quien además fue poeta, recibió esta tradición y habló, como ellos —pero a su manera—, de otras realidades, o de lo limitada que es la percepción que tenemos de la nuestra. Por ello también es otro eslabón en la cadena de la que hablaron Borges, Foucault y muchos otros. También lo hizo, y de otra manera muy diferente, el irlandés Sean MacBride, un activista y político irlandés y Premio Nobel de la Paz en 1974, cuando denunció os efectos negativos de la influencia de grandes empresas creando y controlando la "realidad" que luego es aceptada y naturalizada por la sociedad, y su informe fue el arma más importante para enfrentar la hegemonía mediática para someter a los pueblos de todo el mundo.

Como sabemos, la percepción obedece a los estímulos cerebrales logrados a través de los 5 sentidos, vista, olfato, tacto, auditivo y gusto, los cuales dan una "realidad física del entorno". Esto, visto desde nuestra sociedad de mercado, podría traducirse en... ¿Cuál es el sonido perfecto de una aspiradora? ¿Qué música debe sonar en el supermercado? etc. Los expertos del marketing se fijan cada vez más en nuestros comportamientos subconscientes, sobre todo en tiempos de crisis, para influir en nuestras decisiones de compra, manipulando nuestros sentidos para vender más. Y ni hablar del marketing político, tratando de manipular a pueblos enteros. Generalmente no actuamos de forma racional, y dejamos que nuestros sentidos nos engañen. El documental "¿Por qué compramos?" hace el seguimiento a tres expertos de los sentidos que desarrollan el color, el sonido y la fragancia de los productos que finalmente adquirimos. Y los momentos de crisis social parecen acrecentar estas tendencias (quienes se dedican al márketing político bien lo saben).

En 1938, en un contexto marcado por la Gran Depresión, la emisora de radio estadounidense CBS transmitió un programa radial llamado "La Guerra de los Mundos", esa sola percepción auditiva bastó para que miles de personas modificaran su definición de la realidad y salieran a la calle presa del pánico por un ataque que nunca existió, colapsaron las centrales de la policía, buscaron armas, se escondieron en sótanos y túneles, algunos con toallas húmedas en la cara para protegerse del "gas venenoso" con el que la radio decía, atacaban los marcianos. ¿Cómo fue posible que la gente no se diera cuenta de que se trataba de un programa de ficción?. Se puede afirmar que el resultado final de este programa fue el acto más inmediato y tangible de la persuasión de masas en la historia humana, y simplemente bastó la percepción (imaginaria) en un programa de radio. ¿Se imaginan lo que el sistema puede hacer actualmente mediante los multimedios?.

La "verdad" no siempre es lo real (como bien saben quienes conocen de los transtornos obsesivos compulsivos o la esquizofrenia). Las palabras no siempre dicen, a veces ocultan. Más allá del lenguaje, más allá de las palabras, estos escritores, incluido Morrison, comparten una idea sobre una realidad o una dimensión que no alcanzamos a percibir en su totalidad. En este "período oscuro" en el cual el malestar social es canalizado por la derecha (Trump, Macri, etc.) y unos cuantos miles de Corporaciones (conglomerados de empresas que poseen riquezas suficientes para doblegar a gobiernos nacionales, incluso regiones enteras) influyen en lo que miles de millones de personas observan, usan y comen y coordinan las cadenas de suministro que representan más del 50% de todo el comercio, representan un tercio del valor de los mercados de valores del mundo y poseen la mayor parte de su propiedad intelectual, desde diseños de lencería hasta software de realidad virtual y medicamentos. Nosotros, en tanto público, estamos en la platea, mirando esta "realidad" artificial. Algunos analizando, preguntándose... otros en cambio, solamente asimilando y seguro de que todo lo que les dice su canal favorito es la verdad pura

Según Chomsky (1990), los medios de comunicación masivos actúan como transmisores de mensajes hacia el ciudadano promedio. Por lo tanto su función principal es entretener, informar e impartir valores y códigos de comportamiento que propiciarán que los individuos se moldeen a las estructuras sociales. Todo ello se ve reflejado en el control ejercido por las macroempresas de comunicación, que procuran mayor poderío sobre las masas, que necesitan ser cegadas y distraídas de la realidad. La manipulación mediática surge del interés de los grupos dominantes por conformar una conciencia colectiva.

