En los comienzos de la Humanidad, los egipcios conducían ya sus plegarias a los dioses y se internaban por los recovecos de sus realidades trascendentes mediante la música y los cantos de himnos litúrgicos, tanto de celebración, de agradecimiento o de muerte. Desafortunadamente, Hoy en día se contempla la materia musical como mero entretenimiento y, de un plumazo, se la despoja del valor expresivo directo, que entronca con la profundidad y sutileza del sentimiento humano, de la forma artística que le es propia desde casi el inicio de su desarrollo, de su trascendencia en la conformación de la personalidad del individuo y, hasta apurando un poco, de la colectividad. Por Fernando Fernández Fuentes Hablar de música en nuestros países, no tiene nada que ver con hablar de música en países germánicos, ni siquiera en Italia o Francia. Y no será, precisamente, porque la música en la península Ibérica no haya disfrutado de justificada gloria y fama en determinadas épocas. Sin embargo, e