Este 24 de marzo, a 44 años del golpe cívico – militar en Argentina, nos encuentra en una situación compleja. Por primera vez desde la recuperación de la democracia, la marcha conmemorativa no se lleva adelante, queda suspendida hasta el año próximo. Marcelo Simonetti recuerda que en algún momento el barrio fue otra cosa para el punk, no la resignada aceptación de las miserias del presente sino un lugar de encuentro y lucha donde puede latir el futuro. Música, memoria y 24 de marzo. Para mí el barrio siempre fueron mis amigos. Y mis amigos desde los 14, 15 años no eran del barrio. Por eso mi barrio podía estar en cualquier lado. Yo fui adolescente justo en el límite temporal donde el futuro empezaba a aparecer como cancelado, donde lo que empezó a operar en la cabeza de la gente era el “realismo capitalista” del que habla Fisher. Mi barrio era Cemento. Mi barrio era el Parakultural. Mi barrio era cualquier lugar donde me encontrara con los míos. Cualquier lugar, menos mi barrio.