Manipulación mediática según Noam Chomsky - Wikipedia


La percepción de lo real

Mucha información también desinforma. Las noticias, lo que parecen ser los "hechos" (sintéticos y prefabricados) no siempre se acercan a la verdad, a veces mienten, ocultan, desinforman, transgiversan la percepción, como bien advirtiéramos en la nota sobre Los Peligros de la Percepción y la Ignorancia de la Realidad, donde mencionamos que en un estudio se llegó a saber que la mayoría de las personas tiene una percepción equivocada de la realidad sobre temas referidos a cosas que se discuten mucho en los medios de comunicación, y no, como podrìa suponerse, sobre temas de los que no se sabe nada, reflejando lo equivocadas que son las "percepciones" sobre algunos temas frente a la realidad que nos toca vivir.
 

Se sabe que el bombardeo mediático nos puede inducir estados de conciencia de gran sugestionabilidad, y por ello es que la realidad es "filtrada" por un periodismo servil, que oculta y distorsiona lo que pasa a favor de los poderosos. "Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante", sentenció hace unos años el gran comunicador polaco Riszard Kapucinsky. Esta realidad inventada y en contraste con la percepción inmediata genera un choque, un quiebre bastante enfermo y bastante parecido al "doblepensar" tantas veces mencionado en nuestras diatribas orwelleanas del mundo actual, con un resultado esquizofrénico y demente en el hombre común y que no registra la vorágine de información contradictoria que consume día a día.
Los jóvenes viven hoy un mundo en el que las exigencias son tantas que producen en sus vidas estrés, crisis de pánico, fugas de la realidad, temor. A esto se suma la idea de que hay que salir adelante solo, en contraposición con sus propios impulsos que trata de acallar (ya que somos un "animal social", término que no me agrada pero que describe que lo social está en nuestra naturaleza) aumentando esto la desestructuración en las conciencias y llevando a muchos a callejones sin salida, que se evadirán en drogas, desórdenes mentales o suicidios.

"(...) conductas que resultan anómalas para la comunidad, falta de percepción de la realidad, alteraciones en la percepción o en la expresión de la alteración de la realidad."

Sobre la esquizofrenia en Wikipedia

Los seres humanos, en tanto que mamíferos extraordinariamente sociales y cuyos cerebros están programados para interactuar con los demás, están sufriendo un proceso de disgregación y desintegración. Los cambios económicos y tecnológicos son factores fundamentales en esta cuestión, pero también lo es la ideología. A pesar de que nuestro bienestar está inseparablemente vinculado a la vida de los demás, el mensaje que se nos transmite es que la prosperidad se alcanza por medio de un individualismo extremo, competitivo y ególatra.
Vivimos una nueva época de aceleración histórica, mundialización y tecnologización de la vida y los efectos sobre la estructura psicofísica del ser humano. Los medios de comunicación de masas actúan como sistema transmisor de mensajes para el ciudadano o habitante medio. Su función es la de divertir, entretener e informar, así como inculcar a los individuos los valores, creencias y códigos de comportamiento que les harán integrarse en las estructuras institucionales de la sociedad.

Que la información que los medios transmiten a la sociedad deba pasar por un proceso de filtración, cuyo cedazo obedece a factores de índole comercial o ideológica, tiende a generar un permanente choque entre las campañas de los medios de comunicación y su correlato en la vida diaria (siempre que el individuo aún sea capaz de hacer esa comparación, ya que en aquellos enchufados de manera permanente a la pantalla parecen vivir más en ese mundo ilusorio que en el real).

Las redes sociales se han convertido en un colosal vehículo instantáneo de falsedades y fabulaciones que refuerzan los elementos más conservadores y dogmáticos de lo que Gramsci llamaba el "sentido común vulgar". Por otro lado, las redes sociales aproximan a las personas, al tiempo que pone distancia entre ellas al permitirles cuantificar con exactitud su posición social y comprobar que las otras personas tienen más amigos o seguidores, en una mercantilización de las relaciones sociales.

La época de crisis se refleja en todos los ámbitos y por tanto también en el psicológico. Psicólogos televisados nos aleccionan para que uno solucione sus problemas por sí mismo, pero mientras tanto el sistema educativo se hace más brutalmente competitivo año tras año. La búsqueda de empleo es una batalla a sangre en la que lucha una multitud de personas desesperadas por un número cada vez menor de puestos de trabajo. Los nuevos carceleros de los pobres atribuyen una culpa individual a las circunstancias económicas y los interminables concursos televisivos alimentan unas esperanzas imposibles, mientras las oportunidades reales se contraen.

En contra de nuestra propia naturaleza

Ya desde la tierna infancia se nos adoctrina desde el poder político y económico -el poder fáctico-, ya desde bien pronto se nos intenta transmitir una ideología concreta que la persona va a asimilando e incorporando y que finalmente hace suya. Esta ideología inculcada pero más aún, esta manera de ver la vida y las relaciones humanas determinará la manera de pensar y de actuar de las personas creyendo sin embargo estas que su pensamiento es autónomo, que nace en ellos mismos, pero la realidad es que no es un pensamiento propio en tanto que ha sido "introducido" por varios mecanismos al igual que a los habitantes del Matrix se les hace creer que están viviendo unas vidas que son suyas.
¿Qué mayor síntoma de fracaso puede dar un sistema que el hecho de provocar psicopatías epidémicas? Aun así, la ansiedad, el estrés, la depresión, la ansiedad social, los desórdenes alimenticios, la autoagresión y la soledad son males que afligen a las sociedades en todo el mundo. Los últimos y alarmantes datos publicados sobre la salud mental de niñas y niños británicos reflejan una situación de crisis global. Y los únicos que están dispuestos a ayudarlos son las compañías farmacéuticas, dispuestas a dopar poblaciones, cuidades y países con la compansación monetaria que le corresponde.

Este aislamiento social logra alienaciones que están muy estrechamente relacionadas con la depresión, el suicidio, la ansiedad, el insomnio, el miedo y la percepción de amenaza. Estos estados de conciencia alterada permiten que los seres humanos sean más sugestionables y manipulables. Es más sorprendente descubrir el número de enfermedades físicas que causa o que exacerba. La demencia, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, los derrames cerebrales, los déficits inmunitarios o incluso los accidentes son más comunes entre personas que sufren soledad crónica. La soledad tiene un impacto sobre la salud comparable al consumo de 15 cigarrillos diarios: incrementa el riesgo de muerte prematura en un 26%. Esto se debe, en parte, a que se incrementa la producción de la hormona del estrés, el cortisol, que suprime el sistema inmunológico.


Esta encrucijada social en la que nos vemos inmersos a nivel global, junto con las crisis sociales, las eternas preguntas existenciales nunca terminadas de responder y estos "transtornos" de la percepción, este doblepensar que divide los individuos, está causando una serie de desórdenes con consecuencias psicoemocinales cada vez mayores. El grado de insatisfacción, consecuencia del complicado momento social en que vivimos aumenta a pasos agigantados. Terapias varias o numerosas versiones de la meditación se implementan cada vez más como solución a necesidades contemporáneas de estrés, ansiedad, depresión o insomnio entre otras. El avance de las necesidades de este malestar contemporáneo acentúa la búsqueda de soluciones cada vez más inalcanzables.


Los medios de comunicación y su percepción
Es característico del mundo moderno un hondo dualismo entre la percepción que ofrece el sistema y la percepción inmediata captada por los propios sentidos. Tomemos el ejemplo del macrismo en Argentina (pueden cambiar los nombres y seguramente la situación será la misma en casi todos los lugares del mundo). Este movimiento conocido como Pro-Cambiemos es marketinero como ninguna otra experiencia política previa, guiado por un gurú de las oscuras artes de la consultoría política y la asesoría de imagen llamado Durán Barba.
Vale la pena mencionar "la magia de Durán Barba" que logró articular una creativa e imaginaria realidad donde se prometía un futuro de alegría, paz, felicidad, amabilidad. Una verdadera fiesta republicana del Mundo Feliz de Huxley. Identificó a todos y cada uno de los supuestos problemas de una clase media bastante pelotuda y pivoteó sobre ellos en su campaña, más o menos lo que enumero a continuación:

“No me gusta la cadena nacional”, “no me gusta La Campora”, “no quiero política en la escuela”, “no quiero mantener empleados del Estado”, “no me banco a los choripaneros”, “no quiero que se jubilen quienes no aportaron”, “no me banco a estos chorros”, “no me gusta la grieta que crearon en las familias”, “no me gusta que me ninguneen”, “no quiero veranear en Argentina”, “no quiero que me nieguen la compra de dólares”, “no quiero que se prohíba la importación”, “no quiero que me impidan girar dinero al exterior”, “no quiero pagar cien dólares un blue jean nacional”, etcétera.

Apenas asumió Marioneta Macri una de las primeras ocultaciones en es el registro de la protesta social, quizás sea la primera víctima de los medios concentrados. Las protestas parecen no tener espacio en la mayoría de los medios. Los despidos, los cortes de calle, las manifestaciones, las plazas con actos, las fotografías o los registros de la decepción y de la bronca de la gente, no aparece. Sólo el registro de individuos o pequeños grupos, como si alguien en algún lado está loco y protesta. Se trata de la vieja estrategia en la que se antepone a la mirada paneles de cartón pintado que simulan una multitud inexistente o un barrio de lujo en lugar de una villa miseria, y la mentira será la realidad para un ojo ingenuo.
Por ello, es que se anula la imagen de la grupalidad; desde la asunción del Felino Marioneta, en los diarios menos del cinco por ciento de las imágenes publicadas son imágenes donde la grupalidad esté presente, y en todos los casos corresponden a la sección de deportes donde ni siquiera es la hinchada la protagonista sino un grupo de jugadores. El resto de las imágenes son individuos: políticos, artistas, deportistas, columnistas, personas recibiendo masajes, una promoción a través de una infopublicidad, entre otras. Igual suerte uno corre si recorre las imágenes de los noticieros televisivos. No es casual. Los medios de comunicación se han ido convirtiendo, cada vez más, en medios de desinformación, al elevar al rango de noticias importantes a hechos casi irrelevantes, o tratar los relevantes como meros pasatiempos ficcionales. La intencionalidad de esta conformación de los procesos informativos no se basa en simples deseos de los editores a cargo de elaborar las notas.

Esa será la percepción; no existe ninguna organización y todos estamos atomizados, separados del otro, nada nos une porque claramente, lo que ha desaparecido es la gente como colectivo. Vemos todos los días cómo se fragmentan los partidos, los bloques, los sindicatos, las protestas para el beneficio del gobierno nacional que apuesta a esa fragmentación de los colectivos. Es el divide y reinarás del neoliberalismo: el individualismo exacerbado.

La realidad, esa gran confusión que intentamos descifrar

La realidad, que para muchos solamente está en la red 2.0; para otros en la pantalla de TV o las radios, no deja de ser una realidad planificada por laboratorios que tienen especialistas para diseñar mensajes, matrices, rumores, que buscan encierros de masas para darle respuestas. ¿Cuántos de quienes opinan con ideas ajenas salen de la zona de confort televisión/computadora/bares/amigos, para buscar esa gran confusión y tocarla, olerla, preguntarle, percibir si la información lanzada desde los medios y la red es real o inventada?

El uso macrista de un vocablo tiene implicancias adicionales. Cuando un empleado de Corporación Cambiemos S.A. utiliza el verbo "sincerar" debe entenderse "aumentar": los sinceramientos son aumentos que el gobierno se ve obligado a realizar por culpa de acciones del gobierno anterior. Otro clásico del gobierno es el tema de "la herencia recibida", un término que utilizan para ocultar lo que hacen al mismo tiempo que desvía la culpabilidad hacia otros, que no son quienes gobiernan y toman las decisiones actualmente. Imagino lo difícil que se hace para los seguidores de la secta neoliberal de Corporación Cambiemos S.A. organizar en sus cabecitas el menjunje que les dan a tragar día tras día. ¿Qué piensan cuando creían que se subsidiaba a los vagos y ahora tienen que desembolsar miles de pesos al mes para viajar diariamente por las autopistas o cuando llegan las boletas de servicios o van al supermercado? Uno cree que lo asumen como el precio a pagar para sacarse de encima al populismo, pero ¿por cuánto tiempo van a poder sostener el esfuerzo?
Se ha dicho mucho de la inestabilidad emocional y del caracter cambiante de la sociedad argentina pero esto de vivir a diario en la incertidumbre como empantanados en un arenal ya es desesperante para unos cuantos y no tardará en ser intolerable para muchos.

Por otro lado, la élite gobernante usa el rumor como recurso para darle sostén a sus propósitos. Como solían decir los gauchos, anticipándose a Orwell, difundir una mentira es como echar agua sobre piso de tierra: nunca se la puede recoger toda.
Apelando a una práctica que viene del amanecer de los tiempos, el poder lanza diatribas y afirmaciones con el fin de que encuentren anclaje en creencias primitivas y en las emociones de las personas. Si bien el recurso es muy antiguo, atravesó transformaciones y adquirió formas sofisticadas, para lograr la manipulación de las opiniones de las personas. En un artículo en la sección especial "La Ventana", de Página/12, el el comunicador Carlos Valle, ex presidente de WACC e integrante de COMUNA, se remonta a la concepción de Joseph Goebbels, ministro del régimen nazi, quien afirmaba que "la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales".
Hay ejemplos de estos procedimientos aplicados por la élite que tomó el poder político en diciembre de 2015 en la Argentina. Uno de ellos es que el país venía de una situación desastrosa, caótica y abismal, y por lo tanto se impone una reparación de "inevitables" costos, que pagan únicamente los sectores más pobres y explotados.

¿De qué realidad estamos hablando cuando hablamos sobre lo que pasa? ¿cual es nuestra percepción? ¿somos conscientes, como esos experimetadores románticos como Huxley que registraron su escasa capacidad de percibir la realidad, que vemos todo desde un filtro (pero ahora más allá de lo interno)? ¿somos conscientes de la manera en que nos distorcionan nuestra percepción?.
Investigaciones en neurología nos dicen que vemos lo que esperamos ver, oímos lo que esperamos oír y así con el resto de los sentidos, lo cual nos permite encajar el mundo en la idea que tenemos de él para proporcionarnos cierta estabilidad y sensación de seguridad, esto significa, que también nos impide "ver" las cosas como realmente son. Los que los ilusionistas o magos desvían nuestra atención a donde ellos quieren para no darnos cuenta en donde realmente está el truco. Esto nos demuestra que no siempre podemos confiar de nuestras percepciones, pero menos cuando la información que percibimos está tercerizada. Tenemos enfrente un gran ilusionista dueño de todas las emisoras de información que llegan a tu cerebro, pero su magia termina en el momento en que te das cuenta que no todo lo que percibes es real. No hay otra salida que fomentar el pensamiento crítico de cada uno, justamente lo que los filósofos de Corporación Cambiemos (o el régimen que sea) no quieres que hagas.

Esta época coincide con el período de menor pluralismo conocido desde la dictadura. Los medios chicos o comunitarios son ahogados. La censura se lleva a cabo con ese bisturí: no hace falta prohibir hablar, lo que hace falta es eliminar los soportes capaces de darles espacio a determinadas voces. El resultado es agobiante. Para los espectadores y lectores, el agobio no es simplemente no tener a disposición distintos puntos de vista, sino sobre todo no poder elegir en qué relato del mundo se inscriben sus intuiciones, y sobre qué quiere ser informado. Hace muy poco era importante para todos y ahora resulta que nadie se acuerda del derecho a la información.
 

 
El sistema amplía los "filtros" de la percepción

Quienes intenten ampliar el terreno de la percepción social serán debidamente perseguidos y castigados, bien lo saben los individuos perseguidos por divulgar información sensible para los EEUU, listado que no termina en Edward Snowden, Chelsea Manning o Julian Assange. Durante el siglo XX también hubo personas que filtraron a la prensa información clasificada que la Casa Blanca procuraba mantener oculta. Esta información suele ser liberada transcurridos 50 años, cuando sus protagonistas están muertos o muy ancianos y los temas que tratan han quedado muy lejanos en el tiempo. Pero que se desclasifiquen documentos del Pentágono sobre acontecimientos que están ocurriendo en ese momento es visto como un crimen dentro de EEUU y aquellos que divulgan esta información son hostigados judicialmente... y dicen las malas lenguas que también por otras vías más agresivas.

Los "medios" son los actores más importantes de los últimos tiempos en esto de conformar nuevas conciencias, en diseñar nuestros pensamientos a medida de los deseos de quienes, en realidad, necesitan y ordenan tales concepciones comunicacionales. Que no son otros que los dueños del poder real, ese que monopólicamente decide los destinos de millones, con el único e irrenunciable interés de elevar infinitamente sus fortunas, quitar y poner gobiernos títeres de sus intereses y manipular a las masas.
En eso están ahora, como siempre, pero exacerbados por sus éxitos políticos, al haberse apoderado del gobierno a través del uso, justamente, de esos medios. La mentira corre por sus noticieros como el dinero por los bolsillos de los emisores, perversos intermediarios que no merecen el honroso título de "periodistas". Sin reparar en los daños profundos a la sociedad que provocan sus diatribas, redoblan sus apuestas en fantasías jamás probadas, ni siquiera corroboradas por los cómplices fundamentales en este proceso de desmantelamiento del conocimiento: el Poder Judicial. Quizás el mejor ejemplo lo tengamos no sólo en la detención arbitraria de Milagro Salaz sino también en el caso Nisman. Pero ejemplos abundan.

Mantenerse en el poder requerirá cada vez de mayores mentiras. Y el engaño solo podrá continuar, mientras sean capaces de anular la capacidad de reflexión de cada uno de los televidentes y lectores, quienes se han convertido, por estos tiempos, en los principales difusores de las falsedades escuchadas, tal vez creyéndose parte de un poder del que nunca obtendrán más que promesas imposibles de cumplir.

Pocos saben que existen varios medios que se dicen que son independientes, pero reciben millones del aparato injerencista norteamericano, como en el caso de Chequeado.com. Otros del gobierno argentino, amén del ejército de trolls pagados para que inunden la red y las redes sociales. El caso de Chequeado.com es emblemático: dicen que no tienen fines de lucro, pero recaudan millones para mantener un portalcito. Dicen que son objetivos, pero en el debate no te contaron quien les puso los fondos ni los cargos públicos que Cambiemos tenía reservados para organizadores y parientes. Dicen que quieren valorizar los datos por sobre las meras opiniones, pero no te dicen que detrás del "dato que habla" se esconde un deliberado intento de erradicar el espíritu crítico y la discusión política del debate público.

Lejos de comprender la realidad, gracias a tanta farsa mediática, habrán de caer también en el fango de la pobreza que no se irá por otros 20 años, según lo explicado por los autores de la ficción política en la que sobrevivimos, los CEOs de Corporación Cambiemos S.A. Lo extraño, lo verdaderamente raro, es seguir escuchando a los propios nuevos empobrecidos caer en las trampas de la mentira mediática. Pero la percepción emitida por los medios tiene su correlato en la percepción inmediata, vivencial, y tarde o temprano el hipnotismo tendrá que caer bajo el peso de la realidad. Y ya está cayendo, como la caída de imagen de este gobierno.
Macri dice que "estamos generando trabajo", y mucha gente le cree, pero es mucha más la que con el clima alterado de cada hogar, con lo vulnerados que fuimos y lo maltratados que somos, siente como un colmo insoportable que la hagan sufrir y encima le tomen el pelo, que la gocen. Existe una contradicción entre lo que el espectador siente cuando está percibiendo en los medios y lo que percibe de "su" percepción más inmediata, lo que ocurre en realidad es otra. Son psicópatas tratando de crear ilusiones sociales que aún tienen resultado incierto. El engaño cotidiano, la amenaza constante en medio del saqueo interminable es el camino elegido por el cambio que estamos padeciendo.
Mientras los titulares nos dicen que los problemas del país pasan por la pesada herencia, los inmigrantes indeseables o unas tetas en la playa, en un país muy solvente, la mayoría debe vivir como mendicante. A pesar de esto, los editorialistas han olvidado la palabra "crispación" que tanto utilizaron para calificar al gobierno anterior o la confrontación que ponía los pelos de punta a los representantes del establishment.
La gente venía tolerando un difícil presente por la expectativa a futuro, pero para que ello realmente funcione, esa imagen a futuro debe tener su correlato en la percepción del presente. Seguramente ya están tramando el próximo paso.

Uno de ellos es la marcha unitaria sobre las voces del interior. Ahora son las FM de las provincias, que hoy pierden su programación local para retransmitir las señales de la prensa oficial, logrando que en las provincias casi todas las FM privadas retransmitan las AM de Buenos Aires, sobretodo Radio Nacional Buenos Aires. Algo parecido a lo que sucedió en la época de Menem. Todavía no hay tantos despidos como en aquel momento, pero lo que pretenden es silenciar las voces locales (en su mayoría escasas), en PRO de difundir las verdades macristas usando el alcance nacional.

Todas y cada una de las falsas promesas están mostrando sus verdaderas cataduras. Esas que los medios ocultaron para lograr sus objetivos de poder. Desnudos de esos "filtros" que nublan la percepción, comienzan ahora a verse tal cual son los actores de este drama con final anunciado y conocido por todos, incluso por quienes lo negaron para sacarse de encima a los supuestos corruptos anteriores. La tarea que ahora emprenderán estos cínicos psicópatas de Corporación Cambiemos S.A. será la de nublar nuevamente la percepción, y convertir el tiempo electoral en siembra de falsedades ajenas y certezas propias, semillas de las que esperan surjan, otra vez, las dudas que hagan imposible el cambio, pero hablo del verdadero, no el que prometió Marioneta Macri & Cia. sino el que solo puede realizarse cuando el pueblo toma el Destino en sus propias manos. Aquella Patria que no dude, no ya de sus líderes, sino de sus propias fuerzas y responsabilidades para reconstruirse a sí misma. Hay ejemplos en la historia, dependerá de nosotros que solo sea una utopía más. Dependerá de nosotros que ampliemos las puertas de nuestra percepción, y porqué no, también de nuestro corazón.


¿Cuál es la solución?

Uno a uno han ido cayendo los logros de décadas de luchas. Y lo seguirán haciendo, a menos que se despierte a tiempo de este letargo de la conciencia, impuesto con mucha parafernalia mediática, donde la mentira es la reina y el cinismo la base de sus inmorales maquinaciones. Porque más allá de lo que los psicópatas hagan o digan, mi duda es si la sociedad definitivamente les hará caso a los Alejandro Rozitchner y los Marcos Peña (el filósofo y el jefe de Gabinete de la CEOcracia de Corporación Cambiemos S.A.) y dejarán de pensar de una vez por todas. Esta manipulación de masas necesita de la credulidad del destinatario, y una frase del diputado Carlos Heller puede sintetizar todas estas ideas: "el límite de los ajustes deben ponerlo los ajustados".

"(...) el ser humano tiene muchas potencialidades, tiene una conciencia muy amplia, tiene un gran futuro y va a superar los nuevos condicionamientos. Así ha ocurrido y volverá a ocurrir, aunque la fascinación, el poder hipnótico que tiene el mundo actual, la época que vivimos, no nos deje ver el modo de rebelión.
Hay que pensar cómo. Hay gente que está pensando: "obreros trabajando".
Nosotros ya contamos con armas que debemos difundir y emplear a fondo, como el conocimiento de uno mismo y la atención.
Es un gran poder el conocimiento de uno mismo. Aumenta la reversibilidad, disminuye la hipnosis, permite decidir. El tema fundamental es la atención. Si veo televisión y estoy atento; sé que estoy atento, no perderé mi referencia, no soy chupado por las solicitudes sensoriales que se me presentan. (...) Al practicar la atención dirigida descubrimos que la reversibilidad, juega con mayor fluidez. Es entonces bastante difícil que nos traguemos el anzuelo. No somos tan susceptibles a la sugestión y tan vulnerables, porque tenemos nuestro centro en nosotros mismos.
En los estados de hipnosis hay pérdida de referencias y no existe el cotejo. Nos atrapan los valores establecidos y aceptados. Lo mismo ocurre con el sueño. En la vida cotidiana la sugestión de la imagen de la prensa, la TV, es fuerte y si no hay con que cotejar todo eso es aceptado, estás sometido a ese gran campo de influencia. La capacidad de reversibilidad y autocrítica disminuye considerablemente. Quien no se conoce a sí mismo no puede hacer autocrítica. No tiene como cotejar. No hay reversibilidad y no puedes salir de ese campo de influencia..
Un gran poder es el que dan estas herramientas para enfrentar la hipnosis del sistema. Un gran poder... Es un comportamiento mental no natural. Es una intención de poner la cabeza de otro modo".

Silo


Ya no se trata, como en épocas pasadas, de ampliar nuestra percepción alterando nuestro estado de consciencia a través de las drogas. La solución de esta situación, de este hipnotismo de masas, de este filtro que nubla la "realidad", vendrá de la construcción de lazos verdaderamente solidarios entre miembros de sectores sociales, de no confiar plenamente en la información que circula en los medios y en las redes, ponderando nuestra propia percepción cercana y vivencial siempre que se trata de una visión muy parcial y segmentada que responde solamente a nuestro pequeño universo personal, de escuchar al menos dos campanas en cualquier conflicto, de buscar nuevas fuentes y canales de información alternativos, independientes o abiertamente contarios al sistema único de pensamiento hegemónico que impera actualmente.
Y sobretodo de aumentar conscientemente nuestro pensamiento crítico.

Debemos ser conscientes de nuestra limitada percepción, de que el poder nos quiere engañar constantemente, que somos muy manipulables, por ello no viene mal esta guía sobre cómo evitar las noticias falsas que ayudará a saber qué es real, falso o simplemente mal periodismo en el ecosistema mediático actual.

Este problema no requiere una respuesta política, sino algo mucho más grande: una reevaluación de toda nuestra visión del mundo. Y sí, hay esperanza fuera de los medios convencionales, fuera de las herramientas al servicio del poder. Hay motivos para creer que la sociedad en general irá gradualmente desconectándose del dogmatismo ideológico al que ha sido y es sometida pero no para reconectarse a ninguna idea en concreto que alguien pueda imponer, sino para conectarse concretamente con su sensibilidad social, con su reflexión y con su propio pensamiento.
De todas las fantasías del ser humano, la idea de que puede vivir solo e hipnotizados es la más absurda y quizás la más peligrosa. O permanecemos juntos, conscientes y libres o nos hundiremos desunidos.